Dos almas gemelas que deberán aprender juntas a superar sus temores y encontrar el camino hacia sus verdaderos sueños. Acompañen a Callie Torres y a Arizona Robbins en este viaje, a través de los sentimientos. Una montaña rusa de emociones, donde la música será otra protagonista. Citando a Jessica Capshaw: “Hold on and enjoy the ride” (Agárrense fuerte y disfruten del paseo).

lunes, 4 de marzo de 2013

Epidemia - Capítulo 38 - Los Juegos del Hambre - II Parte




En el capítulo anterior:
El Sr. Mármol tomó el sobre sellado que le dio el miembro del equipo 12 y durante unos segundos mantuvo la expectación antes de abrirlo. Luego lo hizo y mientras enseñaba la tarjeta, dijo:
-Felicidades equipo…13, son las ganadoras de esta prueba. Por favor, equipo 8, tomen sus dos pedazos de tortilla española y entréguenlos al equipo 13.
Callie y Arizona saltaron abrazadas y gritando, celebrando que seguían en la competencia y además con menos hambre que el resto de los participantes, esta sería su segunda porción.

Epidemia – Capítulo 38 – Los Juegos del Hambre – II Parte

El gerente del hotel, dirigiéndose a todos los presentes, dijo:
…-A las 9:45 a.m. efectuaremos la siguiente prueba que hemos llamado “Saca el palito pero que sea larguito”, por favor, pasen por la mesa de control para que uno de nuestros asistentes les estregue las reglas de la misma.
Callie y Arizona con sus dos porciones de tortilla española, retiraron las instrucciones de la cuarta prueba y se sentaron en la mesa de vencedores para comer. Mientras lo hacían, Arizona leyó en voz alta las reglas:
-Los Juegos del Hambre, tercera edición, Prueba 4: Saca el palito pero que sea larguito, Callie se rió y dijo con un tono de picardía en su voz:
-Espero que no quieran medir “el palito” que con falómetro, estaríamos acabadas
Arizona soltó una carcajada y luego prosiguió leyendo:
-En un casetón o bloque de poliestireno expandido (denominadas en algunos países: láminas de ánime) se han incrustado en forma vertical, un total de 20 palitos de madera del mismo diámetro (3 milímetros) pero cuyas longitudes varían entre 12 y 30 centímetros cada uno. No obstante, se han incrustado de tal manera que sólo sean visibles 8 centímetros de longitud de su parte superior. Los equipos se formarán en dos filas frente al bloque: la fila A y la fila B. Para saber en qué fila se alineará cada participante de cada equipo, ambos se ordenarán alfabéticamente de acuerdo a la inicial de sus apellidos, de modo que el participante cuyo apellido esté primero en el alfabeto quedará en la fila A mientras que el segundo se alineará en la fila B...
Arizona hizo una pausa en la lectura y dijo:
-Robbins fila A, Torres fila B
Callie asintió y Arizona continuó leyendo:
…-La fila A comenzará con el participante del equipo número 1 y siguientes que aún permanezcan en la competencia, y la fila B comenzará con el participante del equipo número 13 y siguientes que sigan compitiendo. Antes de iniciarse la prueba, un observador de “El Capitolio”, tomará del biombo uno de los dos sobres sellados que contienen en su interior, cada uno, una tarjeta marcada con la letra A ó B, esa tarjeta determinará que fila A ó B será la que saque los primeros diez palitos. Una vez que la fila A o B lo haya hecho, la otra fila sacará los restantes diez palitos. Cuando los equipos tengan en su poder los dos palitos que han retirado del casetón, se los entregarán al juez cuyo número en su camiseta coincide con su número de equipo, quien medirá la longitud de los dos palitos y anotará en una tarjeta que identifica el número del equipo, el resultado de la sumatoria de las longitudes de ambos palitos. Cada juez le entregará a cada equipo la tarjeta numerada, quienes dirán en voz alta cuando el gerente lo indique el resultado de la sumatoria anotada por el juez.
A la hora pautada para la prueba, la misma se inició y se desarrolló conforme a las reglas. Cuando todos los equipos tenían en su poder el resultado de la sumatoria escrita por el juez en su tarjeta, el gerente del hotel usando el micrófono dijo:
-Competidores, por favor colóquense de acuerdo a su número de equipo a lado de la caja usada en las pruebas uno y tres, para preguntarles el resultado que obtuvieron en esta prueba.
Los equipos así lo hicieron y el Sr. Mármol dijo:
-A medida que mencione el número de cada equipo, los participantes dirán en voz alta el resultado obtenido mientras mostrarán la tarjeta a todos los presentes, ¿Están listos?
Todos los participantes respondieron en coro afirmativamente, entonces el gerente dijo:
-Ok, comenzamos, Equipo 1…
Uno de los participantes del equipo mencionado dijo, levantando la tarjeta para que el público pudiera verla:
-32
-Equipo 2…
-45
-Equipo 3…
-58
-Equipo 4…
-52
-Equipo 5…
-30
-Equipo 6…
-42
-Equipo 7…
-35
-Equipo 9…
-50
-Equipo 11…
-46
-Equipo 13…
-39
El gerente dijo:
-Como verán la prueba 4: “Saca el palito pero que sea larguito”, ha sido ganada por el equipo número 3 con el resultado más alto de 58, quienes siguen en competencia conjuntamente con los equipos 1, 2, 4, 6, 7, 9, 11 y 13. El equipo número 5, lamentablemente ha sido eliminado al obtener el resultado más bajo de 30. Ustedes pasarán a formar parte de los observadores de “El Capitolio”, por favor, entreguen sus porciones de tortilla al equipo ganador. ¡Felicidades Equipo Número 3!.
