Epidemia – Capítulo 1 – Run – (Corre)
Arizona no podía dejar de llorar, las lágrimas
brotaban de sus ojos sin control. Sosteniendo una mano de Callie entre las
suyas, veía impotente como el amor de su vida, la única persona de quien se
había enamorado en toda su existencia, estaba allí tendida en una cama, llena
de hemorragias por todos lados, agonizando. Arizona lo sabía, sabía
que si la idea que Callie le había dado a Cristina, de calentar el antídoto
para acelerar su reacción no funcionaba, si Cristina no se aparecía por esa
puerta antes de una hora con el antídoto reactivo, Callie no lo lograría,
moriría inevitablemente, tal como ya le había ocurrido a April Kepner y a
Jackson Avery; mientras las vidas de Teddy, Meredith, Lexie, Mark y de la
propia Arizona seguían amenazadas, y ahora, que el último síntoma
acababa de aparecer, que Callie comenzó a toser vomitando sangre por la boca, Arizona
estaba desesperada.
-¿Por qué lo hiciste Callie, por qué me
inyectaste la única muestra del antídoto que creaste, sabiendo que tú también
te habías enfermado y que tu estado era más avanzado que el mío? No me lo dijiste, me lo ocultaste y permití
que me pusieras el antídoto cuando aparecieron mis primeros síntomas, sin
dejarme saber que tú ya tenías el virus y que estabas peor que yo… Mi Amor,
¿por qué lo hiciste?
Agonizante Callie le contestó: -Porque te amo
Arizona, te amo más que a mi propia vida, yo no podía permitir que esos ojos
hermosos azules se apagaran. Y mucho menos ahora, ahora que… te amo el doble Mi
Pichirruchi, terminó diciendo con una tímida sonrisa dibujada en sus labios.
Arizona apretó con más fuerza la mano de Callie
entre las suyas y con lágrimas en los ojos le dijo: -Cariño, yo se que tú me
amas, no tenías que hacer esto, y ahora estas así y ¿sabes? tú no…tú no puedes
dejarme, tú me lo prometiste, tú me dijiste que no te irías a ningún lado, que
nunca me dejarías… Calliope yo te amo, regresé de Africa hace nueve meses
porque me di cuenta que no podía vivir sin ti, hemos pasado por muchas cosas
para reencontrarnos y ahora que finalmente estamos juntas de nuevo, tú no
puedes marcharte, no puedes morir, Calliope tú eres mi alma gemela ¿recuerdas?,
yo te necesito, necesito tus besos, tus caricias, tus abrazos, tu mirada, tu
voz, Dios… me encanta cuando me cantas con esa bella voz que tienes, terminó
diciendo Arizona, tratando de sonreír sin lograrlo.
Callie le dijo llorando: -Quizás aquella vez
que me escuchaste cantarte, quizás esa vez fue la última, de cualquier forma
aún no sabemos si el antídoto que te inyecté pueda funcionar o no, y si no
funciona, en ese caso, tú y yo, realmente tendremos que irnos. Arizona tú has
sido lo único bueno que he tenido en mi vida y ahora que de nuevo me reencontré
con tus ojos, cada vez que lo hago, cada vez que te miro, sé, que si no lo
logramos, estaremos bien juntas, en cualquier parte, lejos de aquí. Y si el
antídoto funciona y tú te salvas, entonces tú vivirás, y entonces tú deberás
animarte, deberás elegir vivir, sabiendo que aunque no puedas escuchar mi voz
yo estaré a tú lado, mi amor.
-No Callie, sigue luchando, no te rindas, vamos a luchar las dos por nuestras vidas, yo
lo creo, yo lo sé, ¿por qué no levantas
tú voz para decirlo? Para seguir luchando…
-Porque yo sé que no me queda mucho tiempo, tú
eres mi dulce patinadora, la que cree en polvo de hadas y estrellas, pero yo
siempre he tenido los pies en la tierra y no puedo engañarme ni puedo
engañarte, ni siquiera ahora, y no… no puedo dejar de llorar, sabiendo que tal
vez ya no podré mirar esos ojos, la
verdad se me hace difícil no llorar, esto puede ser nuestro último adiós y yo
no puedo engañarte ni engañarme a mí misma, eso sería peor, tú lo sabes, y yo
lo sé…
Voy a cantar una vez más para ti
Y entonces realmente tengamos que irnos
Tú has sido lo único bueno
De todas las cosas que he hecho
Ahora apenas puedo mirarte
Pero cada vez que lo hago
Sé que lo haremos bien en cualquier parte
Lejos de aquí
Anímate, anímate
Como si pudieras elegir
Incluso cuando no puedas escuchar mi voz
Yo estaré a tu lado, mi amor
Más fuerte, más fuerte
Vamos a correr
por nuestras vidas
Yo lo digo
apenas, pero lo se
¿Por qué tú no
puedes levantar tú voz para decirlo?
