Epidemia – Capítulo 32 – Because you loved me – Porque
me has amado
Los
primeros rayos del sol de primavera se filtraban a través de las cortinas de la
habitación cuando los hermosos ojos azules de Arizona, brillantes de felicidad
se fijaron en ellos al despertar, mientras en sus labios se asomaba una
gloriosa sonrisa. Ella sintió la calidez del cuerpo de Callie abrazándola desde
atrás, sintiendo el ritmo pausado de su respiración muy cerca de su cuello,
mientras dormía plácidamente.
La mano
de Callie estaba junto a la de ella en su pecho, unidas en ese abrazo cálido
que la hacía sentir segura por las noches e inmensamente feliz en cada
amanecer. Arizona tomó con dulzura la mano de la mujer que amaba y la llevó a
sus labios para besarla, al final de ese mismo día, esa mano portaría el anillo
de compromiso que había pertenecido a su abuela, un anillo que si pudiera
hablar podría contar muchas historias, y que en su historia más reciente había
recorrido un larguísimo camino para poder llegar al lugar que siempre estuvo
destinado a ocupar.
Esta
noche ese anillo brillaría de una forma especial en la mano de la mujer más
hermosa, más sexy, más ardiente, más valiente, más sincera, más divertida, más
fuerte, más cariñosa y más espectacular que Arizona había conocido en toda su
vida, la mujer que le robó el corazón y que se instaló en su alma para
enseñarle día tras día lo que el amor es, la mujer que le había enseñado que la
verdadera libertad no se encuentra en la soledad de un viaje sin retorno sino
en las alas de un vuelo compartido, la mujer que le ensenó que para encontrar
la verdadera felicidad, hay que amar de verdad, hay que entender lo que
sentimos y una vez que lo hemos entendido tenemos que luchar por ello,
enfrentando y venciendo todos los temores, todos los obstáculos que nos alejan
de lo que en verdad queremos
Calliope
Torres le enseño con su ejemplo, con su redención, que para amar y para que el
amor permanezca hay que entregarse, hay que saber perdonar, hay que creer, hay
que saber esperar, hay que confiar, hay que saber que el amor, el verdadero
amor siempre será capaz de dar otra oportunidad.
En ese
momento Arizona se preguntó ¿Qué habría sido de ella, si hubiera decidido
permanecer en África?, ¿Cuál hubiera sido su futuro si hubiera puesto su
carrera por encima de sus verdaderos sentimientos, por encima de su amor por
Callie? y de pronto recordó al Dr. Ben Palmer, un hombre que había dedicado su
vida a su carrera porque el destino no le dejó otra opción, un hombre que se
había amargado aunque nadie sabía exactamente las razones, nadie, con excepción
de Arizona.
El día
que ella se marchó de Malawi rumbo a Seattle para tratar de reconquistar a
Callie, él la acompañó al aeropuerto y en el camino le contó parte de su vida,
le dijo que él se había ido a África a cumplir un sueño: curar a niños en ese
continente, y cuando tomó esa decisión consideró más importante su carrera que
el amor que sentía por su esposa. El también la había dejado atrás al igual que
Arizona lo hizo con Callie, pero él también se dio cuenta, como Arizona, que había cometido un error, porque entendió
que su carrera no era más importante que su esposa. Así que al percatarse de
ello, él la llamó por teléfono para decirle que regresaría, que sólo tendría
que permanecer tres meses más en África y regresaría con ella. Su esposa se
emocionó tanto al escuchar eso que ella tomó la decisión de no esperar esos
tres meses, ella viajaría a África para encontrarse con él y luego regresarían
juntos a Estados Unidos. Esa fue la última vez que hablaron, la esposa de Ben
murió en un accidente aéreo cuando ella se dirigía a África.
Ben
Palmer era la respuesta a esas dos preguntas que Arizona acababa de hacerse.
Ella había tenido más suerte, porque a diferencia de la esposa de Ben, Callie
no murió cuando ese automóvil la atropello, la vida le dio una segunda
oportunidad, no solo la vida, la misma Callie, al decidir dejar todo lo malo
atrás, le había dado una segunda oportunidad y allí estaba ahora, dispuesta a
aprovechar al máximo esa suerte, esas oportunidades, al lado de la mujer que
amaba, a sólo unas horas de pedirle que se casara con ella.
Arizona
recordó lo último que le dijo Ben Palmer antes de montarse al avión que la
regresaría a Estados Unidos:
“Una carrera, una profesión, nunca será más importante
que el amor verdadero, porque una profesión por más satisfacciones que pueda
darte, sólo te dará eso, satisfacciones, sentido del logro, pero nunca será
capaz de tocar tu alma. Lucha por ese amor Arizona, no lo pierdas, deja que ese
amor se apodere de tu alma, nada te hará más feliz que eso, te lo aseguro”
¡Cuánta
sabiduría encerraban esas palabras!, Ben Palmer tenía razón, Arizona nunca
había sido tan feliz en toda su vida como ahora, el amor se apoderó de su alma
y la llenó de gozo, de sueños, de sonrisas, de esperanzas…
Arizona
cerró los ojos y suspiró de felicidad con una sonrisa dibujada en su rostro
cuando sintió que el abrazo que la sostenía se hizo más fuerte y su cuello era
invadido por unos labios que lo acariciaban y lo besaban con absoluta ternura.
Arizona
sin moverse y con los ojos aún cerrados, suspiró de nuevo y dijo casi en un
susurro:
-Buenos
días mi amor
Ella
sintió la sonrisa de Callie en su cuello quien le contestó con voz de sueño:
-Buenos
días mi pichirruchi…, hizo una pausa y luego agregó hablando español: …-Buenos
días España
Arizona
se giró para ver a los ojos a Callie y dijo emocionada:
-Siiiiii,
es nuestro primer amanecer en España
Callie
asintió sonriendo y enfocó con su mirada la boca de Arizona, lentamente acercó
sus labios a los de ella y comenzó a acariciarlos, alternando esas caricias con
besos breves.
Entre
besos y caricias, Arizona le dijo a Callie:
-Dime
¿qué quieres hacer ahora?
-¿Además
de seguirnos besando?, le dijo Callie entre un beso y otro, sonriendo
-Sí,
además de seguirnos besando, respondió Arizona con una sonrisa
Callie
respondió alternando sus palabras con breves besos en los labios de Arizona:
-Podemos
darnos una ducha (beso); Bajar a desayunar en el restaurant de la piscina del
hotel (beso); Caminar por la playa (beso); Bañarnos en ella (beso); Tomar sol
(beso); Hacer el amor… cuando Callie pronunció esas últimas palabras ella
profundizó el beso, provocando un gemido ahogado en Arizona
Arizona,
con la respiración entrecortada, sintiendo un estremecimiento en todo su cuerpo
y su excitación evidente provocado por el beso ardiente que Callie acababa de
darle, le dijo: -Ummm, me gusta ese plan, …¿Se vale repetir?
Callie bromeando
le preguntó sonriendo: -¿Qué, el desayuno?
Arizona
tomando la pista sonrió con picardía y contestó: -No bobita, hacer el amor ¿se
vale repetir?
Antes
de atrapar los labios de Arizona en otro beso ardiente y apasionado, Callie con
su tono sexy le contestó:
-¡Oh!
