Epidemia – Capítulo 15 – En casa, de
nuevo…
Mientras
Callie y Arizona, caminaban juntas tomadas de la mano hacía las puertas del hospital,
Arizona le dijo a Callie:
-Voy
a acompañarte al apartamento pero luego tengo que regresar al hospital, tengo
un appy en dos horas, sin embargo, necesitaba acompañarte y saber que te había
dejado cómoda en nuestro lugar. Hace dos días pasé por el apartamento de Mark y
recogí todas tus cosas, ya está todo arreglado, incluso me mudé de habitación.
Tú ocuparás la que era de ambas y yo dormiré en la otra, la que era de Cristina
antes de casarse con Owen.
Callie
le contestó: -Espero no comenzar a ser una molestia incluso antes de pisar ese
apartamento
Arizona
soltó un bufido y dijo: -¡Molestia!, no mi amor, tú jamás serás una molestia,
nunca. Todo lo contrario, estoy feliz, te confieso que tengo miedo, pero
también tengo fe, quiero tener fe.
-¿Miedo
a que todo acabe cuando yo recuerde lo que pasó?
-Sí
-Lo
reconozco, es un riesgo, pero esta es la única forma de conectarnos antes de
que eso pase, si es que pasa.
-Sí,
tienes razón, yo también lo pienso así.
Ambas
salieron del hospital, estaban caminando abrazadas por el estacionamiento,
cuando de pronto Callie se detuvo en seco. Arizona, también se detuvo y miró
hacia arriba buscando su mirada. Callie ladeo la cabeza hacia abajo y la miró a
los ojos y sólo alcanzo a decir con una expresión que era una mezcla de asombro
y una pizca de dolor:
-Strike
two. (Segundo strike)
Arizona
intrigada exclamó: -¿Qué?
-Érica
Hahn, ella me dejó justo aquí, donde estamos paradas ahora
Arizona
se estremeció y tragó saliva, otro recuerdo, el segundo recuerdo, el segundo
abandono, el segundo strike, como Callie había dicho. Sólo faltaba el tercer
strike, el tercer abandono. Una ola de miedo recorrió a Arizona por todo su
cuerpo, sabiendo que con ese tercer strike, la probabilidad del “out” era muy
real. Arizona tomó aire para tratar de calmarse y luego preguntó:
-¿Y
cómo te sientes al respecto?
Callie
retomó su camino en brazos de Arizona mientras le contestó: -Un poco triste,
pero creo que Mark tenía razón, esa relación era demasiado frágil para soportar
todos los retos que tenía sobre sus hombros.
Con
miedo de preguntar Arizona habló, casi con un susurró: -¿Tan frágil como la
nuestra ahora?
Callie
comprendiendo el miedo de Arizona, la acercó más presionando con su mano el
hombro de ella y con un tono tranquilizador, le dijo sonriendo:
-No
mi cielo, lo que tú y yo tenemos es diferente, incluso ahora lo sé. Aún con mis
lagunas mentales te puedo asegurar, con base a las cosas que he recordado, que
esto es muy diferente. A George O´Malley lo quise, y creo que también quise a Érica
Hanh, pero lo que siento por ti es… mucho más profundo, es diferente, muy diferente.
