Epidemia – Capítulo 14 – Terrified
(Aterrorizada)
Una semana después, un lunes a las 7:00 a.m., Callie
estaba en su habitación, esperando a que Arizona viniera por ella, ya vestida
para salir del hospital, finalmente iba a ser dada de alta. Tendría que conservar
el yeso en su brazo izquierdo un mes más, pero salvo esa secuela y por supuesto,
la pérdida de la memoria, que ahora se podía casi asegurar, que sería temporal,
Callie se sentía físicamente muy bien. Sentimentalmente hablando, no se sentía
confundida, sabía que sus sentimientos hacia Arizona estaban allí, dentro de su
corazón y cada día que pasaba sentía que eran más fuertes, sin embargo, trataba
en lo posible de no precipitarse.
En el fondo, ella sentía un poco, el mismo miedo de
Arizona de recordar lo que había pasado en aquel aeropuerto, tenía miedo de lo
que sentiría. Callie no quería herirla ni darle falsas esperanzas, por eso
aceptó vivir con ella en calidad de compañeras de habitación y no como una pareja
todavía, si profundizaban su relación físicamente y después Callie recordaba lo
que había pasado y no pudiera evitar el dolor, era probable que la rechazara,
por lo menos al principio, y ella no
quería jugar con los sentimientos de Arizona. Aunque ella la hubiera abandonado
en ese aeropuerto, estaba muy claro que en verdad la amaba y Callie pensaba que
Arizona no se merecía ese tira y encoge.
Por eso decidió tratar de permanecer un poco a
distancia, intentando hacer un increíble esfuerzo por mantener a raya sus
propias necesidades físicas. Se moría de ganas por conectarse físicamente con
Arizona, se moría de ganas por amarla y ser amada por ella, pero no se atrevía
a dar ese paso, no todavía. Sabía que mantenerse en esa posición ya había sido
difícil dentro del hospital y lo sería mucho más cuando vivieran bajo el mismo
techo, pero estaba decidida a intentarlo, por lo menos al principio y tratar de
vivir un día a la vez.
Arizona ya le había contado que ellas dos habían
convivido muy bien juntas, que muchas veces estaban tan felices que se sentían
en una especie de burbuja, donde lo único que importaba eran ellas dos, pero
como todas las historias de su pasado, a Callie le parecía que eso que le
contaban no era de ella, sino de otra persona, la nueva Callie quería
experimentar esas cosas, quería saber cómo se sentiría convivir con Arizona,
compartir con ella esos momentos que sólo se pueden compartir con las personas
con las que se convive y experimentar esa burbuja de la que Arizona le había
hablado.
Vivir un día a la vez y absorber las emociones que
cada día traería consigo, era lo que Callie deseaba hacer, quería volverse a
encontrar con ella misma, volver a conocer a Arizona en esta nueva etapa y
tratar de reconectarse con ella poco a poco, quizás así, sin forzar las cosas,
cuando finalmente ella recuperara la memoria valdrían mucho más sus
sentimientos y esos nuevas experiencias compartidas que el dolor de esos
recuerdos.
Si algo le había quedado claro a Callie, por todas las
cosas que sus amigos le habían contado de su vida, es que ciertamente no había
nado de malo en ella, como Mark y Arizona le habían dicho, no había nada de
malo, salvo una cosa: su impulsividad. Esa manía de lanzarse de frente sin
pensar en sus actos ni en sus consecuencias cuando se trataba de sus
sentimientos, era en gran parte la causa de sus desastres en su vida amorosa.
Eso estaba muy claro en el caso de George o´Mallie y de Erica Hahn, sin
embargo, en el caso de Arizona aún no lo tenía tan claro, no sabía si su
impulsividad había causado el abandono de Arizona, pero igual no quería correr
ese riesgo, su relación con Arizona le importaba demasiado, por ello trataría
de ir en contra de su propia naturaleza y de sus deseos, al menos al principio.
En otras palabras, Callie quería conocer a la mujer
con la probablemente compartiría el resto de su vida, esta vez, no sólo quería
ser su amante o su novia, quería conectarse con ella primero como ser humano,
conectarse con su alma y sus sentimientos, sin que el sexo inicialmente distorsionara
las cosas. Callie quería que la primera vez que durmiera con Arizona fuera
porque habían hecho el amor, no por haber tenido sólo sexo. Callie quería
lograr conocerse y conocer a Arizona en su esencia, conectarse con ella no sólo
físicamente sino espiritualmente, ella estaba convencida que eso, al final, es
lo que lograría que permanecieran juntas más allá de los malos recuerdos,
cuando estos aparecieran. Dado la evidente atracción física que ambas sentían,
decirlo sería quizás mucho más fácil que hacerlo, pero en el fondo Callie sabía
que tendría que intentarlo, por su bien, por el bien de Arizona y por el bien
de su relación.