Sí, hacer el amor, una y otra y otra vez…
Cuando
el beso finalizó, Arizona cerró los ojos y abrió la boca para exhalar un
gemido, entregándose a la pasión desquiciante que Callie le estaba haciendo
sentir al besar y acariciar su cuello, el camino por su pecho hasta llegar a
sus senos, a sus pezones. Enormemente excitada ya, Arizona arqueó su espalda y
comenzó a mover sus caderas en búsqueda de la caricia que esperaba con
vehemencia. No obstante, en ese momento Arizona deseo tanto ser acariciada por
Callie en su clítoris como acariciar ella misma el de Callie.
Así que
entre gemidos, Arizona alcanzó a decir en un susurro ahogado:
-Hagámoslo
juntas mi amor, te deseo
Sin
abandonar sus caricias, Callie colocó sus piernas a ambos lados de la cabeza de
Arizona y soltó un gemido gutural cuando percibió su boca muy cerca de su
clítoris hinchado y caliente.
Embriagadas
por la mutua y enloquecedora sensación del inmenso placer que ambas se estaban
proporcionando, comenzó un concierto de gemidos y jadeos que fueron haciéndose
cada vez más intensos, hasta que ambas sintieron edificarse un orgasmo que las
llevó más allá del borde de un placer y las hizo rendirse con la respiración
entrecortada.
Sin
embargo, ninguna quiso abandonar su posición y una vez que recuperaron el
aliento, ambas comenzaron a jugar con sus aberturas usando sus dedos, lo que
provocó nuevos arqueos de espalda y nuevo gemidos. Con movimientos rítmicos y
casi sincronizados, a los pocos minutos ambas gimieron de placer al alcanzar un
segundo orgasmo que esta vez sí, las dejó derrotadas, buscando aire para
recobrar el ritmo normal de sus respiraciones agitadas.
Luego
de una pequeña pausa, Callie se movió para poder encontrarse de nuevo cara a
cara con Arizona, ellas se regalaron una enorme y brillante sonrisa, antes de
fundir sus labios en un beso profundo lleno de amor y de calidez.
Cuando
el beso finalizó, Callie se acostó boca arriba, muy cerca de Arizona y le dijo:
-Eso
estuvo impresionante, te amo Arizona, en verdad te amo
Arizona
sonriendo y con una mirada brillante, colocó su cuerpo de medio lado y recostó
su cabeza en el hombro de Callie, luego levantando la mirada, mientras
jugueteaba con sus dedos sobre el pecho de Callie, le dijo a ella:
-Y yo a
ti mi cielo, te amo, con toda mi alma…y sí, estoy totalmente de acuerdo contigo,
eso fue increíble
Callie
abrazó a Arizona y le dio un beso en la frente, mientras le decía:
-Gracias
mi amor por darme tanto, por amarme como me amas, me haces tan feliz, yo
también te amo, tú eres el amor que siempre soñé, tú eres mi sueño hecho
realidad.
-Y tú
el mío, ¿sabes?, siempre soné venir a España, pero era un sueño incompleto
hasta que tu apareciste en mi vida y ahora, estamos aquí, juntas, no tengo
forma de describir con palabras toda la felicidad que siento.
Callie
sonrió y dijo:
-Creo
que desde hace ya rato se ha hecho imposible describir con palabras lo que tú y
yo tenemos, lo que sentimos, esto, lo nuestro, es algo que va más allá de las
palabras.
-Así
es, lo que sí sé, es que estoy feliz, soy feliz con la mujer que amo y estamos
en España ¡YAY!
-Así es
¡España! y…¡Olé!
Arizona
soltó la risa cuando escuchó la expresión de Callie, luego le dijo
-Por
cierto, estamos en España, pero aún no hemos hablado acerca de lo vamos a
hacer, quiero decir, ¿tienes algo en mente?
Callie
lo pensó un momento y luego dijo:
-Eso
depende ¿Qué prefieres?, ¿visitar sitios tradicionalmente turísticos o
prefieres un poco de aventura?
-Ummm,
creo que algo de ambos.
-Ok,
como estamos en Barcelona, quisiera aprovechar para rentar un auto y viajar por
la Costa Brava, para llegar mínimo hasta Cadaqués, me encanta ese lugar
¿sabes?, me encanta
-¡Cadaqués!,
sí, es hermoso, lo he visto en fotos, pero me encantaría conocerlo,… Ok y ¿qué
más?.
-Creo
que podemos quedarnos unos cuantos días aquí en Barcelona y luego rentar otra
vez un auto y viajar por la costa pasando por o cerca de Valencia, Alicante,
Granada, quizás, Sevilla para llegar finalmente a Madrid, podemos visitar esas
provincias y también algunos pueblos cercanos y alojarnos en hoteles o posadas,
dónde nos apetezca quedarnos, sería toda una aventura. Dime ¿te gusta la idea?
Arizona
amplió su sonrisa y con un tono de voz que delataba la inmensa emoción que
sentía, dijo entusiasmada:
-¿Gustarme?,
no gustarme se queda corto, ¡Me encanta esa idea!, ¡me encanta!... ¡YAY!, ¡Oh
Dios!, aún no me lo puedo creer, ¡Gracias Mi Calliope!, ¡Gracias de verdad por
este increíble y maravilloso regalo!, ¡Te amo!, ¡Te amo mi vida!
Callie
sonrió y bajó la cabeza para buscar los labios de Arizona, la besó justo antes
de decirle emocionada:
-Yo
también te amo mi pichirruchi
Cuando
separaron sus labios, Callie le preguntó:
-Bien,
¿estás lista para continuar haciendo realidad este sueño?, aún no hemos tomado
nuestra primera copa de sangría y lo del bikini… fue en seco, bueno, “seco” no
es exactamente la palabra que debería usar ¿cierto?, debería decir más bien
“húmedo”, muy húmedo…
Arizona
se echó a reír recordando su encuentro “húmedo” con Callie cuando la vio con
ese bikini, ella se estremeció sólo al recordar lo descaradamente sexy que se
veía Callie, así que le dijo:
-¡Oh
Dios! Callie, todavía tengo que procesar eso, tengo que prepararme
psicológicamente para comerte con los ojos en la playa con un bikini, sabiendo
que yo no seré la única que lo haga.
Callie
se echó a reír y dijo:
-Creo
que me estás dando demasiado crédito con eso del bikini, quizás deba ser yo la
que me tenga que llevar algunas piedras en mi bolso para lanzárselas por la
cabeza a quien te coma con los ojos a ti, no te lo he dicho, pero yo también me
muero por verte en un bikini…
Riendo
Arizona dijo:
-Bueno
mi amor siendo así, llevaremos piedras ambas, esto será interesante, muy
interesante.
-Entonces,
¿nos damos un baño, bajamos a desayunar y…a la playa, con nuestros bikinis y a
tomar sangría?
Levantándose
de la cama y tomando la mano de Callie para que la acompañara, Arizona, dijo:
-Vamos,
vamos mi cielo, a nuestra fiesta playera de sangría y bikinis ¡YAY!
…
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Ambas
se ducharon juntas y luego se vistieron con sus bikinis cubiertos por el
momento con pareos. Arizona no dejó que Callie la viera en bikini en la
habitación, quería ver la expresión de su rostro cuando llegaran a la playa.
Callie divertida aceptó la ocurrencia de Arizona, esperando con impaciencia
verla con ese bikini frente al mar.
Callie
y Arizona bajaron a desayunar en el restaurante del hotel junto a la piscina.