No sé cómo explicarlo con palabras, pero es algo que siento, es algo que está grabado
en lo más profundo de mí ser. Tú eres,
Arizona, ellos no, nunca lo fueron, pero tú, eres… Disculpa que no pueda explicártelo mejor, no sé cómo
explicarlo mejor…
Arizona
sonrió, y de pronto recordó esa vez cuando estaban atendiendo la emergencia de
aquella niña: Rudy, mientras un loco armado por el hospital, andaba suelto
disparando a diestra y siniestra, Arizona recordó cuando ella molesta le dijo a
Callie: “…Lo sabré cuando esté convencida que estas enamorada de mí y no de la
idea de estar enamorada, cuando sepa que soy diferente a George O´Malley, Érica
Hahn, Mark Sloan y la chica del café. Tienes un gran corazón y amo eso de ti,
pero no confió en ti, ¿cómo podría?”. Unos minutos después, Callie interpuso su
cuerpo entre ella, la niña, y el hombre loco armado con una pistola,
arriesgando su vida. En esa oportunidad esa fue la respuesta de Callie:
arriesgo su vida por la de ella y ahora, con su memoria funcionando a medias y
sin poderlo explicar con palabras lo reafirmó al decir: “Tú eres, Arizona, ellos no, nunca lo
fueron, pero tú, eres…”
Con
su inmenso amor hacia Callie revoloteando en su alma en ese momento, esta vez
fue Arizona la que se detuvo, se paró de frente a Callie y con una dulce
sonrisa dibujada en su rostro y mirándola a los ojos se puso de puntillas para
posar sus labios sobre los de ella, Callie bajó la cabeza un poco y se besaron profunda
y tiernamente.
Cuando
el beso finalizó, Callie sonriendo le dijo a Arizona:
-Wow,
y eso que no lo supe explicar, no me imagino lo que hubieras hecho conmigo si
hubiera podido hacerlo. Ese beso fue impresionante
Arizona
sonrió y le dijo: -Sí, lo hiciste, lo explicaste y… no es la primera vez que lo
explicas ¿sabes?. No es la primera vez.
-¿En
serio?. Creo que tú y yo vamos a tener muchas cosas que conversar cuando
estemos viviendo juntas. Ahora que lo pienso, hay muchas cosas que no me has
contado de nosotras y me encantaría conocerlas. Quiero conocer nuestra
historia, antes de… bueno antes de tú ya sabes. Sólo me contaste la parte mala,
pero quiero conocer la parte buena y si vivimos casi dos años juntas, estoy
segura que deben haber muchísimas cosas buenas ¿me equivoco?
-No,
no te equivocas, ahora que miró en retrospectiva, sé que esos fueron los años
más felices de toda mi vida…. Arizona agregó con pesar: -…Y los tiré por la
borda, mejor dicho… por la ventanilla, cuando…
Callie
puso un dedo sobre los labios de Arizona y le dijo con un tono enternecedor:
-Stop, no, no, no quiero que recuerdes eso ahora, no quiero que pienses en eso,
discúlpame por haberlo mencionado. Arizona, no quiero que toda nuestra historia
se resuma en ese mal momento, por eso estoy aquí contigo, dispuesta a vivir
contigo...
…-Estoy
segura que tú y yo somos mucho más que ese mal momento en aquel aeropuerto,
tenemos una historia juntas y aunque yo no la pueda recordar tú estarán allí
para contármela y además, juntas estamos construyendo nuevos recuerdos…
…-No
te puedo asegurar que así sea, pero tengo fe que cuando yo una todos esos
recuerdos, los viejos y los nuevos, todas las cosas que nos unen y que nos
unieron, van a pesar, deberían pesar mucho más, que aquello que nos separó. Si
yo no pensara así, te aseguro que jamás se me hubiera ocurrido aceptar mudarme contigo.
Me estoy mudando contigo para construir puentes, para conseguir tantas cosas
que nos unan que nada pueda separarnos, ni siquiera los malos recuerdos.
¿Quieres construir esos puentes conmigo?, ¿Verdad?
Arizona
emocionada le contestó: -Sí mi cielo, es lo único que quiero, más que nada en
este mundo, eso es lo que quiero.
Callie
sonrió y usando su mano buena y un poco su mano mala, tomó a Arizona por los
hombros y la sacudió un poco.
Arizona
un poco intrigada por el pequeño sacudón que Callie le había proporcionado, le
preguntó sonriendo:
-¿Y
eso qué fue?
-Te
sacudí, Teddy me dijo que de vez en cuanto tenía que sacudirte tus demonios: el
miedo, la culpa, el arrepentimiento. Así que los sacudí ¿Funcionó?
Arizona
sonrió y le contestó: -Sí, funcionó.
-Perfecto,
dijo Callie y la tomó de la mano para continuar su camino.
