En el capítulo anterior:
El Sr. Mármol tomó el sobre sellado que le dio el
miembro del equipo 12 y durante unos segundos mantuvo la expectación antes de
abrirlo. Luego lo hizo y mientras enseñaba la tarjeta, dijo:
-Felicidades equipo…13, son las ganadoras de esta
prueba. Por favor, equipo 8, tomen sus dos pedazos de tortilla española y
entréguenlos al equipo 13.
Callie y Arizona saltaron abrazadas y gritando,
celebrando que seguían en la competencia y además con menos hambre que el resto
de los participantes, esta sería su segunda porción.
Epidemia – Capítulo 38 – Los Juegos del Hambre – II Parte
El gerente del hotel, dirigiéndose a todos los presentes, dijo:
…-A las 9:45 a.m. efectuaremos la siguiente prueba que hemos llamado
“Saca el palito pero que sea larguito”, por favor, pasen por la mesa de control
para que uno de nuestros asistentes les estregue las reglas de la misma.
Callie y Arizona con sus dos porciones de tortilla española, retiraron
las instrucciones de la cuarta prueba y se sentaron en la mesa de vencedores
para comer. Mientras lo hacían, Arizona leyó en voz alta las reglas:
-Los Juegos del Hambre, tercera edición, Prueba 4:
Saca el palito pero que sea larguito, Callie se rió y dijo con un tono de
picardía en su voz:
-Espero que no quieran medir “el palito” que con falómetro, estaríamos
acabadas
Arizona soltó una carcajada y luego prosiguió leyendo:
-En un casetón o bloque de
poliestireno expandido (denominadas en algunos países: láminas de ánime) se han
incrustado en forma vertical, un total de 20 palitos de madera del mismo
diámetro (3 milímetros) pero cuyas longitudes varían entre 12 y 30 centímetros cada
uno. No obstante, se han incrustado de tal manera que sólo sean visibles 8
centímetros de longitud de su parte superior. Los equipos se formarán en dos
filas frente al bloque: la fila A y la fila B. Para saber en qué fila se
alineará cada participante de cada equipo, ambos se ordenarán alfabéticamente
de acuerdo a la inicial de sus apellidos, de modo que el participante cuyo
apellido esté primero en el alfabeto quedará en la fila A mientras que el
segundo se alineará en la fila B...
Arizona hizo una pausa en la lectura y dijo:
-Robbins fila A, Torres fila B
Callie asintió y Arizona continuó leyendo:
…-La fila A comenzará con el participante del equipo
número 1 y siguientes que aún permanezcan en la competencia, y la fila B
comenzará con el participante del equipo número 13 y siguientes que sigan
compitiendo. Antes de iniciarse la prueba, un observador de “El Capitolio”,
tomará del biombo uno de los dos sobres sellados que contienen en su interior,
cada uno, una tarjeta marcada con la letra A ó B, esa tarjeta determinará que
fila A ó B será la que saque los primeros diez palitos. Una vez que la fila A o
B lo haya hecho, la otra fila sacará los restantes diez palitos. Cuando los
equipos tengan en su poder los dos palitos que han retirado del casetón, se los
entregarán al juez cuyo número en su camiseta coincide con su número de equipo,
quien medirá la longitud de los dos palitos y anotará en una tarjeta que
identifica el número del equipo, el resultado de la sumatoria de las longitudes
de ambos palitos. Cada juez le entregará a cada equipo la tarjeta numerada,
quienes dirán en voz alta cuando el gerente lo indique el resultado de la
sumatoria anotada por el juez.
A la hora pautada para la prueba, la misma se inició y se desarrolló
conforme a las reglas. Cuando todos los equipos tenían en su poder el resultado
de la sumatoria escrita por el juez en su tarjeta, el gerente del hotel usando
el micrófono dijo:
-Competidores, por favor colóquense de acuerdo a su número de equipo a
lado de la caja usada en las pruebas uno y tres, para preguntarles el resultado
que obtuvieron en esta prueba.
Los equipos así lo hicieron y el Sr. Mármol dijo:
-A medida que mencione el número de cada equipo, los participantes dirán
en voz alta el resultado obtenido mientras mostrarán la tarjeta a todos los
presentes, ¿Están listos?