Antes de ir a tomar sol, decidieron caminar un rato tomadas de la mano por la
playa. Luego ubicaron un lugar en ella y se dispusieron a disfrutar de un día
de playa, sol, arena y sangría.
En el
mismo instante en que Arizona se quitó el pareo que cubría su monumental cuerpo
ataviado con un sensual bikini color azul, a Callie casi se le cayó la
mandíbula, Arizona se veía espectacularmente hermosa dentro de su diminuto
bikini, hermosa y sexy.
Con una
sonrisa llena de picaría, Arizona miró la expresión en el rostro de Callie, y
le dijo con un tono sexy:
-¿Te
gusta?
-¡WOW!,
¡WOW!, A…A... Arizona, ¡WOW!, Te ves…¡WOW!, sexy, hermosa, ¡WOW!
Sin
darse cuenta siquiera, mientras balbuceaba, Callie comenzó a dirigir su mirada
a todos lados, tratando de averiguar si alguien más en la playa estaba
disfrutando el espectáculo sexy de una sensual Arizona portando ese bikini
Arizona
se dio cuenta y soltó una carcajada, luego dijo riendo:
-Creo
que ahora si me comprendes
-Oh, sí
perfectamente ¿trajiste las piedras? Creo que voy a necesitarlas
-En
cuanto te quites ese pareo, ambas vamos a necesitarlas.
Callie
se echó a reír y dijo:
-Bueno,
antes de quitarme mi pareo, primero lo primero, anda, siéntate en la tumbona,
necesito aplicarte protector solar, no quiero que una insolación nos eche a
perder nuestras vacaciones.
Obediente,
Arizona se sentó y permitió que Callie, sentada a su lado le aplicara la loción
protectora en los hombros, en los brazos, en el pecho y el estómago. Luego le
dijo:
-Cierra
los ojos
Arizona
obedeció y Callie le aplicó el protector con mucha delicadeza en la cara.
Cuando terminó, Arizona aún tenía los ojos cerrados y Callie la vio tan
espectacularmente hermosa que sin avisarle, atrapó sus labios y le dio un beso
profundo que las dejó a ambas sin aliento.
Cuando
el beso finalizó, Arizona abrió los ojos y se estremeció, la mirada de Callie
era la viva imagen del amor, sus ojos brillaban y la miraban con esa expresión
que ella adoraba, era como si sus ojos marrones y brillantes le gritaran “Te
amo”. Prácticamente hipnotizada con esa mirada, Arizona escuchó que Callie le
decía:
-Me
encanta el color que toman tus ojos con el reflejo del sol, te amo Arizona,
eres hermosa
-Tú no
te quedas atrás mi amor…
Sonriendo
Callie miró hacia el cielo, como buscando algo en él. Intrigada, Arizona subió
también la mirada, tratando de adivinar que era lo que Callie estaba buscando
en la inmensidad de ese cielo azul. Al no descubrirlo, le preguntó:
-Callie
¿qué estás viendo?
Sin
dejar de mirar el cielo, Callie le contestó:
-Estoy
buscando un hueco
-¡Un
hueco! ¿en el cielo?, ¿qué hueco?
Bajando
la mirada y sonriendo Callie le respondió:
-El
hueco por donde saliste Arizona, eres tan increíblemente hermosa que pareces un
ángel caído del cielo, mi amor
Arizona
soltó una carcajada y Callie la siguió. Ambas comenzaron a reír y aún riendo se
besaron de nuevo.
Luego
Callie dijo:
-Ahora
recuéstate en la tumbona, aún me falta aplicarte protector en la espalda.
Obedeciendo,
Arizona le dijo a Callie mientras se acostaba boca abajo en la tumbona:
-Me
encanta como me cuidas, nunca había tenido a nadie que me cuidara así. Bueno,
nunca lo permití en realidad, pero me encanta que me cuides.
Mientras
le aplicaba el protector en la espalda, Callie le dijo:
-A mi
me encanta cuidarte, sé que no lo necesitas, eres una persona fuerte, pero tú
me inspiras muchas cosas, entre ellas un profundo sentido de protección, me
encanta cuidar de ti
Arizona
sonrió y cerró los ojos, dejándose llevar por el toque suave de las manos de
Callie recorriendo su espalda, quizás no había ningún hueco en el cielo, pero
en ese momento era ella la que se sentía en el cielo.
Una vez
que el protector solar había sido aplicado, Callie le dijo:
-Listo,
el peligro de una insolación ha sido eliminado
Arizona
salió de su ensoñación y girándose para sentarse de nuevo en la tumbona, le
dijo a Callie:
-Y
ahora te toca a ti, quítate el pareo
Callie
con su voz sexy bromeó con Arizona y le dijo:
-Ummm,
eso sonó sexy
Arizona
riendo dijo:
-No fue
adrede, pero sí tienes razón, sonó muy sexy, tan sexy que creo que nuestro
primer día de playa será breve.
Callie
arqueó las cejas y sonrió, luego escuchó a Arizona decirle:
-Anda
mi amor, déjame aplicarte el protector a ti también, tu piel está más
acostumbrada al sol que la mía, pero también necesita protegerse del sol.
Callie
le contestó:
-Ok, ya
me lo voy a quitar, por cierto ¿qué hora es?
-No sé
mi vida, no traje el reloj
Un
hombre que estaba cerca de ellas acompañado de su esposa, le dijo a Callie
viendo su reloj:
-Son
las 11:30 a.m.
Callie
se giró para mirar al hombre y con una sonrisa, le dijo:
-¡Oh!
Gracias
-A su
orden, le contestó el hombre
Arizona
se dio cuenta de la forma en el hombre estaba mirando a Callie y pensó. “Que descarado, tiene a su esposa al lado y
mira a Callie como si se la quisiera comer. Este podría ser el primero que se
gane una pedrada en la cabeza. Y si es por la esposa, ni pendiente, está tan
entretenida detrás de esas gafas oscuras leyendo su libro que ni siquiera lo ha
notado”
-¡Arizona!...
¡Arizona!
La voz
de Callie sacó a Arizona de sus pensamientos y respondió:
-Sí mi
amor
-¿A
dónde te fuiste Arizona?, le preguntó Callie sonriendo divertida
Arizona
soltó un bufido y contestó:
-Al
país del que tira la primera piedra
Entendiendo
perfectamente lo que Arizona quiso decir, Callie volteó para mirar a todos
lados y averiguar de quien hablaba Arizona, pero como el hombre había desviado
la mirada disimuladamente Callie no lo notó, así que le preguntó:
-¿Qué,
ya tienes un candidato a quien tirarle la primera piedra?, pero si ni siquiera
me he quitado el pareo.
Arizona
miró a Callie y le dijo:
-Exactamente,
creo que necesitaré piedras más grandes
Callie
sonrió y dándole un breve beso en la boca a Arizona le dijo:
-Mi
amor ¿en realidad tu no trajiste piedras?, ¿verdad?, mira que no me gustaría
que vayamos a la cárcel por agresión
-No, en
realidad no traje piedras, pero traje mi mirada, con quien pienso matar a
cualquiera que te mire
Callie
posó su mano en la barbilla de Arizona para conseguir que la mirara a los ojos,
cuando lo logró, le dijo con una sonrisa:
-Prefiero
que uses tú mirada para verme a mí
Esa
frase logró una sonrisa y la atención de Arizona sobre Callie, quien con un movimiento
infernalmente sexy se quitó finalmente el pareo.
