Dos almas gemelas que deberán aprender juntas a superar sus temores y encontrar el camino hacia sus verdaderos sueños. Acompañen a Callie Torres y a Arizona Robbins en este viaje, a través de los sentimientos. Una montaña rusa de emociones, donde la música será otra protagonista. Citando a Jessica Capshaw: “Hold on and enjoy the ride” (Agárrense fuerte y disfruten del paseo).

martes, 31 de julio de 2012

Epidemia - Capítulo 5 - Jar of hearts (Tarro de corazones)


Epidemia – Capítulo 5 – Jar of hearts (Tarro de corazones)


Tres meses después de su partida, Arizona regresó a Seattle y lo primero que hizo fue dirigirse al apartamento de Mark, donde ahora estaba viviendo Callie, tal como Teddy le había contado. Con miedo de ser rechazada, Arizona se paró frente a la puerta, y después de un momento que se tomó para tratar de relajar sus nervios, tocó la puerta. Tal como lo había temido, recibió un portazo después de decirle a Callie que había regresado por ella.
Arizona se sintió devastada, sin embargo, no se rindió, al día siguiente esperó a que Callie saliera para hacer otro intento, pero ella nuevamente la rechazó, cuando le dijo que se regresara a Malawi.

Ese mismo día, hubo un tiroteo en una universidad y Arizona quiso hablar con Callie mientras operaban a una niña de 15 años, pero Callie ni siquiera la dejó hablar.

Al finalizar la operación, justo cuando Callie se retiraba dando media vuelta para irse, Arizona hizo otro intento, tomó aire y dijo:

-Calliope…

Callie se volteo para mirar a Arizona, su expresión era distante, fría

…-Lamento profunda, profunda, profundamente haberte lastimado tanto… Callie bajó la mirada, que ahora se veía triste, luego volvió sus ojos hacia Arizona, ella continuó: …-De verdad que lo siento, porque estoy tan enamorada de ti y pasaré el resto de mi vida diciéndotelo. Me disculparé contigo a diario si eso es lo que tú necesitas. Pero, por favor…por favor, no vuelvas a alejarte otra vez. Crucé medio mundo para estar contigo. Yo te amo. Por favor

Callie con su mirada opaca, sin brillo, le contestó:

-Cruzaste medio mundo para verme Arizona, porque te fuiste al otro lado del mundo sin mirar atrás, sólo te fuiste… Esta vez fue Arizona quien bajó la mirada, luego miró a Callie con el seño fruncido y una expresión triste, Callie continuó: -Y tal vez esto sea nuevo para ti, por lo menos yo creo que lo es, pero tú no eres la única en esta relación. Somos dos. Y tú regresaste, pero yo no. Lo demás que haya pasado, no lo cambia.

Callie dio media vuelta y salió del salón, dejando a Arizona totalmente abatida otra vez.

Al día siguiente, Arizona se mudo al apartamento donde había vivido con Callie y cuando ella lo supo se molestó y le dijo que no quería verla de nuevo, que no confiaba en ella, que por haber estado una semana de mal humor ella la había dejado botada en un aeropuerto, que sacara sus cosas del apartamento.

Desesperada, Arizona le pidió ayuda a Mark, él al principio se burló de ella, pero cuando se dio cuenta que Arizona realmente quería reconquistar a Callie le dijo en serio: -Tú huyes, cuando las cosas se ponen difíciles, tú huyes…

Arizona decidió sincerarse con Callie, así que la siguió y cuando ella entró al ascensor, justo antes de que se cerraran las puertas, Arizona hizo un rápido movimiento, logrando entrar también. Callie tenía los ojos aguados, aún así, Arizona la enfrentó:

-Yo huyo ¡ok!, cuando las cosas se ponen difíciles yo huyo, quizás sea porque mi padre era un militar y nos mudábamos cada 18 meses, quizás nunca aprendí a comprometerme, pero yo estoy aquí ahora y aquí me voy a quedar y me aseguraré que tú sepas que yo estoy comprometida con esto. Yo no soy perfecta, pero tú tampoco ¿Quieres hablar de defectos? ¿Qué pasa con no ser capaz de perdonar?. En algún momento tendrás que perdonarme y es mejor que sea ahora, porque yo estoy enamorada de ti Calliope y tú estás enamorada de mí y lo único que te pido es otra oportunidad

Callie se giró para ver de frente a Arizona y le dijo:

-Arizona, ojalá esto fuera un asunto de saber perdonar, ojalá fuera algo tan sencillo, entonces, yo te perdono, tú me dices que me amas, yo te digo que te amo, nos besamos y vivimos felices para siempre. ¿Quieres saber algo Arizona? Yo te perdono, de corazón te perdono y Yo… Yo te amo, ¡por Dios!, nunca he amado a nadie como te amo a ti, pero ni mi perdón ni mi amor resolverán nada, porque ahora yo soy solo la sombra de aquella persona que tú dejaste atrás...

Arizona se estremeció con las palabras de Callie, ella continuó diciendo: …-Y si le tenías miedo al compromiso como dices, entonces ¿por qué me besaste y me aceptaste en tu vida?, ¿por qué me dijiste que me amabas?, Arizona necesito preguntarte algo:… Aquella vez, cuando tú me dijiste por primera vez que me amabas ¿lo dijiste en serio?, quiero decir, ¿era verdad?

Arizona, intuyó que la respuesta a esa pregunta la condenaría definitivamente, aún así inspiró aire y le contestó: -Sí, era verdad

Callie con amargura le dijo: -Era verdad… y me abandonaste en un aeropuerto ¿entiendes a que me refiero ahora?...

Arizona, no quería entender, le aterraba escuchar lo que Callie estaba a punto de decirle, pero esta vez no iba a huir, esta vez no, así que tomó otra bocanada de aire y espero a que Callie dijera lo que tenia que decir

…-Arizona, cuando tú me conociste y me diste aquel primer beso, tú me encontraste en ese baño llorando, yo estaba llorando Arizona, tú besaste a una persona que ya estaba herida. Más tarde  me dijiste “Te Amo”. ¿Tienes alguna idea de lo que significó ese “Te Amo” para mí?, me parece que no, pues bien, yo te lo voy a decir…

…-La primera vez en mi vida que yo le dije a alguien te amo, ¿sabes cual fue su respuesta?... Nada, cero, no hubo respuesta, luego me casé con ese alguien, George O´Malley me engaño con Izzie Stevens y luego me abandono. Más tarde llegó Erica, y ella también me abandonó, me dejó, sin decir adiós…

…-Y cuando tú llegaste a mi vida, a pesar de todo, me enamoré, si me enamoré, pero tenia miedo de estar enamorada sola de nuevo, así  que nunca te lo dije, nunca me atreví a decirte “Te Amo” y cuando fuiste tu quien me lo dijo, yo me sentí en el cielo Arizona, yo me lo creí, y poco a poco me fui quedando sin defensas. Yo te amaba, tú me amabas y eso era lo único que importaba, ya no tenia porque protegerme con una armadura y entonces… y entonces, me abandonaste en ese aeropuerto…

…-Cuando tú te fuiste y me dejaste, yo no tenía escudos, yo confiaba en ti, en tu amor y el dolor que me causaste llegó directo a mi corazón y me lo partió en mil pedazos. Arizona, ya yo no tengo un corazón para darte, ya no tengo nada que ofrecer, no tengo sueños ni ilusiones que compartir, yo estoy derrotada, ¿lo comprendes?