Los pensamientos de Callie se vieron interrumpidos
cuando vio entrar por la puerta de la habitación al Dr. Alejandro Herrera
quien, como siempre, con una amplia sonrisa se paró al lado de la puerta
mientras le decía a Callie:
-Buenos días Calliope, sé que hoy nos dejas, pero
quise pasar para saludarte y decirte que debes venir al hospital de nuevo
dentro de cinco semanas para que te retiren el yeso.
Callie sonriendo, le dijo al Dr. Herrera: -Muchas
Gracias, aquí estaré, además pienso venir con bastante frecuencia, casi todos
mis amigos trabajan aquí y hay un niño, un paciente de este hospital que
también es mi amigo, y yo le prometí que vendría a visitarlo con regularidad.
Él y yo siempre pasamos muy buenos momentos juntos. Por otra parte, venir al
hospital se me hace fácil, voy a mudarme a un apartamento que queda a la vuelta
de la esquina
-¡Oh!, eso me parece muy bien… contestó el Dr.
Herrera, luego dudando si debía decirlo o no, finalmente se atrevió, a él le
gustaba Calliope, y aunque ya se había enterado que tenía una especie de
relación con Arizona Robbins, también se había enterado por los chismes del
hospital que ella la había abandonado meses atrás en un aeropuerto al marcharse
a África por una beca.
-Calliope, disculpa que te lo diga, pero si no lo hago
ahora, no creo que pueda tener una oportunidad más adelante…
Callie se tensó un poco al escuchar esa introducción
del Dr. Herrera, no era ciega, sabía que el Dr. Herrera gustaba de
ella y siempre pensó que en algún momento él se atrevería a decirle algo al
respecto, no era algo que esperaba oír, porque a ella sólo le interesaba
Arizona, pero era obvio que un hombre como ese no iba a callar sus intensiones
por siempre
…-Verás Calliope, no tomes a mal lo que te voy a
decir, casi te lo voy a decir como un amigo, aunque se que no lo somos, yo sé
que tienes una relación o algo así con la Dra. Arizona Robbins, pero también sé
que ella te abandonó meses atrás en el aeropuerto…
Callie impactada por el atrevimiento del Dr. Herrera,
lo interrumpió y le dijo:
-Dr. Herrera, no me parece que yo tenga la suficiente
confianza con usted para hablar de ese tema y mucho menos para que usted me
hable de eso a mí…
El Dr. Herrera haciendo un gesto de paz con sus manos
la interrumpió y le dijo:
-No, no Calliope, por favor, no tomes a mal lo que te
estoy diciendo, por favor, permíteme completar la idea y luego, sí te quieres
molestar conmigo, estás en tu derecho, pero permíteme terminar lo que quiero
decirte, ¿por favor?
Callie no estaba muy convencida, en realidad no tenía
ningún interés en tratar ese tema con él, sin embargo, por educación y porque
ahora sentía curiosidad por lo que el Dr. Herrera quería decirle acepto que el
continuara hablando, diciéndole: -Ok, prosiga
-Gracias…, le dijo el Dr. Herrera, quien continuó:
…-El punto Calliope es que quiero que sepas que tú me gustas, me gustas mucho,
eres una mujer sumamente hermosa y sexy. Si la relación que tienes con la Dra.
Robbins, no funciona, si ella te abandona de nuevo, quiero que sepas que yo
quiero ser una opción para ti, básicamente, es como si me estuviera anotando en
una lista de espera, como en los aeropuertos ¿sabes?. Me gustaría que tú sepas
que yo estoy haciendo fila por ti, eso es todo.
Callie por un momento no supo que decir, entendía que
el comentario del Dr. Herrera había sido bastante respetuoso dentro del
contexto en que lo había dicho y ciertamente como mujer no le desagradaba saber
que ella era atractiva para otras personas, por simple vanidad, pero
obviamente, sintió la necesidad de hablarle con claridad al Dr. Herrera:
-Dr. Herrera, no voy a negar que me siento halagada
con sus palabras, como mujer, quiero decir, pero no creo de deba anotarse en
ninguna lista de espera conmigo, creo que estaría perdiendo el tiempo,
sentimentalmente a mi me interesa solamente una persona y usted sabe
perfectamente, por lo que me acaba de decir, quien es esa persona. Yo me voy a
mudar con Arizona y espero que todo salga bien para nosotras.
