Epidemia – Capítulo 28 – Say Goodbye –
Decir Adiós
Casi a las 5:00
a.m., Arizona abrió los ojos, sintiendo de inmediato el vacio en el lado de la
cama donde se supone Callie debería estar durmiendo, extrañada, levantó la
vista para ver si se veía alguna luz a través de la rendija de la puerta del
baño, pero no, estaba oscuro. Aún así, para asegurarse se paró de la cama y
abrió la puerta, pero estaba vació. De pronto miró de reojo la rendija de la
puerta de la habitación y se percató que una tenue luz se filtraba por debajo,
entonces se imaginó que la luz de la cocina estaba encendida, y pensó que
probablemente Callie había tenido sed y se había levantado a tomar agua, así
que se volvió a acostar en la cama.
No obstante, los
minutos comenzaron a pasar, había transcurrido demasiado tiempo para que la
ausencia de Callie obedeciera a un vaso de agua, así que se levantó de nuevo,
se colocó su bata y salió hacia la sala. Colocando una mano sobre sus ojos,
para tratar de adaptar su visión a las luces encendidas, Arizona se sorprendió
cuando vio a Callie, totalmente vestida, recostada de una ventana, mirando
hacia la calle.
Arizona alarmada, le
preguntó: -¿Qué ocurre Callie?, ¿Por qué estas despierta a esta hora?, ¿Por qué
estas vestida?
Callie no le
contestó, guardó silencio, mientras su mirada permanecía fija hacia algún punto
distante, lejano.
Entonces Arizona,
más alarmada aún, pero sin imaginarse qué estaba pasando, se acercó a su lado y
colocando una mano sobre su brazo, le dijo:
-Callie, por favor,
respóndeme ¿qué ocurre?
En ese momento a
Callie no le quedó más remedio que mirar a Arizona, algo que había estado
evitando desde que ella había recordado todo mientras hacían el amor.
Cuando sus miradas
se encontraron, Arizona, consternada, se dio cuenta que Callie tenía los ojos
totalmente enrojecidos, claro síntoma de que había estado llorando muchísimo.
Además percibió angustia en su mirada, como si estuviera confundida, del brillo
que la había caracterizado ya sólo quedaba un vestigio, en su lugar había una
mezcla de sentimientos que no podía leer.
Arizona, totalmente
confundida, pero sumamente preocupada, le preguntó a Callie con ternura: -¿Qué
te ocurre mi amor?, ¿por qué has estado llorando?
Para sorpresa de
Arizona, Callie se precipitó hacia ella y la abrazó con todas sus fuerzas
entrelazando sus brazos alrededor de su cuello, mientras que al mismo tiempo
rompía en llanto de nuevo. Arizona desconcertada, notó que Callie estaba
temblando, por primera vez en su vida la percibió frágil, era como si Callie se
estuviera hundiendo, así que Arizona por instinto la abrazó con más fuerza. A
pesar de que la intriga la estaba matando, prefirió quedarse en silencio y esperar
pacientemente a que Callie se calmara, de modo que fuera capaz de hablar. Hasta
ese momento Callie no había abierto la boca para decir nada.
Unos momentos
después, Callie sin soltar el abrazo y sin mirar a Arizona, finalmente dijo con evidente
tristeza en su tono de voz:
-Arizona, no he
podido dormir en toda la noche, lo único que hecho es llorar… Callie hizo una
pausa, inspiró aire y agregó: …-Cuando estábamos haciendo el amor, recuperé la
memoria, recordé todo.
Arizona se
estremeció, sintió que se le heló la sangre y cuando unió cabos y se dio cuenta
que Callie estaba vestida, lista para salir, una ola de pánico le atravesó la
columna vertebral, mientras sentía como se alborotaban dentro de su alma sus
mayores temores.
Sin soltar el
abrazo, alejó su rostro un poco para tratar de encontrarse con la mirada de
Callie de nuevo, pero ella mantenía su mirada hacia abajo, era evidente que
ella se resistía a mirarla a los ojos. Sin embargo, Arizona, necesitaba
desesperadamente tratar de leer su mirada, adivinar que estaba sintiendo Callie
en esos momentos, así que le dijo, casi en un tono suplicante:
-Por favor Callie,
mírame a los ojos, dime qué sientes…
Callie finalmente
levantó la mirada y llorando le contestó:
-Arizona, recordé
todo, ahora siento que te amo el doble, pero estoy muy confundida, porque
también estoy sintiendo un inmenso dolor, porque los recuerdos tristes están
demasiado frescos en mi mente, es como si aquello hubiera ocurrido sólo unas
pocas horas atrás y yo estuviera sentada en ese mismo sofá, con una botella de
vino en la mano, sola, con el alma destrozada, con mis sueños e ilusiones
desechos y con enormes deseos de llorar. Arizona, te amo, no tengo rencor, ni
rabia, solo dolor, pero estoy muy confundida, siento como si el dolor y el amor
estuvieran luchando una guerra a muerte dentro de mi alma tratando de obtener
el control…
…-Arizona, tu y yo
estamos mucho más unidas de lo que alguna vez estuvimos, ahora lo se, no sólo
eres el amor de mi vida, ahora también eres mi mejor amiga, pero por más que
trato de luchar contra este dolor que siento, no lo logro, sólo deseo llorar…
Callie no pudo seguir hablando, se aferró a Arizona de nuevo y se puso a llorar
otra vez.
Arizona sintió como
su propia alma se partía en dos en ese momento, todos los sentimientos de
culpa, todos los remordimientos por haberle causado tanto daño a Callie con ese
abandono, todos los demonios que había tratado desesperadamente de enterrar en
lo más hondo de su ser también estaban luchando dentro de ella para obtener el
control, se sentía impotente, desesperada, en ese momento se dio cuenta que
ella nunca se perdonaría a sí misma haberle causado tanto daño, Callie no se
merecía ese sufrimiento, nunca se lo mereció y ella lo había causado.
Arizona comenzó a llorar,
desesperadamente, sólo alcanzó a decirle a Callie con voz temblorosa: -Callie,
por favor, perdóname, perdóname, yo nunca quise hacerte daño, pero se que lo
hice, perdóname, por favor, perdóname… Arizona, hizo una pausa, dudando si
podía pronunciar esas palabras ahora, pero era lo que sentía, así que lo dijo:
…-Te Amo.
Arizona sintió un
pequeño alivio cuando notó que Callie en el mismo momento en que ella pronunció
esas palabras, la abrazó con más fuerza. Y en ese momento lo entendió, Callie
se abrazaba a ella desesperadamente para evitar hundirse en ese dolor que la
estaba ahogando.
Así permanecieron
varios minutos llorando y abrazándose mutuamente con todas sus fuerzas, luego
cuando ambas de calmaron, Callie se dejó caer en el sofá recostando su cabeza
en el respaldar y Arizona se sentó a su lado, tomándola de la mano, en
silencio.
Unos minutos después,
Callie tomó aire para hablar. Mirando a Arizona a los ojos y sin soltar su mano
le dijo:
-Arizona, yo se que
te hice una promesa, y no tengo intensiones de librarme de esa promesa, yo
tampoco quiero perderte, pero me vestí porque tomé una decisión, necesito un
poco de tiempo y de espacio, no quiero vivir aquí contigo mientras yo me sienta
así, no quiero correr el riesgo de que nos hagamos daño sin necesidad. Estaba
esperando que te despertaras, para tomar algunas de mis cosas e irme a un
hotel, necesito estar sola un tiempo, espero que lo entiendas.