Callie dijo todo esto llorando desesperadamente, sus ojos reflejaban un dolor que Arizona pocas veces había visto en su vida, Arizona también estaba llorando, le partía el alma ver tanta pena en los ojos de la persona que más amaba, y saber que era ella quien lo había causado, era casi insoportable. Y lo peor era percibir que en la voz de Callie no había ni un solo vestigio de rabia, era sólo una mezcla de amargura, de decepción y de dolor, el dolor es su estado puro. Callie continúo hablando mientras sus lágrimas bajaban a raudales por sus mejillas.

-¿Y como se supone ahora que voy a creerte cuando me digas que me amas?, ¿cómo se supone ahora que voy a querer creerte cuando me digas que me amas? Ya me lo dijiste una vez e igual me abandonaste, ¿Cómo sé que no puede volver a ocurrir?...

…-Arizona, si algo he aprendido de todo esto es que por más que yo me enamore, por mas que yo quiera a alguien, ese alguien siempre va a encontrar algo más importante que yo y al final me dejará, podrá ser una Izzie Stevens o un corazón o una beca, pero siempre habrá algo y yo no quiero seguir, yo no tengo fuerzas para seguir… Callie se desplomó, lloraba de tal forma que no pudo seguir hablando.

Arizona no sabia que decir, le dolía tanto ver a Callie así, tan herida, finalmente le dijo:

-Callie, mi amor, yo nunca te voy a dejar, porque si algo descubrí es que tu eres el amor de mi vida, tu eres lo más importante en mi vida, por favor, créeme, yo se que te herí, pero por favor dame otra oportunidad. Es cierto, yo me fui, le tuve miedo al compromiso como siempre y pensé que te podía olvidar, como había hecho otras veces, pero ¿sabes? no pude, no pude olvidarte y descubrí que estaba enamorada de ti, perdida y locamente enamorada de ti. Yo te amo Calliope Torres, Te Amo

Al escuchar esas palabras, Callie levantó la cara para mirar a Arizona de nuevo. A ella se le helaron los huesos, la mirada de dolor que había visto en Callie hace unos momentos se transformó en una mirada sin expresión, imposible de leer, era como si Callie se hubiera puesto una mascara para ocultar sus sentimientos.

Entonces, justo antes de que Callie comenzará a hablar, Arizona recordó las palabras de Teddy y lo entendió, Callie en estos tres meses se había fabricado una nueva coraza, una reluciente armadura para protegerse, hecha con todo el dolor que tenia por dentro, finalmente Callie, secándose las lágrimas de la cara con sus manos, habló, esta vez su voz era pausada, casi neutra:

-Arizona, no me digas que me amas, no lo hagas, ahora esas palabras me hacen daño, porque no quiero creer que sean verdad, no debo creer que sean verdad ¿Por qué regresaste?. Justo ahora que estaba aprendiendo a vivir mi vida a medias, vienes y me dices que me quieres de nuevo, ¿Qué soy yo para ti?, ¿Un juguete que puedes recoger y tirar las veces que quieras?, ¿Quién te crees que eres para andar por ahí dejando heridas abiertas y coleccionando corazones rotos?, ¿Quién te crees que eres para estar preguntando a otras personas como llegar a mí, cuando fuiste tu, la que por sus propios medios me dejó?. No Arizona, ahora yo tengo que ser fuerte, necesito ser fuerte para no caer otra vez en tus brazos, ni en los de nadie más, se acabó, no vengas a mí de nuevo, no lo hagas. Tú no vas a lograr que yo regrese.  Te lo dije el otro día, tú regresaste, pero yo no, yo nunca regresaré… nunca.

Callie salió del ascensor y antes de irse dio media vuelta y mientras una sola lágrima bajaba por cada una de sus mejillas, mirando a Arizona a los ojos, le dijo con amargura:

-Arizona, tú perdiste el amor que yo más amé


Jar of hearts – Christina Perri.mp3
Clip en el título para acceder a la canción


No, yo no pudo dar un paso más hacia ti
Porque todo lo que puedo esperar son penas
Y acaso no lo sabes? Yo no soy tu fantasma nunca más
Tú perdiste el amor que yo más amé

Y aprendí a vivir una vida a medias
Y ahora tú me quieres una vez más

¿Y quién te crees que eres?
Corriendo por ahí, dejando heridas abiertas
Coleccionándolas en tu tarro de corazones
Y llorando por el amor que dejaste
Tú vas a atrapar un resfriado
Por el hielo que hay en tu alma
Así que no regreses por mí
¿Quién te crees que eres?

Yo escuche que tú andas preguntando por ahí
Si hay algún modo de encontrarme
Pero Yo me he vuelto más fuerte
Como para caer de nuevo en tus brazos

Yo aprendí a vivir una vida a medias
Y ahora tú me quieres una vez más

¿Y quién te crees que eres?
Corriendo por ahí, dejando heridas abiertas
Coleccionándolas en tu tarro de corazones
Y llorando por el amor que dejaste
Tú vas a atrapar un resfriado
Por el hielo que hay en tu alma
Así que no regreses por mí
¿Quién te crees que eres?

Y me tomó tanto tiempo sentirme un poco mejor
¿Recuerdas como devolviste la luz a mis ojos?
Yo desearía haberme perdido la primera vez que nos besamos
Porque tú rompiste todas tus promesas
Y ahora regresas
Tú no lograras que yo regrese

¿Y quién te crees que eres?
Corriendo por ahí, dejando heridas abiertas
Coleccionándolas en tu tarro de corazones
Y llorando por el amor que dejaste
Tú vas a atrapar un resfriado
Por el hielo que hay en tu alma
Así que no regreses por mí
No regreses por nada

¿Y quién te crees que eres?
Corriendo por ahí, dejando heridas abiertas
Coleccionándolas en tu tarro de corazones
Y llorando por el amor que dejaste
Tú vas a atrapar un resfriado
Por el hielo que hay en tu alma
Así que no regreses por mí
No regreses en absoluto

¿Quién te crees que eres?
¿Quién te crees que eres?
¿Quién te crees que eres?