Saber que tal vez ya no veré esos ojos…
…Se me hace difícil no llorar
Y cuando nos decimos nuestro último adiós
Yo casi lo hago
Anímate, anímate
Anímate, anímate
Como si pudieras elegir
Incluso cuando no puedas escuchar mi voz
Yo estaré a tu lado, mi amor
Más fuerte,
más fuerte
Vamos a correr
por nuestras vidas
Yo lo digo
apenas, pero lo se
¿Por qué tú no
puedes levantar tú voz para decirlo?
Anímate, anímate
Como si pudieras elegir
Incluso cuando no puedas escuchar mi voz
Yo estaré a tu
lado, mi amor
-No…, dijo Arizona, sin dejar de llorar, …-No,
no quiero que nos volvamos realistas ahora, no tenemos tiempo para eso, todo lo
que quiero ahora es salir de viaje en nuestras mentes e imaginarnos nuestro
futuro juntas, y sin miedo vernos a nosotras mismas salir de este desastre y
entonces… y entonces…tu y yo seremos felices… tú y yo… nos casaremos Calliope,
nos iremos de luna de miel y luego nos compraremos una gran casa que tenga un
inmenso jardín y una cocina hermosa donde puedas cocinar todos esos recetas
ricas que tú sabes hacer y que a mí me encantan y tú… y tú serás la madre de
mis hijos, yo se que tú quieres ser madre Calliope, usaremos el ADN que me dejó
Tim, mi hermano gemelo, antes de irse a la guerra y tendremos por lo menos dos
hijos Calliope, y… y seremos felices, muy, muy felices, y cuando estemos
viviendo en nuestra gran casa, yo… yo… yo
te escucharé cantar en la ducha y yo entraré a ella para hacerte el
amor, haremos el amor todos los días Calliope…
Callie trató de sonreír, pero no podía, sus lágrimas
con sangre no paraban de salir de sus ojos y entonces le dijo a Arizona: -Mi
amor, tu más que nadie sabes que ese siempre fue mi sueño, tener mi propia
familia, casarme, tener hijos… hubiera sido lindo haberlo alcanzado pero…
Callie no pudo seguir hablando, la tos con sangre no la dejó seguir hablando,
ella sabía que su fin estaba cerca, demasiado cerca… Antes de desmayarse de
nuevo le dijo a Arizona: -Te amo, siempre te he amado, siempre te amaré…
Arizona
lloraba desconsolada…la vida de Callie se apagaba y no había nada que ella
pudiera hacer, salvo esperar… esperar un milagro…
Y para agravar
aún más la delicada situación, Arizona vio con horror en el monitor que
controlaba los signos vitales de Callie, la línea horizontal, su corazón había
entrado en paro. Arizona tomó las paletas y realizó la primera descarga, y nada
ocurrió, cargó nuevamente, nada…
Arizona,
desconsolada, terriblemente angustiada seguía intentándolo, mientras decía
desesperada:
-¡Callie!,
¡Callie!, no me dejes, no me dejes, por favor resiste, no me dejes,
¡Callieeeee…
….
Callie se vio caminando a sí misma, casi
flotando a través de un túnel. Al final de ese túnel había una luz
espectacularmente brillante. Un hombre, un hombre uniformado estaba allí
parado, esperando por ella.
Cuando Callie finalmente lo pudo distinguir, se
dio cuenta que era sumamente apuesto, de cabello rubio, con un corte estilo
militar, de brillantes y hermosos ojos azules.
Y su sonrisa, le resultó tan familiar,
especialmente cuando aparecieron en sus mejillas los mismos hoyuelos que
siempre le alborotaban el alma.
Callie sonrio y exclamó: -¡Esa sonrisa!, ¡Esos
hoyuelos!
El hombre ampliando aún más su sonrisa dijo:
-Marca Registrada Robbins… hizo una pausa y
casi susurrando, agregó con picardía: …-Bueno, aquí no usamos mucho los
apellidos
Callie lo miró a los ojos sonriendo, intrigada:
-¿Tú eres Timothy?, ¿verdad?, ¿el hermano de
Arizona?
-Sí, yo soy
-¿Estoy muerta?
Timothy sonrió de nuevo y contestó:
-Sí…y no
-¿Cómo?, ¿Sí y no?, ¿Qué significa eso?
-En este momento lo estas, pero sólo te
encuentras aquí de paso. Tú vas a regresar, si te das prisa, porque aún tienes
asuntos pendientes… mi hermana te necesita, ella te ama.