Arizona
la miró y tragó saliva, haber visto a Callie en la habitación con ese bikini
había logrado excitarla, pero ver a Callie con ese bikini negro mientras los
rayos del sol bañaban su exuberante cuerpo color caramelo, fue aún más
excitante. Ella tragó saliva de nuevo cuando pensó: “Y eso que aún no has visto ese cuerpo hermoso, bañado por el sol y por
el agua de mar, Arizona aguanta, resiste, esta divina tortura apenas empieza…”
Callie
miraba divertida a Arizona, sabiendo que ella la estaba admirando, así que para provocar aún más su deseo que se
hacía más que evidente por su mirada oscurecida, le dijo:
-Antes
de colocarme el protector, me voy a dar un baño en la playa ¿me acompañas?
Arizona
reaccionó y dijo balbuceando:
-¿Qué,
que dijiste no te escuché?
Callie
sonrió con picardía y le repitió mientras se alejaba hacia la playa:
- Antes
de colocarme el protector, me voy a dar un baño en la playa ¿vienes?
Arizona
esta vez si la escuchó, pero por alguna razón, no pudo moverse, se quedó
extasiada admirando el sensual movimiento de Callie mientras se alejaba hacia
la orilla del mar, y nuevamente sus pensamientos la invadieron: “Oh por el amor de Dios, ese trasero, me
encanta ese trasero… ¡Oh! y esas piernas, ¿todo eso es tuyo Arizona?, ¿todo eso
es para ti?, …Oh sí, todo eso es mío, así que muévete, ¡corre!”
Arizona
se rió sola y finalmente se paró de la tumbona para alcanzar a Callie, ella ya
había entrado al mar. Arizona vio cuando Callie se tiró al mar y luego con un
movimiento descaradamente sexy salió del agua colocándose ambas manos alrededor
de su cabeza para echar su cabello hacía atrás. Las gotas de agua recorrían
lentamente hacia abajo su camino por el cuerpo dorado de Callie. Arizona, nunca
en su vida había visto a Callie tan infernalmente hermosa, ella en bikini, bajo
el sol, mojada con el agua del mar, era un espectáculo desquiciante,
literalmente enloquecedor. Arizona no se contuvo más, corriendo a través del
agua, hacia Callie, cruzó sus brazos por su cintura y atrapó su boca salada
para besarla.
Callie
respondió al beso con un gemido ahogado y abrazando a Arizona ella también,
abrió la boca para capturar su lengua y profundizar el beso, eso provocó un
nuevo gemido, pero esta vez fue Arizona quien lo exhaló.
Cuando
el beso finalizó, Arizona miró hacia arriba y le dijo a Callie con la
respiración entrecortada:
-¡Calliope,
eres tan hermosa!
Callie
la miró a los ojos y le dijo:
-Nunca
me he sentido “tan hermosa” como tú dices, pero tú me haces sentir así
-Mi
amor, créeme, lo eres, eres la mujer más hermosa y sexy que he conocido en toda
mi vida
Sonriendo
y casi sonrojada, Callie le preguntó:
-¿Y no
será porque me amas que me ves tan hermosa?
Arizona
con una sonrisa pícara le confesó:
-Primero
me cautivó tu belleza, fue después cuando me enamoré de ti, así que lo
ratifico, eres hermosa, gloriosamente hermosa y hoy que el sueño de verte en
bikini, bajo el sol y empapada con el agua de mar, se hizo realidad,
finalmente, lo ratifico aún más, eres preciosa, soy afortunada por tenerte.
Callie
sonriendo miró hacia abajo sin disimulo, admirando el cuerpo de Arizona también
empapado con el agua del mar y con su muy particular y sensual tono de voz, dijo:
-No tan
afortunada como yo, te lo aseguro
Arizona
sonrió, y antes de buscar de nuevo los labios de Callie para besarla le dijo:
-Entonces
somos un par de mujeres afortunadas, especialmente porque nos amamos y esa es
nuestra mayor fortuna, te amo Calliope Torres, te amo
En
medio de una pausa en el beso, Callie le dijo con ternura:
-Te amo
Arizona Robbins, con todo mi ser. Al decir esto, ella profundizó el beso y
abrazó a Arizona con todas sus fuerzas, Arizona Robbins era el ser que ella
amaba con locura, el amor de su vida, quizás el amor de todas sus vidas.
Cuando
el beso finalizó, permanecieron unos instantes mirándose a los ojos, diciéndose
mutuamente con la mirada “te amo”. Momentos después, Callie le dijo a Arizona:
-España,
listo; Playa, listo; Sol, listo, Bikini, listo; pero aún nos falta una cosa…
-¡Sangría!
-Exacto
¿tienes sed? Porque yo sí
-Sí
tengo sed
-¿Quieres
que vaya por unas copas al bar de la playa?
-Si mi
amor, mientras yo me quedo aquí, me encanta el mar, ya lo sabes, y el agua está
divina
-Perfecto
mi cielo, nos vemos en un ratito, le dijo Callie dándole un beso breve en los
labios
Callie
dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la orilla, fue entonces cuando
Arizona sonriendo, le lanzó agua arrastrándola con sus manos
Callie
siguió caminando, pero volteó para mirar a Arizona y regalarle una sonrisa que
la derritió. Mientras Callie salía del agua, Arizona aprovechó el momento para
admirarla otra vez, y se quedó extasiada nuevamente con su belleza. No fue la
única, el hombre casado que le había dicho la hora momentos antes, siguió a
Callie con la mirada y puso cara de perro hambriento, pero esta vez fue tan
evidente que su esposa levantó la vista por un instante de su interesante libro
y al percatarse de la dirección de la mirada de su esposo, agarró el libro y le
dio un coscorrón en la cabeza, le iba a
propinar un segundo golpe , que no llegó a su destino porque el hombre se
cubrió con el brazo para protegerse. Arizona sonrió divertida ante la escena,
no le había hecho falta lanzarle una piedra al hombre en la cabeza, su esposa
lo hizo por ella “Finalmente”, pensó
Arizona aún riendo.
Momentos
más tarde, cuando Arizona divisó a Callie acercándose con las bebidas, siendo
el blanco de muchísimas miradas de varios hombres en la playa, ella se dirigió
hacia la orilla para encontrarse con ella y sentarse en las tumbonas para tomar
sangría.
Una vez
que brindaron y se tomaron sus bebidas, ambas se acostaron en las tumbonas para
tomar un poco de sol, después de haberse aplicado mutuamente la loción del
protector solar.
Mientras
yacían acostadas tomando sol, Callie le dijo a Arizona:
-Mi
amor, aún no tengo hambre pero si sientes hambre me dices ¿ok?, ¿Dónde quieres
almorzar?, ¿en el hotel?
-Si
podemos almorzar en el hotel, pero después de…
Callie
apoyó la cabeza en su codo cuando percibió la picardía en el tono de voz de
Arizona y completó la frase:
-Después
de hacer el amor ¿verdad?