-Lo entiendo perfectamente Calliope, y te deseo todo
lo mejor, en serio, pero por experiencia se que si alguien te abandona una vez,
puede volverlo a hacer y por eso me atreví a decirte lo que te dije…
Callie se molestó por el último comentario del Dr.
Herrera, así que le dijo:
-No se cual sea su experiencia al respecto, pero si de
algo estoy segura es que Arizona Robbins, nunca más me abandonaría, eso lo sé
con certeza, además, sea como sea, ese no es un tema que usted y yo podamos
discutir. Tal como le dije antes, usted y yo no tenemos la suficiente confianza
para hablar de ese tema. Yo le agradezco lo que usted ha hecho por mí como
médico, pero por lo que a mí respecta, usted es sólo mi médico y yo soy sólo su
paciente. Eso es todo
-Ok, Calliope, espero no haberte molestado, no me
arrepiento de haber dicho lo que dije, porque creo que es mejor decir las
cosas, no callarlas. Te deseo toda la suerte del mundo y recuerda la cita para
que te retiren el yeso dentro de cinco semanas ¿está bien?
-Sí, Dr. Herrera, está bien. Muchas Gracias
El Dr. Herrera le ofreció la mano para despedirse de
Callie mientras le decía:
-Hasta luego Calliope, ¡suerte!
Callie estrechó la mano del Dr. Herrera y le dijo:
-Hasta luego, gracias
Dicho esto, el Dr. Herrera dio media vuelta y se
dirigió hacia la puerta de la habitación, en su camino se cruzó con la Dra.
Arizona Robbins, quien simplemente se limitó a asentir con la cabeza una vez a
modo de saludo. No obstante, para el Dr. Herrera, no pasó desapercibida la
mirada dura que recibió de la Dra. Robbins en el momento breve en que sus
miradas se cruzaron, posiblemente, pensó el Dr. Herrera, porque ella pudo haber
escuchado parte de la conversación que acabada de tener con Calliope. Sin
embargo, a él no le importaba lo que ella pudiera pensar de eso, a él le
gustaba Calliope, no ella, aunque no dejaba de reconocer que también era una
bella mujer, pero simplemente no era su tipo…
Arizona entró a la habitación de Callie, visiblemente
molesta, ella había escuchado accidentalmente casi toda la conversación cuando
se acercó a la habitación para encontrase con Callie. Obviamente no estaba
molesta con ella, más bien, se sintió satisfecha de todas las respuestas que le
había dado al Dr. Herrera, pero le molestaban dos cosas:
La primera, que no podía evitar sentir celos, ella
sabía más que nadie lo inmensamente bella, ardiente y sexy que era Callie y
resultaba más que obvio que todos esos atributos no podían pasar desapercibidos
para casi nadie y siendo Callie bisexual, pues el espectro no solo abarcaba a
las mujeres sino también a los hombres. Por supuesto, eso no significaba que
ella no confiaba en Callie, por supuesto que confiaba en Callie, cada día más.
Quizás al principio de su relación se había sentido bastante insegura,
especialmente con la presencia cercana de Mark Sloan, pero eso ya no era así,
ella tenía que reconocer que él se había comportado como un verdadero amigo
para Callie e incluso para ella y se sentía agradecida con él porque sabía que
realmente había ayudado para promover ese reencuentro entre ellas. Mark, ya no
era un problema, no para Arizona, pero ver al Dr. Herrera tratándose de anotar
en una lista de espera, le revolvió las entrañas y le alborotó los celos, Arizona era celosa,
ella lo sabía. No se sentía orgullosa de ese rasgo de su personalidad, pero eso
no significaba que no lo era.
Lo segundo que le molestó, y en mayor medida, incluso
más que los celos, fue la mención del Dr. Herrera cuando dijo que si ella había
abandonado a Callie una vez, muy bien podía hacerlo de nuevo. Eso realmente la
molesto, porque resultaba más que obvio que el Dr. Herrera había escuchado eso
en los chismosos pasillos del hospital, eso le hacía entender que muchas
personas pensaban eso, que ella abandonaría de nuevo a Callie. Por supuesto que
eso no pasaría otra vez, pero saber que ese tema era parte de la comidilla de
chismes del hospital era algo muy molesto y aún peor, el hecho de que el Dr.
Herrera tuvo el atrevimiento de mencionárselo a Callie. Justo ahora que su
relación con ella estaba atravesando un momento tan delicado y frágil, lo
último que quería Arizona es que alguien le plantara esas ideas a Callie en la
cabeza, una duda en ella, una duda de ese tipo, podría resultar devastadora
para su relación en estos momentos.