Un rayo de profunda
decepción y miedo atravesó el alma de Arizona, ella no quería alejarse de
Callie, no quería que Callie se alejara de ella, sabía que podía perderla y
esta vez para siempre, pero no podía negarse, no tenía ningún derecho a
negarse, así que sólo se atrevió a preguntar:
-Callie ¿estás
segura que no podemos resolver esto juntas?
Callie le contestó:
-Sí, estoy segura. Y diciendo eso se paró y entró a la habitación, tomó un
maletín del closet y comenzó a guardar alguna ropa y otros objetos personales
dentro de el. Arizona, la siguió a la habitación, sintiendo como su corazón se
rompía poquito a poco con cada cosa que Callie metía en esa maleta.
Arizona, tenía mucho
miedo de perderla, tenía mucho miedo de que la noche anterior fuera la última
que habían disfrutado juntas, sus ojos se llenaron de lágrimas cuando recordó
de nuevo aquellas palabras, esas palabras que eran como puñales que le
atravesaban el alma, cada vez que acudían a su memoria: “Arizona, tú perdiste
el amor que yo más amé”
Callie terminó de
empacar sus cosas en pocos minutos y se dirigió a la puerta del apartamento
dispuesta a salir. Cuando la abrió, se volteo a ver a Arizona y le dijo con
ternura: -Necesito estar un tiempo sola, no te estoy abandonando, yo nunca
haría algo así, sólo necesito tiempo, por favor, no me busques, ni me llames,
necesito pensar. Y diciendo eso, se marchó cerrando la puerta tras de sí.
Con el alma vuelta
añicos, esta vez fue Arizona quien se dejó caer en el sofá, esta vez era ella
la que tenía muchas ganas de llorar porque sus mayores temores se estaban
haciendo realidad y se dio cuenta de lo
que se siente cuando alguien que amas, da media vuelta y te deja atrás.
Durante todo el
tiempo que Callie permaneció sin recordar lo que había pasado, y en especial en
esas últimas semanas, desde que ella le había pedido que trataran de vivir el
presente, aquella noche en Newport Beach, Arizona casi había relegado al fondo
de su conciencia las consecuencias de sus actos, últimamente sólo había sentido
a veces miedo de la reacción de Callie hacia ella por ese recuerdo, pero ahora
que la vio llorar, temblar y hundirse en ese dolor que la estaba ahogando, y
que Arizona tomó conciencia nuevamente de todo el daño que había causado, ya no
sólo sentía miedo de perderla, ahora la culpa y el remordimiento retomaron sus
posiciones para atormentar de nuevo su alma.
Arizona lloró
todavía más, cuando se percató que Callie sólo le había pedido un tiempo, que
en el fondo aún tenía esperanzas, con suerte eso sólo sería un hasta luego, mientras
que lo que ella le había hecho al dejarla atrás en ese aeropuerto, fue un
abandono real.
Arizona en ese
momento pudo sentir en carne propia una aproximación del inmenso dolor que sintió
Callie al ser abandonada, era como le dijo ella una vez, se siente como si el
corazón se partiera en mil pedazos, entonces Arizona, lloró aún más, lloró por
Callie, por sus tres abandonos, por el corazón que le habían roto una y otra
vez.
En ese preciso
momento ella recordó sus palabras en aquel ascensor: “…Cuando tú te fuiste y me dejaste, yo no tenía escudos, yo confiaba en
ti, en tu amor y el dolor que me causaste llegó directo a mi corazón y me lo
partió en mil pedazos. Arizona, ya yo no tengo un corazón para darte, ya no
tengo nada que ofrecer, no tengo sueños ni ilusiones que compartir, yo estoy
derrotada, ¿lo comprendes?”
Arizona se dijo para
si misma en ese momento: “Callie te comprendo, ahora que te vi salir por esa
puerta con una maleta en la mano, casi sé lo que sentiste cuando te dejé en
aquel aeropuerto, te amo, pero ahora que estoy experimentando sólo una fracción
de ese dolor y que sé cuánto daño causé, sé que no te merezco”. George O´Mallie
no la merecía, Érica Hahn no la merecía y ella tampoco la merecía, ella mucho
menos.
Y cuando pensó que
ya tenía suficientes razones para llorar, recordó lo que Callie acababa de
hacer, en lugar de despreciarla y de rechazarla, al haber recordado el inmenso
dolor que ella le causó, Callie la había abrazado llorando, en ningún momento
le dijo una palabra hiriente, todo lo contrario, todo lo que le dijo, lo hizo
con un tono tierno, lleno de amor. El corazón de Callie era demasiado noble y
grande, un corazón que jamás mereció haber sido roto de esa manera, Callie
nunca mereció que le hicieran tanto daño.
Arizona, aún a pesar
del inmenso dolor que sentía, y de la culpa que le estaba corroyendo el alma,
no pudo evitar darse cuenta que su amor hacía Callie ahora era mayor, no podía ignorar
eso, el redescubrir la nobleza de sus sentimientos. Quizá ella no se merecía a
Callie, pero en ese mismo instante se juró a sí misma que si ella regresaba y
la perdonaba, la vida no le iba a alcanzar para darle toda la felicidad que
ella se merecía, viviría para hacerla feliz, para amarla todos y cada uno de
los días de su vida. Para curar con todo el amor que sentía por ella las
heridas de ese inmenso y noble corazón que ella poseía, el corazón que George
O´Malley, Érica Hahn y ella muy particularmente habían roto al dejarla sola,
triste y abandonada sin ni siquiera mirar atrás.
….
Una semana después,
Callie aún permanecía en la habitación del hotel, era irónico, le habían
asignado la misma habitación donde vivió con George O´Malley. Prácticamente no
había salido de allí en toda la semana, para comer solía pedir servicio a la
habitación, ella no quería hablar con nadie, su mente era un torbellino de
ideas encontradas y opuestas, sus sentimientos también.
Extrañaba a Arizona,
la extrañaba demasiado, pero no quería herirla, no quería que la viera
sufriendo el dolor que ella sentía en esos momentos y por los cuales Arizona se
sentía responsable. Y, sí, ella era la responsable de ese dolor, pero, después
de todo lo que había luchado para reconquistarla luego del accidente, Callie
sentía que Arizona no se merecía verla así, presenciando en primera fila el
daño que había causado, permanecer a su lado en estos momentos sólo alimentaría
sus sentimientos de culpa y sus remordimientos y Callie no quería eso, no
quería que ella viera lo mal que se sentía por los recuerdos recientes de aquel
abandono.
Callie prefirió
llorar sus heridas ella sola, sin que Arizona la viera sufrir, tenía que
sacarse todo ese dolor libremente, llorando cuando sintiera deseos de hacerlo.
Con Arizona a su lado no hubiera podido, y eso hubiera sido peor. Callie en el
fondo, tenía todas las intensiones de regresar, no quería perder a Arizona,
pero quería regresar limpia, sin dolores, sin penas, sin reproches directos o
tácitos.
Luego de esa semana
de soledad auto-impuesta, Callie sintió la necesidad de hablar con alguien,
necesitaba desahogarse con alguien y compartir sus sentimientos y pensamientos.
Pensó en Mark, pero aunque el seguía siendo su mejor amigo, ella sintió que
necesitaba a alguien más neutral, que la estimara tanto a ella como a Arizona.