-Yo lo sé, le contestó Callie, …-Y yo la amo a
ella
-Lo sé, le contestó Tim, y por eso quería
hablar contigo acerca de algunas… cosas
-¿Qué cosas?
Tim, sonrió y antes de contestar hizo una
pausa, como pensando lo que iba a decir, finalmente dijo:
-Verás, desde que éramos niños, ella y yo
fuimos casi inseparables, no sólo por ser hermanos gemelos, ella era mi única amiga y yo era su único
amigo, yo no necesitaba a nadie más y ella tampoco, nos teníamos el uno al
otro, jugábamos juntos, hacíamos travesuras juntos, reíamos juntos, llorábamos
juntos, nos cubríamos las espaldas, nos cuidábamos mutuamente. Pero cuando yo…
cuando yo morí, ella se quedó sola, muy sola, ella estaba tan triste, mucho más
de lo que alguna vez llegó a demostrar, ella no quería que nadie supiera cuanto
estaba sufriendo, y se fue encerrando en sí misma, encerró sus sentimientos
dentro de sí misma…
…-Sus pequeños humanos se convirtieron en su
refugio, y se obligó a mostrar siempre una sonrisa, pero tuvo miedo de
entregarse de nuevo, y se olvidó de sus verdaderos sueños… hasta que tú
apareciste en su vida…
…-Tú
eres la única persona capaz de recordarle esos sueños y de hacerlos realidad.
Ustedes dos comparten los mismos miedos pero también los mismos sueños. Sin
embargo, depende de ti, siempre ha dependido de ti.
-¿Por qué depende sólo de mi?, le preguntó
Callie
-Porque tú aprendiste más rápido, tú sabes
cosas que ella aún está descubriendo, por ejemplo, los sueños. Te dije que
ambas comparten los mismos sueños, pero mientras tú los persigues, ella aún huye
de ellos… los olvidó.
Callie sabía muy bien cuáles eran sus sueños, y
se emocionó al pensar en la posibilidad que esos mismos sueños fueran los de
Arizona, aunque los hubiera olvidado. De pronto, se dio cuenta que estaba
llorando, se llevó los dedos a la cara para tocar sus propias lágrimas y dijo
entre sollozos, sonriendo:
-No sabía que aquí la gente también podía
llorar
Tim le dijo tiernamente:
-Sí, pero sólo cuando las lágrimas son de
felicidad
Callie, sintió una inmensa ternura hacia el
hermano de la mujer que amaba, le dieron ganas de abrazarlo, entonces le
preguntó:
-¿Puedo darte un abrazo?
Tim se acercó a Callie y son su sonrisa Marca
Registrada Robbins, le dijo mientras la abrazaba:
-Por supuesto que sí, me encanta que me lo
hayas pedido.
Mientras se abrazaban Tim percibió la calidez
del abrazo de Callie, el sentimiento de seguridad y paz que se sentía en el
círculo que formaban sus brazos, entonces, exclamó:
-Wow, ahora sé porque Arizona te ama como te
ama, supongo que si los Robbins tenemos una sonrisa Marca Registrada, los
Torres deben tener un abrazo Marca Registrada.
Callie se echó a reír y contesto:
-Supongo que sí, a Arizona le encanta que yo la
abrace
-Obviamente, respondió Tim, luego, soltando el
abrazo un poco y mirándola a los ojos, agregó:
…-Por favor ve, date prisa, antes de que sea
muy tarde para ambas, ve a reunirte con mi hermana de nuevo, en este momento,
en este preciso momento ella está muy asustada, anda y hazla feliz, ella se lo
merece, al igual que tú.
-¿Timothy?, ¿Esto es un sueño?
Tim sonrió y le contestó:
-Será lo que tú quieras que sea…
Callie sonrió, dio media vuelta y comenzó su
camino de retorno, entonces escucho la voz de Arizona llamándola llorando,
desesperada. Callie echó a correr, con todas sus fuerzas, necesitaba
encontrarse con la mujer que amaba antes de que fuera demasiado tarde para
regresar….
….
Un año antes:
Callie y Arizona llegaron al aeropuerto de
Seattle, chequearon el equipaje y obtuvieron sus tickets de abordaje con
destino a Malawi, África. Mientras ambas caminaban hacia la puerta de embarque,
Callie le dijo a Arizona tratando de parecer entusiasmada:
-Seguro que no habrá mucho que hacer allí…
Arizona se veía cansada, más que cansada,
decepcionada por la actitud que había notado en Callie en esa última semana,
Callie continuó con su monólogo:
…-Tendremos menos distracciones de la medicina.
Sólo nos enfocaremos en la medicina, será grandioso.
En ese momento Arizona se detuvo, visiblemente
molesta, Callie se volteó a verla y le dijo: -¿Qué?, Oh Dios mío ¿olvidaste el
pasaporte?