Sonriendo
Arizona le respondió:
-Exacto,
no crea que pueda aguantarme, desde que te vi allí en el mar, no he pensado en
otra cosa que en eso
-¿Quieres
que te diga la verdad?, yo tampoco. Tengo hambre de ti, y mucha
Arizona
se sentó en la tumbona y antes de responderle a Callie, notó que había dos
hombres observándolas con avidez, su deseo de conquista era más que notorio,
ellos estaban conversando entre sí, mirándolas a ambas sin disimular sus
intensiones, fue entonces cuando Arizona le dijo a Callie:
-Hay
dos hombres detrás de ti, que nos están mirando, creo que están a punto de
venir para acá, para iniciar su cortejo
Callie
disimuladamente volteó y los miró, confirmando las palabras de Arizona,
entonces se le ocurrió una pequeña travesura y dijo:
-Ya los
vi, y sí, creo que en cualquier momento se acercarán, deben creer que somos un
par de amigas de vacaciones en Barcelona, dime Arizona, ¿quieres ver como se
les cae la barbilla y desinflamos sus intensiones?
Sonriendo
Arizona le dijo divertida:
-Sí,
eso sería divertido verlo
-Ok,
cuando se paren para venir hacia acá, me avisas ¿ok?
-Ok
Transcurrió
menos de un minuto cuando Arizona, vio que los hombres se paraban de sus sillas
y se dirigían sonriendo hacía ellas, entonces le dijo a Callie:
-Ya
vienen para acá…
Callie
rápidamente se paró de la tumbona y le dio la mano a Arizona para que ella
también se pusiera de pie, se colocó frente a Arizona, de perfil a los hombres
que se aproximaban, entonces tomando a su pareja por la cintura, la abrazó con
fuerza y atrapó sus labios en un beso apasionado y ardiente. Arizona respondió
al beso exhalando casi al mismo tiempo un gemido y una sonrisa. Cuando el beso
finalizó, ellas miraron de reojo a los dos hombres, que al ver ese espectáculo
se habían quedado prácticamente congelados, parados sobre la arena con las
bocas abiertas, una mezcla de asombro y frustración.
Callie
y Arizona se rieron a carcajadas, la ocurrencia de Callie había dado el
resultado esperado, mientras reían, la risa cobró más fuerza cuando vieron como
los hombres dieron media vuelta y se devolvieron a su lugar en la playa.
Aún
riendo, Arizona le dijo a Callie:
-Calliope
Torres eres una genio malvada
-Quizás,
pero no vas a negarme que esto fue más efectivo que las piedras, ¿verdad?
-¡Oh
si! sumamente efectivo, especialmente porque ese beso apasionado tuvo efectos
colaterales que las piedras no hubieran logrado
Tomando
la pista, porque Callie se sentía tan excitada como Arizona, ella le dijo:
-Yo
sugiero que nos vayamos derechito a la habitación para aliviar esos efectos
colaterales
Sonriendo
y encantada de que Callie estuviera tan en sintonía con sus emociones, Arizona,
le contestó:
-Sugerencia
aceptada, de aplicación inmediata, estoy que reviento
Callie
tomó el bolso y ofreciendo su mano a Arizona le dijo con una mirada y un tono
descaradamente sexy que terminó de excitarla:
-¿Vamos?
-¡Oh
sí!, ¡vamos ya!.
…
Tomadas
de la mano y prácticamente corriendo salieron del ascensor en dirección a su
habitación del hotel, justo frente a la puerta, Callie buscó casi con
desesperación la tarjeta de acceso, pero estaba tan impaciente que no lograba
encontrarla, entonces Arizona, le dijo también con impaciencia, colocando su
mano sobre la vagina de Callie, encima de la tela del traje de baño:
-Calliope
Torres más te vale que consigas esa tarjeta si no quieres que te haga el amor
aquí mismo en el pasillo
Callie
soltó un gemido y exclamó:
-¡Arizona!,
no me desconcentres, déjame encontrar la condenada tarjeta
Arizona
presionó aún más su mano sobre la vagina de Callie, quien ya casi no veía,
estaba demasiado excitada, así que soltó el bolso, lo tiró al suelo y tomó a
Arizona con sus brazos, pero ella fue más rápida y logro acorralarla entre ella
y la puerta de la habitación. Con avidez, Arizona comenzó a besar el cuello de
Callie con la boca abierta, mientras su mano hábilmente consiguió su camino
para instalar sus dedos directamente sobre el clítoris de Callie, quien comenzó
a gemir sin control mientras Arizona hacía su magia usando su boca y sus
hábiles dedos.
El
sonido del ascensor que indicaba que las puertas se abrirían de un momento a
otro, las descolocó por un momento, por ello Arizona abandonó sus caricias y
agarró el bolso con la esperanza de encontrar la tarjeta de acceso,
afortunadamente así fue, tomó la tarjeta la introdujo en la ranura y finalmente
logró abrir la puerta de la habitación.
Una vez
adentro, se dirigieron a la ducha a trompicones, mientras se quitaban los
pareos y sin detener la secuencia apasionada
de besos, Callie medio abrió un ojo para accionar las llaves de la
ducha, y ahora con el agua tibia corriendo por sus cuerpos, fue Callie quien
logró atrapar a Arizona entre la pared fría y su cuerpo.
Callie
comenzó a besar el cuello de Arizona, quien gemía y jadeaba totalmente
descontrolada, Callie rápidamente sin hacer demasiadas pausas en su camino se
arrodilló y retiró la parte baja del bikini de Arizona, posicionó una de las
piernas de ella sobre el hombro y de inmediato introdujo la lengua en su vagina
para acariciar su clítoris con avidez. Arizona, levantó la cabeza y la pegó de
la pared, mientras abrió la boca para lanzar un grito de placer en el momento
en que sintió la lengua de Callie acariciando su clítoris mientras que sus dos
manos acariciaban sus pezones sobre la tela del bikini.
Arizona
como pudo se quitó la parte superior del bikini, permitiendo así que las manos
de Callie acariciaran directamente sus pezones. El placer que ella le estaba
proporcionando era literalmente demencial, y aumentó aún más cuando sintió dos
dedos de Callie entrando y saliendo de su abertura sin abandonar las excitantes
y enloquecedoras caricias de su lengua sobre su clítoris.
Arizona
colocó sus dos manos sobre los hombros de Callie para tener algún punto de
apoyo, a medida que su excitación creciente la acercaba cada vez más y más al
borde, ella sentía que perdía fuerzas para sostenerse en pie, se sentía
embriagada por las ondas de placer que se expandían por todo su cuerpo
haciéndose más que evidente que la recuperación de la memoria le había devuelto
a Callie una maestría cuya ausencia hasta ese momento Arizona no había notado,
pero era obvio que ella le hacía el amor ahora con más seguridad, con más
conocimiento de su cuerpo y del efecto que sus estímulos provocaban en Arizona.
Lo cierto es que se hizo evidente que
Callie sabía exactamente qué hacer y cuando hacerlo y eso la estaba volviendo
loca de placer.
Los
gemidos de Arizona se hicieron más fuertes y más continuos, ella sintió como el
borde de su placer alucinante se estaba aproximando indeteniblemente, Arizona
exhaló un grito ahogado cuando sintió que su cuerpo comenzó a temblar sin
control ante la llegada del primero, segundo, tercer y cuarto orgasmo, seguidos
uno detrás del otro, los cuales se vieron aumentados en intensidad al escuchar
los gemidos de Callie, quien se excitó aún más de lo que ya estaba, cuando
percibió el efecto que ella había provocado en el cuerpo de la mujer que amaba
con locura. Callie continuó acariciando el clítoris de Arizona, pero retiro sus
dedos de su abertura y tomó la cintura de Arizona fuertemente con sus manos,
para asegurarse de que se mantuviera en pie a pesar de los espasmos
incontrolables que se apoderaron de su cuerpo tembloroso.
