En el
capítulo anterior:
…Mientras
cerraba la puerta detrás de ella, Callie le enseño lo que la había hecho
devolverse: un mapa de España y la lista de los deseos que habían escritos
minutos antes.
Arizona
preguntó:
— ¿Para qué es
el mapa mi cielo?
—Quiero darle
un vistazo, creo que en nuestro recorrido por España hay varios lugares a los
que podremos ir y comenzar a tachar alguno de los deseos de esta lista.
— ¿En serio? —preguntó
Arizona emocionada.
—Si mi amor, vamos
a verlo mientras ordenamos la comida ¿te parece?
—Sí, me encanta.
—Bien —dijo
Callie con una sonrisa de oreja a oreja.
Y efectivamente
mientras esperaban ser servidas, Callie extendió el mapa de España sobre la
mesa y juntas planificaron la ruta que seguirían para llegar a Madrid,
decidieron hacer paradas de tres o cuatro días en Valencia, Alicante,
Cartagena, Murcia, Granada, Sevilla, Córdoba, y finalmente, Madrid, antes de
regresar a Seattle.
Para celebrar,
pidieron una botella de Cava y brindaron con sus copas en alto, emocionadas y
felices, casi soñando despiertas con todas las cosas que querían compartir,
juntas, en ese viaje que era en sí mismo un sueño hecho realidad.
Epidemia – Capítulo 41 – Bad Dreams (Pesadillas)
“Bad Dreams, bad
dreams… get away
Good dreams, good
dreams… stay”
(Pesadillas, pesadillas…aléjense
Dulces sueños,
dulces dueños…quédense)
Arizona Robbins,
Temporada 6, Episodio 8
Después de haber compartido unos días maravillosos en Tortosa, esa última
noche, antes de continuar su viaje que las llevaría finalmente a Madrid, Callie
y Arizona, decidieron darse un banquete en el restaurant del Hotel, ambas
comían con un apetito voraz,
especialmente Arizona, quien luego de un día de largas caminatas por el casco
antiguo de la ciudad de Tortosa, estaba realmente hambrienta.
Mientras comían, Callie sonriendo le dijo a Arizona, de forma dulce pero en
tono de advertencia:
—Si sigues comiendo de esa forma, vas a tener pesadillas esta noche.
Arizona se apresuró para terminar de masticar y tragar el gran bocado que
tenía en la boca y luego dijo:
—Es que todo está divino, no puedo parar de comer.
Callie sonrió, Arizona parecía de nuevo una niña pequeña, era obvio que
estaba disfrutando como una criatura su banquete, así que sólo agregó antes de
llevarse a la boca un pedazo de su postre:
—Bueno, luego no te quejes cuando te diga: “te lo dije”.
Arizona, sólo asintió con la cabeza y sonrió mientras continuaba devorando
su comida.
Al terminar de comer, ambas pidieron una taza de café, fue entonces cuando
Callie puso atención a la letra de la canción que se escuchaba en ese momento
en el restaurant, entonces dijo:
—Esa canción es linda, pero la letra es algo triste ¿no te parece?
Arizona prestó atención a la música, y respondió:
—Si mi cielo, lo es, es como un amor que está muriendo, cuando todo se
acaba…
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en el título para acceder a la canción
Pasadas las once de la noche, subieron a la habitación, estaban tan
agotadas que sólo se pusieron sus ropas para dormir, se dieron un beso de
buenas noches y abrazadas, en cuestión de pocos minutos, se quedaron
profundamente dormidas.
….
En medio de la noche, Callie abrió los ojos sobresaltada, el llanto de
Arizona la había despertado. Cuando Callie la miró para ver que le ocurría, y
saber el motivo de su llanto, se dio cuenta que Arizona estaba profundamente
dormida pero aun así estaba llorando, y dedujo que Arizona estaba teniendo una
pesadilla, así que sin dudarlo un segundo, Callie la despertó.
Arizona abrió los ojos, y aun llorando tocó su pierna izquierda, luego miró
a Callie y cuando se percató de sólo había tenido un mal sueño, se aferró a
ella, la abrazó con todas sus fuerzas, mientras repetía casi como un mantra:
—Mi Calliope, mi Calliope, mi Calliope…
Callie apretó el abrazo y con ternura le preguntó mientras acariciaba la
espalda de Arizona para tranquilizarla:
— ¿Estabas soñando de nuevo con pequeños ataúdes?
Arizona, a pesar de haber despertado y saber que todo había sido producto
de una pesadilla, continuaba llorando, así que entre lágrimas alcanzó a decir:
—No, no fue eso
Callie continuó dándole caricias tranquilizadoras, mientras le decía:
—Tranquila mi amor, todo está bien, sólo fue un mal sueño
Todavía llorando, Arizona balbuceó:
—Pero pareció tal real
— ¿Quieres contarme? —le preguntó Callie con ternura.