Arizona
no dijo nada más, se quedó callada, pero mientras caminaba iba pensando, que
era muy difícil alejar esos demonios del todo, la verdad que no quería
confesar, que no se atrevía a decirle a Callie, era que mientras más cerca se
sentía de ella, su amor crecía aún más y junto con ese amor, también crecía el
miedo de perderla. No podía evitarlo, por más sacudidas que le dieran, ese
miedo estaba instalado en su alma justo al lado del inmenso amor que sentía por
Callie y ambos se hacían más fuertes cada día.
Mientras
esos pensamientos revoloteaban por la mente de Arizona, finalmente llegaron al
apartamento. Justo al frente de la puerta, Arizona se detuvo y sacándolas del
bolso tomó un juego de llaves y le dijo a Callie: -Estas son tus llaves,
bienvenida a tú casa… Arizona hizo una pausa y sonriendo agregó: …-Esta es
literalmente, tú casa
Callie
tomó las llaves y sonriendo mientras abría la puerta corrigió: -Nuestra casa
-Eso
espero, dijo Arizona con una sonrisa
En
el momento en que Callie abrió la puerta y miró hacia adentro, una sensación
familiar le recorrió todo el cuerpo, sintió que realmente había llegado a casa
luego de un viaje dolorosamente largo. Verse allí, parada al lado de Arizona le
trajo una sensación de felicidad que no podía explicar con palabras, sin
embargo, llegó a decir con un suspiro de alivio:
-En
casa, de nuevo
Arizona
percibió el sentimiento de Callie y esa frase la estremeció, así que sin poder
evitarlo, sin querer evitarlo, se abalanzó a los brazos de ella y la besó
apasionadamente. Callie gimió ante el inesperado contacto de los labios
ardientes de Arizona. Era más que obvio que ambas se excitaron con ese beso, la
humedad entre sus piernas era la mejor prueba de ello. Cuando finalmente se
separaron, buscando aire, Callie le dijo:
-Menos
mal que tienes esa cirugía, no sé cómo demonios iba a poder resistir si no
fuera así.
Arizona
sonrió y con una mirada descaradamente sexy, le dijo a Callie mientras se
dirigía hacia la puerta para regresar al hospital:
-Tú
trabajo será resistirte, el mío tratar de romper tu resistencia… y yo sé que
voy a ganar.
Callie
puso los ojos y luego sonriendo dijo:
-Eso
lo sé, pero hoy me salvó la campana, anda, ve a patear traseros, mientras yo me
quedo aquí a efectuar un reconocimiento de nuestra
casa.
Manteniendo
su sonrisa encantadora y sexy, Arizona le dijo a Callie señalando su
habitación: -Esa es tu habitación… por ahora, luego será nuestra habitación.
Callie
puso los ojos de nuevo y dijo mirando hacia arriba, implorando: -¡Oh Dios dame
paciencia y en el culo resistencia!
Arizona
soltó una carcajada y dijo justo antes de cerrar la puerta: -“Culo” y
“resistencia” son dos palabras que no pueden estar juntas en la misma oración,
al igual que “tetas”. No hay ninguna
posibilidad que yo tenga “resistencia”, si llego a ver “tus tetas” ó “tu culo”,
Calliope Torres, eso es simplemente imposible. Mantente bien abrigadita si aún
quieres que esa sea sólo tu habitación.
Callie
le dio una sonrisa pícara a Arizona mientras ella cerraba la puerta tras de sí.
Luego se dijo a sí misma sin dejar de reír: “Esto va a ser más difícil de lo
que pensé, mucho más difícil…”, luego soltó un bufido y dijo en voz alta:
-“…abrigadita”, será que vaya a un convento y pida prestado un hábito a alguna
monjita. Su propia ocurrencia la hizo reír, aunque no lo haría, no pudo dejar
de reírse pensando en la cara que pondría Arizona si la veía vestida de monja,
eso seguro hubiera sido demasiado divertido de ver.