Todos los participantes respondieron en coro afirmativamente, entonces
el gerente dijo:
-Ok, comenzamos, Equipo 1…
Uno de los participantes del equipo mencionado dijo, levantando la
tarjeta para que el público pudiera verla:
-32
-Equipo 2…
-45
-Equipo 3…
-58
-Equipo 4…
-52
-Equipo 5…
-30
-Equipo 6…
-42
-Equipo 7…
-35
-Equipo 9…
-50
-Equipo 11…
-46
-Equipo 13…
-39
El gerente dijo:
-Como verán la prueba 4: “Saca el palito pero que sea larguito”, ha sido
ganada por el equipo número 3 con el resultado más alto de 58, quienes siguen
en competencia conjuntamente con los equipos 1, 2, 4, 6, 7, 9, 11 y 13. El
equipo número 5, lamentablemente ha sido eliminado al obtener el resultado más
bajo de 30. Ustedes pasarán a formar parte de los observadores de “El
Capitolio”, por favor, entreguen sus porciones de tortilla al equipo ganador. ¡Felicidades
Equipo Número 3!.
Luego que cesaron los aplausos de los participantes y demás personas
presentes, el gerente dijo, haciendo uso del micrófono:
-Equipos, la prueba número cinco, que hemos llamado “Apunta y dispara”, comenzará a las
10:45 a.m. Por favor, acérquense a la mesa de control para que nuestros
ayudantes les entreguen las normas de la prueba escritas en sus respectivos
idiomas.
Callie y Arizona, retiraron las instrucciones, se sentaron en uno de los
sofás del lobby del hotel, y se dispusieron a leerlas, esta vez fue Callie
quien las leyó en voz alta:
-Los Juegos del Hambre, tercera edición, Prueba 5:
Apunta y dispara. Se trata de una competencia de dardos que disputarán los
nueve equipos participantes en los nueve tableros dispuestos para tal fin e
identificados con el número de cada equipo…, Callie
hizo una pausa en la lectura, alzó ambos brazos celebrando, mientras exclamó
entusiasmada:
-¡¡¡ Yuuupiiii !!! ¡Dardos!, una de mis especialidades, siempre le gano
a Mark en el bar de Joe
Arizona que compartía la misma emoción de Callie, exclamó:
-¡YAY!, y yo te he ganado a ti
Sonriendo y besando a Arizona brevemente en los labios, Callie le dijo:
-Eso es cierto, pero ahora estamos en el mismo equipo
Arizona asomó una sonrisa con hoyuelos y con la mirada brillante, le
devolvió el beso a Callie, luego dijo:
-Si mi amor, así es ¿viste por qué quise que participáramos en estos
juegos?
Callie sonriendo asintió, esa mirada y esa sonrisa no tenían precio,
además de jugar en equipo, esa expresión alegre y feliz de Arizona era su mejor
aliciente, su mejor premio. Ambas, mirándose a los ojos y sonriendo acercaron
sus labios para besarse tiernamente. Cuando el beso finalizó, Callie continúo
leyendo:
…-Cada equipo tendrá a su disposición cuatro dardos,
dos para cada participante quienes deberán apuntar y disparar hacia su tablero
cuando el gerente dé la orden. Los participantes se turnarán para lanzar sus
dardos en el orden en que cada equipo lo determine, siempre y cuando los dardos
sean lanzados uno a la vez. Los tableros tienen un circulo exterior de color
negro que vale 10 puntos y siete círculos concéntricos donde se alternan los
colores amarillo y negro con puntos que van desde 20 hasta 100 en su círculo
central. Los puntos de cada círculo están impresos en el tablero y pueden verse
fácilmente desde la línea de lanzamiento. Al final de la prueba, los jueces de
cada equipo, sumarán las puntuaciones de los 4 dardos incrustados en el
tablero. El equipo que tenga la mayor puntuación, ganará la prueba, mientras
que el equipo con menos puntos será eliminado de la competencia y pasará a
formar parte de los miembros observadores de “El Capitolio”, luego de cederle
sus dos porciones de tortilla española al equipo que haya resultado ganador de
la prueba. En caso de empates en la primera o última posición los equipos que
hayan obtenido igual puntuación, disputarán una segunda tanda de lanzamientos
de cuatro dardos por equipo, dos por cada participante.