En el mismo instante en que Arizona entró a la
habitación, Callie se dio cuenta al mirarla a los ojos, que ella estaba
sumamente molesta. La mirada de Arizona era un libro abierto, incluso el color
de sus ojos. Era impresionante como se oscurecían cuando se molestaba por algo,
y por el color súper oscuro que tenía ahora, su molestia era más que evidente.
Así que para tratar de calmar los ánimos, lo primero que Callie hizo cuando vio
a Arizona entrar a la habitación, fue levantarse de su silla y regalarle la
mejor sonrisa mientras se acercaba a ella para abrazarla con su brazo bueno y
plantarle un profundo beso en la boca, un beso que dejó casi sin aliento a
Arizona.
Cuando el beso finalizó Callie decidió tomar la
delantera y le dijo a Arizona:
-Buenos días mi pichirruchi, me alegro que hayas
llegado, te estaba esperando y mientras te esperaba tengo que confesarte que el
Dr. Herrera vino a anotarse en una lista de espera conmigo, yo no lo deje ¿Ok?,
pero a eso vino.
A pesar de su molestia Arizona no pudo evitar sonreír,
primero por el beso de Callie que la dejó sin aliento y segundo porque le
encantó que le mencionara el tema, lo cual era una prueba de que ella no tenía
ninguna intensión de ocultarle lo que había pasado, y eso tenía aún más mérito
porque Callie no sabía que ella había escuchado casi toda la conversación, así
que decidió decírselo:
-Sí Calliope, ya lo sé, accidentalmente escuché casi
toda la conversación y tengo que confesarte que me molestó mucho oírla, primero
porque no puedo evitarlo, soy una persona celosa, no me siento orgullosa de
eso, pero lo soy y segundo porque…los ojos se le llenaron de lágrimas…-porque,
por más chismes que haya circulando en este hospital, yo nunca podría
abandonarte de nuevo, nunca, yo…
Callie puso un dedo sobre los labios de Arizona y le
dijo:
-Stop, para ahí, luego acunó con su mano la mejilla de
Arizona con muchísima ternura, mientras que con el dedo pulgar limpió las
lágrimas de su rostro y agregó: -Arizona, no permitas que los comentarios y
chismes de este hospital te afecten de alguna manera, tengo suficiente tiempo
en esta habitación para saber las cosas que dicen y que dejan de decirse en
estos pasillos, y no me hace falta mi memoria para saberlo. No me importa en lo
más mínimo lo que los demás digan o dejen de decir, incluso si hacen apuestas
acerca de nosotras o no…
Arizona se sobresaltó: -¡Apuestas!, ¿cómo que
apuestas?, ¿a qué te refieres?
Callie sonrió y dijo: -Arizona, en este hospital hacen
apuestas por todo, no me extrañaría que hayan rodando por allí alguna o algunas
apuestas sobre nosotras, si me abandonas o no, si te voy a dejar o no cuando
recupere la memoria, si hemos hecho el amor aún o no, en fin, hay una inmensa
gama de posibilidades, pero a mi no me importa eso en absoluto, ninguno de esos
chismes vale ni siquiera una lágrima tuya, puede ser que mi memoria este
chueca, pero sé lo que quiero y sé lo que tú quieres, y eso es lo único que me
importa, tú eres lo único que me importa.
Arizona se conmovió con las palabras de Callie y de
pronto se sintió como una tonta, ella siempre ha sabido el hervidero de chismes
que pasean todos los días por todos los pasillos del hospital, chismes que
jamás la habían afectado. Reconociendo eso al escuchar las palabras de Callie,
Arizona le dijo algo apenada:
-Tienes razón, disculpa, nunca me han afectado los
chismes, nunca, pero supongo que no me agradó darme cuenta que lo que pasó en
ese aeropuerto entre nosotras forma parte de la comidilla de chismes de este
hospital.
Callie soltó un bufido y le dijo a Arizona: -Cariño,
cualquier tema, que no sea médico, forma parte de la comidilla de chismes de
este hospital y mucho más tratándose de dos mujeres bellas y ardientes como
nosotras, terminó diciendo Callie con una enorme sonrisa en su rostro.
Arizona se echó a reír y abrazó a Callie: -Tienes
razón mi amor, fui una tonta, supongo que eso me afectó porque tocó una fibra
muy sensible, el tema del aeropuerto es muy delicado para mí, porque fue allí
donde cometí el error más grande de mi vida y…
Callie la interrumpió: -Stop, otra vez, basta de
hablar de eso, es más, se me acaba de ocurrir una idea para que el tema del “aeropuerto” no te afecte tanto.