Callie
comenzó su reconocimiento por el apartamento, se dio cuenta que había un equipo
de sonido con karaoke y le encantó la idea de usarlo más adelante, luego vio
divertida la colección de dvd´s de películas que tenia Arizona colocadas al
lado del equipo de DVD. No había ni una sola película de acción, ni de terror,
ni de suspenso, todas eran películas infantiles o musicales: Annie, El regreso
de la Nana Mágica, Madagascar y toda, toda una colección de las películas de
Disney: El Rey León, Bambi, El libro de la selva, Fantasía, La Bella y la
Bestia, Los Aristogatos, 101 Dalmatas, La Sirenita, Pocahontas, etc.
Callie
sonriendo y viendo esa enorme colección de películas pensó en Arizona con
ternura, ella era, sin lugar a dudas, una niña atrapada en un cuerpo de mujer…
Callie suspiró y luego pensó… “¡Y qué cuerpo!”. Ese cuerpo, esos hermosos ojos
azules y esos hoyuelos tampoco podían ir en la misma oración con la palabra
“resistencia”. Pero tenía que intentarlo, por lo menos durante unas semanas,
tenía que intentarlo.
….
Arizona
salió de la operación casi al mediodía, sintió hambre pero de pronto recordó
que no tenía compañía para almorzar este día, siempre almorzaba con Callie y
ahora ella no estaba en el hospital, así que con cierto pesar y echándola de
menos, se dirigió hacia la Cafetería dispuesta a comer sola, ni siquiera podría
comer con Teddy, porque ella estaba en el quirófano en ese momento.
Mientras
caminaba resignada, escuchó el tono de un mensaje de texto en su celular,
Arizona tomó el teléfono para leerlo y sus hoyuelos aparecieron en su rostro,
junto con su más gloriosa sonrisa, mientras leía el mensaje:
Si me prometes que no vas a meterte ni
con mi culo ni con mis tetas estoy dispuesta a alimentarte. Preparé el almuerzo
¿quieres venir a comer conmigo?, te extraño. C.
Enseguida
Arizona le contestó el mensaje a Callie: Te
lo prometo, Gracias. Estaré allí en 10 minutos. Yo también te extraño. A.
Arizona
se dirigió hacia las puertas del hospital, en su camino hizo un baile privado
de alegría, y exclamó con los brazos en alto, victoriosos: -¡YAY!. Comer con
Callie era una victoria, pero comer la comida preparada por Callie era mucho
más que eso. Hasta ese momento Arizona no se había dado cuenta de lo mucho que
había extrañado saborear los deliciosas recetas de ella, se le hizo agua la
boca, con solo pensar en que iba a degustar nuevamente alguno de sus famosos
platos. Arizona no creía que la amnesia hubiera afectado sus cualidades culinarias,
porque eso no era una cuestión de memoria, era una cuestión de “sazón”, a
Callie le quedaba delicioso hasta un huevo frito, ella tenía un don...
Arizona
pensó entre divertida y excitada al mismo tiempo: …Al igual que su don para
hacer el amor, eso era innato en ella, ella no necesitaba el “Método Sloan”,
ella había nacido con el “Método Torres”, con esa sensualidad, y esa forma tan
única de hacer el amor, de besarla, de acariciarla, de lograr llenarla de
placer y excitarla como nadie más. Eso lo supo desde la primera vez que habían
hecho el amor, nunca nadie, le había hecho sentir lo que ella le hacía sentir,
y eso también lo extrañaba, lo extrañaba demasiado, lo cual se había hecho más
que evidente con ese beso apasionado en la mañana. Arizona se había marchado al
hospital totalmente excitada.
Arizona
se dijo para sí misma: “Stop, no pienses en eso ahora, recuerda que Callie te
pidió tiempo, luego pensó: ¡Por Dios! ¿Cómo me voy a poder resistir en las
noches sabiendo que la tengo a solo unos pasos? ¿Cómo?”.