Momentos
después Callie con sus labios beso todo el camino de regreso hacia arriba,
hacia el rostro de Arizona quien aun con los ojos vidriosos, continuaba
jadeando exhausta por el inmenso placer que había experimentado y que aún
dejaba vestigios en su cuerpo que seguía temblando. Mirando cara a cara a
Callie, Arizona esbozó una sonrisa de satisfacción y rendida, recostó su cabeza
en el pecho de Callie, cerrando los ojos para sentir su presencia, para absorber
el amor que provenía de su alma. Callie también cerró los ojos y besando la
cabeza de Arizona, la abrazó con todas sus fuerzas para encerrarla en el
círculo acogedor y seguro de sus brazos, mientras le repetía sin cesar: -te
amo, te amo, te amo…
Cuando
Arizona recuperó el aliento, levantó la cabeza para mirar a Callie directamente
a los ojos, le dijo –Te amo y buscó sus labios para besarla. Mientras se
besaban Arizona percibió que sus piernas aún no habían dejado de temblar, pero
no temió caer, los brazos de Callie la tenían sujeta, abrazándola con todas sus
fuerzas, ella adoraba estar así, abrazada por la mujer que amaba. Arizona nunca
necesitó sentirse protegida, ella siempre supo cuidar de sí misma, y aún sabía
cómo hacerlo, eso era lo que le habían enseñado, pero nunca, jamás en su vida
se había sentido tan segura como cuando estaba envuelta en los brazos de
Callie, esos abrazos ejercían sobre Arizona un poder misterioso, casi mágico,
era una sensación única, que le encantaba. Quizás algún día descubriría el por
qué de esa magia, algún día…
Arizona
permaneció unos momentos más dentro del cálido círculo de los brazos de Callie,
quería hacerle el amor a ella, allí mismo, pero necesitaba antes recuperar la
fuerza de sus músculos. Cuando sintió que así era, lo primero que hizo Arizona
fue retirarle a Callie con movimientos sensuales las dos piezas del traje de
baño, luego la miró de arriba abajo, lentamente, saboreando con su mirada la
exuberancia y belleza de ese cuerpo que la desquiciaba, luego, buscó sus labios
para besarla y continúo su camino por el cuello de Callie.
Callie
cerró los ojos, echó su cabeza hacia atrás y abrió la boca exhalando un gemido
y luego gimió de nuevo, cuando sintió la lengua de Arizona acariciando sus
pezones. Inconscientemente ella comenzó a mover sus caderas en busca del
contacto, fue entonces cuando Arizona presionó con fuerza su pierna contra la
vagina de Callie quien exhalando un nuevo gemido, aumentó el ritmo del
movimiento de sus caderas, contra la pierna de Arizona.
Callie
abrió los ojos por un instante y vio el rostro de Arizona, el tono de sus ojos
oscurecido, todas las expresiones en su cara evidenciaban la lujuria, el deseo,
la pasión y el amor. Arizona se dispuso a bajar su rostro hacia la vagina de
Callie, pero ella no quería perder la visión de su cara, ella quería acabar
viéndola, así que entre gemidos y jadeos, Callie alcanzó a decir:
-Quédate
conmigo, ¡tócame Arizona!, ¡tócame!
Arizona
sonrió con malicia y enseguida abrió con sus manos la vagina de Callie y con su
dedo comenzó a frotar su clítoris. Eso provocó un grito de placer que Arizona
apagó a medias cuando se apoderó de la boca de Callie para besarla con avidez.
Arizona hacía pequeñas pausas en sus besos para mirar a Callie, y ver la
reacción en su rostro ante las caricias excitantes que ella le estaba
proporcionando. A Arizona le encantaba ver el rostro de Callie cuando estaba
excitada, y más aún cuando estaba acabando. Por ello, comenzó a mover sus dedos
exactamente como sabía que tenía que hacerlo, y no pasaron ni dos segundos
cuando percibió como el cuerpo de Callie comenzó a temblar y a tensarse, claro
síntoma de que el desenlace era inminente.
Callie
abrió los ojos de nuevo y miró a los ojos de Arizona, justo en el instante en
que un clímax poderoso se apoderó de todo su cuerpo, vio cuando Arizona sonrió
y dirigió la mirada hacia sus labios, para besarlos con la boca abierta
haciendo sólo pequeñas pausas para que Callie pudiera recuperar el aliento.
Exhausta
pero totalmente satisfecha, Callie dejó descansar su frente sobre el hombro de
Arizona, quien la abrazó y comenzó a repetir sin cesar: -Te amo, te amo, te
amo. Callie sonrió, porque Arizona pronunció esas palabras en español, así que
aún con su cabeza en el hombro de Arizona ella también le dijo: -Te amo, en
español. Ambas se abrazaron con fuerza, ese abrazo era el reconocimiento tácito
de que los momentos de pasión se estaban alejando, cediendo su lugar a los
sentimientos, al amor, a la ternura, y ese momento, como siempre, fue sellado
con un beso profundo que logró mover de nuevo cada fibra de sus cuerpos y de
sus almas.
Después
de un largo rato, Callie levantó la cabeza, tomó el frasco de Shampoo, depositó
en su mano parte del líquido y le dijo a Arizona sonriendo:
-Hora
de acicalarnos
Arizona
se echó a reír y exclamó:
-¡Acicalarnos!,
¿cómo los animalitos?
Callie
se rió y contestó:
-Sí,
pero con shampoo y jabón. Apuesto a que nunca has visto a un monito aplicándole
shampoo a otro para lavarle el cabello, ¿verdad?
Riendo,
Arizona contestó:
-No
nunca lo he visto, primero porque los monos no usan shampoo, aunque deberían,
contra los piojos y segundo porque los monos no tienen cabello, tienen pelo, y
tercero…
Arizona
hizo silencio y suspiró, cuando sintió las manos de Callie masajeando su cuero
cabelludo para aplicarle el shampoo, rindiéndose ante la divina sensación que
le proporcionaba el suave toque de sus dedos.
Fue
entonces cuando Callie, le dijo riendo:
-¿Qué
pasó?, ¿te comieron la lengua los ratones?
Arizona
sonrió y le dijo:
-Haz
silencio y acicálame
Callie
se echó a reír, beso el hombro de Arizona y
luego le dijo:
-Lo que
usted diga Madame
…
Una
hora después, Callie y Arizona se vistieron y bajaron al lobby. Decidieron
salir a comer fuera del hotel y luego pasearon durante unas horas por las
calles de Barcelona, riendo y divirtiéndose. Cerca de las 5:00 p.m., Arizona le
sugirió a Callie que regresaran al Hotel para prepararse para la cena de esa
noche.
Cuando
llegaron al Hotel, Callie le preguntó a Arizona:
-Mi
amor en vista de que debemos vestirnos por separado, dime ¿cómo es la
logística?
Arizona
le contestó:
-Eso ya
lo tengo planificado. Vamos a subir juntas ahora a la habitación, yo me voy a
llevar mi ropa a otra habitación que el gerente ofreció prestarme para
vestirme. Cuando estés lista avísame al celular, y yo te indicaré donde
encontrarme ¿de acuerdo?