Arizona vio como Callie se alejaba, mientras sus últimas palabras retumbaban en sus oídos “Tú perdiste el amor que yo más amé”. Los ojos de Arizona se llenaron de lágrimas nuevamente, no sabía como iba a enfrentar todo el dolor que ella misma había causado, no quería rendirse pero simplemente no sabía que hacer, ¿acaso era cierto? “¿había perdido el amor que más la amó?, ¿había perdido el amor de su vida?.

De pronto, unos gritos y unos pasos corriendo a su alrededor la sacaron de sus tristes pensamientos y escuchó con horror que una de las voces decía “Es la Dra. Torres, es la Dra. Torres, un carro atropelló a la Dra. Torres”. Arizona, confundida y asustada corrió hacia la puerta del hospital y su corazón se heló, Callie estaba inconsciente tirada en la calle, su cabeza con una herida abierta sobre el borde de la acera y el brazo izquierdo retorcido por una fractura.


Esta historia continuará…

Ya lo sé, ya lo sé, sufrimos mucho cuando nuestras chicas están separadas, pero creo que el hecho de que Callie no esté embarazada, cambia el rumbo de los acontecimientos. Sin embargo, tengo un plan y para ello necesitaba que ocurriera este accidente. Antes de que esta semana finalice, ustedes ya sabrán hacia donde se encaminan esos planes

No dejen de leer mañana el próximo capítulo, allí comenzaré a asomar mis verdaderas intensiones. Como siempre, espero sus comentarios.

viernes, 27 de julio de 2012

Epidemia - Capítulo 4 - Had it all (Lo tenía todo)


Epidemia – Capítulo 4 – Had it all (Lo tenía todo)

Cuando Arizona llegó a Malawi, dos meses atrás, fue recibida en el aeropuerto por el Dr. Ben Palmer, un cirujano pediátrico que había permanecido en África por mucho más tiempo de lo que él mismo había esperado originalmente, demasiado tiempo en realidad, 20 años para ser exactos, sin embargo era un hombre solitario que había perdido a su esposa 18 años atrás en un accidente aéreo y al no tener familia había decidido permanecer en África, no obstante, una incipiente artritis a sus 65 años de edad lo obligó a buscar un reemplazo. Arizona Robbins sería ese reemplazo. El Dr. Palmer permanecería en África dos meses más, mientras la Dra. Robbins se adaptaba a su nuevo empleo y asumiera la dirección del departamento de cirugía pediátrica del Hospital de Malawi.

Los primeras dos semanas fueron muy agitadas, demasiados niños enfermos con innumerables problemas de salud. Arizona se sentía entusiasmada por todo el trabajo que estaba realizando, realmente sentía que estaba haciendo la diferencia, con innovadores procedimientos que no eran conocidos por el Dr. Palmer. Uno de estas innovaciones, recibida con mucho entusiasmo por sus colegas, fue sin duda, la cirugía laparoscópica, técnica que Arizona manejaba a la perfección. Ella se encargó no solo de hacer unas cuantas cirugías con esta técnica sino que le enseño a usarla a todos los colegas que se mostraron interesados en aprenderla.

De modo que los días de Arizona en el hospital eran bastante ocupados, sin embargo, en la noche, cuando no le tocaba hacer guardia y llegaba a la habitación de su hotel agotada por el trajín del día, la situación era diferente, era en esos momentos, cuando no estaba rodeada de pacientes y de médicos, que la ausencia de Callie le pegaba con una intensidad que no esperaba sentir, ella nunca creyó que iba a extrañarla de ese modo, sin embargo, para su sorpresa muchas noches se dormía sollozando, anhelando la respiración de Callie sobre su cuello al dormir, su abrazo protector en las noches, sus besos, sus caricias, la forma en que la hacia sentir cuando hacían el amor y no sólo eso, a medida que los días pasaban comenzó a extrañar su sonrisa, su mirada, su hermosa voz cuando cantaba mientras se bañaba o cocinaba, incluso extrañaba su comida.

Arizona, en definitiva se sentía cada vez más triste y más confundida, aparte de su hermano gemelo, ella nunca había dependido de ningún otro ser humano para sentirse completa y ahora cada día que pasaba, lejos de sentirse mejor, como ella había creído, percibía como su animo iba en declive, como la alegría de realizar su sueño profesional iba siendo sustituida progresivamente por la tristeza de no tener a Callie con ella y peor aún con la angustia de saber cuanto la había herido. Arizona odiaba extrañarla tanto y odiaba más aún darse cuenta de lo mucho que la había lastimado al dejarla en ese aeropuerto.

Así que contrariamente a lo que ella había pensado cuando tomó la decisión de viajar sola, ahora la nostalgia y la culpa le estaban arruinando en serio sus motivaciones de estar en África, al punto que ya prácticamente las razones que la habían impulsado a tomar la decisión de dejar a Callie atrás, cada día le parecían más absurdas, sin embargo, aún no entendía por qué no podía olvidarla, por qué la extrañaba tanto.

No obstante, las respuestas a todas su dudas y cuestionamientos le llegaron un día en el hospital, cuando atendió a un niño que requería una reconstrucción del fémur y tuvo que acompañar al cirujano ortopédico del hospital en la cirugia. Él era bastante aceptable como médico, pero no contaba ni remotamente con las cualidades y habilidades de Callie y mucho menos con la dedicación y preocupación que ella mostraba con todos sus pacientes. Arizona no pudo evitar la comparación y el recordar a Callie durante las casi las 4 horas que duró la operación, la hizo extrañarla tanto que salió del quirófano con los ojos llenos de lágrimas y se fue directo a su oficina, ya que se avergonzaba que sus colegas la vieran así.

No obstante, su estado de ánimo no pasó desapercibido por el Dr. Palmer, quien también estaba presente en la operación. El era un hombre bastante perceptivo y ver a Arizona en ese estado no le resultó indiferente ya que había comenzado a estimarla como persona, además de respetarla como profesional. Ellos dos habían compartido juntos varios momentos, no se podría decir que eran amigos aún, pero ya comenzaban a tener cierto grado de confianza.