…
A la hora pautada, los participantes ya listos con los dardos en su
poder y parados frente al tablero identificado con su número de equipo dieron
comienzo a sus lanzamientos cuando el Sr. Mármol dio la orden.
Arizona lanzó su primer dardo que se incrustó en el círculo de 80
puntos, ambas celebraron chocando sus manos y sonriendo, luego le tocó el turno
a Callie, cuyo dardo estuvo más cerca de los 60 puntos, pero aún así quedó
incrustado en el círculo negro de 80 puntos. Ambas celebraron de nuevo y
Arizona lanzó su dardo y al instante alzó sus brazos exclamando “YAY” y pegando
pequeños saltos para celebrar que su dardo había quedado incrustado en el
círculo interior, sumando para el equipo 100 puntos más. Callie la abrazó para
felicitarla y celebrar con ella. Luego respiró hondo, se concentró en el
tablero y también celebró con Arizona mientras se abrazaban, su dardo también
se había incrustado casi al lado del de Arizona, en el círculo central, sumando
100 puntos más. Ambas habían obtenido 360 puntos, un resultado que si no
lograba el primer lugar era casi seguro que las mantendría en competencia.
Cuando finalizó la prueba y los resultados fueron anunciados por el Sr.
Mármol, se dieron cuenta que no estaban equivocadas en su apreciación, no
ganaron la competencia, quedaron en tercer lugar, después del equipo número 1,
que obtuvo la puntuación más alta, es decir, 400 puntos, seguido del equipo
número 9 que obtuvo 380 puntos, pero ambas celebraron con un nuevo abrazo, el
hecho de continuar compitiendo. En esta prueba quedó eliminado el equipo número
11, quienes cedieron sus porciones de tortilla española al equipo ganador.
El gerente citó a los equipos a las 11:30 a.m. para la siguiente prueba,
la número seis, anunciando que la misma tendría lugar en la piscina del hotel,
luego agregó:
-Participantes alisten sus bañadores y retiren las normas de la prueba
en la mesa de control situada al lado de la piscina.
Cuando Arizona escuchó al Sr. Mármol, ella sonrió y emocionada le dijo a
Callie:
-Finalmente voy a verte en bikini de nuevo
Callie puso los ojos y exclamó:
-¡Mi amor!, sólo tienes dos días sin verme en bikini, el día que pasamos
en Montserrat y ayer cuando regresamos de allá.
Arizona negó con la cabeza y dijo:
-Callie, estamos en España, donde dos días sin verte en bikini es casi
una eternidad
Callie soltó una carcajada, la mirada pícara que había puesto Arizona al
decir eso, la hizo reír, así que mientras salían a la piscina para retirar las
reglas de la siguiente prueba, Callie le dio una nalgada suave a Arizona y le
dijo:
-Mi pichirruchi, eres una exagerada
Arizona también se echó a reír. Cuando llegaron a la mesa de control,
adyacente a la piscina, el mismo recepcionista que les había atendido esa
mañana para registrarlas en los juegos, las saludó sonriendo, felicitando a
ambas porque seguían en competencia. Ellas le agradecieron y el empleado les
dijo:
-Tal como podrán leer con más detalles en las normas de la prueba que
efectuarán aquí en la piscina y que les voy a entregar, la prueba número seis,
la hemos llamado “Buscando el tesoro”, donde el “tesoro” consiste en dos
monedas que están al fondo de la piscina…
Callie y Arizona distinguieron el brillo de unas cuantas monedas
esparcidas en el fondo de la piscina, pensando que esa prueba sería fácil, sin
embargo, el empleado del hotel, agregó:
…-La dificultad de la prueba radica en que cada participante de cada
equipo no podrá retirar del fondo cualquier moneda al azar, sino aquella cuyo
número grabado en la cara de la moneda que no pueden ver coincida con el número
de su equipo, en su caso, deberán encontrar las dos monedas marcadas con el
número 13. Si ven en el fondo una moneda cuyo número no sea ese, deberán
dejarla con el número hacia abajo en el mismo sitio donde la encontraron. Y la
dificultad adicional, es que como los organizadores de los juegos no sabían que
equipos estarían o no compitiendo en esta prueba, en el fondo de la piscina se
encuentran un total de veintiséis monedas, dos por cada uno de los equipos que
comenzaron los juegos esta mañana…
Callie y Arizona se miraron a los ojos y exclamaron al mismo tiempo:
-¡Oh, oh!