De pronto, supo con quien quería hablar: Teddy Altman, ella había sido la
artífice de la reconquista que Arizona inició, y lo más importante, Teddy
admiraba la relación de ambas, ella siempre le diría cosas que las unieran y en
el fondo Callie necesitaba escuchar esas cosas, necesitaba reafirmar todas las razones
por las cuales debía regresar a los brazos de Arizona.
Con la decisión ya
tomada, Callie encendió su celular, el que había tenido apagado durante toda
esa semana y discó el número de Teddy. Al segundo repique, Teddy contestó,
visiblemente emocionada:
-Callie,
¡resucitaste! ¿Cómo estás?. He estado preocupada por ti. Arizona me contó lo
que pasó.
-Hola Teddy, estoy
bien. Te estoy llamando para pedirte un gran favor, como amiga.
-Lo que sea, dime
-Después de una
semana, siento necesidad de hablar con alguien y si no tienes inconveniente me
encantaría que ese alguien fueras tú, ¿Podrías?
-Por su puesto, me
siento halagada
Callie sonrió, y
dijo: -Bueno, tampoco es que soy alguien tan importante como El Papa o algo así
Teddy se rió y dijo:
-Tú y Arizona son más importantes para mí que propio Papa, ambas son mis amigas
y a ambas las aprecio.
-Es por eso
precisamente que fuiste la elegida, dijo Callie sonriendo
-Genial, dime ¿dónde
nos vemos?
-¿Te parece bien en
el Restaurant del Hotel Archfield?, aquí estoy alojada.
-Perfecto, ¿te
parece mañana a las 11:00 a.m.?. A esa hora tenía una cirugía pero la
cancelaron.
-Sí, seguro
Teddy dudó, pero al
final le preguntó a Callie:
-¿Puedo decirle a
Arizona que me llamaste?. Ella ha estado muy preocupada por ti.
-Puedes decirle que
te llamé para que sepa que estoy bien, pero por favor, no le digas que vamos a
reunirnos, no quiero crearle falsas expectativas ¿me comprendes?
-Te entiendo
-Gracias Teddy,
entonces es oficial, nos vemos mañana a las 11:00 a.m. en el Restaurant del
Hotel.
-Allí estaré
-Gracias Teddy, nos
vemos
-Nos vemos
Teddy colgó el
teléfono, ella estaba en la Cafetería cuando Callie la llamó. Cuando levantó la
vista vio a Arizona dirigiéndose hacia la mesa donde ella se encontraba. Ambas
se saludaron y Teddy la invitó a sentarse a su lado.
Teddy, le preguntó:
-¿Cómo te sientes?
Arizona entendió
enseguida la razón de la pregunta de Teddy, así que le contestó:
-Triste, extraño
mucho a Callie y ni siquiera sé cómo esta ella, ni dónde está.
Teddy le respondió:
-Ella está bien, de
hecho me acaba de llamar, recién terminé de hablar con ella
Arizona se emocionó:
-¿En serio?, ¿Qué te dijo?, ¿Cómo está?, ¿Dónde está?
-Ella está bien, de
hecho me dijo que te dijera que ella está bien. Está alojada en el Hotel
Archfield
-¿Te dijo eso?,
quiero decir, que me dijeras que ella está bien?
-Sí
-¡Oh Dios!, ese
Hotel es muy costoso, ella está pagando un hotel, mientras yo estoy viviendo en
su apartamento, eso no me parece justo. ¿Sabes Teddy?. Estaba pensando pedir
permiso aquí e irme uno o dos meses a San Diego, a casa de mis padres. Después
del accidente que sufrieron, donde los pude perder a ambos, me hizo darme
cuenta que casi nunca los visito. Esta sería una buena oportunidad, además,
todo en este hospital me recuerda a Callie y quiero estar ahora en otro lugar,
te confieso que cada día que pasa pierdo más las esperanzas, ahora sé que yo no
la merezco, le hice mucho daño.
-¿No me digas que la
vas a abandonar de nuevo?. Ten fe Arizona, esto debería ser algo temporal,
Callie te ama.
-Yo se que me ama, y
no, no la estoy abandonando, ella sabría perfectamente dónde buscarme, pero eso
que me acabas de contar de que está viviendo en un hotel y tan costoso no me
parece justo, ya le he causado muchos problemas para encima apropiarme de su
apartamento.
-Siendo así, es una
opción si te hace sentir mejor. Pero no me gusta oírte decir que tú no la
mereces, creo que estas siendo muy dura contigo misma. Es cierto, cometiste un error, pero has hecho
hasta lo imposible para enmendarlo y estoy segura que la propia Callie también valora
eso.
-Eso espero, sin
embargo, después que la vi salir con una maleta en la mano, tuve una idea
bastante aproximada de cuanto la herí, así somos los seres humanos, sólo somos
capaces de entender el dolor de los demás cuando nosotros mismos lo hemos
experimentado, y sí, me partió el alma verla irse y allí lo comprendí, aún no
me atrevo siquiera a imaginarme lo que ella sintió cuando yo di media vuelta y
me monté en ese avión dejándola atrás por una beca, ¡por una beca!, ¡Por Dios!,
metí la pata, la metí hasta el fondo. Y si hubiera sido la primera vez que
alguien la abandonaba, quizás le hubiera dolido un poquito menos, pero Teddy,
era su tercer abandono. Eso fue el colmo.
-¿Parece que todos
tus demonios han vuelto?
-Es posible, pero
esa es la verdad. En el fondo, no se como Callie pueda perdonarme, si yo misma
no me lo perdono, mucho menos después que la vi sufriendo por eso, aquel día
que lo recordó todo y se marchó del apartamento. Tenías que haberla visto, con
los ojos rojos de tanto llorar, con esa mirada perdida, evasiva, confundida. Luchando
entre el dolor y el amor. No Teddy, yo no creo que ella me perdone.
-Tú ¿la perdonarías
a ella si hubiera sido al revés?
-Eso es lo más
triste Teddy, ella jamás me hubiera dejado abandonada en un aeropuerto por una
beca. Ella si sabía que yo era lo más importante para ella, yo fui el amor que
ella más amó, ¿recuerdas?.
-Tú sigues siendo el
amor que ella más ama, estoy prácticamente segura de eso. Además, ella sólo te
pidió tiempo, ella no te ha abandonado y sinceramente no creo que lo haga. Tú
misma lo acabas de decir, y tú sigues siendo lo más importante para ella,
quizás tú estabas ciega en aquel momento, pero Callie no, ella sabe lo que
quiere, en el fondo lo sabe y al final no va a elegir el dolor, va a elegir el
amor, esa es su naturaleza, sólo dale el tiempo que ella misma te pidió, pero
no pierdas la fe, ella volverá a ti.
-Eso espero Teddy,
eso espero. Aunque no tengo demasiadas esperanzas, esta vez me está costando
mucho ser la persona que cree en polvo de hadas y estrellas, no después que la
vi sufriendo así y mucho menos cuando experimenté en carne propia sólo un
pedazo, un pedacito de ese dolor. Imagínate, Teddy, estoy aquí en este hospital
sintiéndome miserable, sabiendo que Callie está en esta misma ciudad, alojada
en un hotel y la extraño, la extrañó demasiado, tanto que sólo quiero poner
tierra de por medio para tratar de que me duela menos…
…-No puedo ni
imaginarme, cómo se sentiría ella, recorriendo los pasillos de este mismo
hospital durante tres meses, sabiendo que el amor de su vida la había
abandonado para irse a África. Tú misma me lo dijiste aquel día Teddy, cuando
hablamos por teléfono, ella dejó de comer, dejó de dormir, se abocó por
completo a su trabajo y estaba sufriendo. Seguro como que el infierno existe,
que estaba sufriendo y mucho.