Basado en ello y sin tratar de parecer indiscreto, el Dr. Palmer decidió seguir a la Dra. Robbins hasta su oficina, el estaba realmente preocupado por ella y quería saber que le había pasado en el quirófano. El Dr. Palmer tocó la puerta de la oficina de Arizona, mientras al otro lado, ella se limpio las lágrimas de los ojos con su mano, tomó aire y dijo:

-Adelante

El Dr. Palmer abrió la puerta y se asomó, pidiendo permiso para entrar, Arizona asintió y Ben se sentó en la silla frente al escritorio de Arizona, atendiendo al ademán que ella hizo para que lo hiciera.

El Dr. Palmer inspiró aire y dijo: -Arizona, disculpa que te pregunte, pero es que observé que tenías los ojos llenos de lágrimas cuando estabas en el quirófano y luego saliste casi corriendo para entrar a tu oficina ¿te ocurre algo?, si me lo quieres decir, por su puesto.

Arizona en un principio dudó en contestarle, pensó incluso en darle una respuesta evasiva, pero en verdad, ella sintió la necesidad de hablarlo con alguien, se había guardado para si misma lo que sentía durante los casi dos meses que había permanecido allí y Ben se iría pronto, en dos días para ser exactos, así que si no lo hablaba con él, realmente no se le ocurría con quien podría hacerlo después. Por otra parte, Ben, a pesar de ser un hombre un poco amargado, sin que ella supiera las razones, realmente la había tratado con mucho cariño y él le inspiraba confianza, así que finalmente decidió contarle lo que le pasaba.

-El asunto Ben es que cuando me vine a África, dejé atrás a mi pareja, la verdad, la dejé plantada en el aeropuerto y decidí venirme sola. Al principio pensé que era la decisión correcta, ella es una excelente cirujana ortopédica y no me pareció justo arrastrarla hasta aquí para acompañarme a cumplir un sueño que era mío no de ella, en realidad ella no quería venir, me lo confesó estando en el aeropuerto, a punto de abordar el avión, pero también me dijo que había decidido acompañarme porque quería estar conmigo. En ese momento me molesté con ella y simplemente la dejé atrás, pensando que la olvidaría pronto, pero para mi sorpresa no ha sido así, cada día la extraño más y me siento más y más triste y para serte sincera, no sé qué me pasa, yo he tenido otras relaciones antes y he dicho adiós muchas veces, más que las que puedo contar, pero es la primera vez que me siento así y no sé por qué, no sé qué me ocurre, no entiendo por qué pasan y pasan los días y en lugar de comenzar a olvidarla, la extraño más y más. Y lo peor es que sé que herí sus sentimientos, nosotras terminamos aquél día.

Ben le dijo: -Y nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde ¿verdad?

-¿Qué?, le preguntó Arizona confundida ante la afirmación de Ben

Ben le contestó: -Que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Resulta obvio Arizona, aunque tú no te hayas dado cuenta todavía, que a diferencia de todas las relaciones que has dejado pasar sin mayores consecuencias, esta es diferente, porque esta vez tú te enamoraste.

Arizona se estremeció y dijo casi para sí misma -¿Enamorada?

Ben le contestó: -Sí, enamorada y parece que es la primera vez en tu vida que te enamoras de alguien, porque tal como me acabas de decir, no entiendes qué te está pasando y tú pena es aún mayor porque sabes que la perdiste. Tomaste ese avión y perdiste al amor de tu vida. Y como te dije antes: “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”

Arizona no pudo detener las lágrimas que comenzaron a brotar de sus ojos de nuevo, Ben, un poco arrepentido de haber sido tan directo le dijo: -Lo siento Arizona

Arizona parpadeó y contestó: -No Ben, no tienes por que disculparte ¿te importaría dejarme sola un momento?. Tengo que tomarme unos minutos para meditar todo esto ¿No te importa? Disculpa

Ben se levantó de la silla y dirigiéndose hacia la puerta le dijo: -No te preocupes Arizona, yo te entiendo, de veras que te entiendo, nos vemos en un rato ¿Ok?

-Ok, contestó Arizona.

En el mismo instante en que el Dr. Palmer cerro la puerta de la oficina tras de sí, Arizona rompió en llanto, todo lo que había dicho Ben tenia sentido, y ella había sido tan estúpida al no darse cuenta, ella estaba enamorada por primera vez en su vida, Callie era el amor de su vida y la había perdido, ¡Por Dios! Ella abandonó a Callie en ese aeropuerto y la hirió profundamente, al enfrentarla a un nuevo y desolador abandono sabiendo que ella ya había pasado por eso dos veces antes. George O´Mallie la traicionó y la dejó por otra, Erica Hahn la abandonó en el estacionamiento del hospital y se fue sin decir adiós y ahora ella la dejó en ese aeropuerto mientras Callie llorando le rogaba que no lo hiciera ¡Oh Dios! ¡Oh Dios!

Arizona se vio abrumada de repente por el dolor y un profundo sentimiento de culpa. ¿Qué podría hacer ahora?. En el caso de que consiguiera a alguien que la sustituyera en el hospital y regresara a Seattle ¿Callie podría perdonarla? ¿O realmente la había perdido?

En ese momento se sintió tan consternada por tantos sentimientos encontrados que quiso llamar por teléfono a Teddy, no admitiría ante ella su nuevo descubrimiento, ni sus sentimientos de culpa y mucho menos su idea ahora latente de regresar, pero necesitaba saber cómo estaba Callie, antes no había preguntado por ella porque realmente estaba decidida a olvidarla, pero ahora lo único que quería era saber el terreno que pisaba, necesitaba saber cómo estaba Callie y Teddy era la única que podría decirle algo. Arizona vio el reloj y pensó “Mierda, tendré que esperar unas horas para poder llamar a Teddy, por la diferencia de horarios esta no era una hora adecuada para hacerlo”.

Arizona no salió más de su oficina, esperó unas tres horas y se fue directo al hotel, necesitaba privacidad sin interrupciones para poder hablar con Teddy. Finalmente efectuó la llamada, el teléfono comenzó a repicar:

-Hola Teddy

-¡Arizona! ¡Que grata sorpresa! ¿Cómo estas?

-Muy bien Teddy, ¿cómo estas tú?

-Muy bien también, ¿cuéntame que hay de nuevo?

