Epidemia
– Capítulo 23 – Principles of lust – Principios de la lujuria
Antes de montarse
cada una en la moto de agua que le correspondía, Callie le dio a Arizona un
curso rápido en la orilla para enseñarla a manejarla, el curso fue sencillo ya
que Arizona, además de ser muy hábil, sabía manejar motos. Justo antes de
montarse, Callie detuvo a Arizona y le aplicó protector solar en el rostro,
luego se lo aplicó ella y dijo que ahora sí estaban listas. Arizona se
enterneció, ante los cuidados que Callie le daba, a ella no le había ocurrido
colocarse protector solar, pero obvio, Callie había crecido en una zona de
playa, ella conocía a cabalidad las medidas que había que tomar para cuidarse
del sol. Sonriendo y emocionadas, cada una se montó en su moto de agua y
comenzaron progresivamente a aumentar la velocidad. Arizona iba un poco más
adelante que Callie, ella sabía que Callie de cierta forma seguía cuidándola,
por eso se mantenía un poquito más atrás.
En pocos minutos,
tanto Callie como Arizona, estaban divirtiéndose un mundo, sintiendo, tal como
había dicho Callie, la emoción de romper las olas a toda velocidad, las gotas
del agua salada salpicando y la brisa del océano acariciando sus rostros. Para
Arizona, era una experiencia nueva e increíble, mucho mejor de lo que se había
imaginado nunca, especialmente porque cuando idealizó ese momento en su mente
tantas veces, jamás pensó que lo compartiría con una mujer de la cual estaba
enamorada hasta la médula. Calliope Torres, no solo era una hacedora de sueños,
Calliope Torres era la mujer que mejoraba cualquier sueño que Arizona hubiera
tenido en su vida.
Luego de más de dos
horas de divertirse surcando las olas encima de las motos de agua, Callie se
acercó más a Arizona para preguntarle si tenía hambre, ya que no habían
almorzado; ella previamente le había dado instrucciones a Pedro para que
consiguiera pescado fresco y algunas cosas más, con la intensión de sorprender
a Arizona con una cena que seguramente le encantaría, no sólo por la presencia
de una deliciosa comida, sino también por el lugar donde Callie había
planificado comer con ella.
Arizona parando la
moto de agua para hablar con Callie, le contestó en un tono infantil y con una
sonrisa con hoyuelos incluidos:
-Anda Callie, un
rato más, esto es muy divertido, media hora más ¿sí?, luego vamos a comer, ¿Ok?
Callie se paró un
poco de su asiento y se acercó a Arizona para darle un breve beso en la boca,
un salado y húmedo beso en la boca, entonces sonriendo le contestó:
-Como tú quieras mi
amor
Arizona sonrió aún
más y arrancó la moto de nuevo. Callie hizo lo mismo y la alcanzó, situándose
otra vez a su lado pero un poco rezagada para prever cualquier inconveniente,
inconveniente que afortunadamente no ocurrió, juntas terminaron de disfrutar
esa media hora adicional de olas y agua salada.
Ya en la orilla,
Pedro se ocupó de las motos de agua, mientras que Callie sonriendo, pasó un
brazo por encima del cuello de Arizona. Ella también la abrazó colocando su
brazo por detrás de la cintura de Callie, y juntas se fueron caminando hacía la
casa, dándose breves besos en la boca.
Arizona le dijo a
Callie sonriendo:
-Estas un poco
saladita
-Tú también mi
pichirruchi, pero nada que un buen baño de agua caliente no pueda quitar. Vamos
a bañarnos, para luego prepararte la cena, debes tener tanta hambre como yo, ya
que solo desayunamos esta mañana en Oceanside, además te tengo una pequeñita
sorpresa, y estoy segura que te va a gustar.
Arizona sonrió y le
preguntó:
-¿En serio?, ¿qué
sorpresa?