Pasaron unos minutos abrazadas, mientras Arizona se tranquilizaba, luego
ella comenzó a decir:
—Todo comenzó en aquél ascensor, dónde yo te pedía que me dieras una
oportunidad cuando regresé de África…
— ¿Del mismo ascensor donde salí y tuve aquel accidente que me hizo perder
la memoria, correcto? — preguntó Callie.
—Sí, de ese mismo, pero con una diferencia, en mi sueño tú no saliste del
ascensor, me dijiste que estabas embarazada de Mark
—Oppps —dijo Callie, luego agregó—: ¿Embarazada de Mark?, o sea ¿qué me
embaracé mientras tú estabas en África?
—Sí —respondió Arizona.
—Y luego ¿qué pasó? —preguntó Callie.
—Bueno, a mí me costó perdonarte, odiaba la idea de que aunque habíamos
terminado, tú te hubieras acostado con otro y peor aún con un hombre, pero
luego nos reconciliamos. Cuando estabas cerca de dar a luz, yo te propuse
matrimonio en un coche, yo iba manejando, pero tuvimos un accidente, a mí no me
pasó gran cosa, tenía puesto el cinturón de seguridad, pero tú te lo habías
quitado, porque un poco antes habíamos estado discutiendo y saliste disparada
por el parabrisas.
Callie abrió los ojos como platos y preguntó:
— ¿Y morí en ese accidente o perdí a ese hijo?
—No, no moriste, ni tú, ni…nuestra hija, se llamaba Sofía —sin saber por
qué, Arizona asomó una pequeña sonrisa cuando recordó a esa niña, era el vivo
retrato de Callie, luego prosiguió diciendo—: caíste en coma, pero luego te
recuperaste, y nos casamos, fue una ceremonia hermosa —dijo Arizona sonriendo,
luego agregó—: esa parte del sueño fue bonita.
—Pero estabas llorando cuando te desperté, ¿qué pasó después? —preguntó
Callie.
—Hubo otro accidente, luego…
— ¡Otro accidente! —Exclamó Callie, luego dijo—: Vaya suerte, ¿y esta vez
sí morí?
—No Callie, esta vez el accidente lo tuve yo, fue un accidente aéreo, en
ese avión íbamos Lexie, Mark, Meredith, Derek, Cristina y yo. Lexie murió en el
acto, Mark murió un mes después, sólo sobrevivimos Meredith, Cristina, Derek,
quien resultó herido en una mano y yo, pero…
— ¿Pero qué? —preguntó Callie con un tono expectante.
Arizona respondió, tocándose instintivamente su pierna de nuevo:
—Yo perdí una pierna, la izquierda y fuiste tú quien ordenó que me la
amputarán, aún a pesar de que te había hecho prometer que tú no lo permitirías.
Callie sólo alcanzó a decir con un dejo de tristeza en su voz:
— ¡Wow!, ¡que horrible! y ¿fue allí cuando te desperté, por eso estabas
llorando?
—No, estaba llorando porque te perdí, me perdí a mi misma y te perdí a ti.
—Cuéntame ¿Qué pasó?, ¿acaso te dejé por lo de la pierna?, ¿qué pasó?
Arizona suspiró y luego respondió:
—No me dejaste, estuviste conmigo todo el tiempo, tratando de entender mi
frustración, mi tristeza, y mi miedo, aguantando durante meses que yo te
culpara por haber decidido amputar mi pierna, hasta que un día en el hospital,
cuando tú y yo, aparentemente estábamos mejor, como pareja, conocí a una
doctora, una tal Lori, Lauren, no recuerdo su nombre, ella…ella me sedujo y yo
me acosté con ella.
Callie sólo alcanzó a decir:
— ¡Oh, oh!
Arizona agregó:
—Tú te enteraste, de la peor manera, fue esa misma noche en el hospital,
había una tormenta o algo así y descubriste cuando llegó la luz, mi anillo de
matrimonio en la bata de esta mujer, tuvimos una discusión, dónde ambas
lloramos, especialmente tú, no entendías por qué yo había hecho eso, por qué te
había hecho eso luego de pasar todo lo que habíamos pasado, me dijiste con
lágrimas en los ojos que estábamos casadas, que teníamos una hija. Yo, de nuevo,
te eché en cara de lo de la pierna, te dije que había confiado en ti más que en
ninguna otra persona en el mundo, pero tú habías decidido quitarme la pierna,
tú me gritaste que había sido para salvar mi vida y yo te respondí que tu no
habías perdido nada en ese accidente, luego, derrotada, me dijiste:
“Aparentemente te perdí a ti”.
— ¿Y fue allí cuando te desperté?, ¿verdad?