El empleado del hotel sonrió y agregó:
-Pueden dejar su ropa en el casillero marcado con el número 13, la misma
no la necesitarán hasta el final de la competencia. Conjuntamente con las
normas, les entregaré el kit de obsequio de esta prueba conformado por un par
de toallas, un par de gafas de piscina, y dos franelas estampadas con el logo
del hotel y de esta edición de “Los Juegos del Hambre” en la parte delantera y
con su número de equipo en la parte posterior, las cuales deberán usar al final
de la prueba para seguir compitiendo. Las dos monedas…, si las encuentran,
podrán conservarlas y guardarlas en su casillero al finalizar la prueba…
Viendo su reloj, el empleado terminó diciendo:
…-Faltan diez minutos para el inicio de la prueba, por favor, alístense
para la misma y lean las normas para detalles adicionales. Les deseo mucha
suerte.
Callie y Arizona le dieron las gracias al recepcionista del hotel y
luego se apartaron de la mesa para leer las normas de la prueba tal como lo
habían hecho antes. Luego se dispusieron
a quitarse la ropa y guardarla en el casillero identificado con el número 13.
En el mismo instante en que Callie descubrió su bikini, Arizona la miró con
picardía y exclamó:
-¡Yes, el rojo, mi favorito!
Callie se echó a reír y dijo:
-O sea que hoy no te importa que me muestre a los demás competidores en
tu bikini favorito.
Con más picardía aún, Arizona respondió:
-Mi amor, hoy me conviene que los deslumbres con ese bikini, eso nos
dará una ventaja adicional, además quiero ganar esta prueba, tengo hambre
Callie soltó una sonora carcajada y dijo:
-Yo también tengo hambre, no concibo un mejor nombre para esta
competencia que el que eligieron, “Los Juegos del Hambre” aquí son
textualmente, “Los Juegos del Hambre”. Al menos nosotras hemos comido dos
porciones, hay equipos que aún no ha probado el sabor del triunfo, literalmente,
y los que han sido eliminados tampoco han comido, esos tienen más hambre que
nosotras.
-Es cierto, pero igual…tengo hambre y mucha
Callie abrazó a Arizona y le dijo sonriendo:
-Pero a pesar del hambre, ¿te estás divirtiendo?, ¿verdad?
Arizona le dio un breve beso en los labios a Callie y le respondió con
esa sonrisa que la derretía:
-Si mi amor, muchísimo, ¿y tú?, ¿también te estás divirtiendo?
-Si mi pichirruchi y he decidido que como tengo hambre… ¡Te voy a comer
a besos!
Arizona comenzó a reír sin parar, mientras Callie le daba picotazos de
pequeños besos por todo su cuello, que le hacían cosquillas. Ambas
permanecieron bromeando entre ellas y riendo hasta que el Sr. Mármol, antes de
dar inicio a la prueba, les dijo a todos los participantes que entraran a la
piscina y se colocaran sus gafas. Cuando todos los equipos estaban listos, el
gerente dio las instrucciones finales:
-Cuando suene el silbato, podrán sumergirse para buscar sus monedas,
cuando la encuentren sólo tendrán que acercarse al borde de la piscina para
entregarle la moneda a uno de nuestros asistentes. Quisimos hacerlo así, para
evitarles una caída al tratar de llegar corriendo a una mesa de control para
entregar la moneda. Además si su equipo no ha encontrado las dos monedas,
pueden ayudar a su compañero a buscar la que falta. El primer equipo en recoger
ambas monedas será el ganador de esta prueba y por supuesto, el último será
eliminado.