-Sí te lo digo, deja
de ser sorpresa
-Eso es verdad
Después de bañarse
juntas, Callie preparó la cena en tiempo record, Arizona también la ayudó,
bueno, la medio ayudó, porque con bastante frecuencia picoteaba para probar lo
que Callie estaba haciendo, ganándose algunas miradas regañonas cuando tomaba
parte de lo que estaba picando, obligándola a picar un poco más. Y cada vez que
Callie le ponía los ojos por alguna de sus travesuras y picoteos de comida,
Arizona le sonreía, esa sonrisa que derretía a Callie y que la obligaba a
rendirse sin que pudiera importarle cuantos tomates, pepinos y lechuga tuviera
que picar otra vez.
Una vez que la
comida estuvo lista, Callie le dijo a Arizona sosteniendo una bandeja con los
platos servidos en sus manos:
-Espera un momento
aquí, ya vengo por ti
Arizona sonriendo
recordó: -Por la sorpresa ¿correcto?
Callie le dio un
breve beso en los labios: -Sí, por la pequeña sorpresa.
Dos minutos después,
Arizona escuchó a Callie llamándola desde el fondo de la casa, desde el
ventanal que daba acceso a la playa. Arizona caminó hacia allá y cuando abrió
la puerta para salir hacia la playa, Callie puso sus manos sobre los hombros de
Arizona y le dijo:
-Quítate los
zapatos, la sorpresa amerita que te quedes descalza.
Arizona se sentó en
una de las tumbonas y se quitó los zapatos deportivos y las medias, quedando
con los pies descalzos tal como Callie se lo había pedido, luego se paró de la
tumbona y le dijo a Callie:
-Estoy lista
Callie pasó su brazo
por encima del cuello de Arizona y señaló con su otra mano un punto al lado de
la casa, en la playa, sobre la arena, en ese punto, Callie había mandado a
colocar una mesa bellamente decorada con flores, junto a la mesa dos sillas, y
en los cuatro extremos de la mesa unas antorchas que iluminaban la mesa dándole
un toque espectacular y muy romántico.
Arizona abrió la
boca al admirar la linda sorpresa que le preparó Callie para comer en la playa,
le dio un beso en la mejilla en señal de agradecimiento y luego le dijo:
-Gracias Calliope
¿te he dicho que eres un encanto?
Esta vez, para
variar, Callie respondió: -Sí
Arizona se echó a
reír, entonces subiéndose de puntillas para darle un breve beso en la boca le
dijo a Callie:
-No importa, te lo
repetiré entonces: Eres un encanto y te amo
-Y yo a ti, mucho
Ambas comenzaron a
caminar hacia la mesa tomadas de la mano, antes de llegar a ella, Arizona le
preguntó a Callie:
-Dime mi amor, ¿por
qué la sorpresa amerita que estemos descalzas?
Callie le dedicó una
sonrisa a Arizona que la estremeció, luego le contestó
-Porque esta mañana
cuando llegamos, me dijiste que te encantaba sentir la arena bajo tus pies, y
no hay nada más rico que comer una comida deliciosa, a la luz de unas antorchas
sintiendo la arena en tus pies mientras lo haces.
Arizona sonrió y
esta vez fue el turno de Callie para estremecerse con esa sonrisa, una vez que
comenzaron a comer, Arizona, sintiéndose extasiada con la deliciosa comida, el
vino y sintiendo el placer de tener sus pies en la arena, tal como había dicho
Callie, le dijo posando su mano sobre la de ella:
-Mi amor tenias razón,
comer así es increíble… te amo Calliope, te amo, gracias por esta increíble
¨tiny honey moon” que me estas regalando, no recuerdo haberme divertido y haber
disfrutado tanto como he disfrutado el día de hoy contigo, te amo, Gracias.
Callie sonriendo,
apretó la mano de Arizona y le dijo:
-Gracias a ti mi
pichirruchi, por ser tan increíblemente encantadora, yo también te amo, con
toda mi alma y lo mejor de todo es que este día maravilloso aún no ha
terminado, todavía hay dos o tres cosas más que podemos hacer para que sea aún mejor.
-¿En serio?, le
preguntó Arizona con una sonrisa llena de picardía
-En serio
-Cosas ¿cómo qué,
por ejemplo?