Callie
sonriendo exclamó:
-¡Wow!,
me había olvidado que mi novia es la hija de un militar
Arizona
riendo le dio una palmada suave al trasero de Callie y le dijo mientras
caminaban hacia los ascensores:
-No te
metas conmigo y camina
Callie
se cuadró y colocando su mano en su frente, respondió obedientemente:
-Sí mi
coronel
Arizona
se rió y le dio otra palmada a Callie diciéndole:
-Ya te
dije que no te metas conmigo
Ambas
entraron al ascensor riendo, entonces Callie abrazó a Arizona y le dijo:
-Mi
coronel, seria usted tan amable de darme un besito… ¡Señor!
Arizona
sonrió y ambas se besaron.
Al
llegar a la habitación, Arizona recogió lo que necesitaba y bajó al lobby para
hablar con el gerente. Mientras tanto, Callie se quedó en la habitación para
vestirse, ella estaba emocionada con esa cena romántica que iba a compartir con
Arizona, pero ni siquiera se imaginaba lo inmensamente feliz que se sentiría,
no se imaginaba la verdadera intensión de Arizona al haberla invitado a cenar
esa noche.
Frente
al mostrador de la recepción del hotel, Arizona solicitó hablar con el gerente,
quien fue llamado por radio y se presentó ante el mostrador unos minutos
después.
El
gerente saludó a Arizona:
-Buenas
tardes Dra. Robbins ¿cómo se encuentra?
-Buenas
tardes, todo perfecto, dígame ¿todo está listo?
-Seguro
que sí Dra. Robbins, ya está preparado todo en la “Away Terrace”. Haciendo una
pausa para ubicar la llave de la habitación que el gerente le había ofrecido a
Arizona para vestirse, el agregó: …-Y tal como lo acordamos, aquí tiene la
llave de la habitación para que pueda prepararse para la cena.
Sonriendo
y tomando la llave, Arizona le dijo al gerente:
-Muchísimas
gracias, usted ha sido realmente amable
-Siempre
a su orden Dra. Robbins, como le dije, aquí estamos para servirle. Por cierto,
suerte para esta noche, le dijo el gerente con una amplia sonrisa
-Gracias,
respondió Arizona exhalando aire, de una forma increíble ella se sentía
nerviosa, estaba demasiado emocionada por lo que estaba a punto de suceder.
Arizona
se retiró hacia la habitación, se baño y se vistió. Subió a la terraza y le
encantó la forma en que había sido decorada, aún podía verse la hermosa vista
del mar abajo. La mesa estaba lista, las antorchas encendidas, los músicos ya
estaban preparados, todo estaba listo, sólo faltaba lo más importante. Arizona
tomó su celular y le escribió a Callie:
“Mi amor, te espero en la Away Terrace, no demores, te
amo, A.”
Enseguida
recibió el mensaje de respuesta:
“Estoy lista mi amor, voy en camino”
Callie
emocionada tomó el ascensor y se dirigió a la terraza que Arizona le había
indicado, cuando llegó quedó impactada por la belleza del lugar, por su hermosa
decoración, por la bella vista que se divisaba del océano, pero por sobre todas
las cosas por Arizona, allí parada al lado de la baranda, se veía sencillamente
hermosa, con esa sonrisa con hoyuelos y esa mirada brillante que le iluminaba el
rostro, con el cabello parcialmente recogido hacia atrás y un hermoso vestido
corto entallado al cuerpo cuyo color evocaba el profundo azul del color de sus
ojos.
Arizona
al ver a Callie sonrió, emocionada, Callie, se veía hermosa, con su hermoso
cabello suelto, un vestido rojo que dejaba al descubierto sus hombros y sus
largas y hermosas piernas.
Callie
se acercó a Arizona sonriendo, ambas se admiraron mutuamente y se abrazaron.
Mientras se abrazaban Callie le dijo:
-Arizona
estás preciosa, todo es precioso, gracias mi amor, gracias.
Arizona
le contestó:
-Tú
también lo estás, como dije, eres la mujer más hermosa y sexy que he conocido
en toda mi vida y te amo.
-Y yo
te amo a ti.
Ambas
se besaron y se quedaron allí por un momento, abrazadas, viendo el mar, luego
se dirigieron a la mesa. La suave música comenzó a sonar y le llevaron la carta
a la mesa, ambas escogieron y ordenaron lo que deseaban comer.
Mientras
esperaban ser servidas, Arizona le dijo a Callie, tomándola de la mano y
mirándola a los ojos:
-Mi
amor, mi Calliope, esto hermoso que tenemos tu y yo, este amor que compartimos,
ha estado ligado de alguna forma a la música, recuerdo muy especialmente
aquella canción, aquella promesa hecha canción que me dedicaste en San Diego,
cuando mi miedo a perderte se hizo tan enorme que lloré, ese día, esa noche tan
especial tú me dedicaste una canción mientras me hacías el amor, me prometiste
que yo siempre estaría en tu corazón y lo cumpliste…
…-Pues
bien, hay una canción muy hermosa, cuya letra refleja casi a la perfección lo
que siento por ti, y aunque no tengo la voz que tú posees para cantártela, voy
a recitar parte de su letra para ti, haciendo sólo un pequeño cambio, esa
canción está escrita en tiempo pasado, mientras que para mí esto es el presente
y el futuro, nuestro hoy y nuestro mañana, juntas, para siempre:
Por
todos esos momentos en que me respaldaste,
Por
toda la verdad que me hiciste ver,
Por
toda la alegría que trajiste a mi vida,
Por
todo lo incorrecto que tú convertiste en correcto,
Por
todos los sueños, que tú hiciste que se hicieran realidad,
Por
todo el amor que encontré en ti,
Te doy
las gracias, mi amor.
Tú eres
quien me sostuvo,
Nunca
me dejaste caer,
Tú eres
quien me ha ayudado,
Todo el
tiempo.
Fuiste
mi fuerza cuando estaba débil.
Fuiste
mi voz cuando no podía hablar.
Fuiste
mis ojos cuando no podía ver.
Viste
lo mejor que había en mí.
Me
alzaste cuando no podía levantarme.
Me
diste fe porque tú creíste
Soy
todo lo que soy,
Porque
me amas.
Me
diste alas y me hiciste volar.
Tocaste
mi mano y pude tocar el cielo.
Perdí
mi fe, me la diste de nuevo.
Dijiste
que ninguna estrella estaba fuera de alcance.
Me
apoyaste y me sentí segura de mí misma.
Tengo
tu amor y ahora lo tengo todo.
Estoy
agradecida por cada día que me das
Quizás
no sé tanto
Pero sé
que esto es cierto.
Fui
bendecida porque soy amada por ti.
Estuviste
siempre allí para mí,
El
viento tierno que me llevaba
Una luz
en la oscuridad
Irradiando
tu amor en mi vida.
Tú has
sido mi inspiración.
A
través de las mentiras tú eras la verdad.
Mi
mundo es un mejor lugar por ti.
Arizona
hizo una pausa, ella tenía los ojos llenos de lágrimas y Callie también, ambas
estaban profundamente emocionadas, pero la emoción se profundizó aún más,
cuando Callie vio que Arizona sacó de su pequeño bolso un estuche y cuando lo
abrió apareció ante sus ojos un hermoso anillo de oro con un diamante inmenso.