-Arizona has
repetido hasta el cansancio cuanto te dolió verla así, sufriendo por los
recuerdos recién instalados en su memoria de nuevo ¿no te ha pasado por la
cabeza que esa es una de las razones por las cuales ella se marchó del
apartamento?
-¿Qué quieres decir
Teddy?
-Es posible que ella
no quería que la vieras así, sufriendo por eso, mientras tú te carcomías de
culpas y remordimientos y si eso es verdad, esa es una prueba más de lo mucho
que te ama, ella no quería que tú sufrieras por su dolor. No quería castigarte
por lo que pasó, por eso necesitaba esta sola.
-Con el enorme
corazón que Callie tiene, eso no me extrañaría en absoluto. ¡Por Dios!, Teddy,
la amo, la amo demasiado, y te confieso que mis únicas esperanzas están puestas
en la nobleza de sus sentimientos. La hubieras visto Teddy, aún sufriendo por
lo que yo le había hecho, me trató con dulzura, midiendo sus palabras para no
herirme. Sí, es muy posible que en eso tengas razón, ella no quería que yo la
viera así, incluso, ahora que recuerdo, ella me dijo que no quería vivir
conmigo mientras ella se sintiera así, que no quería que nos hiriéramos sin
necesidad.
-Lo ves, ella te ama
-Yo no dudo que me
ame
-Entonces si sabes
eso, deberías saber que ella volverá a ti, ella va a elegir el amor, ya lo
verás...
En ese momento la
conversación se interrumpió, el beeper de Teddy sonó, era un 911.
Teddy le dijo,
mientras se paraba de la silla:
-Arizona sacúdete
esos demonios, esa no es tu naturaleza, y ten fe, ella va a volver a ti
-Tú estás más segura
que yo
-Claro, yo estoy
viendo el bosque, mientras tú insistes en seguir viendo el árbol. Y el bosque
amiga mía, es que ustedes dos se aman.
Arizona sonriendo
por la analogía de Teddy, le dijo: -Gracias Teddy, eres una excelente amiga
-Eso intento, dijo
Teddy con una sonrisa dibujada en su rostro.
Mientras Teddy se
marchaba, ella agradeció que Callie la llamara para reunirse, esa conversación
con Arizona podía resultarle muy útil para tratar de unirlas de nuevo, sabiendo
exactamente cómo se sentía Arizona por todo lo que había ocurrido. Ella
trataría por todos los medios de convencer a Callie. Sólo esperaba que los
demonios de ella fueran más benignos que los de Arizona, de lo contrario, la
tarea de reunirlas sería mucho más difícil
Arizona, por su parte,
se quedó pensando las palabras de Teddy, quizás ella tenía razón, deseaba con
todo su corazón que así fuera, no obstante, había tomado una decisión,
independientemente de lo que ocurriera entre Callie y ella, no le parecía justo
que siguiera viviendo en un hotel, más aún cuando ella quería alejarse del
hospital y aprovechar el mal momento para visitar a sus padres. Así que se paró
de la silla y se dirigió rumbo a la oficina del Jefe Webber, para pedirle ese
permiso y ausentarse por lo menos un mes del hospital. Si el jefe le daba
permiso, mañana mismo se iría rumbo a San Diego, California.
….
Al día siguiente, Teddy
llegó al Restaurant del Hotel Archfield, a las 10:50 a.m., diez minutos antes
de la hora que había acordado con Callie, quiso llegar temprano para asegurarse
de estar a tiempo, de modo de no hacerla esperar. Cinco minutos después vio a
Callie entrando al restaurant. Cuando ambas se miraron compartieron una sonrisa
y luego de saludarse Callie se sentó, ella fue la primera en hablar:
-Teddy muchas
gracias por aceptar mi invitación, Es un poco temprano pero si quieres
almorzamos, Yo invito
-Gracias a ti Callie
por invitarme y me parece genial que almorcemos, estoy muerta de hambre
-Perfecto, voy a
pedir la carta entonces. Callie levantó la vista y le hizo una seña al mesero
para que le trajera la carta.
Una vez que la carta
llegó, Teddy la abrió pero le dijo a Callie: -Tú eres la experta, ya llevas una
semana aquí, ¿Qué me recomiendas para comer?
-Todas las carnes
son excelentes, especialmente el T-Bone Steak
-Ok, dijo Teddy,
-T-Bone Steak, será entonces.
-¿Te provoca una
copa de vino tinto para acompañarlo?
-Sí, pero sólo una,
el vino y yo nos llevamos muy bien, pero el vino, el hospital y yo no tanto y
más tarde tengo que regresar.
-Seguro
Callie hizo el
pedido al mesonero y mientras esperaban la comida, Callie comenzó a hablar:
-Teddy, antes de
todo dime algo ¿cómo esta Arizona?
-Ella te extraña
mucho Callie, se siente miserable sin ti, además los sentimientos de culpa se
la están comiendo viva. Ella está perdiendo las esperanzas de recuperarte.
Callie le dijo con
pesar:
-Lamento escuchar
eso, yo no quiero que ella sufra ¿sabes?
-Lo se. En parte,
por eso me llamaste ¿cierto?
-Si, Teddy, te llamé
porque luego de una semana de estar como un león enjaulado en mi habitación,
por voluntad propia, sentí la necesidad de hablar con alguien y me pareció una
idea excelente que ese alguien fueras tú, básicamente tu siempre has sido una
persona pro Callie y Arizona, y necesito justo ahora que alguien me recuerde
por qué debo volver con ella...
…-Yo también la
extraño, pero esta semana ha sido muy dura, tengo una batalla dentro de mi
misma entre el dolor que me causó lo que recordé, me refiero a lo que pasó en
aquel aeropuerto y mi amor por Arizona. En pocas palabras Teddy, necesito ahora
mismo una “Doctora Corazón” y quien mejor que tú, una cirujana cardiotorácica,
dijo Callie sonriendo
Teddy también se
sonrió, ante la comparación entre su especialidad y lo de “Doctora Corazón”, además
se alegró por la actitud de Callie, sin duda mucho mejor que la de Arizona en
estos momentos. Teddy le dijo:
-Callie me alegro
que tengas esa actitud y dime ¿Quién va ganando esa batalla? ¿El dolor? ó ¿El
amor?
-El amor… eso espero
-Genial. ¿Sabes
Callie?, yo a estas alturas, creo conocer bastante bien la relación de ustedes
dos y como tú misma dijiste, soy totalmente pro Callie y Arizona, ustedes
siempre han sido mi inspiración como pareja y no me gusta verlas separadas. Por
eso te quiero decir de una vez y con sinceridad lo que yo pienso ¿estás de
acuerdo?
-Por supuesto Teddy,
te lo agradezco
-Genial…, dijo Teddy
sonriendo, luego continuó: …-Verás, cuando Arizona se marchó a África, yo intuí
que lo que más dolor te causó, más que el abandono en sí mismo, fue pensar que
Arizona no te amaba ¿me equivoco?