Terapia de choque, voy a llamarlo, aunque después le ponga otro nombre; a ver,
di “aeropuerto”
Arizona intrigada y sonriendo pregunto: -¿Qué?
Callie le dijo: -Anda, sígueme la corriente, di
“aeropuerto”
Arizona puso los ojos, pero se quedó callada
intrigada, no tenía ni idea de lo que Callie quería hacer.
Callie impaciente dio unos pequeños saltos con su
cuerpo, mientras repetía: -Anda, di “aeropuerto”
Arizona asomó una sonrisa y dijo arrastrando un poco
las palabras: -Esta bien… “a e r o p u e r t o”
Callie le dio un breve beso en la boca sonriendo y
luego dijo: -Otra vez, di “aeropuerto”
Arizona sonrió: -Aeropuerto
Callie le dio otro beso, esta vez más largo que el
anterior, -Otra vez
Arizona se echó a reír: -Aeropuerto
Callie le dio otro beso, más largo y más profundo.
-Otra vez
-Aeropuerto
Callie la volvió a besar y prolongó el beso aún más,
mientras lo hacía sintió en sus labios que Arizona estaba sonriendo. Cuando el
beso acabó, Callie le dijo: -Otra vez
Arizona soltó una carcajada y dijo:
-Aeropu…
Callie no la dejó terminar y le plantó un beso
ardiente y profundo, dejando a Arizona sin aliento de nuevo. Cuando el beso
finalizó, ambas estaban jadeando, buscando aire para respirar. En el momento en
que Callie pudo hablar, le dijo a Arizona mirándola a los ojos y abrazándola
con fuerza:
-Sí mi terapia de choque funcionó, puedo apostar que
la próxima vez que escuches o digas esa palabra te vas a acordar de mis besos y
te aseguro que cada vez que la menciones te voy a castigar dándote otro.
Arizona sonrió, sintiendo nuevamente como todo el amor
que sentía por Callie se le alborotaba en el alma, definitivamente Callie era
el ser más increíble que ella había conocido en toda su vida: -Calliope tus
besos jamás serán un castigo, eres increíble y sí quieres castigarme con ellos,
entonces castígame todo lo que tú quieras… Arizona hizo una pausa, luego con
una sonrisa picara en los labios agregó: …-Aeropuerto
Callie se echó a reír y para “castigar” a Arizona le
plantó otro beso, que esta vez fue profundo, cálido y lleno de ternura. Cuando
el beso concluyó, ambas sonrieron y Callie abrazó mas fuerte a Arizona,
mientras lo hacía, le susurró al oído: -Aún tengo que esperar cinco semanas
para que me quiten este yeso, pero lo primero que voy a hacer cuando no lo
tenga, es rodear tu cintura con mis dos brazos para darte el inmenso abrazo que
quiero darte, en lugar de medio abrazo como ahora.
Arizona cerró los ojos y suspiró, pensando en ese
momento y en todos los momentos que le esperaban para compartir con la mujer
que tenía en sus brazos, deseando con todas sus fuerzas que fuera para siempre.
Luego pensó en lo inmensamente estúpida que había sido por haber pretendido
apartar de su vida a alguien tan especial y maravillosa como Callie, por
haberla dejado en ese “aeropuerto”. Para su sorpresa, cuando pensó en esa
palabra, sonrió, sin duda la “terapia de choque” estaba funcionando. ¡Por
Dios!, pensó ¡Como te amo, Calliope Torres, cuanto te amo!. Mientras pensó esto
último, abrazó a Callie con más fuerza, un segundo después Callie le dijo:
-Yo también
Arizona sin soltar el abrazo, pero mirando a Callie,
sorprendida le preguntó: -¿Ahora resulta que también lees la mente?
-La mente, aún no, pero el lenguaje corporal sí, ven
aquí. Diciendo esto Callie atrapó los labios de Arizona que estaban abiertos por
la sonrisa que Callie le había inspirado al decir esas palabras.
Cuando el beso finalizó, Callie le dijo sonriendo:
-¿Nos vamos?
Arizona le dijo visiblemente emocionada:
-Finalmente llegó el día que tanto esperé, el día que
volverás a casa conmigo
-Eso sonó hermoso, “volver a casa”…, Callie hizo una
pausa y luego agregó, …-pero tú sabes que no será exactamente como antes
¿verdad?, por ahora, sólo seremos compañeras de habitación, eso fue lo que
acordamos ¿correcto?