-Bueno Teddy en verdad te estoy llamando porque quiero saber cómo esta Callie, ya se, las veces que hemos hablado he evitado preguntarte por ella, pero me muero de la curiosidad, quiero saber cómo está

-Arizona, lamento sí mí respuesta te pueda a preocupar o algo, pero si quieres que te sea sincera, no está muy bien ¿sabes?. Últimamente he tratado de acercarme a ella para tratar de apoyarla y que por lo menos almuerce algo decente, ha perdido peso porque come desordenadamente, duerme poco y se la pasa en este hospital casi todo el tiempo. Esta trabajando muchísimo, casi hasta el agotamiento, y no lo compensa bien porque como te dije no come ni duerme bien. Tiene la mirada triste todo el tiempo, en pocas palabras Arizona, ella está sufriendo.

A Arizona se le hizo un nudo en la garganta y cuando sintió que las lágrimas comenzaban a aparecer en sus ojos, hizo un esfuerzo para no romper en llanto, aún así preguntó con la voz entrecortada:

-Y dime algo ¿ella te ha hablado de mi?

-¿Por qué preguntas?

-Simplemente tengo curiosidad, eso es todo.

Teddy percibió la voz quebrada de Arizona y no le creyó, aún así le contestó:

-No Arizona, ella no quiere hablar de ti, ni que nadie te nombre en su presencia, lo que sea que esté sufriendo o pensando lo está haciendo sola y me temo… Teddy se calló

-¿Qué?, le pregunto Arizona con una mezcla de preocupación e impaciencia en su voz, -Dime

-Ella no me lo ha dicho directamente, pero entre líneas, por ciertos comentarios que se le salen a veces, me he dado cuenta que lo que más le duele es que se siente decepcionada, ella esta convencida que tú… que tú nunca la amaste, que ella fue para ti sólo un pasatiempo, eso la está amargando, y me temo que se está construyendo su propia barrera. El otro día me partió el alma, porque me dijo que ella ya no tenía sueños, que todas sus ilusiones se habían muerto el día que tú… el día que tú te fuiste. Lamento decirte todo esto Arizona, pero ella está realmente herida con lo que pasó

Arizona esta vez no pudo contener su llanto y Teddy se dio cuenta, así que le pregunto:

-¿Arizona, por qué lloras?, ¿Acaso la estas extrañando tu también?

-Teddy no lo comentes con nadie, mucho menos con ella, pero sí, la extraño, y me duele que ella este así y que piense que yo nunca la amé, porque eso no es verdad, yo la amo y me hace mucha falta

-Lo lamento Arizona, lo lamento por ambas, ustedes dos eran mi pareja favorita y de verdad lamento que las cosas hayan acabado así, de verdad lo siento.

-Gracias Teddy, gracias yo se que sí. Trata de cuidarla ¿Sí?

-Eso es lo que estoy tratando de hacer.

-Gracias Teddy, gracias por todo. Disculpa que te deje pero tengo que hacer otra llamada. Te llamaré pronto ¿ok?

-Ok, cuídate ¿sí?

-Si, seguro, cuídate tú también. Bye

-Bye

Arizona no tenía que hacer ninguna otra llamada, pero sentía muchos deseos de llorar y eso fue lo que hizo. Un rato después, trato de calmarse y decidió hablar con Ben al día siguiente, necesitaba conseguir a alguien que la reemplazara, su lugar no estaba en África, su lugar estaba en Seattle a donde iba a regresar para tratar de recuperar el amor de Callie, no sabía si Callie podría perdonarla, pero tenía que intentarlo. Ella ahora sabía que había cometido uno de los más grandes errores de toda su vida,  lo tenía todo y  lo había tirado a la basura, pero ahora trataría de enmendar su error. ¡Ojalá! Callie pudiera perdonarla ¡Ojalá!


Hacer clip en el título para acceder a la canción

¿Por qué tengo que ir y ser un tonto otra vez?
¿Por qué tengo que ir y hacer de nada una gran cosa?
Yo no sabía lo que tenia, hasta que te fuiste
Lo que estaba al frente de mí, todo el tiempo
Y ahora estos días son más de lo mismo
Sintiendo como la gloria se desvanece

Lo tenía todo
Y lo tiré a un lado
Pensando que había algo más que yo necesitaba encontrar
Lo tenía todo Nena, hasta que te fuiste
Cielos azules, el brillo del sol y mariposas
Esas fueron las cosas que dejé atrás
¿Por qué las deje irse lejos?
Lo tenía todo

Entonces ¿Dónde están los fuegos artificiales que yo esperaba ver?
Todavía no he encontrado la magia que yo buscaba y que me hizo irme
Oh, no
Yo cambie mi zona confortable
Por noches solitarias para estar solo

Lo tenía todo
Y lo tiré a un lado
Pensando que había algo más que yo necesitaba encontrar
Lo tenía todo Nena, hasta que te fuiste
Cielos azules, el brillo del sol y mariposas
Esas fueron las cosas que dejé atrás
¿Por qué las deje irse lejos?

¿Por qué no creí en esa vocecita?
Eso me dejó caer en esta mala elección
¿Por qué no escuché a los ángeles?
Cuando ellos cantaron, oh sí, ellos cantan
Oh, sí oh

Lo tenía todo
Y lo tiré a un lado
Pensando que había algo más que yo necesitaba encontrar
Lo tenía todo Nena, hasta que te fuiste
Cielos azules, el brillo del sol y mariposas
Esas fueron las cosas que dejé atrás
¿Por qué las deje irse lejos?
Lo tenía todo

¿Por qué las deje irse lejos?
Lo tenía todo

¿Por qué tengo que ir y ser un tonto otra vez?

Esta historia continuará…


Lo que Arizona vivió en África nunca lo supimos, (todos sabemos que Jessica Capshaw estaba dando a luz a su segunda hija) así que escribí mi visión de ello, en realidad fue una ampliación de lo una vez escribí en mi otro fanfiction “No te rindas, nunca te rindas…”, pero pensé ¿por qué cambiarlo?, Sí así es como yo me lo imagino.

Y ustedes… ¿cómo se lo imaginan?

miércoles, 25 de julio de 2012

Epidemia - Capítulo 3 - Lord it is mine? (Señor, esto es mío?)


Epidemia – Capítulo 3 – Lord it is mine? (Señor, es mío?)


Hacer clip aquí para acceder a  a canción


Yo sé que hay una razón por la cual necesito estar solo
Tú me mostraste un sitio silencioso que yo puedo llamar mi espacio
¿Es mío? ¿Oh, Señor es mío?

Tú sabes que yo estoy cansado de luchar las batallas de esta vida
y muchas veces parece que tú eres la única esperanza a la vista
¿Es mío? ¿Oh, Señor es mío?