En el momento en que sonó el silbato, todos los participantes se sumergieron
a la piscina para comenzar a buscar las monedas. Callie y Arizona, decidieron
antes de la competencia, separarse a ambos lados de la piscina para buscar
metódicamente sus monedas, comenzando su búsqueda desde las paredes laterales
hacia el centro. El método elegido por ambas resultó sumamente efectivo,
Arizona fue la primera que encontró una moneda marcada con el número 13 cerca
de la pared, luego de entregarla a uno de los asistentes, se sumergió de nuevo
en el punto donde la había encontrado y continuó buscando la segunda
moneda. Pero fue Callie quien la
encontró casi en la parte central del fondo de la piscina. Arizona se dio
cuenta de que la búsqueda había concluido y cuando ambas salieron y se
percataron que eran ellas el único equipo participante que estaba afuera de la
piscina, se abrazaron celebrando, era obvio que habían ganado esa prueba.
Efectivamente, unos minutos más tarde, el gerente del hotel las
anunciaba como las ganadoras de la prueba, a quienes felicitó efusivamente.
Luego les indicó a los miembros del equipo 7 que fueron eliminados, que les
cedieran sus porciones de tortilla española. Asimismo, el Sr. Mármol anunció
que la siguiente prueba se efectuaría en la playa a la 12:30 p.m., y les
recomendó a los participantes que retiraran las reglas de la misma en la mesa
de control ubicada en la piscina.
Callie y Arizona se secaron con sus toallas, se pusieron las franelas
que les habían entregado y se sentaron a la mesa para comer con mucho apetito,
sus dos porciones de tortilla. Callie, tenía hambre, pero se dio cuenta que
Arizona tenía más hambre aún, porque se había devorado su parte en sólo tres
bocados, cuando Callie apenas iba por la mitad de su porción, por ello decidió
cederle a su hambrienta prometida la mitad restante.
Arizona se enterneció con el gesto de Callie y le dijo con ternura:
-No mi amor, tu también tienes hambre, anda, come tu porción completa
Callie le respondió:
-No mi pichirruchi, tú tienes más hambre que yo, así que compláceme y
acepta mi pequeño regalo…, acercando el plato delicadamente hacia Arizona,
Callie agregó sonriendo: …-para ti
Arizona sonrió y sintió en ese preciso momento con en ese pequeño gesto
de Callie hacia ella, cuanto se amaban mutuamente. Dándole un beso en la
mejilla, Arizona aceptó el ofrecimiento de Callie, pero picó la mitad en dos
pedazos y juntas terminaron de comer sonriendo, mientras se veían a los ojos y
se decían un “te amo” con la mirada brillante.
Una vez que terminaron de comer, ambas retiraron las normas de la
siguiente prueba, y sentadas a la mesa de nuevo, Callie leyó en voz alta el
contenido:
-Los Juegos del Hambre, tercera edición, Prueba 7: Un beso a ciegas.
Callie hizo una pausa y dijo sonriendo con picardía:
-Suena prometedor ese nombre, veamos que dicen las reglas:
…-Tal como lo hicieron en la prueba número cuatro,
pero está vez usando sus nombres en lugar de sus apellidos, los participantes
de cada equipo clasificaran sus nombres alfabéticamente, el primero, o sea el
participante A, será el que se vende los ojos y el segundo, es decir, el
participante B, será quien espere ser besado por su compañero o compañera de
equipo.
Callie hizo una nueva pausa y le dijo a Arizona:
-Tal parece que serás tú, quien con los ojos vendados me buscará para
besarme
Arizona sonrió y dijo:
-Si es tu boca la que tengo que besar, creo que ganaremos esta prueba
también, anda mi amor, continua leyendo.
…-Los participantes A de cada equipo se colocarán con
los ojos previamente vendados alineados de modo tal que queden con el mar a su
derecha. Nuestros asistentes los ubicarán adecuadamente antes de iniciarse la
prueba. Sin que los participantes A, hayan visto sus posiciones, los
participantes B se alinearán frente a los participantes A, de tal forma que el mar les quede a su izquierda.