—No, la pesadillo continuó. Luego, pasó algo más.
— ¡Más! —exclamó Callie.
—Sí, más, yo regresé a nuestro apartamento, quería hablar contigo, no
quería perderte a pesar de todo, te había dicho cosas horribles en esa
discusión y estaba arrepentida de lo que había hecho, de todo lo que había
dicho, así que te busqué, pero tú no estabas, habías dejado una nota sobre
nuestra cama, junto con tu anillo de matrimonio y el collar de corazones que
tenemos ambas.
— ¿Recuerdas lo que decía la nota?, preguntó Callie
Arizona respondió:
—Sí, algo así como: “Me dijiste que
habías confiado en mí y que yo, aun así, decidí cortar tu pierna, es obvio que
no confías en mí nunca más, pero ahora yo tampoco confío en ti, te acostaste
con otra mujer, creo que ni siquiera tú sabes por qué lo hiciste, yo tampoco lo
sé, tampoco lo entiendo, y más doloroso aún es que me hiciste pensar que todo
estaba bien para luego darme cuenta que tuve razón desde el principio, porque
realmente te perdí en ese accidente, la mujer que volvió no es mi esposa, no es
la mujer de quien me enamoré. En cuanto a mí, no creo que pueda ser la misma
tampoco, me siento rota por dentro, derrotada, después de tanto luchar, igual
todo resultó en un fin agónico, lento y doloroso…Un día me pediste que no
corriera y no lo hice, pero ¿Qué es una promesa rota más? Ese anillo que
descubrí en la bata de esa mujer, representaba una promesa, una promesa que tu
rompiste, ¿para qué?, ¿acaso fue para que yo sufriera en carne propia lo que es
perder algo?, pues bien, creo que ambas perdimos… Me mudé al apartamento de
Mark, y lo hice así por nuestra hija, ella ya perdió a un padre, no quiero que
pierda a su madre también. Pero en cuanto a ti y a mí, a nosotras, ya no hay
más un “nosotras”, ya no nos quedan más promesas que romper, ya no nos queda,
sino la amargura, los reproches y yo no quiero eso, ni para ti, ni para mí.
Adiós Arizona”
Sin saber exactamente por qué, ya que Arizona estaba consciente de que todo
había sido una terrible pesadilla, cuando terminó de pronunciar esas palabras,
ella rompió en llanto de nuevo, había algo en ese mal sueño que lo hizo parecer
tan real, que simplemente sentía ganas de llorar cuando lo recordaba.
Al verla así, Callie de nuevo la tomó en sus brazos y abrazándola con todas
sus fuerzas dijo con una ternura increíble:
—No llores mi pichirruchi, todo fue un mal sueño, yo estoy aquí contigo, tu
pierna está aquí contigo, no llores, no ha pasado nada, sólo fue una pesadilla.
Tratando de reír en medio de sus lágrimas, Arizona dijo:
—Sí, ya sé que soy una tonta por ponerme así, pero pareció tan real Callie.
—No fue real, todo fue un mal sueño, muy malo, debería agregar
—Pues sí, muy malo —dijo Arizona, tratando de sonreír, mientras Callie
pasaba sus dedos por su rostro para limpiar sus lágrimas, entonces ella
preguntó:
—Arizona ¿tú crees en las realidades alternativas?, quiero decir ¿Qué las
decisiones que tomamos, las importantes, pueden cambiar de algún modo el
destino?
Un poco confundida, Arizona respondió:
—Bueno, creo que sí, pero ¿por qué me pregustas eso?
Callie sonrió con cierto grado de nerviosismo y respondió:
—Porque yo estuve a punto de acostarme con Mark cuando tú estabas en África
— ¡Qué! —exclamó Arizona un tanto confundida.
—No lo hice, no lo hicimos, fue una noche que ambos estábamos pasados de
tragos, de hecho nos besamos, pero no pasó de allí, me acordé de ti, te extrañé
aún más y no pasó nada, pero ahora que me cuentas todo ese mal sueño,
simplemente me lo pregunté: ¿Qué habría pasado si yo me hubiera acostado con
Mark y hubiera quedado embarazada de él? Ese hecho, en apariencia, aislado,
¿hubiera cambiado nuestras vidas hasta ese punto?
—No lo sé —respondió Arizona.
Tratando de bromear un poco, Callie dijo sonriendo:
—Bueno, acabas de serme infiel en sueños Arizona, no dejaré que te
atragantes de comida otra vez
Arizona se rio y exclamó:
— ¡Ni escuchar canciones tristes mientras me atraganto de comida!, y sí, lo
sé, ahora es tu momento de decirme: “te lo dije”, así que dilo.
—No, no te voy a decir “te lo dije”
mi pichirruchi, pero quiero que
tú me respondas algo: Bajo circunstancias parecidas, ¿te acostarías con otra
mujer?, ¿me serías infiel?