Callie lo pensó por
un momento, luego contestó:
-Eso es cierto, yo
llegue a pensar que ella no me amaba, que yo sólo había sido una distracción
para ella. Básicamente perdí la confianza en que ella me hubiera amado alguna
vez y por eso cuando ella regresó yo me rehusé a seguir con ella, no creía en
su amor y por lo tanto, pensé que esa falta de amor, no le impediría
abandonarme de nuevo, si se presentaba otra oportunidad. Y yo no quería exponerme
a más abandonos, créeme, tres fueron suficientes, no más.
-Exacto…, dijo Teddy
sonriendo, esperanzada por la actitud de Callie, luego agregó:
-Ok, entonces la
pregunta más importante que tengo para ti ahora es: Después de haber recordado
todo lo que has vivido con Arizona, lo bueno y lo malo y luego de saber todo lo
que Arizona ha hecho para reconquistarte, cuando perdiste la memoria, a riesgo
incluso de que ustedes se separaran cuando tú recordaras lo que pasó, lo que en
efecto está ocurriendo justo ahora, ¿aún dudas del amor de Arizona hacia ti?,
¿todavía tienes miedo de que ella pueda abandonarte de nuevo?
Callie contestó con
absoluta seguridad en su voz: -No, ya no dudo de su amor hacia mi, yo se que
ella me ama, me lo ha demostrado de mil maneras, y sé que ella no me
abandonaría de nuevo
Teddy le preguntó:
-¿Entonces porque estás viviendo en este hotel? Deberías estar con Arizona
-Teddy, yo decidí
mudarme porque me sentía muy confundida, como te dije antes, tenía y aún tengo
una lucha dentro de mí misma, entre el amor que siento por Arizona y el dolor
que sentí cuando recuperé la memoria. Fue un golpe, lo sentí demasiado fresco,
como si hubiera ocurrido el día anterior, y yo quise alejarme, necesitaba un
poco de tiempo y de espacio, además, no quería que Arizona me viera así, ella
se cree responsable de ese dolor, y no está tan equivocada, pero yo no quería
que ella lo viera, no quería alimentar sus sentimientos de culpa y su
arrepentimiento. Yo sufrí, es cierto, pero ella también ha sufrido mucho por lo
que pasó, no me pareció justo
Teddy sonrió
satisfecha cuando se dio cuenta que tenía razón, que una de las razones por las
cuales Callie se alejó era para no herir a Arizona, la conversación iba muy
bien y Teddy tenía toda la intensión de seguir empujando, así que le dijo a
Callie:
-Arizona me contó
una de las conversaciones que ustedes tuvieron, cuando estabas en el hospital,
tú le dijiste que el pasado no lo sentías tuyo, porque no lo recordabas, que tú
futuro era incierto porque dependía de que recuperaras o no la memoria, que lo
único que sentías tuyo era el presente y en ese presente lo más importante era
Arizona ¿lo recuerdas?
-Sí, lo recuerdo
-¿Y tú no crees que
deberías aprender una lección de tus propias palabras?
-¿A qué te refieres?
-Eso que le dijiste
a Arizona es una verdad tan grande como una casa, y aplica tanto para las
personas que han perdido la memoria como para las que no, no hay nada más
lejano e inalcanzable que el pasado, nada de lo que hagamos puede cambiarlo. El
futuro, tampoco nos pertenece, y por lo tanto es tan lejano e incontrolable
como el pasado. Con memoria o sin ella, lo único que depende de nosotros es el presente,
y si me lo permites, creo que estas ahora en este hotel perdiendo el presente
que puedes compartir con Arizona, por un dolor que ocurrió en el pasado, por un
dolor que no se va a repetir, porque como tú misma lo acabas de afirmar,
Arizona no te abandonaría de nuevo.
La sonrisa marca
registrada de Callie apareció en su rostro y se le iluminó la mirada, Teddy
tenía un punto, tenía razón, era algo similar a lo que su perrito Snoopy le
había enseñado, no preocuparse por un futuro incierto, mientras que Teddy ahora
le estaba diciendo que el pasado no puede alterarse y no vale la pena sufrir
por ello, mucho menos cuando se tiene la absoluta seguridad que algo así no se
repetiría de nuevo. En ambos casos, la conclusión es la misma: disfrutar el
presente, que es lo único sobre lo cual tenemos control. Callie en ese momento
pensó l que tenía que hacer: un esfuerzo
para tratar de borrar de su corazón ese dolor del pasado y seguir adelante con
Arizona. Por su puesto, decirlo era un poco más fácil que hacerlo porque aún
sentía ese dolor y Callie no sabía cómo borrarlo de una sola vez.
Mientras Callie
pensaba eso, el mesonero llegó con la comida, y ambas se dispusieron a saborear
su plato, que se veía espectacular.
Justo cuando estaban
terminando de comer, el teléfono de Callie repicó una sola vez, ella vio la
pantalla, era un correo de Arizona:
“Callie, ayer Teddy
me comentó que estabas viviendo en un hotel, que yo se, es costoso, y no me
parece justo que tu estés en un hotel mientras yo ocupo tu apartamento. Pedí un
permiso en el hospital para ausentarme al menos un mes, voy a visitar a mis padres
en San Diego. Ya tú sabes cómo llegar y espero que lo hagas, o que me llames,
yo regresaría enseguida por ti. Se que necesitas espacio y tiempo y yo pienso
dártelo, pero quiero que sepas que te extraño mucho y que te amo. Y lo que más
deseo es que me puedas dar otra oportunidad, que algún día puedas perdonarme
todo el daño que te causé. Puedes mudarte a tu apartamento hoy mismo, si lo
deseas, yo voy camino al aeropuerto. Te amo… pase lo que pase siempre te amaré.
A.”
Callie leyó el
mensaje y dudo si devolverle o no una respuesta, pero aún no se sentía
totalmente segura de lo que podría decirle, no todavía. Eso la molestó un poco,
así que pensó en voz alta: -Genial, le pido espacio y me regala el estado
completo.
-¿Qué ocurre?,
preguntó Teddy
-Arizona, me acaba
de enviar un mensaje diciendo que va rumbo al aeropuerto, se va a casa de sus
padres en San Diego por un mes o más, que puedo mudarme hoy mismo al
apartamento si lo deseo.
-Te dije que se
sentía miserable, por eso quiso alejarse del hospital. Ayer conversamos y ella
me dijo: “Estoy aquí en este hospital
sintiéndome miserable, sabiendo que Callie está en esta misma ciudad, alojada
en un hotel y la extraño, la extrañó demasiado, tanto que sólo quiero poner
tierra de por medio para tratar de que me duela menos. No puedo ni imaginarme,
cómo se sentiría ella, recorriendo los pasillos de este mismo hospital durante
tres meses, sabiendo que el amor de su vida la había abandonado para irse a
África.”
A Callie se le
arrugó el corazón al escuchar eso y dijo: -Teddy tienes razón, debo hacer todo
lo posible para alejar este dolor de mi corazón, es una pérdida de tiempo,
además, en el proceso Arizona está sufriendo y yo no quiero que ella sufra,
creo que las dos hemos sufrido suficiente ya.
Teddy le respondió:
-Me alegro que pienses de esa forma.
Mientras Callie
pedía la cuenta, le dijo a Teddy: -Gracias, agradezco tú sinceridad, además me
dijiste justo lo que necesitaba escuchar y un poco más.
-Me alegro y no
pierdas mucho tiempo sí, el presente hay que aprovecharlo al máximo, el pasado
es pasado y nadie puede saber lo que nos depara el futuro, tú más que nadie
deberías saberlo, que casi mueres cuando te atropellaron.