-Además de hacer el
amor de una manera… interesante, podríamos ir tomar unos tragos a algún sitio,
dime ¿te gusta la idea?
-Sí, me encanta la
idea…, le dijo Arizona sonriendo: -¿Y cómo es eso de hacer el amor de una
manera “interesante”?
-No se te escapa
nada, ¿verdad?, le dijo Callie sonriendo, …-esa parte me la reservo, por ahora
-Ah no, no se vale,
ya me dejaste intrigada con los “beneficios” del videojuego ese y ahora también
¿me vas a dejar intrigada con esto también?
Callie apretó la
mano de Arizona mientras le decía:
-Ten un poquito de
paciencia mi pichirruchi, te prometo que de hoy no pasa que sepas la respuesta
a ambas cosas
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo mi
vida.
-Ok
Cuando terminaron de
comer, Callie y Arizona se dirigieron hacia la casa de nuevo, antes de entrar,
Callie le preguntó a Arizona:
-¿Quieres que nos
acostemos un rato aquí en las tumbonas para admirar el atardecer, ese con miles
de tonos ocres que tanto te gusta ver?
Arizona sonriendo le
contestó:
-A ti tampoco se te
escapa nada mi amor, sí, de hecho te lo iba a sugerir, pero te me adelantaste
-Perfecto, espérame
aquí un momento, mientras consigo unas mantas porque ya está comenzando a hacer
frio y te hago el café, digo, para acompañarlo con el atardecer
-Sí, anda “novia del
año”, te amo
-Hoy deberías
llamarme “esposa del día”, ya que estamos en nuestra “tiny honey moon”
¿recuerdas?
-Sí, tienes razón,
anda “mi esposa del día”
Callie entró a hacer
el café y buscar las mantas, mientras que Arizona, recostada en una de las
tumbonas, recordó el anillo que su padre le había regalado para que le pidiera
a Callie que se casara con ella. Arizona suspiró pensando que no quería a
Callie para ser su esposa sólo por un día, la quería para ser su esposa toda la
vida. Luego pensó, que un día tan maravilloso como el que hoy estaban
compartiendo, habría sido ideal para pedirle a Callie que se casara con ella,
lo único que se lo impedía, era que Callie aún no había recordado aquel
abandono, y mientras ella no lo hiciera, Arizona no sabía lo que pasaría entre
ellas. No le parecía justo atar a Callie a un compromiso que ella no sabía si
podría mantener después de recordar el daño que ella le había causado al
abandonarla como lo hizo.
Pensar en cuanto
había herido a Callie con ese abandono, era algo que siempre le nublaba el
ánimo, aunque Callie no lo recordara, eso era un hecho cierto: Arizona era la
persona que más daño le había hecho a Callie, era la persona que le rompió el corazón
al dejarla abandonada en ese aeropuerto, y era la responsable, hasta cierto
punto, incluso de ese accidente que casi la mató y que la dejó sin memoria. Sin
importar lo que hubiera pasado después, Arizona no podía negar eso y eso la
atormentaba sin poder evitarlo. Ni un día tan maravilloso como el de hoy, podía
borrar esa sombra del alma de Arizona, nada ni nadie podría borrar eso.
Sin darse cuenta,
los ojos se le llenaron de lágrimas, que rápidamente tuvo que secarse con el
dorso de su manos, cuando sintió que Callie se estaba aproximando, tenía que
ser capaz de seguir disimulando esa pena que no se borraba de su alma aunque
quisiera, no sería justo para Callie, arruinarle con sus lágrimas, ese día tan
increíble que estaban compartiendo.
En el mismo instante
en que Callie miró a Arizona para entregarle el café y colocarle la manta, ella
se dio cuenta que el ánimo de Arizona, el que se había mantenido en alto todo
ese día, había decaído, y percatarse de ello, le arrugó el corazón. Callie no
tenía la menor idea de cómo podría borrarle a Arizona esa pena que le nublaba
el alma y que irónicamente aparecía cuando ellas dos más se unían. Callie dudó
en si debía o no decirle a Arizona que se había dado cuenta de esa sombra en su
mirada, se notaba que ella estaba haciendo un esfuerzo increíble para tratar de
disimularlo, así que por un momento no supo qué hacer.