En
menos de diez minutos Arizona ya estaba subiendo las escaleras en dirección a
su apartamento, y a medida que subía los escalones el delicioso aroma de una
comida espectacular comenzó a inundar sus sentidos, y lo más emocionante era
que mientras más se acercaba más segura estaba que esos aromas exquisitos
provenían de su apartamento, y cuando finalmente, abrió con sus llaves la
puerta no le quedaron dudas, ese aroma provenía de su cocina, de la comida que
Callie había preparado para ambas.
Arizona
vio a Callie sirviendo la mesa, cuando se miraron a los ojos sonrieron y Arizona se
acercó para darle un beso en la mejilla mientras le decía:
-Hola
cariño, huele divino ¿Qué preparaste? ¿Recordaste alguna de tus famosas
recetas?
Sin
dejar de moverse continuando lo que estaba haciendo para terminar de poner la
mesa, Callie le contestó:
-La
verdad no me acuerdo de ninguna, pero tomé un libro de recetas que estaba en el
estante y comencé a preparar una, y si te soy sincera, no se me hizo difícil,
mis manos se movieron como si tuvieran memoria propia, lo preparé sin
problemas, claro, el yeso me fastidia un poco, pero nada importante, preparé
una receta que me llamó la atención por la mezcla de sabores: “Pollo al limón y
a la miel”, espero que te guste, que me haya quedado por lo menos “aceptable”,
dadas las circunstancias.
Arizona
se sentó, saboreó el primer bocado y se sintió en el cielo, suspirando exclamó
con placer: -Huuummmm, esto esta delicioso, mi amor, “aceptable” tampoco es una
palabra que pegue con tus habilidades culinarias, te lo aseguro.
Callie
sonrió y poniendo su mano sobre la pierna de Arizona apretando sólo un poco, le
dijo: -Gracias cariño, lo importante es que te guste y que lo disfrutes. Por
cierto, creo que esto es algo que podemos hacer todos los días, mientras tus
actividades en el hospital te lo permitan, estoy acostumbrada a comer contigo,
y te extrañé.
Arizona
tomó un sorbo de vino y sonriendo le dijo a Callie: -Me encanta esa idea, yo
también estoy acostumbrada a comer contigo y para serte sincera, cuando recibí
tu mensaje me dirigía resignada y triste a comer sola en el hospital porque yo
también te estaba extrañando, además en ese momento me di cuenta de lo mucho
que extrañaba comer la deliciosa comida que tu preparas. Eres increíble
Calliope Torres, eres increíble, de verdad.
-No
tanto como tú Arizona Robbins, no tanto como tú. Y si te portas bien y regresas
temprano a casa te prometo recibirte con una cena deliciosa y luego podemos ver
una de esas películas infantiles que tienes allí. No lo recordaba, pero por tu
elección de películas me di cuenta que mi Dra. Arizona Robbins es como una niña
dentro del cuerpo de una hermosa mujer. Y me encanta eso de ti, esa mezcla es
demasiado impresionante.
Arizona
se emocionó con las palabras de Callie y se dio cuenta en ese momento a que se
refería ella cuando dijo que quería conocerse a sí misma y conocerla, estar
juntas ahora en esa nueva etapa, era como un redescubrimiento. Y sí,
definitivamente tenía que poner todo de su parte para respetar los deseos de
Callie con respecto a su relación física. Por mucho que le costara tenía que
hacerlo. Algo en el fondo, le decía que Callie tenía razón.
Cuando
terminaron de almorzar, ambas quitaron la mesa y Arizona colocó los platos en
el lavavajillas, luego se aseo y le dio un beso en la mejilla a Callie, lista
para regresar al hospital, mientras le decía:
-Gracias
Callie, por este maravilloso almuerzo, trataré de llegar temprano para cenar
juntas y ver esa película.
Callie
le dio un beso en la mejilla también y escoltó a Arizona hasta la puerta y se
la abrió.
Mientras
Arizona se alejaba por el pasillo sonriendo, ella le devolvió la sonrisa y
cuando se perdió de vista por las escaleras, Callie cerró la puerta suspirando.