Cuando todo es oscuridad y nada parece estar bien
ya no hay nada que ganar, nada por qué luchar

Nunca dejo de asombrarme ante la crueldad que hay en esta tierra
pero pareciera que el tiempo de la tristeza sirve para entender
¿Es mío? ¿Oh, Señor es mío?

Cuando todo es oscuridad y nada parece estar bien
Ya no hay nada que ganar, nada por qué luchar

Si pudiera encontrar una manera
de sentir tu dulzura durante el día
el amor que brilla alrededor podría ser mío
Entonces danos la respuesta, podrías…
Nosotros sabríamos que hacer
Debe haber miles de voces que buscan lo mismo



Ya habían pasado dos meses de aquel día que Callie consideraba ahora, en su historia personal, como uno de los días más tristes de toda su vida. Era curioso, las palabras que ella le había dicho a Arizona acerca de que sólo habría tiempo para dedicarse a la medicina, habían resultado casi proféticas. Callie ahora ocupaba la mayor parte de su tiempo a su profesión, sí no estaba fijando huesos, se ocupaba de sus investigaciones de bioingeniería para continuar desarrollando la creación de cartílago artificial, y no sólo eso, pasaba horas enteras leyendo y estudiando los últimos adelantos y descubrimientos en el mundo de la bioingeniería, un mundo que cada vez le apasionaba más, había leído cientos de artículos científicos relacionados con la materia y un sinfín de temas más: “virus y antídotos”, “desarrollo de células madres”, “neurotransmisores electrónicos para pacientes con lesiones graves en la médula espinal”, en fin, Callie se había convertido en un ratón científico de biblioteca.

Todas esas actividades que hacía a diario, casi sin descanso, comenzaron a verse reflejadas en la mirada cansada y triste de Callie. Ella evadía cualquier pensamiento de Arizona, pensar en ella le hacía daño, hablar de ella le hacía daño, así que no permitía que nadie se la mencionará, necesitaba olvidarla, pero su nuevo ritmo de vida comenzaba a hacer estragos en su cuerpo, estaba más delgada porque comía, a veces sí, a veces no, dormía muy pocas horas y se esforzaba al máximo tratando de permanecer en el hospital el mayor tiempo posible.

Sus únicos momentos de paz los había conseguido en un lugar que ahora consideraba su refugio, un lugar silencioso y apacible que se había convertido en su espacio para meditar, evadiendo cualquier pensamiento relacionado a su desastroso pasado amoroso. La capilla del hospital era ahora su refugio, allí había llegado a convencerse que tenía que haber alguna razón por la que la vida la había destinado a estar sola, ahora que se había cansado de luchar las batallas del amor, ahora que todo era oscuridad y que nada parecía estar bien, ahora que no tenía nada que ganar y nadie por quien luchar, comprendió que el tiempo de la tristeza era necesario para reencontrase consigo misma.

Pensar que tenía que haber alguna razón para su soledad que no fuera su propia incapacidad para poder mantener una relación estable con alguien, la hacía sentirse un poco mejor con ella misma, quizás había un propósito desconocido y misterioso para esa soledad, quizás…

Bueno, en honor a la verdad no había pasado esos dos meses totalmente sola, en medio de sus penas, cuatro personas la habían estado acompañando para hacerle la vida un poquito menos amarga, esas personas eran: Cristina, Mark, Teddy y un niño, un hermoso niño enfermo que había conocido seis semanas atrás, Sebastián Cracker.

Callie había tratado de ayudar a Cristina a superar su trauma derivado del tiroteo, bueno quizás no había podido ayudarla mucho porque Cristina estaba en una fase de negación del tema, al igual que ella misma con respecto a Arizona, pero habían pasado buenos momentos juntas. Cuando Callie se enteró que Cristina había renunciado al programa de residencia en el hospital fue a visitarla a su apartamento nuevo, y lo encontró lleno de cajas sin desembalar, mientras Cristina bailaba como loca con su ipod colocado en sus oídos. Callie le comentó que iba a la peluquería a cortase el cabello para cambiar de look y Cristina sin decir palabras tomó la tijera y le cortó un tajo de cabello a Callie, al final fue tan desastroso el corte que le hizo Cristina que ambas fueron al centro comercial.

Callie dejó que un peluquero profesional se encargara de su nuevo look mientras Cristina compró muebles nuevos para su apartamento. Sus idas al centro comercial se habían repetido varias veces en esos dos meses, era curioso, pero de algún modo Cristina y ella siempre habían coincidido en sus crisis personales y ambas al final terminaban juntas para acompañarse mutuamente.

Con respecto a Mark, bueno, Callie no podía pedir un mejor amigo en la vida, el siempre estaba allí para ella, para consolarla o tratar de apoyarla en los momentos difíciles, por eso Callie estaba viviendo ahora en el apartamento de él, ella no quería sentirse tan sola llegando todos los días a un apartamento vacio que le traía demasiados recuerdos de Arizona, así que ahora vivían juntos como amigos. Sólo una noche casi habían tenido un desliz, pero no pasó de un beso.

Esa noche varios médicos se reunieron en el bar de Joe para celebrar que Dereck iba a recibir una subvención para su ensayo clínico del estudio del Alzheirmer, casi todos se emborracharon, y Callie se sintió especialmente mal, porque borracha como estaba, se le ocurrió la mala idea de preguntarle a Teddy si Arizona alguna vez había hablado de ella, y Teddy le respondió que Arizona estaba muy ocupada curando a sus pequeños humanos en África. Eso sólo confirmó sus sospechas, y el rostro de Callie se ensombreció con la respuesta de Teddy, así que desde ese día, decidió evadir cualquier tema relacionado con Arizona. Más tarde en la noche cuando ella y Mark llegaron al apartamento, en un intento de evasión de sus dolorosos recuerdos y pensamientos, Callie le pidió a él que tuvieran sexo, se besaron, pero luego Callie se apartó, besar a Mark deseando los labios de Arizona la hizo extrañarla más, así que le pidió disculpas por el impulso que había tenido y  cada quien se fue a dormir a su lugar: Callie en el sofá de la sala y Mark en su habitación.

Unos días después, Teddy se acercó a la capilla donde estaba Callie, le pidió permiso para sentarse a su lado y Callie accedió, con una sola condición: no hablar de Arizona; Teddy asintió, en realidad, ella de cierta forma también se sentía un poco sola, Arizona había sido su única amiga en el hospital y ahora que no estaba, Teddy sintió la necesidad de acercarse a Callie.

