Epidemia – Capítulo –
27
Its all coming back to me now – (Todo
está volviendo a mi ahora)
Poco después de la
medianoche, después de esa noche de rumba y de salsa, Arizona se sentía
literalmente ardiendo de deseo y de lujuria, ver a Callie bailando de esa
manera, moviendo sus caderas y todo su hermoso cuerpo al ritmo de esa música
tan sensual fue casi una tortura. Una de las cosas por las que siempre se sintió atraída Arizona hacia Callie era su
sensualidad, Callie era definitivamente la mujer más sexy que Arizona había
conocido en toda su vida y ya solo eso era motivo para desearla, pero había algo
más que sencillamente la dejaba al borde de la locura: Callie también era la
mujer más hermosa que Arizona había conocido, sus curvas sensuales, sus formas
bien definidas y exuberantes, sus largas y hermosas piernas, unidos a un rostro
prácticamente perfecto, eran una combinación explosiva.
Y esa noche,
mientras la veía bailar, mientras veía como movía su hermoso cuerpo, sonriendo,
desbordando sensualidad en cada gesto, en cada vuelta, en cada paso
sincronizado a la perfección con Alejandro y con el ritmo de esa música,
literalmente se volvió loca de deseo, y por si eso fuera poco, la había visto
bailar con un hombre, y aunque se obligó a no sentirlo, no pudo evitar que una
pequeña dosis de celos se apoderara de ella.
Por todo eso,
mientras se dirigían a su apartamento Arizona tomó el volante y condujo lo más
rápido que pudo, lo único que quería era llegar, desnudar a Callie y poseerla,
llenarla de besos y de caricias y hacerla gemir de placer, para demostrarse a
sí misma y a la propia Callie que ese cuerpo exuberante y hermoso, sólo le
pertenecía a ella y a nadie más. Hasta ahora, le había dejado el mando a Callie
a la hora de hacer el amor, pero esta noche sería diferente, esta noche ella
tomaría el control y la volvería loca de pasión, tan loca de deseo como ella
misma se sentía.
Finalmente luego de
un trayecto de sólo 15 minutos que parecieron horas, Callie y Arizona llegaron
al estacionamiento del edificio. Arizona apagó el motor y sin previo aviso, se
abalanzó sobre Callie y atrapó su boca en un beso ardiente y posesivo,
provocando un gemido de pasión en Callie que sólo indujo en Arizona un nuevo
corrientazo de excitación en el clítoris hinchado dentro de su vagina, que
literalmente estaba chorreando, desde hace horas. Luego, haciendo un esfuerzo
increíble para no desnudar a Callie allí mismo, Arizona abrió la puerta y se
bajo de la camioneta, se dirigió hacia el puesto del copiloto y cuando Callie
se bajó la tomó de la mano y la empujo con ella corriendo hacia el ascensor.
Callie ya se había
dado cuenta de la excitación evidente de Arizona, era obvio que el baile había
logrado su objetivo, ella quería excitar a Arizona, incitar su deseo, y su mirada llena de lujuria y ese beso ardiente
dentro de la camioneta eran la mejor prueba de que lo había conseguido, así que
para seguir con ese juego erótico que inicio con sus pasos de baile, dentro del
ascensor envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Arizona y mientras la
apretaba, acercó sus labios a su cuello y le susurró al oído, hablándole en
español: -Te deseo
Arizona se
estremeció y gimió, entonces acercó sus labios a los de Callie para besarla,
pero Callie se apartó con un gesto sensual y una sonrisa sexy y maliciosa,
dejándola con la boca abierta, deseándola aún más. La puerta del ascensor se
abrió y Callie manteniendo su sonrisa, se dirigió a la puerta del apartamento y
la abrió con sus llaves. Una vez adentro del apartamento, Arizona con sus dos
manos tomó las mejillas de Callie para asegurarse que ella no se apartara de
nuevo y atrapó su boca en otro beso ardiente.
Cuando apartaron sus
labios jadeando en busca de aire para respirar, Callie le pregunto: -¿me
deseas?, Arizona le respondió gimiendo arrastrando las palabras: -Sí, sí, te
deseo, quiero hacerte mía.