Sin duda, amaba a Arizona, la amaba, el vacio que le dejaba cuando desaparecía
de su vista convertía esa verdad en un hecho, la amaba, lo único que necesitaba
era un poco de tiempo para conocerse y reconocerla a ella, eso era todo lo que
hacía falta, un poquito de tiempo.
Callie
se dirigió al equipo de DVD a elegir la película que vería esa noche con
Arizona, no se acordaba de ninguna, así que desde el punto de vista de Callie,
todas eran nuevas, hubo una que en particular le llamó la atención: Pocahontas,
la introdujo en el aparato y comenzó a verla, le encantó el tema musical, y lo
cantó mientras la veía, en ese punto rebobinó varias veces la película hasta
que se aprendió la canción.
Luego,
buscó en el karaoke, algún cd que tuviera la pista musical del tema de la
película y se alegró cuando lo encontró. Lo cantó dos veces para practicar.
Ella
sabía que a Arizona le encantaba escucharla cantar y pensó que si le gustaban
tanto las películas de Disney como para tener una colección completa, seguramente
disfrutaría también que ella le cantara alguna de sus temas musicales. No iban
a hacer el amor aún, no todavía, pero nada le impedía tratar de agradarla con
algo que seguro iba a gustarle: escucharla cantar… y no se equivocó.
En
la noche, luego de comer una cena deliciosa, vieron abrazadas en el sofá la
película completa, después Callie encendió el karaoke y le cantó la canción.
Arizona estaba tan feliz de escucharla cantar que le pidió que se la cantara
una y otra vez. Después de haberla cantado tres veces, Arizona, entusiasmada y
emocionada, como si fuera una niña, le pidió a Callie:
-Cántamela
otra vez, anda otra vez.
Callie
le dijo sonriendo: -¿Otra vez?
-Sí,
otra vez, la última por hoy, luego te prometo que nos vamos a dormir, pero
anda, cántamela otra vez, anda.
-Está
bien, le dijo Callie, -la última por hoy. Y nuevamente colocó la pista para
cantarle por cuarta vez el tema de la película, antes de irse a dormir cada una
a su respectiva habitación.
Arizona,
saltó de nuevo en el sofá emocionada, mientras se disponía a escuchar la
melodía y la hermosa voz de Calliope Torres, por cuarta vez esa noche.
Hacer clip en el título para acceder a la canción
Colores del viento
Te
crees dueño de cualquier territorio que habitas
Que
la tierra es una cosa muerta que tú puedes reclamar
Pero
yo sé que cada roca, cada árbol y cada criatura
Tiene
vida, tiene espíritu, tiene un nombre
Tú
piensas que sólo son personas
Aquellas
que se ven y piensan como tú
Pero
si tú caminaras siguiendo los pasos de un extraño
Tú
aprenderías cosas que nunca supiste, que tú nunca entendiste
¿Alguna
vez has escuchado a un lobo aullarle a la luna azul?
¿O
le has preguntado a un lince por qué sonríe?
¿Acaso
puedes cantar con las voces de la montaña?
¿Puedes
pintar con todos los colores del viento?
¿Puedes
pintar con todos los colores del viento?
Ven
a correr por los senderos ocultos por los pinos de los bosques
Ven
a probar el dulce sabor de los frutos de la tierra
Ven
a rodearte de todas las riquezas que hay a tu alrededor
Y
por una vez no preguntes cual es su valor
La
tempestad y los ríos son mis hermanos
La
garza y la nutria son mis amigos
Y
todos estamos conectados unos a otros
En
un círculo que nunca termina
¿Qué
tan alto puede crecer el sicomoro?
Sí
lo cortas, entonces nunca lo sabrás
Y
nunca escucharás al lobo aullarle a la luna azul
Sin
importar si somos blancos o con la piel cobriza
Todos
necesitamos cantar con todas las voces de las montañas
Todos
necesitamos pintar con todos los colores del viento
Puedes
pretender adueñarte de la tierra pero aún así
Sólo
entenderás que la tierra es para ti
Cuando
seas capaz de pintar con todos los colores del viento.
Esta
historia continuará…
…….