Sin embargo, antes
de que pudiera seguir cavilando con sus dudas, escuchó una voz femenina
dirigiéndose a ella, era la voz inconfundible y afortunadamente reconocible
para Callie, a pesar de su amnesia, de Addison
Montgomery,
una de las mejores amigas que Callie pudiera recordar que había tenido en toda
su vida.
Addison venía acompañada
de un hombre bastante apuesto y delgado, alto, de tez morena y cabello negro. Justo
cuando estaba a pocos pasos de Callie, Addison exclamó:
-¡Callie Torres!,
esto sí es una sorpresa
Callie que ya se
había parado de la tumbona, se dirigió rápidamente a encontrarse con
Addison, con una enorme sonrisa en su
rostro y abriendo sus brazos para saludar a su amiga, le dijo:
-¡Addison
Montgomery!, definitivamente sí, pero es una gratísima sorpresa, lo último que
me esperaba era encontrarme contigo en esta playa, tan lejos de Los Ángeles
-Y yo menos, porque
hablando claro amiga, yo estoy mucho más cerca de Los Ángeles que tú de
Seattle, dime ¿Qué haces aquí?
-Es una larga
historia que estoy dispuesta a contarte si tienes tiempo, vine con Arizona
En ese momento
Addison se acercó hacia Arizona para saludarla:
-Hola Arizona, ¿cómo
estás?, dime quien trajo a quien para acá, tú a Callie o Callie a ti
Arizona sonriendo le
contestó:
-Hola Addison, es un
placer verte, y contestando tu pregunta, definitivamente fue Callie quien me
trajo a mí hasta acá.
Addison hizo una
pausa para presentar a su acompañante:
-Por Dios que
maleducada soy, Callie, Arizona, él es el Dr. Jake Reilly, es el un colega y
amigo, trabajamos juntos en la clínica.
Jake extendió su mano
para saludar cortésmente a Callie y a Arizona.
Hechas las
presentaciones, Callie invitó a su amiga y a Jake a que las acompañaran,
mientras les decía:
-Bueno, díganme ¿les
apetece tomar algo?
Addison
preguntó: -¿Qué están tomando ustedes?
Callie soltó una
risita y contestó:
-Arizona y yo acabamos
de comer y estábamos tomando café, pero yo sé que eso es muy aburrido para ti,
así que dime ¿te apetece algo más fuerte que un simple café?
-¿Sabes lo que me
apetece amiga?, de hecho estaba conversando con Jake de eso cuando te vi, él me
recomendó un lugar nuevo cerca de aquí, donde según me dijo, son expertos
preparando esos cocteles multicolores que te hacen explotar, y sí no altera
alguno de sus planes previos, me encantaría que Arizona y tú nos acompañaran.
Justo en este momento íbamos a cenar para luego dirigirnos allá. Así que
díganme, ¿aceptan la invitación?.
Antes de contestar
Callie buscó la mirada de Arizona para saber si a ella le agradaba la idea, con
un gesto de aprobación que era casi imperceptible para los presentes, pero que
resultaba absolutamente claro para Callie, ella le respondió a Addison:
-Seguro, me parece
genial, es más, casualmente le había comentado a Arizona que podríamos salir
esta noche a tomarnos unas copas y aunque ni ella ni yo somos amigas de esos
cocteles locos que a ti te gusta tomar, me parece excelente que vayamos los
cuatro juntos.
-¡Perfecto!…,
exclamó Addison y mirando su reloj, agregó: -¿Qué les parece si nos vemos aquí
dentro de dos horas para irnos juntos?, el lugar donde Jake y yo pensamos ir a
comer está a unos metros de aquí
Callie le dijo: -Me
parece perfecto, nos vemos aquí entonces en dos horas ¿es una cita?
Addison sonrió con
picardía: -Pues sí, es una cita.