Callie sonrió de
nuevo y desbordando toda su sensualidad le dijo a Arizona: -Lo seré, seré tuya,
pero antes hay algo más que quiero hacer para ti. Mientras Callie decía esas
palabras fue llevando a Arizona justo al borde del sofá y cuando estaban allí,
Callie le ordenó: -Siéntate
Arizona aún parada, abrió
la boca para protestar, pero Callie le susurró al oído: -No, si me quieres,
debes esperar un poco más. Arizona le contestó: -No puedo esperar más, estoy
que exploto. Callie le susurró al oído de nuevo: -No vas a explotar, no
todavía, dime ¿te gustó verme bailar?
Arizona la miró con
deseo y le dijo: -Me volviste loca, fue una tortura verte bailar así.
Callie volvió a
besarla apasionadamente y cuando el beso finalizó, suavemente con sus manos
sobre los hombros de Arizona le indicó a ella que se sentara en el sofá.
Arizona obedeció.
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Luego, Callie
sonriendo con malicia, se dirigió hacia el equipo de sonido, encendió el
aparato e introdujo un cd de música, una cd de salsa. Cuando la música comenzó
a sonar, Arizona se estremeció, sospechando lo que Callie haría a continuación.
Callie se sentó en
el sofá detrás de Arizona, pasó los brazos alrededor de su cintura y acercando
los labios a su oído, le susurró con esa voz absolutamente sensual que derretía
a Arizona: -Ahora te voy a dar una sesión privada de baile, luego, seré tuya,
pero tienes que permanecer sentada hasta que yo te diga, y mientras tanto solo
podrás mirarme, no tocar, sólo mirar, si no, no hay trato ¿Ok?
Arizona volvió a
gemir mientras un escalofrió le recorría todo su cuerpo, en momentos como esos
era cuando nuevamente se convertía en un títere ante la belleza y la
sensualidad de Callie, tal como ahora, era obvio que Callie había planificado
todo esto desde el principio, por lo menos desde que comenzó a bailar en la
discoteca, para volverla loca de deseo y lo había logrado, ¡lo había logrado a
lo grande!. Arizona, que ya estaba excitada, se excitó aún más con esas
palabras sensuales susurradas en su oído y resignada a la idea que Callie la
llevara al límite mismo de la pasión y de la lujuria con ese baile privado, le
contestó con un susurro casi imperceptible: -Ok
Callie le dio un
beso apasionado que le quitó literalmente el aliento, provocando en Arizona un
nuevo gemido de placer, mientras sentía como su propia vagina ardía de deseo.
Arizona suspiró y dijo
jadeando: -Eres demasiado ardiente, Calliope, te deseo
Callie le dedicó
otra sonrisa maliciosa y se paró del sofá.
Enseguida comenzó a
bailar, y con cada vuelta, con cada giro, con cada movimiento de caderas,
Arizona se excitaba más y más. Por momentos la música se hacía más lenta y
Callie aprovechaba para hacer movimientos sensuales acariciándose a sí misma y
acercándose hacía Arizona hasta casi rozarla, luego se retiraba de nuevo, Arizona
tragaba entero, sentía que estaba mojando el sofá con la humedad que brotaba
entre sus piernas, entonces Callie poco a poco sin dejar de bailar, comenzó a
quitarse la ropa con movimientos sensuales al ritmo de la música, primero, la
chaqueta, dio una vuelta, luego la falda, otra vuelta, después sensualmente
rozando con sus manos su cintura las fue levantando poco a poco dentro de su
blusa hasta que levantando los brazos se la quitó lentamente.
Arizona, hacía un
esfuerzo supremo para no levantarse y comenzar a acariciarla y besarla, pero
sabía que ese no era el trato y a pesar de su locura excitante, estaba
disfrutando cada paso, cada giro y cada movimiento sensual que Callie le
mostraba.
Callie daba vueltas
al ritmo de la música, contorneaba sus caderas, se levantaba el cabello con sus
manos y se acariciaba su propio cuerpo lentamente, y mientras lo hacía Arizona
se excitaba aún más, sonreía como una
idiota, nunca nadie en toda su vida le había hecho sentir la pasión y el deseo que Callie le inspiraba, -¡Por
Dios!, eres tan hermosa y sexy, dijo Arizona jadeando
Callie sonrió de
nuevo. Finalmente, aún con la música sonando en el equipo de sonido, cuando
Callie solo tenía puesto el sujetador, las bragas y los tacones, se dirigió
bailando hacia la puerta de la habitación, justo al frente de ella se quitó el
sujetador, luego las bragas y cuando estaba ya totalmente desnuda con una voz
sensual, le preguntó a Arizona: -¿Qué?, ¿no vas a venir?