Luego que cesaron los aplausos de los participantes y demás personas presentes, el gerente dijo, haciendo uso del micrófono:
-Equipos, la prueba número cinco, que hemos llamado “Apunta y dispara”, comenzará a las 10:45 a.m. Por favor, acérquense a la mesa de control para que nuestros ayudantes les entreguen las normas de la prueba escritas en sus respectivos idiomas.
Callie y Arizona, retiraron las instrucciones, se sentaron en uno de los sofás del lobby del hotel, y se dispusieron a leerlas, esta vez fue Callie quien las leyó en voz alta:
-Los Juegos del Hambre, tercera edición, Prueba 5: Apunta y dispara. Se trata de una competencia de dardos que disputarán los nueve equipos participantes en los nueve tableros dispuestos para tal fin e identificados con el número de cada equipo…, Callie hizo una pausa en la lectura, alzó ambos brazos celebrando, mientras exclamó entusiasmada:
-¡¡¡ Yuuupiiii !!! ¡Dardos!, una de mis especialidades, siempre le gano a Mark en el bar de Joe
Arizona que compartía la misma emoción de Callie, exclamó:
-¡YAY!, y yo te he ganado a ti
Sonriendo y besando a Arizona brevemente en los labios, Callie le dijo:
-Eso es cierto, pero ahora estamos en el mismo equipo
Arizona asomó una sonrisa con hoyuelos y con la mirada brillante, le devolvió el beso a Callie, luego dijo:
-Si mi amor, así es ¿viste por qué quise que participáramos en estos juegos?
Callie sonriendo asintió, esa mirada y esa sonrisa no tenían precio, además de jugar en equipo, esa expresión alegre y feliz de Arizona era su mejor aliciente, su mejor premio. Ambas, mirándose a los ojos y sonriendo acercaron sus labios para besarse tiernamente. Cuando el beso finalizó, Callie continúo leyendo:
…-Cada equipo tendrá a su disposición cuatro dardos, dos para cada participante quienes deberán apuntar y disparar hacia su tablero cuando el gerente dé la orden. Los participantes se turnarán para lanzar sus dardos en el orden en que cada equipo lo determine, siempre y cuando los dardos sean lanzados uno a la vez. Los tableros tienen un circulo exterior de color negro que vale 10 puntos y siete círculos concéntricos donde se alternan los colores amarillo y negro con puntos que van desde 20 hasta 100 en su círculo central. Los puntos de cada círculo están impresos en el tablero y pueden verse fácilmente desde la línea de lanzamiento. Al final de la prueba, los jueces de cada equipo, sumarán las puntuaciones de los 4 dardos incrustados en el tablero. El equipo que tenga la mayor puntuación, ganará la prueba, mientras que el equipo con menos puntos será eliminado de la competencia y pasará a formar parte de los miembros observadores de “El Capitolio”, luego de cederle sus dos porciones de tortilla española al equipo que haya resultado ganador de la prueba. En caso de empates en la primera o última posición los equipos que hayan obtenido igual puntuación, disputarán una segunda tanda de lanzamientos de cuatro dardos por equipo, dos por cada participante.
A la hora pautada, los participantes ya listos con los dardos en su poder y parados frente al tablero identificado con su número de equipo dieron comienzo a sus lanzamientos cuando el Sr. Mármol dio la orden.
Arizona lanzó su primer dardo que se incrustó en el círculo de 80 puntos, ambas celebraron chocando sus manos y sonriendo, luego le tocó el turno a Callie, cuyo dardo estuvo más cerca de los 60 puntos, pero aún así quedó incrustado en el círculo negro de 80 puntos. Ambas celebraron de nuevo y Arizona lanzó su dardo y al instante alzó sus brazos exclamando “YAY” y pegando pequeños saltos para celebrar que su dardo había quedado incrustado en el círculo interior, sumando para el equipo 100 puntos más. Callie la abrazó para felicitarla y celebrar con ella. Luego respiró hondo, se concentró en el tablero y también celebró con Arizona mientras se abrazaban, su dardo también se había incrustado casi al lado del de Arizona, en el círculo central, sumando 100 puntos más. Ambas habían obtenido 360 puntos, un resultado que si no lograba el primer lugar era casi seguro que las mantendría en competencia.
Cuando finalizó la prueba y los resultados fueron anunciados por el Sr. Mármol, se dieron cuenta que no estaban equivocadas en su apreciación, no ganaron la competencia, quedaron en tercer lugar, después del equipo número 1, que obtuvo la puntuación más alta, es decir, 400 puntos, seguido del equipo número 9 que obtuvo 380 puntos, pero ambas celebraron con un nuevo abrazo, el hecho de continuar compitiendo. En esta prueba quedó eliminado el equipo número 11, quienes cedieron sus porciones de tortilla española al equipo ganador.
El gerente citó a los equipos a las 11:30 a.m. para la siguiente prueba, la número seis, anunciando que la misma tendría lugar en la piscina del hotel, luego agregó:
-Participantes alisten sus bañadores y retiren las normas de la prueba en la mesa de control situada al lado de la piscina.
Cuando Arizona escuchó al Sr. Mármol, ella sonrió y emocionada le dijo a Callie:
-Finalmente voy a verte en bikini de nuevo
Callie puso los ojos y exclamó:

-¡Mi amor!, sólo tienes dos días sin verme en bikini, el día que pasamos en Montserrat y ayer cuando regresamos de allá.
Arizona negó con la cabeza y dijo:
-Callie, estamos en España, donde dos días sin verte en bikini es casi una eternidad
Callie soltó una carcajada, la mirada pícara que había puesto Arizona al decir eso, la hizo reír, así que mientras salían a la piscina para retirar las reglas de la siguiente prueba, Callie le dio una nalgada suave a Arizona y le dijo:
-Mi pichirruchi, eres una exagerada
Arizona también se echó a reír. Cuando llegaron a la mesa de control, adyacente a la piscina, el mismo recepcionista que les había atendido esa mañana para registrarlas en los juegos, las saludó sonriendo, felicitando a ambas porque seguían en competencia. Ellas le agradecieron y el empleado les dijo:
-Tal como podrán leer con más detalles en las normas de la prueba que efectuarán aquí en la piscina y que les voy a entregar, la prueba número seis, la hemos llamado “Buscando el tesoro”, donde el “tesoro” consiste en dos monedas que están al fondo de la piscina…
Callie y Arizona distinguieron el brillo de unas cuantas monedas esparcidas en el fondo de la piscina, pensando que esa prueba sería fácil, sin embargo, el empleado del hotel, agregó:
…-La dificultad de la prueba radica en que cada participante de cada equipo no podrá retirar del fondo cualquier moneda al azar, sino aquella cuyo número grabado en la cara de la moneda que no pueden ver coincida con el número de su equipo, en su caso, deberán encontrar las dos monedas marcadas con el número 13. Si ven en el fondo una moneda cuyo número no sea ese, deberán dejarla con el número hacia abajo en el mismo sitio donde la encontraron. Y la dificultad adicional, es que como los organizadores de los juegos no sabían que equipos estarían o no compitiendo en esta prueba, en el fondo de la piscina se encuentran un total de veintiséis monedas, dos por cada uno de los equipos que comenzaron los juegos esta mañana…
Callie y Arizona se miraron a los ojos y exclamaron al mismo tiempo:
-¡Oh, oh!
El empleado del hotel sonrió y agregó:
-Pueden dejar su ropa en el casillero marcado con el número 13, la misma no la necesitarán hasta el final de la competencia. Conjuntamente con las normas, les entregaré el kit de obsequio de esta prueba conformado por un par de toallas, un par de gafas de piscina, y dos franelas estampadas con el logo del hotel y de esta edición de “Los Juegos del Hambre” en la parte delantera y con su número de equipo en la parte posterior, las cuales deberán usar al final de la prueba para seguir compitiendo. Las dos monedas…, si las encuentran, podrán conservarlas y guardarlas en su casillero al finalizar la prueba…
Viendo su reloj, el empleado terminó diciendo:
…-Faltan diez minutos para el inicio de la prueba, por favor, alístense para la misma y lean las normas para detalles adicionales. Les deseo mucha suerte.
Callie y Arizona le dieron las gracias al recepcionista del hotel y luego se apartaron de la mesa para leer las normas de la prueba tal como lo habían hecho antes.  Luego se dispusieron a quitarse la ropa y guardarla en el casillero identificado con el número 13. En el mismo instante en que Callie descubrió su bikini, Arizona la miró con picardía y exclamó:
-¡Yes, el rojo, mi favorito!
Callie se echó a reír y dijo:
-O sea que hoy no te importa que me muestre a los demás competidores en tu bikini favorito.
Con más picardía aún, Arizona respondió:
-Mi amor, hoy me conviene que los deslumbres con ese bikini, eso nos dará una ventaja adicional, además quiero ganar esta prueba, tengo hambre
Callie soltó una sonora carcajada y dijo:
-Yo también tengo hambre, no concibo un mejor nombre para esta competencia que el que eligieron, “Los Juegos del Hambre” aquí son textualmente, “Los Juegos del Hambre”. Al menos nosotras hemos comido dos porciones, hay equipos que aún no ha probado el sabor del triunfo, literalmente, y los que han sido eliminados tampoco han comido, esos tienen más hambre que nosotras.
-Es cierto, pero igual…tengo hambre y mucha
Callie abrazó a Arizona y le dijo sonriendo:
-Pero a pesar del hambre, ¿te estás divirtiendo?, ¿verdad?
Arizona le dio un breve beso en los labios a Callie y le respondió con esa sonrisa que la derretía:
-Si mi amor, muchísimo, ¿y tú?, ¿también te estás divirtiendo?
-Si mi pichirruchi y he decidido que como tengo hambre… ¡Te voy a comer a besos!
Arizona comenzó a reír sin parar, mientras Callie le daba picotazos de pequeños besos por todo su cuello, que le hacían cosquillas. Ambas permanecieron bromeando entre ellas y riendo hasta que el Sr. Mármol, antes de dar inicio a la prueba, les dijo a todos los participantes que entraran a la piscina y se colocaran sus gafas. Cuando todos los equipos estaban listos, el gerente dio las instrucciones finales:
-Cuando suene el silbato, podrán sumergirse para buscar sus monedas, cuando la encuentren sólo tendrán que acercarse al borde de la piscina para entregarle la moneda a uno de nuestros asistentes. Quisimos hacerlo así, para evitarles una caída al tratar de llegar corriendo a una mesa de control para entregar la moneda. Además si su equipo no ha encontrado las dos monedas, pueden ayudar a su compañero a buscar la que falta. El primer equipo en recoger ambas monedas será el ganador de esta prueba y por supuesto, el último será eliminado.
En el momento en que sonó el silbato, todos los participantes se sumergieron a la piscina para comenzar a buscar las monedas. Callie y Arizona, decidieron antes de la competencia, separarse a ambos lados de la piscina para buscar metódicamente sus monedas, comenzando su búsqueda desde las paredes laterales hacia el centro. El método elegido por ambas resultó sumamente efectivo, Arizona fue la primera que encontró una moneda marcada con el número 13 cerca de la pared, luego de entregarla a uno de los asistentes, se sumergió de nuevo en el punto donde la había encontrado y continuó buscando la segunda moneda.  Pero fue Callie quien la encontró casi en la parte central del fondo de la piscina. Arizona se dio cuenta de que la búsqueda había concluido y cuando ambas salieron y se percataron que eran ellas el único equipo participante que estaba afuera de la piscina, se abrazaron celebrando, era obvio que habían ganado esa prueba.
Efectivamente, unos minutos más tarde, el gerente del hotel las anunciaba como las ganadoras de la prueba, a quienes felicitó efusivamente. Luego les indicó a los miembros del equipo 7 que fueron eliminados, que les cedieran sus porciones de tortilla española. Asimismo, el Sr. Mármol anunció que la siguiente prueba se efectuaría en la playa a la 12:30 p.m., y les recomendó a los participantes que retiraran las reglas de la misma en la mesa de control ubicada en la piscina.
Callie y Arizona se secaron con sus toallas, se pusieron las franelas que les habían entregado y se sentaron a la mesa para comer con mucho apetito, sus dos porciones de tortilla. Callie, tenía hambre, pero se dio cuenta que Arizona tenía más hambre aún, porque se había devorado su parte en sólo tres bocados, cuando Callie apenas iba por la mitad de su porción, por ello decidió cederle a su hambrienta prometida la mitad restante.
Arizona se enterneció con el gesto de Callie y le dijo con ternura:
-No mi amor, tu también tienes hambre, anda, come tu porción completa
Callie le respondió:
-No mi pichirruchi, tú tienes más hambre que yo, así que compláceme y acepta mi pequeño regalo…, acercando el plato delicadamente hacia Arizona, Callie agregó sonriendo:  …-para ti