-Genial, dijo Callie
Una vez que Addison
se alejó caminando por la arena con Jake, Callie enfocó su atención de nuevo en
Arizona, en su mirada aún percibía una sombra, así que para intentar animarla,
la tomó de la mano y le dijo:
-Ven mi pichirruchi,
vamos a jugar un rato tú y yo “Mortal Kombat”
Arizona frunció el
seño:
-¿Mortal Kombat? Ese
juego asquerosito, allí hay un PlayStation 3, ¿no tienes algún juego menos
sangriento que ese?
Callie volvió a
sonreír y el brillo de picardía apareció en sus ojos de nuevo, mientras le
decía a Arizona
-Sí McDisney, hay un
montón de juegos, pero ninguno con combos, anda, anímate, además te prometí que
la incógnita relacionada con ese juego te la iba a despejar hoy, y no veo la
manera de hacerlo si no jugamos aunque sea un rato. Ya sé que el juego es “asquerosito”
como tú dices, y también sé que a ti te gustaría ponerte a saltar con “Mario
Bros” para buscar moneditas, o empapelar tu nave espacial con pegatinas en “Little
Big Planet”, pero como te dije, ningún otro, que yo recuerde tiene combos, y la
clave está en los combos
Por el brillo pícaro
en la mirada de Callie, Arizona ya había deducido que ella se traía algo entre
manos y cuando Calliope Torres tramaba algo, ella jamás se arrepentía de
descubrirlo, así que sonrió y le dijo:
-Ok, juguemos
“Mortal Kombat” entonces
Callie dio unos
pequeños brincos infantiles mientras decía:
-¡YAY!, voy a buscar
la consola y el juego en mi cuarto para conectarlo aquí.
-Ok, ¿quieres que
sirva unas copas de vino?
-Sí, eso me parece
perfecto, dijo Callie mientras caminaba rumbo a su habitación.
Arizona se echó a
reír, ver a Callie en una faceta infantil era algo tan divertido como poco
frecuente.
Una vez que el
aparato estuvo conectado a la Televisión y el juego estaba listo para ser
usado, Callie le dijo a Arizona:
-Escoge tu primero
quién será tú peleador, mientras yo repaso el combo de mi personaje favorito en
las notas que tengo dentro de la caja del videojuego, no elijas a Sub-zero, ese
es mío.
Arizona puso los
ojos como platos:
-Callie no puedo
creerte, ¿hasta tienes anotaciones?. ¡Oh Dios! Y yo que estoy enamorada de ti,
entre otras cosas, por tu ternura, pero este juego no tiene nada de tierno, te
lo aseguro.
Callie se echó a
reír:
-Ari, ya te dije que
esto no tiene nada que ver con la violencia, tiene que ver con los “beneficios”
-Tú y tus
“beneficios”, ahora estoy pensando seriamente que me enamoré de una loca
Callie se acercó a
Arizona para darle un beso en la mejilla, luego le dijo sonriendo:
-Mi amor puedes
pensar en estos momentos que soy una loca, pero ya me entenderás, de eso estoy
segura
Arizona la vio con
una mirada de incredulidad, luego enfocándose en la pantalla del televisor
movió los botones del control y dijo:
-Ok, ya está listo,
escogí a Sonya
Callie no le hizo
caso, seguía tratando de memorizar algo escrito en un pedazo de papel, luego,
tomó el control del Super Nintendo y movió los dedos para practicar una
secuencia de comandos, pensando en voz alta y moviendo los dedos con una
rapidez impresionante que impactó a Arizona. Callie susurraba: -Adelante,
adelante abajo, patada alta, luego Puñetazo bajo más parte trasera pantalla,
Atrás, Atrás, Abajo, Adelante, soltar puñetazo bajo
Arizona ladeó la
cabeza para mirarla y sonrió, esa expresión infantil llena de picardía en el
rostro de Callie, la enterneció, era como si su Callie tuviera 12 o 13 años.
Luego de que parecía
que la Callie adolescente ya había practicado lo suficiente, eligió a su
luchador: Sub-zero y le preguntó a Arizona:
-¿Lista?