Por otro lado, Teddy estaba preocupada por ella, aunque desde aquella noche en el bar, Callie nunca más mencionó a Arizona y ella fue clara desde el principio acerca de no querer que se la mencionaran, Teddy sabía que Callie estaba sufriendo, se le notaba en la mirada opaca, en su forma de actuar, Teddy se dio cuenta que Callie saltaba muchas comidas y al pedirle que la acompañara a comer al mediodía, por lo menos se aseguraba que almorzara algo decente. Poco a poco se fueron haciendo buenas amigas, algo que ambas agradecían.

Había una situación que últimamente estaba preocupando a Teddy, ella notó, por las cosas que Callie decía entre líneas que gran parte de su pena era decepción, ella estaba convencida que Arizona nunca la había amado y ese pensamiento la estaba amargando, pero Teddy sabia por las conversaciones recientes que había tenido con Arizona que eso no era verdad, sin embargo, no tuvo valor para contrariarla, no tenia sentido si ambas estaban separadas por demasiados kilómetros de distancia. Así que Teddy se limitó a tratar de ser su amiga, de que se sintiera apoyada y acompañada de alguna forma, para que la soledad que a veces la abrumaba no fuera tan latente todo el tiempo.

Y para completar su círculo de los “cuatro súper amigos” como a Callie le gustaba llamarlos, estaba un niño de 9 años: Sebastián Cracker. Dos semanas después de la partida de Arizona, Callie recibió una llamada en su buscapersonas para atender un caso en la sala de traumas. Se trataba de Tom Cracker, un hombre de 42 años de edad, quien se había fracturado el húmero, el cúbito y el radio de su brazo derecho al caerse de las escaleras del depósito de su local, una discoteca my conocida llamada “El Gato con Botas”. Más tarde Callie sabría que el nombre del local era en honor a una de las mascotas de la familia, un gato macho gordito y catire de ojos verdes muy parecido al personaje de la película Shreck. La otra mascota era un perro, un labrador macho de unos 12 años de edad. El gato se llamaba “Cilantro” y el perro se llamaba “Perejil”. Esas eran las mascotas de Sebastián: “Cilantro” y “Perejil”.

Cuando Callie se acercó a la sala de trauma para atender al Sr. Tom Cracker, escuchó a una mujer a su lado visiblemente angustiada, esa mujer era su esposa Martha Cracker, que le estaba diciendo a Tom, casi entre sollozos:

-Tom, yo se que tu te encargaste de la discoteca que heredaste de tu hermano y que los ingresos de ese local te permiten continuar tus investigaciones independientes de bioingeniería para tratar de conseguirle una cura a nuestro hijo Sebastián, pero ya es la segunda vez en menos de seis meses que te caes de esas escaleras, la primera vez no fue tan grave pero, mírate ahora, tu brazo parece todo menos un brazo, tienes que tratar de ser más cuidadoso.

-Esta bien mujer, tienes razón, dijo Tom entre quejidos de dolor

En ese momento Callie entró a la habitación, saludó a la pareja y se presentó, buscó la historia médica y examinó al paciente, mientras revisaba sus radiografías. –Efectivamente Sr. Cracker…-Tom, usted me puede llamar Tom, dijo el hombre sonriendo, Callie le devolvió la sonrisa y le dijo –Ok, Tom, usted tiene fracturado el húmero, el cúbito y el radio de su brazo derecho, va a necesitar un yeso ¿algún color en particular?, Tom le respondió –Verde, -Ok, será verde entonces, mientras tanto permítale colocarle un analgésico para el dolor, no me gusta que mis pacientes sufran, dijo Callie con una sonrisa. La pareja le devolvió la sonrisa, agradecidos ante la amabilidad de la Dra. Torres.

Habiendo escuchado parte de la conversación de la pareja al llegar, que involucraba la palabra “bioingeniería” y la cura de alguna enfermedad, Callie no pudo aguantar la curiosidad y le preguntó al Sr. Cracker:

-Sr Cracker…, ella se corrigió de inmediato…-Tom, cuando entré, escuché que su esposa mencionó la palabra “bioingeniería”, disculpe que le pregunte pero aunque yo soy cirujana ortopédica, ese tema me apasiona, estoy tratando de desarrollar cartílago artificial y he estado estudiando e investigando mucho sobre eso, lo cual me ha lanzado de cabeza al mundo de la bioingeniería, disculpe que le pregunte, ¿usted es bioingeniero?

Tom le respondió entusiasmado por tener una doctora tan interesada en el tema: -Si, yo soy bioingeniero, sin embargo, en estos momentos no estoy trabajando para ningún laboratorio, los ingresos del local que heredé de mi hermano, son mejores y me proveen el tiempo y los recursos para continuar, en mi propio laboratorio, una investigación sumamente importante para mí… Tom hizo una pausa, pero vio que Callie lo escuchaba con atención, así que prosiguió: …-El caso es que mi hijo, Sebastián, un niño de nueve años, tiene una enfermedad muy rara, tan rara que aún no tiene nombre, los bioingenieros la llamamos "K7", ocurre una vez en diez millones de casos, esta enfermedad, tiene un origen aún desconocido pero por ser tan rara ningún laboratorio se ha dedicado a investigar, no es rentable ¿usted sabe?..

Callie asintió, ella sabía que ningún laboratorio dedica ni tiempo, ni recursos, ni esfuerzos en enfermedades raras, porque esas investigaciones no reportan beneficios, algo cruel pero cierto…. Tom continuó su relato: …-Esta enfermedad de mi hijo, sea cual sea su origen, ocasiona que su sangre se vuelva demasiado densa, lo cual genera a su vez problemas cardiacos, complicaciones en el funcionamiento de su hígado e insuficiencia renal, entre otros. Como tratamiento paliativo el debe tomar medicamentos que licuan su sangre y someterse tres veces a la semana a diálisis renal, una de ellas se la están practicando justo en este momento, aquí mismo en el hospital. Yo llevo tres años investigando, tratando de conseguir una cura, pero lamentablemente hasta ahora no he tenido éxito, dijo Tom con la voz quebrada.

A Callie le conmovió el tono de voz y le dijo a Tom con sinceridad: -Lamento escuchar eso, es muy triste que un niño tan pequeño deba pasar por tantas cosas... De pronto, sin querer, recordó a Arizona, un caso así le hubiera parecido interesante, pero bueno ella se había ido, le interesaban más sus pequeños humanos al otro lado del mundo, aquí no había dejado nada que le importara…”Stop, stop”, pensó Callie para sí misma, no pienses en ella, no vale la pena, así que inspiró aire y continuo la conversación con Tom, …-Usted me dice que su hijo está aquí? ¿Ahora?