Arizona sonrió y sintió en ese preciso momento con en ese pequeño gesto de Callie hacia ella, cuanto se amaban mutuamente. Dándole un beso en la mejilla, Arizona aceptó el ofrecimiento de Callie, pero picó la mitad en dos pedazos y juntas terminaron de comer sonriendo, mientras se veían a los ojos y se decían un “te amo” con la mirada brillante.
Una vez que terminaron de comer, ambas retiraron las normas de la siguiente prueba, y sentadas a la mesa de nuevo, Callie leyó en voz alta el contenido:
-Los Juegos del Hambre, tercera edición, Prueba 7: Un beso a ciegas.
Callie hizo una pausa y dijo sonriendo con picardía:
-Suena prometedor ese nombre, veamos que dicen las reglas:
…-Tal como lo hicieron en la prueba número cuatro, pero está vez usando sus nombres en lugar de sus apellidos, los participantes de cada equipo clasificaran sus nombres alfabéticamente, el primero, o sea el participante A, será el que se vende los ojos y el segundo, es decir, el participante B, será quien espere ser besado por su compañero o compañera de equipo.
Callie hizo una nueva pausa y le dijo a Arizona:
-Tal parece que serás tú, quien con los ojos vendados me buscará para besarme
Arizona sonrió y dijo:
-Si es tu boca la que tengo que besar, creo que ganaremos esta prueba también, anda mi amor, continua leyendo.
…-Los participantes A de cada equipo se colocarán con los ojos previamente vendados alineados de modo tal que queden con el mar a su derecha. Nuestros asistentes los ubicarán adecuadamente antes de iniciarse la prueba. Sin que los participantes A, hayan visto sus posiciones, los participantes B se alinearán frente a los participantes A, de tal  forma que el mar les quede a su izquierda. Sin embargo, ninguno de los participantes quedará posicionado en línea recta frente a su compañero de equipo. Cuando se dé el pitazo para comenzar la prueba, cada participante B, llamará a su compañero, pero sin decir su nombre o cualquier sobrenombre que usen con frecuencia…
-O sea, que tampoco puedo llamarte Pichirruchi, dijo Callie un tanto decepcionada, ¿cómo demonios sabrás que soy yo?
-Por tu voz, supongo, dijo Arizona
Callie, continuó leyendo las normas de la prueba:
...-Los participantes B, sin embargo, podrán silbar, o hacer cualquier sonido que supongan pueda atraer a su compañero o compañera de equipo. No obstante, es preciso aclarar que los observadores de “El Capitolio”, y el público en general han sido o serán instruidos para hacer toda la bulla y alboroto que puedan, a fin de confundir los llamados de sus compañeros de equipo.
Cuando el participante A se encuentre de frente con alguno de los participantes B, el primero le preguntará al segundo: “¿Beso o no beso?, si la respuesta del participante B es “Sí”, significará que el participante A ha encontrado a su pareja, y podrá besarla sin quitarse la venda de los ojos; en caso contrario, si el participante B, responde No, el participante A, deberá seguir buscando a ciegas a su pareja hasta encontrarla.
La primera pareja que se bese será el equipo ganador de la prueba, la última será eliminada de la competencia y deberá cederle su porción de tortilla española al equipo vencedor.
A la hora señalada, luego de que todos los participantes estaban colocados en las posiciones elegidas por los jueces de los juegos, el Sr. Mármol dio el pitazo que señalaba el inicio de la prueba.
Los participantes A estaban realmente confundidos, era tal la algarabía de los presentes que los sonidos de sus compañeros de equipos llamándolos se perdían en medio del alboroto.
Cuando Callie vio que Arizona, desorientada, se estaba dirigiendo hacia el mar, al igual que dos competidores más, se le ocurrió una idea y la puso en práctica de inmediato