-Sí
-Perfecto
En la pantalla
aparecieron los dos personajes en posición de pelea, luego una letras de
dibujaron en ella: “Fight”, la batalla comenzó, en pocos segundos Sub-zero
había acorralado a Sonya con una secuencia de golpes, Arizona volteó de reojo a
ver a Callie y se rió de nuevo, su rostro era la viva imagen de la concentración
y lo más cómico era que se estaba mordiendo un pedacito de su labio inferior,
pero el gesto no se veía sexy como era normal en ella, sino absolutamente
infantil, sin embargo, lo que le volvió a impresionar fue la increíble
velocidad con la que Callie movía sus dedos para hacer la correcta combinación
de golpes que casi tenían acabada a Sonya. Luego de una secuencia despiadada de
golpes, el personaje de Sonya parada en un solo sitio se movía como si
estuviera mareada, a punto de caer, fue entonces cuando en la pantalla apareció
la palabra “Finish him”, Callie movió sus dedos aún más rápido pero parece que
algo le salió mal porque exclamó:
-¡Mierda!
Arizona se echó a
reír y le dijo:
-¿Callie por qué
dices eso?, Me ganaste
-Sí, te gané, pero
el “Fatality” no me salió…, dijo con un tono de frustración, luego abrió los
ojos y entusiasmada preguntó: …-¿jugamos una más?, anda, sí
-Ok…, le contestó
Arizona con una sonrisa, luego dijo: …-por cierto ¿qué es eso de “Fatality”?
-Definitivamente no
conoces este juego, es una combinación que se hace para matar al oponente de
una forma… brutal
Arizona soltó el
control antes de reiniciar el próximo juego, se paró enfrente de Callie, puso
las manos sobre sus hombros, buscó su mirada con el seño fruncido y los ojos entrecerrados
como si la estuviera examinando. Entonces le dijo con una cara divertida pero
en un tono sobrio:
-Tú jugadora
psicópata, quien quiera que seas, devuélveme a mi Calliope, mi Calliope no mata
brutalmente a nadie, mi Calliope no mata ni a una mosca, dime ¿dónde está?
Confiesa, yo quiero a mi Calliope de vuelta, aquí y ahora.
Callie se quedó en
silencio por dos segundos, luego soltó una enorme carcajada, y aunque Arizona
hizo todo lo posible para reprimirla también comenzó a reírse. Fue tal el ataque
de risa por la ocurrencia de Arizona, que a ambas se le llenaron los ojos de
lágrimas y se doblaron tocando sus
estómagos que les dolían de tanto reírse.
Unos minutos más
tarde, cuando finalmente el ataque de risa amainó, Callie acunó con sus manos
las mejillas de Arizona, la miró directamente a los ojos con una ternura impresionante
y luego con delicadeza posó sus labios sobre los de Arizona y la besó con una
dulzura aún más impresionante. Cuando el beso finalizó, Arizona se sintió casi
mareada, tal era la ternura que Callie le había impreso a ese beso, entonces,
Callie puso un dedo en la barbilla de Arizona y lo levantó sólo un poco para
encontrarse con su mirada, fue cuando le dijo:
-Soy yo, ¿ahora sí
me reconoces?
Arizona se le quedó
mirando, enmudecida, sí esa era su Calliope, la mujer que amaba con toda su
alma, con cada fibra de su cuerpo. Sin poder pronunciar palabra alguna Arizona
asintió, Callie sonrió y luego dijo:
-¿Jugamos?
Después de una
mirada y de un beso como ese, Arizona le hubiera dicho que “Sí” a lo que fuera,
casi hipnotizada, Arizona contestó:
-Sí
-¡YAY!