Arizona no pudo disimular la sombra que sintió en su
mirada, la decepción que sentía porque eso fuera así, se lo había prometido a
Callie y estaba dispuesta a cumplirlo, pero la amaba tanto y la deseaba tanto
que ella sabía que tenerla viviendo bajo el mismo techo sin decirle cuanto la
amaba y resistiendo sus inmensos deseos de hacerle el amor, sería una de las
cosas más difíciles que le hubiera tocado vivir, no obstante, tenía que
respetar lo que Callie le había pedido, así que reuniendo valor para contestar,
le dijo, con timidez:
-Sí, lo se, pero te confieso que en este preciso
momento necesito que me recuerdes ¿por qué?. Callie me prometí a mi misma que
no iba a ofuscarte ni a hacerte sentir presionada por mis sentimientos hacia
ti, así que trataré de no repetirlo hasta que tú estés lista para escucharlo de
nuevo, pero aunque sólo lo diga esta vez, lo cierto es que te amo, te amo con
toda mi alma y además te deseo, te extraño, extraño hacer el amor contigo,
extraño tus caricias, extraño sentir tu respiración en mi cuello cuando me
abrazabas por detrás antes de quedarnos dormidas luego de hacer el amor,
extraño despertarme en las mañanas y no verte a mi lado abrazada a ti o conmigo
abrazándote a ti. Y sí, estoy dispuesta a respetar lo que quieres, pero por
favor, podrías recordarme ahora mismo ¿por qué?, ¿por qué sólo seremos
compañeras de habitación?.
Callie puso su mano en la barbilla de Arizona y
tiernamente la levantó para buscar su mirada y poder verla a los ojos mientras
le contestaba la pregunta, cuando sus ojos se encontraron, ella le dijo con
ternura:
-Arizona, estoy consciente de todo eso, sé lo
inmensamente difícil que será para ti convivir conmigo en esas condiciones
cuando tus recuerdos de lo que juntas vivimos y tus sentimientos hacia mi son
tan fuertes, se que esto será incluso mucho más difícil para ti que para mi,
pero Arizona entiende algo, por favor, yo no tengo esos recuerdos, necesito
fabricar nuevos recuerdos contigo, yo ni siquiera me conozco bien a mi misma y
tampoco a ti, no quiero acostarme contigo sólo para satisfacer mi apetito
sexual, quiero conectarme contigo primero de una forma en que ni siquiera sé si
lo estuvimos antes de que todo esto pasara, y no me malinterpretes, yo también
te lo voy a decir sólo por esta vez, pero yo también tengo sentimientos hacia
ti, no es sólo algo físico, pero necesito que logremos conectarnos
espiritualmente, necesito, ambas necesitamos, lograr una conexión tan pero tan
fuerte que cuando yo recuerde finalmente lo que pasó, el dolor que yo pueda
sentir sea superado por esa conexión, por todos esos sentimientos...
…-Si lo que vamos a compartir ahora se centra más en
lo físico que en lo espiritual y lo sentimental, nuestra relación corre el
riesgo de terminar si el dolor de esos recuerdos nos superan o me superan a mí,
no quiero sentir miedo de recordar sin hacer nada para evitar las posibles
consecuencias, quiero conocerme, conocerte, ser capaz de ver tu alma y
reconocerla con sólo mirarte a los ojos. Algo me dice que antes de que todo
esto pasara, aún no habíamos logrado esa conexión, si la hubiéramos tenido,
quizás nada de esto hubiera pasado, y no, no lo tomes como un reproche, porque
no lo es, lo que quiero decir es que quiero que llevemos nuestra relación a un
nivel al que quizás nunca llegamos antes y creo que si comenzamos a revolcarnos
en la cama desde ya, no lo vamos a lograr…
…-Arizona quiero que hacer el amor no sea sólo la
consecuencia de la atracción física que evidentemente ambas sentimos, quiero
que hacer el amor sea el efecto, no la causa de estar juntas. También se que es
muy posible que tú, al haberte dado cuenta de tus verdaderos sentimientos hacia
mi cuando estabas en África, ya estés en ese nivel, pero yo no lo estoy, no he
llegado a eso todavía y quiero llegar antes de si quiera pensar en tener
relaciones sexuales contigo...
…-Arizona, necesito que entiendas que si te propuse
ser sólo compañeras de habitación, no es porque yo no te ame o no te desee, la
verdad, te deseo muchísimo y si quieres que te diga la verdad, cada día te
quiero más, pero siento que aún nos falta algo, algo incluso que quizás nunca
tuvimos antes, pero necesitamos ese algo para que nuestra relación sea más
fuerte y más sólida que nuestros peores temores, que una beca, que nuestra
carrera o cualquier otra cosa...