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En el mismo momento en que Callie comenzó a cantar con su potente voz, por un instante, los presentes, deseando escucharla, silenciaron sus gritos, sin embargo, los jueces de inmediato los instruyeron para continuar y la algarabía prosiguió. Pero Arizona, se detuvo y cambio su dirección, al escuchar la inconfundible voz de Callie, quien continúo cantando.
Arizona sonrió, a pesar de los gritos, el alboroto y los silbidos, podía escuchar esa voz que adoraba, así que se dirigió hacia allá para encontrarse con ella. Con pasos inseguros por la ceguera temporal, pero casi en línea recta, Arizona, poco a poco se fue acercando a su meta personal. El canto de Callie, ayudó al resto de los participantes a orientarse, al menos, hacia la dirección donde se encontraban sus parejas, sin embargo, la única que tenía un rumbo fijo y un destino seguro era Arizona, quien obviamente fue la primera en llegar. En ese momento, lo que ella más deseaba, aunque la prueba no lo exigiera, era besar a Callie.
Ella dejó de cantar cuando Arizona, frente a ella, con los ojos vendados y sonriendo, preguntó segura de la respuesta:
-¿Beso o no beso?
Callie respondió sonriendo:
-Sí
Arizona con sus manos buscó a tientas las mejillas de Callie, se alzó sobre sus pies y acercó su boca para besarla. Sus labios se unieron en un beso lento, profundo y tierno. Un beso lleno de magia, porque mientras duró, ninguna de las dos escuchó los gritos y el alboroto que las rodeaba. Con ese beso a ciegas, celebraban no sólo que habían ganado la prueba,  sino también el inmenso amor que les alborotaba el alma y que crecía cada día un poco más en sus corazones.

Esta historia continuará…

Y mientras escribo la tercera y última parte de “Los Juegos del Hambre” versión Calzona, aquí les dejo un link con la versión completa de la canción incluida en este capítulo: 
Es impresionante la potencia de la voz de Sara que se nota, especialmente, al final de la canción, cuando su voz sobresale del coro, sólo puedo decir ¡Wow! Cada vez que la escucho, se me eriza la piel. 

2 comentarios:

  1. hola miki como siempre estuvo genial gracias y cuando publicas el que sige

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    1. Hola Mónica, Gracias, me alegro que te guste. El capítulo 39 con la tercera y última parte de "Los Juegos del Hambre", lo publicaré a principios de la semana que viene, probablemente el lunes. :o)

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