Callie no lo podía creer, con los ojos abiertos y el corazón latiendo casi sin
control dentro de su pecho, ella escucho cuando Arizona dijo, tomándola de la
mano mientras que con la otra sostenía el hermoso anillo:
-Mi
Calliope, este anillo fue el anillo de compromiso de mi abuela, mi padre me lo
dio aquella vez cuando estuvimos en San Diego, cuando él supo que yo finalmente
me había enamorado, por primera vez en mi vida, originalmente este anillo
hubiera sido de mi hermano, para que el hiciera lo que yo voy a hacer ahora,
pero el destino quiso que yo lo tuviera…
…-Mi
amor cada una de las palabras que te acabo de recitar son mi verdad, te amo
como nunca creí que podía amar a alguien en toda mi existencia, tú eres el amor
de mi vida, es contigo con quien deseo compartir el resto de mi vida…Calliope
Torres, mi amor, ¿quieres casarte conmigo?
Callie
quiso gritar SI, pero estaba tan emocionada, tan feliz que tuvo que hacer un
esfuerzo para poder hablar, cuando lo consiguió, con los ojos llenos de
lágrimas dijo:
-Sí,
sí, sí mi amor, sí quiero casarme contigo
Arizona
riendo y llorando al mismo tiempo, tomó la mano de Callie y le colocó el
anillo, se veía hermoso en su mano, luego se paró de la mesa y Callie la imitó,
se abrazaron y unieron sus labios en un beso profundo mientras ambas sentían el
latido incontrolable de sus corazones en el pecho de la otra. Se besaron y tal
como había sucedido otras veces, sus labios no querían separarse, mientras el
beso se eternizaba, comenzó a sonar la canción cuya letra Arizona había
recitado y ambas besándose comenzaron a bailar muy lentamente, a lo lejos, muy
a lo lejos se escuchaban las olas del mar.
Hacer clip en el título para acceder a la canción
Por
todos esos momentos en que me respaldaste,
Por
toda la verdad que me hiciste ver,
Por
toda la alegría que trajiste a mi vida,
Por
todo lo incorrecto que tú convertiste en correcto,
Por
todos los sueños
Que tú
hiciste que se hicieran realidad,
Por
todo el amor que encontré en ti,
Estaré
por siempre agradecida, cariño.
Tú eres
quien me sostuvo,
Nunca
me dejaste caer,
Tú eres
quien me ha ayudado,
Todo el
tiempo.
Fuiste
mi fuerza cuando estaba débil.
Fuiste
mi voz cuando no podía hablar.
Fuiste
mis ojos cuando no podía ver.
Viste
lo mejor que había en mí.
Me
alzaste cuando no podía alcanzar.
Me
diste fe porque tú creíste
Soy
todo lo que soy,
Porque
me amabas.
Me
diste alas y me hiciste volar.
Tocaste
mi mano, pude tocar el cielo.
Perdí
mi fe, me la diste de nuevo.
Dijiste
que ninguna estrella estaba fuera de alcance.
Me
apoyaste y me sentí segura de mí misma.
Tuve tu
amor, lo tuve todo.
Estoy
agradecida por cada día que me diste.
Quizás
no sé tanto
Pero sé
que esto es cierto.
Fui
bendecida porque fui amada por ti.
Fuiste
mi fuerza cuando estaba débil.
Fuiste
mi voz cuando no podía hablar.
Fuiste
mis ojos cuando no podía ver.
Viste
lo mejor que había en mí.
Me
alzaste cuando no podía alcanzar.
Me
diste fe porque creíste
Soy
todo lo que soy,
Porque
me amabas.
Estuviste
siempre allí para mí,
El
viento tierno que me llevaba
Una luz
en la oscuridad
Irradiando
tu amor en mi vida.
Tú has
sido mi inspiración.
A
través de las mentiras tú eras la verdad.
Mi
mundo es un mejor lugar por ti.
Fuiste
mi fuerza cuando estaba débil.
Fuiste
mi voz cuando no podía hablar.
Fuiste
mis ojos cuando no podía ver.
Viste
lo mejor que había en mí.
Me
alzaste cuando no podía alcanzar.
Me
diste fe porque tú creíste
Soy
todo lo que soy,
Porque
me amabas.
Esta
historia continuará…
Este capitulo me FASCINO y me pareció muy lindo, muy divertido y muy excitante ok, esta historia es hermosa y quisiera que nunca se acabe(pero todo acaba lo se)me esta pasando igual que cuando te decía en "No te Rindas, Nunca te Rindas" que no quiero que se acabe porque es muy hermoso(solo que con esta historia pues ese deseo es intensificado) y tu Miki eres la culpable de eso ok.
ResponderEliminarQue te puedo decir que ya no te hayan dicho, tu sabes que eres muy buena y talentosa en lo que haces, se que el que guste tanto esta historia es porque tu la heces de corazón y con mucho amor, Gracias por ser el MARAVILLOSO ser humano que eres y por compartir tu creatividad, por alegrarme el día o mejorarlo, por darme un amor para soñar, por darme esperanza, por aconsejarme y ayudarme cuando lo he necesitado, por lo que me enseñas a través de esta GRAN historia, por todas las emociones que me haces sentir en cada capitulo, por todo de verdad MUCHÍSIMAS GRACIAS...
MI QUERIDA ESCRITORA FELIZ fin de semana para usted y le mando un fuerte abrazo, cuídate mucho ok.
Ana Tale, tu comentario no me ofendió ok y si bien es cierto que este es un blog para comentar el trabajo excelente de Miki, también es un espacio para dar opiniones y eso fue lo que te di mi opinión o punto de vista de lo que pensé con respecto a tu comentario, espero no haberte ofendido y aclarando no fue polémica solo que tenemos perspectivas diferentes y eso es bueno ok(si pensáramos todos iguales el mundo no seria mundo verdad)viva la diversidad de pensamiento y bienvenida a este pequeño club tu y todas las que quieran unirse ok, también disculpa si te ofendí de acuerdo, hasta la próxima ok un fuerte abrazo para todas, feliz fin de semana y que dios las bendiga hoy, mañana y siempre...
ResponderEliminarDIOS MIO MIKIIII!!!!!! ERES INCREÍBLE!!!!
ResponderEliminarCreo que es uno de los mejores capitulos =)
Valio la pena la espera
pff...que es la Shonda al lado tuyo...se quedo chica(aunque en realidad lo es jejeje xD)
un GRAN abrazo querida escritora
Cuidate!!!
y para cuando el otro cap querida escritora?
ResponderEliminarHermoso!!! Me emocione cuando arizona le pidió matrimonio que lindo la canción el oleaje del mar , la velada todo..., tenemos un gran talento en este blog.. haces explotar mis sentidos mi imaginación y fantasía ..espero con ansias el próximo capitulo lleno de emociones ,realmente nose como manifestar mi pequeño momento de felicidad después de un momento cansador de la vida cotidiana descanso completamente cuando ingreso a este mundo lleno de magia , alegría,imaginación ....
ResponderEliminarGRACIAS !!!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Qué pasó Nataly? tu comentario me encantó ¿por qué lo suprimiste? BUUUUAAAHHH :(
EliminarMuchas Gracias a todas por sus increíbles y maravillosos comentarios. Realmente disfruté mucho escribiendo esta capítulo. Les recomiendo fijarse en la parte de la playa: entre mis planes futuros, tengo pensado escribir un fanfiction tipo comedia, con poco drama y más humor, el cual será narrado en su mayoría por Arizona, donde sus pensamientos serán plasmados tal como en este capítulo. Díganme ¿les gusta la idea?
ResponderEliminarhola jejeje fallas técnicas q suprimieron el texto :p
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