Sin embargo, ninguno de los participantes quedará posicionado en línea recta
frente a su compañero de equipo. Cuando se dé el pitazo para comenzar la prueba,
cada participante B, llamará a su compañero, pero sin decir su nombre o
cualquier sobrenombre que usen con frecuencia…
-O sea, que tampoco puedo llamarte Pichirruchi, dijo Callie un tanto
decepcionada, ¿cómo demonios sabrás que soy yo?
-Por tu voz, supongo, dijo Arizona
Callie, continuó leyendo las normas de la prueba:
...-Los participantes B, sin embargo, podrán silbar, o
hacer cualquier sonido que supongan pueda atraer a su compañero o compañera de
equipo. No obstante, es preciso aclarar que los observadores de “El Capitolio”,
y el público en general han sido o serán instruidos para hacer toda la bulla y
alboroto que puedan, a fin de confundir los llamados de sus compañeros de
equipo.
Cuando el participante A se encuentre de frente con
alguno de los participantes B, el primero le preguntará al segundo: “¿Beso o no
beso?, si la respuesta del participante B es “Sí”, significará que el
participante A ha encontrado a su pareja, y podrá besarla sin quitarse la venda
de los ojos; en caso contrario, si el participante B, responde No, el participante
A, deberá seguir buscando a ciegas a su pareja hasta encontrarla.
La primera pareja que se bese será el equipo ganador
de la prueba, la última será eliminada de la competencia y deberá cederle su
porción de tortilla española al equipo vencedor.
…
A la hora señalada, luego de que todos los participantes estaban
colocados en las posiciones elegidas por los jueces de los juegos, el Sr.
Mármol dio el pitazo que señalaba el inicio de la prueba.
Los participantes A estaban realmente confundidos, era tal la algarabía
de los presentes que los sonidos de sus compañeros de equipos llamándolos se
perdían en medio del alboroto.
Cuando Callie vio que Arizona, desorientada, se estaba dirigiendo hacia
el mar, al igual que dos competidores más, se le ocurrió una idea y la puso en
práctica de inmediato
Hacer clic en el título para acceder a la canción
En el mismo momento en que Callie comenzó a cantar con su potente voz,
por un instante, los presentes, deseando escucharla, silenciaron sus gritos,
sin embargo, los jueces de inmediato los instruyeron para continuar y la
algarabía prosiguió. Pero Arizona, se detuvo y cambio su dirección, al escuchar
la inconfundible voz de Callie, quien continúo cantando.
Arizona sonrió, a pesar de los gritos, el alboroto y los silbidos, podía
escuchar esa voz que adoraba, así que se dirigió hacia allá para encontrarse
con ella. Con pasos inseguros por la ceguera temporal, pero casi en línea
recta, Arizona, poco a poco se fue acercando a su meta personal. El canto de
Callie, ayudó al resto de los participantes a orientarse, al menos, hacia la
dirección donde se encontraban sus parejas, sin embargo, la única que tenía un
rumbo fijo y un destino seguro era Arizona, quien obviamente fue la primera en
llegar. En ese momento, lo que ella más deseaba, aunque la prueba no lo
exigiera, era besar a Callie.
…
Ella dejó de cantar cuando Arizona, frente a ella, con los ojos vendados
y sonriendo, preguntó segura de la respuesta:
-¿Beso o no beso?
Callie respondió sonriendo:
-Sí
Arizona con sus manos buscó a tientas las mejillas de Callie, se alzó
sobre sus pies y acercó su boca para besarla. Sus labios se unieron en un beso
lento, profundo y tierno. Un beso lleno de magia, porque mientras duró, ninguna
de las dos escuchó los gritos y el alboroto que las rodeaba. Con ese beso a
ciegas, celebraban no sólo que habían ganado la prueba, sino también el inmenso amor que les
alborotaba el alma y que crecía cada día un poco más en sus corazones.
Esta historia continuará…
Y mientras escribo la tercera y última parte de “Los Juegos del Hambre”
versión Calzona, aquí les dejo un link con la versión completa de la canción
incluida en este capítulo:
Es
impresionante la potencia de la voz de Sara que se nota, especialmente, al
final de la canción, cuando su voz sobresale del coro, sólo puedo decir ¡Wow! Cada
vez que la escucho, se me eriza la piel.