Callie pagó la cuenta
y se quedó pensando en las palabras de Teddy, eso también era cierto, por poco
murió en ese accidente, y si algo sabía como médico era la enorme fragilidad de
la vida, hoy estamos aquí, mañana no sabemos, así que le dijo a Teddy
sonriendo: -Tienes razón, mi querida Dra. Corazón.
Teddy sonrió y le
dijo: -Se que la tengo. Gracias Callie por esta invitación, me encantó
conversar contigo, ahora, si me disculpas, debo marcharme al hospital, en una
hora tengo que estar en el quirófano.
Ambas se pararon de
sus sillas y Callie le dijo:
-El placer fue mío,
te lo agradezco infinitamente.
Teddy sonrió y se
dispuso a marcharse, mientras Callie subió a su habitación, abrió la puerta, y
tomó su celular para releer el mensaje que Arizona acababa de enviarle, pero
cuando pasó el dedo por la pantalla táctil se encontró sin proponérselo con el
video que ella había hecho cuando la filmó roncando y babeándose mientras
dormía sobre ella luego de aquella noche de copas y de baile que pasaron en San
Diego antes de irse a Newport Beach. Callie, no pudo evitar sonreír al verlo,
luego levantó la vista al darse cuenta que ella nunca llegó a mostrárselo a
Arizona, fue entonces cuando se dijo a sí misma: “Callie, eres una tonta, estás
perdiendo el tiempo aquí, mientras…
….
Arizona iba en el
taxi rumbo al aeropuerto, se sentía inmensamente triste, dejar el apartamento
en el que había compartido tantas cosas con Callie, había resultado mucho más
duro de lo que ella se imaginó, sobre todo, porque cuando estaba saliendo con
sus maletas, se dio cuenta que si Callie no la perdonaba, probablemente nunca
más pisaría esa apartamento de nuevo. Ella no quería sentirlo así, pero no
podía evitar pensar que esa podía ser la despedida, el adiós para siempre.
Ella sabía que
Callie le había hecho una promesa, le prometió que nunca la dejaría a pesar de
todo, y también sabía que Callie fue sincera cuando le hizo esa promesa, pero
muy en su interior, también sabía que Callie no podía prometerle eso, porque en
ese momento ella no podía saber cómo iba sentirse cuando recordara lo que había
pasado.
El mayor temor de
Arizona era y seguía siendo que las palabras de esas promesas se hicieran
añicos cuando los recuerdos llegaran, y mientras los días pasaban y Callie
seguía lejos de ella, ese temor y esa convicción de perderla se hacía más y más
fuerte, no podía evitarlo, más aún cuando Callie no le había contestado el
mensaje que ella le había enviado. Ese silencio era casi una confirmación de
todos sus temores. Siendo honesta, Arizona no podía entender como Callie podría
perdonarla, cuando ni ella misma había podido lograr perdonarse a sí misma.
Aún así, Arizona le
había entregado su alma a Callie, aún sabiendo que podía perderlo todo, y de
eso no se arrepentiría jamás, aunque Callie no volviera a ella. En el fondo era
casi increíble que esto podía ser el adiós, que estaba perdiendo no sólo al
amor de su vida sino a su mejor amiga, la mejor amiga que había tenido en toda
su vida, la única persona a quien le había permitido entrar a su alma y a su
corazón, después de su hermano Tim. Pero lo hizo, conociendo los riesgos y
pasara lo que pasara, había valido la pena. Por lo menos, sí la perdía siempre
le quedaría la satisfacción de haber luchado con todo lo que tenía, de haber
entregado todo lo que tenía. Casi no podía creerlo, pero la realidad estaba
frente a sus ojos, sus ojos llenos de lágrimas, llenos de nostalgia…
Para agravar aún más
su ya decaído ánimo, en la radio del taxi, comenzó a sonar una canción que la
hizo sentir aún más triste, la letra era un reflejo casi exacto de cómo se
sentía ella en ese momento. Arizona no pudo evitar que las lágrimas salieran de
sus ojos a borbotones y se deslizaran por sus mejillas mientras escuchaba esa
hermosa, pero triste canción en la radio:
Hacer clip en el título
para acceder a la canción
Si
te parezco distante, cariño lo estoy
Las
palabras son como tijeras, en tus manos
Y
no hay un guión que seguir, así que cierro los ojos
De
esa manera no va a doler mucho,
Cuando
digamos adiós
Me
siento como una actriz, en un escenario
No
puedo creer, lo que estoy oyéndome decir a mí misma
Y
la luz del porche es mi marquesina,
Así
puedo interpretar esta mentira
De
esa manera no va a doler mucho,
Cuando
digamos adiós
¿Alguna
vez me amaste? ¿Acaso eso ahora importa?
¿Acaso
te diste cuenta, que todas la palabras se hicieron añicos?
Yo
sólo quiero abrazarte y decirte que lo siento
Pero
dejé todo en mi interior
De
esa manera no va a doler mucho,
Cuando
digamos adiós
Mi
corazón se siente como un circo
Es
demasiado para soportarlo
Es
duro perder a un amor
Pero
tú eras mi mejor amigo
Así
que voy a caminar por esta cuerda floja, sola esta noche
De
esa manera no va a doler mucho,
Cuando
digamos adiós
De
esa manera no va a doler mucho,
Cuando
digamos adiós
Arizona se bajó
del taxi aún con lágrimas en sus ojos, odiaba llorar y mucho más en público,
pero la tristeza que le invadía el alma le estaba ganando la batalla. Optó por
colocarse unas gafas de sol, ciertamente no había sol dentro del aeropuerto
pero le pareció que así podía tener un poco de privacidad.
Arizona se
dirigió al mostrador de la línea aérea, entregó el equipaje y obtuvo su ticket
de abordaje. El vuelo a San Diego, California saldría dentro de tres horas, así
que aún le quedaba una larga espera por delante. Primero se sentó un rato
frente a la puerta de abordaje asignada para el vuelo, después se puso a
caminar sin rumbo fijo por el inmenso aeropuerto. A pesar de la gran cantidad
de gente que deambulaba por todo el recinto, Arizona se percató de lo
terriblemente sola que se sentía, ella estaba sola…de nuevo.
Ella no se dio
cuenta hasta que fue demasiado tarde o quizás fue algo inconsciente, lo cierto
es que en su recorrido aleatorio se encontró con la misma puerta de abordaje
donde meses atrás había cometido el mayor error de toda su vida, el día que
había perdido el amor que más la amó.
Arizona miró,
sin querer mirar, hacia su derecha, aquella puerta de abordaje, que ahora
estaba desierta con un anunció que informaba una próxima remodelación. La
visión de ese gran espacio vacío, tan vacío como ella sentía su vida ahora,
hizo que las lágrimas acudieran a sus ojos otra vez. Agradeció tener las gafas
oscuras puestas, evitándose la incomodidad de las miradas curiosas de las
personas que se encontraban caminando a su alrededor. Era mucho mejor así, ella
no podía verse pero sabía que tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar, y lo
sabía porque sentía un ardor que casi le nublaba la vista.
No se quedó
mucho tiempo viendo esa puerta en particular, decidió regresarse hacía la que
le correspondía. Diez minutos después, ella proseguía su lento caminar, hasta
que finalmente se sentó frente a la puerta de abordaje. Ella buscó un pañuelo
dentro de su bolso para secarse las lágrimas y de pronto su mano tocó el
estuche que contenía el anillo de compromiso que había sido de su abuela, el
mismo que su padre le había dado para que llegado el momento, ella le
propusiera matrimonio a Calliope.