Arizona lo pensó un momento antes de responder, luego dijo con seguridad en
su tono de voz:
—Quizás la Arizona de antes, sí, la Arizona que no se había entregado, que
decía que confiaba, pero que en realidad no lo hacía, pero esta Arizona no, la
que decidió entregarse a ti cuando perdiste la memoria, la que decidió confiar
en ti, no haría algo así. Creo que si me ocurriera algo…, algo horrible como
eso, lo hablaría contigo porque confío en ti, no lo reprimiría fingiendo que
todo está bien cuando en realidad no lo está, esa era la Arizona de antes, no
la de ahora.
Tratando de ocultar un bostezo con su mano, Callie preguntó mientras miraba
la hora en la mesa de noche:
— ¿Y esa Arizona de ahora quiere seguir durmiendo?, tengo sueño, son las
tres de la madrugada mi amor.
Arizona sonriendo, respondió:
—Sí, pero con una condición
— ¿Cuál? —preguntó Callie mientras otro bostezo se asomaba a su rostro.
—Que me abraces muy fuerte
Mientras Callie se acomodó en la cama para acoger en sus brazos a Arizona,
respondió:
—Moción aceptada, vamos a dormir, que dentro de unas horas tenemos que
salir rumbo a Valencia, en el coche que alquilamos hoy.
—Sí mi amor —dijo Arizona mientras acunaba su cuerpo en el de Callie, quien
la abrazó y la apretó contra el suyo.
Arizona suspiró aliviada y antes de quedarse dormida, susurró mientras
besaba la mano de Callie:
—Te amo
Callie sonrió, besó el cuello de Arizona y luego dijo:
—Te amo también
A los pocos minutos ambas se durmieron, por el resto de la noche no hubo
más pesadillas, sólo un sueño profundo, reparador y cálido.
Esta historia continuará…
Bueno, mis queridas lectoras, después de esta larga, larguísima ausencia
de más de dos años, ante todo quisiera pedir disculpas, varios asuntos de
índole personal me obligaron a ausentarme, no obstante, siempre tuve presente
el deseo de regresar a mis escritos y aquí estoy. He reabierto el acceso a mi
portal blog en Wordpress (mikitrobbinson.wordpress.com), mi cuenta en Facebook y
he creado una nueva cuenta en twitter @mikitrobbinson. Deseo informarles que no
sólo he regresado para continuar con Epidemia, sino con nuevos proyectos con
los cuales de algún modo, quisiera compensar, tanto tiempo de ausencia de mi
parte.
El primero de estos proyectos, es un nuevo fanfiction de Calzona
presentado en forma de serie, que considero una de las cosas más locas que se
me ha ocurrido publicar, es un relato ausente de drama pero rebosante de
situaciones súper descabelladas que espero, les hagan reír. Lo he titulado
“Calzona y la Lámpara Mágica” y como una pequeña sorpresa, les informo que estoy
publicando hoy mismo, aquí en Fanfiction y en mi portal blog de Wordpress, el
Episodio Piloto, el que relata cómo y por qué, Callie y Arizona se tuvieron que
convertir en personajes de caricaturas, por obra y gracia de un genio medio
loco salido de una lámpara mágica.
El otro proyecto, mucho más serio que el anterior, es algo que estoy
escribiendo desde hace algunos meses, ya no será un fanfiction sino un libro, que
pienso publicar en Amazon, donde a través de personajes creados por mí, quiero
contar una historia que pretende ser, algo más que sólo una novela de amor
lésbico. Aunque todavía la estoy escribiendo, ya tiene título, se llamará “El
amor va por dentro”.
Debo confesar que estoy muy entusiasmada con este proyecto en
particular, esto era algo que había querido hacer desde hace mucho tiempo,
crear mis propios personajes y darles vida en una historia compleja, que además
de mostrar los sentimientos más profundos entre dos seres que aprenden a amarse
mutuamente sin condiciones, toca temas tan sensibles como la homofobia, los
prejuicios religiosos que la sustentan y la discriminación. He pasado horas y
horas investigando todo lo necesario para lograr transmitir el mensaje que
deseo llevar a todas las personas que me brinden el honor de leer esta
historia, un mensaje de solidaridad a todos aquellos que de uno u otro modo han
sido víctimas o testigos de la incomprensión a un sentimiento tan puro, como
puede llegar a ser, el amor entre dos personas del mismo sexo.
Bueno y para culminar, en cuanto a Epidemia, quiero decir que la seguiré
escribiendo y publicando con regularidad, aunque por todos los proyectos que
les he mencionado, su frecuencia de publicación no será tan cercana, pero esta
historia será escrita y publicada en su totalidad, a paso lento, pero seguro.
Un abrazo,
Miki