Arizona la interrumpió para decirle: -Mi amor, tú eres
lo más importante para mi, antes no lo sabía pero ahora lo se
-Yo lo se Arizona, todo lo que has hecho, todo lo que
yo recuerdo que has hecho me lo ha demostrado, y eso es increíblemente
importante para mi, pero yo necesito conocerme de nuevo, y conocerte a ti en tu
esencia, por eso, a pesar de saber lo duro que debe ser para ti, acepté mudarme
contigo, ¿Qué mejor forma de lograr esa conexión contigo, compartiendo el mismo
techo en lugar de sólo unas horas en este hospital?. Arizona, sólo necesito un
poco de tiempo, todo llegará, todo lo que ambas deseamos llegará, te lo
prometo, sólo dame un poquito de tiempo, sólo un poco. Y entiéndeme algo, no te
estoy pidiendo tiempo para enamorarme de ti, eso no es un problema, sólo quiero
tiempo para conectarme contigo primero, para comenzar de nuevo, de una manera
diferente, más profunda ¿me entiendes ahora?
Arizona sonrió, y le contestó a a Callie con el ánimo
renovado: -Sí, ahora si lo entendí. Gracias Callie, cada día eres más
impresionante.
Callie sonrió y se dispusieron a salir de hospital.
Mientras caminaban tomadas de la mano, por los
pasillos del hospital, Arizona se puso a meditar las palabras de Callie, luego
de su larga explicación, finalmente lo entendió y se sintió diferente, además
de que percibió una nueva ola de admiración hacia su compañera, porque
comprendió que lo único que Callie deseaba era forjar una relación tan sólida
que pudiera resistir cualquier cosa, incluso los malos recuerdos cuando estos
aparecieran. Callie estaba pensando en su relación con ella como algo a largo
plazo y quería asegurarse de que así fuera.
Mientras escuchaba a Callie, tuvo que reconocerlo,
ella tenía razón, a pesar de que ambas se amaban y se llevaban bien antes de
que todo esto pasara, quizás nunca habían logrado esa conexión de la que Callie
hablaba, había una parte de Arizona que ella reconocía que jamás le había
entregado a ningún otro ser humano, salvo a Timothy, su hermano gemelo. Ella
nunca se había comprometido con nada ni con nadie a ese nivel y al final de
cuentas era por eso que había cometido uno de los mayores errores de su vida al
marcharse a África poniendo su carrera por encima de lo que sin saber, era lo
más importante en su vida: Calliope Torres.
Ahora lo entendía, Callie se dio cuenta al estar libre
de los malos recuerdos y de los sentimientos que ellos evocan, que era lo que
había fallado en su relación, por eso la había notado tan pensativa desde que
supo la verdad, de hecho, sin que Callie lo supiera, era eso lo que había fallado
en todas las relaciones que había tenido Arizona en toda su vida: el no
entregarse a otro ser humano, no físicamente, sino espiritualmente y por más
que Arizona se resistiera a algo como eso en el pasado, ella sabía que si con
alguien valía la pena esa entrega era con Callie, alguien que estaba dispuesta
a entregarse de la misma forma.
Arizona en ese momento comprendió que si ellas dos
lograban esa conexión, esa entrega que nunca antes tuvieron, su relación
pasaría a un nuevo nivel que la haría mucho más fuerte que antes, mucho mejor
que antes, un nivel que Arizona simplemente no conocía y posiblemente Callie
tampoco, porque los demonios de su propio pasado quizás nunca se lo
permitieron.
Así que Arizona entendió que el reto que tenía por
delante era mucho mayor que el que se había planteado inicialmente al mudarse
con Callie, no era el reto de tratar de resistirse a su necesidad física por
ella, el verdadero desafío era tratar de no resistirse a entregarse
espiritualmente a otro ser humano, algo que jamás había hecho antes, pero que
por primera vez en su vida estaba dispuesta a hacer.
Obviamente Arizona también comprendía la existencia de
la otra cara de la moneda, si antes le daba miedo que Callie la rechazara
cuando recordara su pasado, ahora, con esta nueva perspectiva de entregarse
espiritualmente ese miedo podía convertirse fácilmente, en autentico terror,
porque ya había percibido que mientras mas se acercaba a Callie más miedo
sentía de perderla y la idea de perderla habiéndose entregado a ella de una
forma en que jamás se había entregado a otro ser humano, podía ser simplemente
aterradora. Permanecer en el borde de todas sus emociones, entregar su alma
temiendo que los recuerdos dolorosos de Callie acabaran con todo, era como
caminar en un bosque desconocido, mirando sólo las sombras que arden en la
oscuridad, y eso era algo realmente aterrador.