Callie entró a la
habitación y se acostó boca arriba en la cama, mientras Arizona que literalmente
había saltado del sofá cuando escuchó la invitación de Callie, se fue corriendo
a trompicones hacia la habitación, mientras trataba de desvestirse por el
camino. Cuando Arizona entró a la habitación y vio a Callie totalmente desnuda,
esperando por ella con los brazos abiertos y una sonrisa espectacular, sintió
un nuevo estremecimiento de deseo que le recorrió todo el cuerpo. Rápidamente
se quitó la ropa restante y se abalanzó hacía Callie. Sentir el roce de sus
cuerpos calientes desnudos llevó su lujuria a un nuevo nivel. Arizona, rápidamente se apropió de la boca de su
hermosa amante y la besó con desesperación y mientras el beso se prolongaba los
gemidos salían de la comisura de sus labios casi como un susurro.
Cuando el beso
finalizó, Callie, esta vez en una actitud de rendición, cediéndole el control a
Arizona, le susurró al oído en español: -Mi amor, hazme tuya
Arizona gimiendo, no
entendió todas las palabras pero eso sólo hizo excitarla aún más, si eso era
posible, nunca se había sentido tan desbordada de lujuria y de deseo por
alguien en toda su vida, entonces ella le preguntó jadeando: -¿Qué dijiste?
Callie, esta vez en
inglés, le susurró al oído, jadeando: -Mi amor, hazme tuya… y luego agregó: -Hazme
el amor Arizona, quiero sentirte dentro de mí
Arizona gimió,
comprendiendo que con esas palabras ella tenía el control. Arizona, totalmente
excitada, pero también sintiendo como su amor por Callie se desbordaba dentro
de su alma, se tomó sólo un momento para mirar a los hermosos ojos marrones
brillantes de Callie y le dijo: -Te Amo.
Callie sintiendo
también la lujuria, la pasión, el deseo
y el amor mezclados dentro de su cuerpo, le contestó sin dudar: -Yo te amo
también
Arizona sintiendo
como todas sus emociones, sus sentimientos y sus deseos se desbordaban dentro
de sí misma, se adueño casi con desesperación de los labios de Callie y volvió
a besarla, luego sin hacer pausas, loca de lujuria comenzó con la boca abierta
a acariciar y besar con sus labios el cuello de Callie, detrás de sus orejas y
luego comenzó a bajar hacía la curva de sus senos. Los gemidos y los movimientos
de las caderas de Callie en busca de la fricción, llevaron la excitación de
Arizona y su deseo de poseerla a un nivel casi insoportable.
Arizona continuó
besando los senos de Callie, hasta lograr la erección total de cada uno de sus
pezones. Después sin dejar de rozar con sus labios todo el camino hacia la
vagina de Callie, llegó hasta ella. Con sus dedos abrió sus labios y se excitó aún más cuando la vio totalmente
inundada dejando en evidencia su total excitación también.
Arizona sopló la
vagina de Callie y sonrió cuando vio que ella en un movimiento inconsciente
arqueo su espalda en busca del inminente contacto. Callie emitió un gemido
gutural cuando sintió la lengua de Arizona en toda su extensión acariciando
toda su vagina desde abajo hacia arriba. Luego Arizona, sin tocar su clítoris
ardiente comenzó a tensar su excitación recorriendo con la punta de la lengua
sus pliegues sensibles.
Callie sabía que
después de una noche como esa, donde había llevado el deseo de Arizona a
niveles prácticamente insoportables, ella la haría esperar, se burlaría de sus
necesidades todo el tiempo posible para volverla tan loca de lujuria como ella
lo había hecho.
Calie comenzó a
gemir y a temblar sin control, Arizona seguía burlándose de ella, con su lengua
acariciaba toda su vagina menos el único sitio que la necesitaba con delirio.
Hasta que llegado el momento, Callie emitió un gemido gutural cuando sintió que
de manera simultánea Arizona comenzó a acariciar su clítoris con la lengua
mientras introducía dos dedos en su abertura que comenzó a mover rítmicamente.