La cascada de
lágrimas no se hizo esperar, ese anillo volvería al mismo sitio de donde
semanas atrás lo había tomado, ese anillo posiblemente nunca estaría en las
manos de Callie…nunca.
Arizona se
sentía tan abrumada por el dolor, que tomó un pedazo de papel y un bolígrafo y
comenzó a escribir, necesitaba despedirse de Callie, liberarla, dejarla atrás,
tal como había hecho frente al ataúd de su hermano para decirle adiós. Arizona
comenzó a escribir:
Hacer clip en el
título para accede a la canción
Mi Calliope:
Es muy probable que esta carta nunca llegue a tus
manos, que nunca la leas, pero necesito dejarte ir, decirte adiós de alguna
manera y esta es la única cosa que puedo hacer ahora: escribirlo.
Sé que estoy aquí, llorando frente a este pedazo de
papel porque no supe ver a tiempo lo que tenía al frente, lo tenía todo y lo
perdí. Eres el ser más maravilloso y hermoso que alguna vez conocí y en el
fondo sé que tú mereces a alguien mucho mejor que lo que fuimos George
O´Malley, Erica Hahn y yo para ti. Un trío de estúpidos que no fuimos capaces
de valorarte y que a cambio de tu entrega lo único que hicimos fue lastimarte.
Espero que algún día me perdones de corazón por
haberte herido como lo hice, así como yo espero perdonarme a mí misma. Pero
quiero que sepas que a pesar de todo, siempre estaré agradecida por haberte
conocido, quizás yo no fui lo mejor que te pudo pasar, pero tú sí fuiste lo
mejor que pudo pasarme.
Gracias a ti conocí el amor verdadero, gracias a ti
pude descubrir que tenía sueños que había olvidado y aunque no los voy a hacer
realidad porque eres la única persona sobre la faz de la tierra con quien hubiera
querido hacerlo, ahora sé que los tuve y gracias a ti pude volver a soñar,
aunque sólo fuera por un tiempo. Gracias a ti conocí la inmensa dicha que se
siente cuando logramos entregarnos a otro ser humano, y aunque te haya perdido,
quiero que sepas que nunca me arrepentiré de haberte entregado mi cuerpo y mi
alma como lo hice.
Quiero que seas feliz Calliope, quiero que algún día
encuentres a una persona que realmente te merezca, que no te hiera, que no te
abandone, alguien que sea capaz de valorarte y de apreciarte sin lastimaste
como yo lo hice. Este es el final del camino para mí porque sé que te perdí y
por eso necesito liberarte, y decirte adiós.
Te amo y siempre te amaré. Amo todo lo que compartimos
y no cambiaría eso por nada del mundo.
Gracias por ser como eres, por haberme amado como lo
hiciste, por apoyarme y darme fuerzas cuando más lo necesité. Gracias por todos
tus besos, por todos tus abrazos, por todas tus sonrisas, por todas tus
canciones, por todas tus miradas llenas de amor, por todas las veces que me
hiciste reír a carcajadas, por aquella “tiny honey moon” que me regalaste, que
quizás sea la única luna de miel que tendré en mi vida. Gracias por todas las
veces que me sentí en el cielo cuando me hacías el amor. Gracias por todos tus
abrazos antes de dormir y por todos tus besos al amanecer. Gracias por haberme
dado tanto, a cambio de tan poco. Gracias mi amor.
Siempre te extrañaré, nunca voy a olvidarte y aunque
me obligaré a mi misma a sonreír de nuevo, lo más seguro es aún derramaré
muchas lágrimas por ti.
Pero te dejo libre, Adiós mi dulce Calliope, Adiós mi
amor
Tuya por siempre y para siempre,
Arizona
Con los ojos
inundados de lágrimas cayendo como una cascada por sus mejillas, Arizona dobló
el pedazo de papel y lo metió en un sobre, junto al estuche del anillo de
compromiso.
Escribir lo que
acababa de escribir no la hizo sentirse menos triste, pero por lo menos se
sintió ligeramente aliviada, todas y cada una de las palabras que acaba de
escribir eran su verdad, su triste verdad, pero no había nada que ella pudiera
hacer para cambiarla. La única que podía cambiar esa realidad era Calliope,
pero no quería tener esperanzas, porque tener esperanzas para verlas
destrozadas más adelante era más duro que abandonarlas de una vez.
Por eso decidió
escribir esa carta, tenía que liberar de su alma a Callie, dejarla libre,
soltarla aunque eso le causara un dolor que le quebraba el alma en dos mitades.
Nuevamente las
lágrimas acudieron a sus ojos, no podía dejar de llorar, no podía…
Esta historia continuará…
:´(
Creo que ahora podrán imaginar porque finalicé la
semana con el capítulo anterior y no con este, si me querían matar por dejarlas
colgadas con aquel, no puedo ni imaginarme lo que hubieran querido hacer de mi,
si las dejo llorando todo el fin de semana. Pero no se preocupen, este drama
acabará pronto, muy pronto. A mí, a diferencia de Shonda, me encanta ver a
nuestras Callie y Arizona felices, como debe ser. Publicaré el siguiente
capítulo el próximo miércoles para que la espera no sea tan larga. Mañana
martes, le toca el turno al Capítulo 22
de “Little Earthquakes”, historia que ya está en sus capítulos finales
(son 26 capítulos en total).
Me gano la curiosidad y la incertidumbre mientras todos los participantes del congreso están tomando un receso… después de tantas horas hablando sobre las teorías de Moscovici y la influencia social (exactamente 5 hrs) yo estoy aquí leyendo Epidemia.
ResponderEliminarNo pude leer bien el capitulo pero esta “corta venas” llegando a mi casa el miércoles lo leeré bien nada más quería que supieras que no pude con la incertidumbre
Nos vemos
Suerte y sigue así
Te Mando Abrazototeeeee!!
No hay mal que por bien no venga, mi querida Beatriz, así el miércoles podrás leer con calma este "corta venas" y el siguiente que parará la hemorragia. ¿Lista para despegar?... je, je, eso fue una travesura mía. Un abrazotototote para ti también y suerte con Moscovici y sus teorías.
EliminarWOOOOOOOOOOOO NO PUEDE SEEEEEER!!!!!!!
ResponderEliminarNo puedo esperar hasta el miercoles =(
La verdad es que vengo siguiendo estos fics desde Agosto, pero nunca comentaba nada por que....no sé xD
hasta que hoy día me dije: Nicooooo es hora de que hoyu comentes algo...y aquí estoy xD
Usted escribe realmente INCREIBLEEEEE!!!!!
Espero que tambien continue con el fics "Todo lo que hago, lo hago por ti" de la nueva temporada =)
un abrazoteeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!
P.S: le recominedo ver Rizzoli & Isles, es muuuuuuuuuuuuuuuy chistosa y buena, ojalá saque alguna historia de ahí, puesto que me encantaria leerla =)
Nicooooo es mi apodo xD
EliminarBueno Nicoooo, antes que nada, ¡Bienvenida al "Club de amigas de Epidemia"!, es un placer contar con tus comentarios. Gracias por ello y por seguir esta historia.
EliminarEl fic "Todo lo que hago, lo hago por ti" fue un fic de un sólo capítulo. Pero dependiendo de como se desarrolle la historia original, es posible que escriba algo más relacionado a la nueva temporada.