Hoy es 31 de Agosto, es el día de
cumpleaños de Sara Ramírez (y el mío también), así que me pareció el mejor
momento para incorporar en esta historia su hermosa voz. ¿Cuántas veces la
escucharon?. Seguro que más de una vez…
Esta es la razón por la cual programé
las publicaciones para que este capítulo apareciera justo hoy.
¡Feliz Cumpleaños! Sara Ramírez, realmente
eres admirable, lo tienes todo: belleza, un enorme talento, una hermosa voz y
algo me dice que eres un ser humano increíble. Mis mejores deseos para ti.
Y a todos ustedes mis queridos
lectores, les deseo un feliz fin de semana. ¡Ah! y a mis seguidores en twitter,
estén pendientes, a las 11:00 a.m. (hora de Venezuela) les enviaré la pregunta
del #ConcursoEpidemia, donde el ganador o ganadora recibirá hoy mismo el
próximo capítulo de Epidemia, el Capítulo 16.
Cronograma de publicación semana del 01
al 07 de Septiembre de 2012-08-31
Lunes 03/09/2012: Epidemia – Capítulo
16 (capítulo
especial… intenso)
Martes 04/09/2012: “Little Earthquakes”
en español – Capítulo 19 – Primera Parte
Miércoles 05/09/2012: Epidemia –
Capítulo 17
Jueves 06/09/2012: Epidemia – Capítulo
18
Me hubiera encantado participar en el concurso (hoy se convirtió en un mal día) felicito a la ganadora y felicitaciones por tu cumpleaños, que cumplas muchos más y que dios te siga dando mucha vida y salud para ti y para los tuyos (te prometo decirte algo mejor mas adelante, justo ahora no puedo y es que ni siquiera he podido leer completamente este capítulo, pero no hace falta tampoco, yo se que tu eres genial y muy buena. Así que gracias de ante mano ok lo que pude leer me parece muy lindo) espero que la pases súper bien y que tengas un excelente fin de semana cumpleañera, un abrazo y cuídate mucho.
ResponderEliminarMuchas Gracias Daly, por tu comentario y tus felicitaciones. Y ¿quien sabe? es posible que tu día mejore un poco, todo es posible ¿verdad?. Feliz Fin de semana. Cuídate mucho
EliminarHola me encanto el capitulo y tendré que esperarme hasta el lunes, ya que hoy por la mañana tuve un día de esos difíciles en mi trabajo, por cierto otra vez MUCHISIMAS FELICIDADES
ResponderEliminar“En el día de tu cumpleaños
todo lo mejor te debe acompañar,
ya que Dios le da esa gracia
a solo aquel que sabe amar.
Es un hermoso día, un nuevo
amanecer, un año más de vida
en esta lucha que aprender.
Es tu cumpleaños razón de festejar,
ilusión de seguir viviendo
muchos años mas.
Mucha alegría y paz en tu alma
deben estar, no dejes que la
tristeza invada ese lugar, pues
hoy es un día de reír y cantar.
En el día de tu cumpleaños que
mas te puedo desear que no sea
amor y mucha felicidad.
Que dios te bendiga te mando un Fuerte abrazo y que dios te de muchos muchísimos años mas para que sigas escribiendo como lo haces jajaja suerte nos leemos el lunes excelente fin de semana.
Muchísimas Gracias, de verdad. Y sí, estoy feliz, me siento bien y tu comentario me sacó otra sonrisa. Gracias
Eliminarhola estoy leyendo los capitulos estan buenisimos,
ResponderEliminarseguire tu blogger esta muy intersante ya soy tu fans :)
¡YAY! Muchas Gracias Karen ¡Bienvenida al club de Epidemia en blogger!, Un abrazo, Miki
Eliminarte pasaste este capitulo estuvo fenomenal , ternura inocencia todo .. y la cancion fue increible cada vez nos adentramos mas a la historia difinitivamente soy tu fans jejej
ResponderEliminarMuchas Gracias Karen, y sí la historia va agarrando forma a medida que avanza. Gracias por leer esta historia. Un abrazo mi fan, je, je
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