Cada caricia, con
cada embestida Arizona la llevaba más y más lejos a un mundo de placer y de
pronto, unos destellos de recuerdos comenzaron a aparecer en su mente: Arizona
besándola en un baño, ellas dos riendo y bailando en su apartamento, Arizona
besándola en las escaleras del hospital, ambas sentadas en una iglesia en la
boda de Izzie Stevens y Alex Karev, ellas dos haciendo el amor por primera vez,
Arizona preguntándole si eran novias, ellas compartiendo un almuerzo en el
banco de un parque en Seattle, Arizona abrazándola mientras ella lloraba desconsolada
el rechazo de su padre, Arizona diciéndole por primera vez Te Amo, Ellas dos
besándose y acariciándose en una habitación de guardia del hospital dispuestas
a hacer el amor allí mismo, Arizona acostándose detrás de ella y besándola para
acompañarla cuando le dio viruela, y de nuevo haciendo el amor debajo de la
regadera cuando fueron interrumpidas por Lexie Grey que abrió la puerta sin
avisar…
Con cada caricia
excitante de Arizona, una nueva imagen aparecía en su mente, generando que la
excitación fuera aún mayor, Callie arqueo su espalda y gimió al mismo tiempo
que sintió un temblor incontrolable por todo el largo de sus piernas, entonces todo
su cuerpo se tensó y percibió como el clímax más poderoso se apoderó de todo su
cuerpo y junto con el clímax las imágenes cesaron.
Un poco
desconcertada por todos los recuerdos que se arremolinaron en su mente, sintió
a Arizona acercarse hacia ella para besarla en los labios. Callie no le dijo
nada, solo respondió el beso con la misma pasión que le estaba entregando
Arizona.
Sin decirle nada y
tratando de ocultarle, sin saber porque, todos los recuerdos y las emociones
que había experimentado mientras ella le hacía el amor, Callie hizo un
movimiento con su cuerpo para colocarse encima de Arizona, iniciando su viaje
de besos y caricias por todo su cuerpo. Arizona gemía y se estremecía, era más
que obvio que las horas que había pasado esperando este momento habían llevado
su deseo a límites casi intolerables, cuando finalmente Callie comenzó a
acariciar con su lengua el clítoris totalmente erecto de Arizona, ella comenzó
a gemir sin control y de nuevo con cada gemido, con cada caricia, nuevas
imágenes tomaron posesión de la mente de Callie, ella lo sabía, estaba
recordando todo, todo estaba volviendo, pudo haber sido fruto de toda la pasión
desbordada en esa noche, o la forma posesiva en que Arizona le había hecho el
amor, lo cierto era que todo estaba volviendo, todos sus recuerdos.
Callie sin detener
sus caricias, de pronto sintió miedo, temió ese recuerdo que sabía que
inevitablemente llegaría como todos los demás, entonces en los momentos
culminantes de Arizona, cuando era evidente que su clímax era inminente, Callie
lo recordó: el aeropuerto, sus súplicas, las lágrimas….el abandono, el dolor. Y
así, mientras Arizona temblaba sin control y gemía por el clímax que estaba
alcanzando, Callie sin poderlo evitar sintió como sus ojos se llenaban de
lágrimas y un dolor incontrolable se apoderó de su alma. Callie permaneció
allí, limpiando hasta el último vestigio el torrente de placer que desbordó
Arizona, algo que normalmente hacía, pero esta vez tenía una razón adicional:
no quería ver a Arizona a los ojos.
Un rato después,
todavía evadiendo la mirada de Arizona, Callie se paró de la cama y le dijo, a
modo de excusa: -Disculpa Arizona, tengo que ir al baño, ya vuelvo.
Arizona, sin saber
que había sucedido, se quedó intrigada, sintiendo el vacio que había dejado
Callie al retirarse de la cama tan abruptamente, sin embargo, no pasó por su
mente ni siquiera una idea de lo que realmente estaba ocurriendo. Ya con Callie
dentro del baño, le preguntó en voz alta: -¿Está todo bien cariño?. ¿Pasa algo?
Callie dentro del
baño, hizo un esfuerzo para responder sin que Arizona se diera cuenta por el
tono de su voz que ella estaba sollozando, entonces le contestó: -Todo está
bien, salgo en un momento. Callie recostó sus manos del lavamanos, bajo la
cabeza y comenzó a llorar en serio, dejó que sus lágrimas resbalaran libremente
por sus mejillas, era un llanto silencioso, pero con cada lágrima el recuerdo
de todo el dolor que había sentido se apoderaba de ella al punto que llegó a
experimentarlo ahora como si acabara de ocurrir, como si recién estuviera
llegando a su apartamento aquel día, sintiéndose derrotada y sin esperanzas. Y
tal como aquella vez, lo único que deseaba era llorar.