-Sí, está conectado a la máquina de diálisis en estos momentos

Callie seguía conmovida por la historia de Sebastián y de su padre, así que una idea surgió en su mente, algo que quizás podría ayudar al niño y también a sus investigaciones del cartílago, por ello se atrevió a decirle a Tom:

-Si no le parece demasiado osado de mi parte ¿Qué opina si nos reunimos uno de estos días para compartir nuestras notas, yo no soy bioingeniero como ya le dije, pero me apasiona el tema y he investigado mucho, quizás podríamos ayudarnos mutuamente ¿no le parece?

Tom sonrió y le dijo: -Me alegro que me lo pregunte, porque a mi se me ocurrió la idea pero no me atreví a preguntarle.

-Perfecto, dijo Callie con una sonrisa auténtica, la idea de compartir con un verdadero bioingeniero la entusiasmaba mucho, además podría tener la oportunidad de ayudar a ese niño en la medida de sus posibilidades, haciendo que sus estadías en el hospital fueran lo más placenteras posibles dentro de las circunstancias, sobre todo tomando en consideración que ella era medico tratante allí y conocía a casi todos los médicos y enfermeras. Así que Callie y Tom intercambiaron sus números de teléfono y de pin para estar en contacto. En las próximas semanas ambos se reunirían varias veces y aprenderían mutuamente mucho acerca de sus investigaciones. Finalmente Callie le dijo:

-Me encantaría conocer a Sebastián, si usted no tiene inconveniente.

-Por su puesto, dijeron al unísono Tom y su esposa, a ambos les encantó la idea de tener una cara amiga en este hospital que visitaban con tanta frecuencia.

-Ok, genial, dijo Callie. En ese momento April Kepner entró a la sala de trauma, Callie la llamó para que le colocara el yeso a Tom. Callie le dio las instrucciones a April y se retiró de la sala, diciendo:

-Voy a la sala de diálisis a conocer a Sebastián

-Gracias Dra. Torres, usted ha sido muy amable, Gracias, repitió Tom

Callie sonrió y le dijo: -Puede llamarme Callie

-Gracias Callie, eres muy amable, terminó diciendo Tom con una sonrisa en su rostro.

Callie entonces salió caminando por el pasillo hacia los ascensores. Cuando llegó a la sala de diálisis encontró a cuatro personas a quienes estaban dializando, pero sólo una de ellas era un niño, obviamente ese niño era Sebastián. Cuando Callie lo miró se enterneció aún más, estaba algo pálido, se notaba que estaba enfermo pero era hermoso, tenia el cabello castaño claro, liso y unos preciosos ojos del mismo color de su cabello. Ella se acercó a su cama y le dijo con su mejor sonrisa:

-Hola amiguito, ¿tu debes ser Sebastián? ¿Cierto?

El niño algo intrigado pero con un gesto tranquilo, le dijo: -Sí, yo soy Sebastián y tú eres la Dra… el niño hizo una pausa para leer el nombre de ella en su bata blanca de médico, …-Calliope Torres M.D.

Sí…, le dijo Callie manteniendo su sonrisa, …-Pero puedes llamarme Callie,… prefiero que me llames Callie

-¿Por qué? tu nombre es Calliope…

-Prefiero que me llames “Callie”, porque ahora, cuando alguien me llama “Calliope”, me pongo triste, dijo Callie mientras la expresión de su rostro se ensombreció, asombrada de sí misma, ante lo que acabada de decirle al niño.

-Es una lastima que un nombre tan bonito te ponga triste, pero esta bien, te llamaré Callie si tú lo prefieres.

-Gracias, le dijo Callie tratando de mantener su sonrisa, aunque por dentro se le había formado un nudo en la garganta, de pronto sintió ganas de llorar,  pero arrugó la nariz evitando el llanto, no le daría una buena impresión a su nuevo amigo si se ponía a llorar justo ahora.

El niño le dijo: -Te ves triste, ¿tu también estas enferma?

Callie, impresionada por la percepción del niño le respondió: -No mi amor, no estoy enferma, pero si estoy un poco triste, no te lo voy a negar si quiero que seamos amigos ¿verdad?, porque los amigos siempre se dicen la verdad, me sentía un poquito sola y como te vi a ti también un poco solito, quise acompañarte, así seremos dos solitarios menos en el mundo ¿no te parece?

Sebastián sonrió y le dijo: Me parece perfecto, así seremos dos solitarios menos en el mundo y también… dos personas tristes menos en el mundo.

Callie sonrió, este niño era tan bello por fuera como por dentro.

Así se inició una hermosa amistad entre ambos, cuando el niño estaba en el hospital, Callie, comenzó a visitarlo con frecuencia, jugaban cartas, se reían juntos, y cuando Sebastián se sentía un poco mejor, y el Dr. Stark lo permitía, comían helados. Sin duda era una linda amistad, incluso, por algún motivo que Callie desconocía, Sebastián era la única persona en el mundo a quien Callie le hablaba de Arizona, nunca le dijo que ella había sido su pareja, siempre se refería a ella como una amiga muy especial a quien había querido mucho, pero que ya no estaba con ella… nunca más.

Hablar de Arizona era triste, pero hablarlo con Sebastián era terapéutico en cierto modo. Sebastián, aunque era sólo un niño de 9 años, era muy sabio y sus respuestas muchas veces animaban a Callie, le daban a entender que Arizona la quería pero que era importante para ella haberse ido para curar a otros niños, Callie quería creerlo, pero por más que intentaba convencerse de lo contrario, internamente siempre llegaba a la misma conclusión: Arizona nunca la había amado, Callie sólo había sido un pasatiempo para ella, “las personas que aman de verdad no se van así, por voluntad propia; las personas que aman de verdad  no te dejan abandonada en un aeropuerto, como ella lo hizo...”.

Esta historia continuará…

Como verán aquí hay un giro con respecto a la historia original: Callie y Mark no se acostaron, por lo tanto Callie no quedó embarazada. Esto tiene una razón de ser, en esta historia de deseo contar, más tarde la entenderán. Por su parte, Sebastián aparecerá de vez en cuando, pero no se olviden de él, este personaje creado por mí, será el catalizador de algunas tramas muy importantes. Además es un niño hermoso ¿no creen?.

Por su puesto, espero sus reviews o comentarios y por favor, no sean tímidas en hacerlo, necesito saber si esta historia les está gustando, aunque estoy clara que sólo está comenzando y que sólo yo sé hacia donde me dirijo con ella. De cualquier forma: Gracias por leerla.