Arizona, casi sollozando habló: -Gané el
subsidio “Carter Madison”… gané el subsidio “Carter Madison…Callie levantó la
mirada, y le dio un sonrisa a medias, dándose cuenta que Arizona estaba
molesta, ella continuó diciendo: …-¿Sabes lo difícil que es? ¿Lo especial que
eso es?... Callie miró hacia los lados para ver si la gente alrededor estaba
escuchando, ya que a medida que Arizona hablaba levantaba más el tono de su
voz, Arizona siguió diciendo: …-Es la
gran oportunidad de mi carrera profesional. Iré a Malawi, con fondos casi ilimitados,
a ayudar a pequeños humanos que quizás nunca han visto a una cirujana
pediátrica… A Callie se le borró la media sonrisa del rostro y miró hacia abajo
para chequear la hora de salida en su ticket de abordaje, luego giró su mirada
hacia la puerta de embarque e inmediatamente se giró de nuevo para mirar a
Arizona, era hora de embarcar, pero Arizona continuaba hablando sin moverse:
…-Podré cambiarles la vida, es un sueño, estoy viviendo un sueño, y estoy
contentísima, o debería estarlo, pero tú me lo estas arruinando. Primero con
tus quejas y ahora con tu falso entusiasmo.
Callie frunció el seño, mientras Arizona
concluyó diciendo: -Tú me estas arruinando África y lo que eso significa para
mi
Callie le respondió: -Yo no…
Arizona la interrumpió: -Claro que sí
Por un momento ambas se miraron a los ojos y
entonces Callie acercándose un poco a Arizona le dijo:
-Ok, está bien yo no quiero ir a África, Ok,
pero si quiero estar contigo, así que realmente me estoy esforzando, vamos a
perder el avión, así que vamos. Callie dio media vuelta y dio un paso hacia la
puerta de abordaje, pero cuando notó que Arizona no se movía y aún conservaba
su expresión de decepción en el rostro, volvió para mirarla y le dijo: -Dios
mío, entonces ¿quieres pelear? El vuelo dura 18 horas, podremos pelear en el
avión.
Arizona aún no se movía y sollozando le dijo:
-Tu me lo estas arruinando, y yo no quiero hacer esto.
Callie confundida balbuceó y le preguntó: -¿A
qué te refieres?, ¿de repente no quieres ir o…?
Arizona dudó sólo por un momento, luego le dijo
a Callie: -No quiero ir a África… contigo
A Callie se le aguaron los ojos y entonces
sollozando suplicó: -Arizona…no ¿de acuerdo? No
Arizona, bajó la mirada y le dijo a Callie: -Lo
siento, lo siento
Callie no lo podía creer y con un tono de
impaciencia en si voz preguntó: -¿Lo sientes?, ¿lo sientes? Son tres años.
Arizona negó con la cabeza: -Voy a perder mi
avión
Cuando Arizona pronunció esas palabras, una
mirada de desesperación y miedo se cruzó en el rostro de Callie, pero Arizona sólo
se limitó a decir… -Cuídate. Entonces comenzó a caminar hacia la puerta de
embarque.
Callie inspiró aire, luego exhaló, ella no
podía creer lo que estaba pasando, de repente se volteó y llorando le dijo a
Arizona: -No… luego gritó más alto, mientras Arizona se alejaba: -NO
Entonces Arizona se volteó para mirarla,
mientras Callie llorando y con una voz suplicante le dijo a ella: -Por favor,
por favor, nosotras podemos hacerlo, podemos resolverlo.
Arizona con lágrimas en los ojos, negó con su
cabeza: -Tú quédate aquí y sé feliz, y yo iré allá y seré feliz.
Callie estaba desesperada: -Si te subes a ese
avión, si te vas sin mí, habremos terminado ¿me escuchas?, habremos terminado.
Arizona respondió: -Estamos en medio de un
aeropuerto gritándonos mutuamente…ya hemos terminado. Arizona dio media vuelta
y se dirigió a la puerta de abordaje con los ojos llenos de lágrimas, pero sin
mirar atrás.
Callie se quedó casi congelada, sin moverse,
sintiendo su alma partida por la mitad, mientras con lágrimas en sus ojos vio
como Arizona se alejaba y pensó: “Abandonada de nuevo, por tercera vez en mi
vida, he sido… abandonada… otra vez”
Esta historia
continuará…
….
Me encantaría conocer sus opiniones acerca de
este primer capítulo. ¿Les gustó la inclusión de la música como parte del
relato?. Anímense, no duden en hacer sus comentarios. Sus opiniones son
importantes para mí, me dan ánimos, me alientan a continuar escribiendo.
Gracias anticipadas.