Arizona, le dio un
vistazo al reloj encima de la mesa de noche, eran ya casi las 2:00 a.m., ella
estaba agotada y aunque trató de resistirse, el sueño finalmente la venció, ella
se quedó dormida sin sospechar el torbellino de sentimientos que estaban
invadiendo, justo en ese momento, el corazón de la mujer que amaba. No
sospechaba, que esa forma ardiente en que hicieron el amor había provocado de
alguna forma que todos sus recuerdos, los buenos y también los malos, regresaran…
Mientras tanto,
Callie continuaba llorando en el baño, había recuperado la memoria y con ella,
su mundo se había dividido en dos, Callie se debatía ahora, entre el inmenso
amor que sentía por Arizona y el profundo dolor que ella misma le había
causado, todo había vuelto, todo…
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Había
noches cuando el viento era tan frío
que
mi cuerpo se helaba en la cama
sólo
con escucharlo afuera de la ventana
Había
días cuando el sol era tan cruel
que
todas las lágrimas se convertían en polvo
y
yo sabía que mis ojos se estaban secando para siempre
Yo
dejé de llorar en el momento que tú te fuiste
y
no puedo recordar dónde o cuándo o cómo
y
desterré cada recuerdo mío o tuyo que alguna vez tuvimos
Pero
cuando me tocaste así
y
me tuviste así
sólo
tengo que admitir
que
todo está volviéndome
cuando
te toco así
y
te tengo así
es
difícil creer pero
todo
está volviéndome
(todo
está volviéndome, todo está volviéndome ahora)
Hubo
momentos de oro
y
hubo destellos de luz
hubo
cosas que yo nunca haría nuevamente
pero
que entonces parecían bien
Hubo
noches de placer eterno
era
más de lo que cualquier ley permitiría
Cariño
cariño
Si
yo te besó así
y
si tú susurras así
estuve
perdida desde hace mucho tiempo
pero
todo está volviéndome
Si
me quieres así
y
si me necesitas así
estuve
muerta desde hace mucho tiempo
pero
todo está volviéndome
es
difícil resistir
y
todo está volviéndome
yo
apenas puedo recordar
pero
todo está volviéndome ahora
Pero
todo está volviendo
Hubo
esas amenazas vacías y mentiras huecas
y
cuando intentabas herirme
yo
te herí aún peor
y
mucho más profundo
Hubo
horas que se transformaron en días
cuando
solos contábamos las oportunidades
que
se nos perdieron por siempre
Pero
fuiste historia al cerrar la puerta
y
me hice muy fuerte de algún modo
y
nunca gasté nada de mi tiempo en ti desde entonces
pero
si te toco así
y
si tú me besas así
fue
hace tanto tiempo
pero
todo está volviéndome
Si
tú me tocas así
y
si yo te beso así
se
fue con el viento
pero
todo está volviéndome
(todo
está volviendo, todo está volviéndome ahora)
Hubo
momentos de oro
y
hubo destellos de luz
hubo
cosas que yo nunca haría nuevamente
pero
que entonces parecían bien
hubo
noches de placer eterno
era
más de lo que cualquier ley permitiría
Cariño,
cariño, cariño
Cuando
me tocas así
y
cuando tú me tienes así
se
fue con el viento
pero
todo está volviéndome
cuando
me ves así
y
cuando yo te veo así
entonces
vemos lo que queremos ver
todo
volviéndome
la
carne y las fantasías
todo
volviéndome
apenas
puedo recordar
pero
todo está volviéndome ahora
Si
tú olvidas todo
si
yo perdono todo
olvidamos
y perdonamos
y
todo me está volviendo ahora
cuando
me ves así
y
cuando te veo así
vemos
solo lo que queremos ver
todo
volviéndome
la
carne y las fantasías
todo
volviéndome
apenas
puedo recordar
pero
todo está volviéndome ahora
(todo
está volviéndome ahora)
y
cuando me besas así
(todo
está volviéndome ahora)
y
cuando te toco así
(todo
está volviéndome ahora)
si
lo haces así
(todo
está volviéndome ahora)
y
si nosotras...
Esta
historia continuará…
Llegó
el momento de la verdad…Y sí nosotras…