No obstante, quizás lo único que había cambiado antes
de escuchar la explicación de Callie, era el estar consciente de ello, ya en
África se había sentido por primera vez en su vida, desde la muerte de su
hermano, incompleta sin Callie a su lado, en el fondo Arizona sabía que esa
entrega espiritual ya había comenzado antes de siquiera imaginárselo, por eso
no pudo olvidarla a pesar de que lo intentó, por eso tuvo que regresar, por eso
había luchado por reconquistarla aún a pesar de su miedo a perderla.
La única diferencia es que ahora, luego de escuchar a
Callie, Arizona había tomado plena conciencia de que la apuesta era, la mayor
de toda su existencia, era como la apuesta “a todo o nada” en la partida de
póker en la que se había convertido su propia vida. Era aterrador, sí, lo era,
pero amaba a Callie y seguiría luchando por ella y si luchar por ella
significaba entregarse, lo haría, le entregaría su alma. Si ganaba, lo ganaría
todo, si perdía, lo perdería todo, pero Calliope Torres valía la apuesta,
definitivamente lo valía.
Sí algo tenía claro Arizona Robbins es que Calliope
Torres es la mujer con la ella quería compartir el resto de su vida, la elegida,
“la única”, el amor de su vida. Entregarse a ella con todos los riesgos
conocidos era aterrador, pero dejar de hacerlo y perderla, definitivamente no
era una opción.
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Tú, a través de
la luz
Eres el mayor
descubrimiento
En un mundo
lleno de equivocaciones,
Tú eres lo que
es correcto
Finalmente
tiraste la soledad
Hacia otro lado
Tú pusiste de
nuevo mi corazón en movimiento
Cada palabra se
siente como una estrella fugaz
Yo estoy en el
borde de mis emociones
Mirando las
sombras que arden en la oscuridad,
Y yo estoy
enamorada y estoy aterrorizada.
Por primera y
última vez
En mi vida
solitaria.
Esto podría ser
bueno
Mejor que la
última vez
Y el amor es
peor sabiendo
Que tú te
mantienes atrás
Podría ser todo
lo que tú necesitas
Si me dejas
probar
Tú pusiste de
nuevo mi corazón en movimiento
Cada palabra se
siente como una estrella fugaz
Yo estoy en el
borde de mis emociones
Mirando las
sombras que arden en la oscuridad,
Y yo estoy
enamorada y estoy aterrorizada.
Por primera y
última vez
En mi soledad
Sólo lo digo
porque es en serio
Sólo es en
serio porque es verdad
Así que no
dudes que yo he estado soñando
Porque me llena
y me mantiene cerca
Cada vez que
estoy sin ti
Tú pusiste de
nuevo mi corazón en movimiento
Cada palabra se
siente como una estrella fugaz
Mirando las
sombras que arden en la oscuridad,
Y yo estoy
enamorada y estoy aterrorizada.
Por primera y
última vez
En mi vida
solitaria
…
En mi vida
solitaria
Esta historia continuará…
Espero que este capítulo les haya
gustado, y espero por supuesto sus comentarios.
Tal como lo informé la semana pasada,
el próximo capítulo (el Nro. 15) que se titula “En casa, de nuevo”, lo
publicaré pasado mañana, es decir, el viernes 31.
Tanto el presente capítulo como el siguiente
sentarán las bases que me permitirán avanzar con esta historia, y quiero
adelantarles que el capítulo 16 que será publicado el próximo lunes 03 de
Septiembre, es… intenso. Por ello, se me ocurrió una idea para hacer algo
divertido, una especie de concurso, dirigido a todas los lectores de “Epidemia”
que, además, me siguen en twitter a través de mi cuenta: @MikiTRobbinson
El próximo viernes 31, después de
publicar el capítulo 15 de “Epidemia”, aproximadamente a las 11:00 a.m. (hora
de Venezuela: GMT -4:30), enviaré un tweet con una pregunta. Al primer seguidor
en twitter que la conteste acertadamente, le enviaré, el mismo viernes, a la
dirección de correo electrónico que me indique mediante un mensaje privado vía
twitter, el link a los archivos de música en formato mp3 y el archivo del
Capítulo 16 de “Epidemia”. En otras palabras, el ganador o ganadora de este
pequeño concurso, no tendrá que esperar hasta el lunes 03 de Septiembre para
leer este capítulo “especial” de “Epidemia”.
¿Qué les parece?, ¿divertido?, ¿verdad?
Si les gusta la idea, sólo tienen que
ser seguidores de mi cuenta de twitter para el momento en que yo envíe el tweet
con la pregunta y estar pendientes para leer el tweet que enviaré con la
pregunta en la fecha y hora señalada, vale decir: Viernes 31, 11:00 a.m. (hora
de Venezuela)