Y gracias por la recomendación con respecto a "Rizzoli & Isles", la tomaré en cuenta.
Un abrazo, Miki
Me divierto mucho con las teorías raras siendo sincera me estoy aburriendo un poquito pero que se le hace es trabajo (todas las personas que están aquí son mayores de 40 años soy la más peque y me miran raro como con prejuicios se preguntan que hace una persona joven aquí en un congreso como este)
ResponderEliminarMañana me toca exponer a mí me enfrento a mi mayor fobia hablar en público (espero no tartamudear u olvidar todo en plena presentación una vez me paso es horrible) y al mismo tiempo demostrar porque estoy aquí y represento a la universidad donde trabajo
Ahhhh!!
Muchas Suerte Beatriz, sé que lo vas a hacer bien. Lee los sabios consejos de Antonia, (por cierto, Antonia, este club es libre, puedes comentar lo que desees ¿verdad Beatriz?, je, je.).
EliminarYAY!!
EliminarHola Beatriz, meda mucho gusto escucharte bien he, te deseo lo mejor para mañana que dios te bendiga y te proteja y sobre todo que te ilumine.
EliminarY como me dicen cada vez que tengo temor en hacer algo sabes que eres chingona y ve a patear traseros y demostrar de que estas hecha.
Muchísima suerte te mando un fuerte abrazo y la mejor vibra.
Saludos y muchos besos (te extrañe)
Gracias…ahora que estoy más tranquila y paso el susto bueno no susto sino nervios, no es que dude de mi o mi capacidad (el hecho es que muchas personas no creen posible que alguien joven este en congresos como este ponen en duda tu capacidad y suponen que o te acostaste con alguien por obtener el puesto en el que estas obtuviste el puesto por influencia de alguien).
EliminarAsí que mi mayor preocupación era demostrar que estoy donde estoy por mi capacidad
Y si creo que demostré de que estoy hecha y salí a romper traseros…la cara de todos después de acabar mi exposición no tuvo precio como me dice un amigo (te la pelaron)
Y yo también te extrañe muchooooo
Te mando Abrazototototeee
Me da mucho gusto que este bien , te lo mereces
Suerte
Yes, yes, Yes!, I know it, You are a hardcore. ¡YAYYYYYYY!, Felicitaciones Beatriz, me alegro ¡YAY!
EliminarGracias… Muchas Gracias después de tanto esfuerzo, trabajo y demostrar que soy toda una hardcore
EliminarCreo que me merezco un pequeño descanso y festejo iré a dar una vuelta dijo para conocer (por que me la pase encerrada en el hotel desde que llegue el domingo en la mañana)
Nada de alcohol lo prometo pero hace muchoooo que algo no me hacia sonreír o al menos estar alegre por un rato
Saludos y mañana nos vemos con Epidemia
Y “burda” de gracias por la felicitación y palabras de aliento
Te mando Abrazotototeeeee
Muchas felicidades creo y se que eres excelente con lo que haces, te mando un fuerte abrazo paisana. Siempre he dicho que las mexicanas somos chingonas y por supuesto también las venezolanas y las que no son de estos países pero si son de este pequeño club también jaja.
Eliminarbesos y abrazos DTB.
Perdón que me meta, pero....se lo que se siente, a mí me pasa lo mismo cuando debo dar Examenes orales en la Universidad....yo fui a unos cursos para perder ese miedo (me coloco en blanco y tiro muletillas)y lo mejor eeeeees! respirar, relajar musculos faciales, preparar cuerdas vocales y lo MÁS IMPORTANTEEEE!!! es estar bien segura de lo uno va a decir =) a mí me funciono y aprobe todos mis ramos el semestre pasado....así que......VAMOS QUE SE PUEDEEEEEEEE!!!!
ResponderEliminarP.S: hablando de edad, creo que yo soy las más chica en este CLUB! jejeje
A todo esto gracias querida escritora por la bienvenida =)
EliminarGracias a ti Nicoooo, por estar aquí. Por cierto, una pregunta por pura curiosidad ¿con cuantas "o" se escribe tu apodo? ¿son cuatro? o es a gusto de quien lo escribe? je, je
Eliminarjajajaja con las que usted guste, yo lo hago con 5 xD
ResponderEliminarde hecho es como simular un grito, mis amigas me dice: Nicooooooooo!!!!. cuando me ven jajaja
Gracias por saciar mi curiosidad Nicoooooooooooooo!!!, je, je.
EliminarTe pasaste con la carta ¡¡¡¡HERMOSA!!!, cuándo será el día que alguien me escriba algo así.. :( ....aunque antes tendría que conocer a alguien como Callie o Arizona mmmhh, en fin, muy buen capítulo una verdadera montaña rusa todo el rato.Te leo el miércoles, no nos falles :D
ResponderEliminarHola Viviana, gracias por tu comentario. El siguiente capítulo ya está escrito, sólo estoy en proceso de revisión y traduciendo la canción que le corresponde. Nos esperan momentos muy lindos en Epidemia, a ustedes como lectoras y a mi como escritora.
EliminarHola Miki como estas, las he extrañado un buen, he estado algo ocupada pero no quiero que pase más tiempo para saludarlas. Y pues que te puedo decir sabes que me fascinas, eres increíble, no por algo eres mi o nuestra “querida amiga escritora” el capitulo estuvo genial y se que va a tener un buen final como todo lo que haces.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo sabes que te deseo lo mejor del mundo te quiero burda.
Nota: Ya veo que estamos creciendo (en nuestro club) un fuerte abrazo a todas.
Saludos y que DIOS las bendiga
¡Ha!! Por cierto yo he estado de maravillas haber que día tengo un poco mas de tiempo para compartir y contarles…… besos
Me alegro muchísimo por ti, me encanta cuando mis amigas están felices ¡YAY!. Que Dios te bendiga. Un abrazotototote
Eliminarwaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarDios Mio.!!!!
quede sin palabras ante el cap de hoy enserio me dejaste :O
desde hace un par de semanas comenze a leer tu fic y quede simplemente hipnotizada me encanta como lo desarrollas y tu escritura muy genial te agradezco mucho por ello ehh
**perdona por ser la primera vez que comento la verdad es que .......... :D
jejeje un abrazop y sigue asi
Hola Jenny, gracias por tu increíble comentario. Y ¿sabes? nunca es tarde cuando la dicha llega,jaja, así que no hay ninguna razón para pedir disculpas, lo importante es que te guste la historia. ¡Bienvenida al club de Epidemia aquí en blogger!. Muchas gracias
EliminarTomaste algunos de mis lágrimas! haha Eso es algo bueno porque demuestra que usted tiene a través de la emoción de este capítulo! ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarMuchas gracias Lise, no puedo negarlo, el hecho de que las lectoras de este fic hayan llorado con este capítulo, significa que estoy haciendo algo bien, porque la historia les está llegando y eso me llena de orgullo, aunque claro, no me gusta que lloren, je, je.
Eliminarhola mi QUERIDA ESCRITORA vas super bien y como la mayoría también te llevaste algunas de mis lagrimas, espero sigas como vas y ya sabes que eres la MEJOR y Gracias por todo(gracias a ti conocí a alguien super-mega-hiper-especial)ya te contare con tiempo y saludos a todas y un fuerte abrazo, cuídense.
ResponderEliminar¡Wow! eso es genial, me alegro mucho. Muchas gracias por toda esa fidelidad, eres mi lectora más fiel, Gracias mi fan número uno. Un Abrazo muy fuerte para ti también
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