Sonriendo Arizona se
preparó para la siguiente pelea, sabía que iba a perder, pero no le importaba
El juego comenzó:
“Fight”. De nuevo, con la rapidez impresionante en los dedos, Callie dirigiendo
a su personaje arrinconó a la luchadora controlada por Arizona, hasta que luego
de otra secuencia despiadada de golpes secos o congelantes, Sonya empezó a
mover su cabeza en círculos parada en el mismo sitio sin poder moverse, y apareció
en la pantalla la palabra “Finish him”, Sub-zero hizo una serie de movimientos
controlados por Callie y de repente, agarró la cabeza a Sonya y se la arrancó
con todo y columna vertebral, enseguida apreció en la pantalla la palabra
“Fatality” y un momento después “Sub-zero wins”. Callie levantó los brazos y
saltando hizo un pequeño baile de victoria
Con los ojos como
platos, impresionada ante tal cantidad de violencia cibernética, Arizona puso
cara de asco y exclamó:
-¡Calliope Torres!,
no entiendo cómo puede gustarte un juego tan horrible como este.
Callie se sentó con Arizona
en el sofá y le dijo:
-Ari, tienes razón
este juego es dantesco, pero en su momento, me fue útil… para otras cosas
-Y sí te parece tan
dantesco ¿por qué lo juegas?, ¡Oh!, espera… ¿Estás hablando otra vez de los
“beneficios”? y yo sigo sin entender ¿Qué “beneficios”?
Callie sonrió, se
paró del sofá, apagó el juego y extendiendo su mano invitó a Arizona a pararse
a su lado, luego giró en dirección hacia la habitación y le dijo a Arizona:
-Ven conmigo, te lo
voy a mostrar
Arizona suspiró, su
Calliope estaba de vuelta y con ella iría al fin del mundo si le lo pidiera.
Hacer clip aquí para
acceder a la canción
Cuando llegaron a la
habitación principal, Callie atrapó los labios de Arizona para besarla con esa
mezcla de pasión y ternura que la estremecía, ese beso fue más que suficiente
para activar la lujuria y el deseo en Arizona, esta vez fue ella, quien sin
dejar de besar a Callie, comenzó a desnudarla. Luego por un instante, ellas se
miraron a los ojos, y Callie sintió un espasmo involuntario en su vagina, al
percibir el deseo intenso en los ojos oscurecidos de Arizona, quien se quitó su
ropa en pocos segundos.
Arizona lanzó a
Callie hacia la cama, y se acostó encima de ella, y comenzó a besarla y
acariciarla por todas partes gimiendo con la boca abierta. Callie también abrió
su boca y exhaló un gemido mientras cerró los ojos enterrando la cabeza en la
almohada, Arizona la estaba excitando de una forma que la enloquecía. Entre
jadeos y gemidos, Callie soltó un gemido gutural cuando sintió al mismo tiempo
la lengua de Arizona acariciando su clítoris y dos dedos de ella entrando y
saliendo rítmicamente dentro de su abertura. En muy poco tiempo, el cuerpo de
Callie se tensó y alcanzó un monumental orgasmo que puso a temblar todo su
cuerpo sin que ella pudiera controlarlo.
Después Arizona
subió hacia el rostro de Callie, besando a su paso cada centímetro de su suave
piel color caramelo y cuando se encontró con su mirada, con esos ojos vidriosos
que delataban el inmenso placer que acababa de experimentar, atrapó sus labios
en un beso intenso y profundo. Cuando el beso concluyó, Callie abrazó a Arizona
y con un movimiento de su cuerpo la giró para colocarla debajo de ella.
Arizona se
estremeció cuando detectó la mirada maliciosa en los ojos de Callie que le hizo
entender sus intensiones de volverla loca de placer, literalmente. Callie era
ya suficientemente sexy y ardiente sólo siendo ella misma, pero cuando la
lujuria se apoderaba de ella como ahora, esa sensualidad alcanzaba un nivel que
era sencillamente irresistible y desquiciante.
Callie comenzó a
recorrer con sus labios y con su lengua el cuello de Arizona, sus senos, su
estómago, con caricias lentas y medidas. Arizona, al sentir las excitantes
caricias arqueó su espalda y comenzó a mover sus caderas en la búsqueda
inconsciente del contacto que deseaba casi con desesperación en su centro de
placer, pero Callie no estaba dispuesta aún a darle lo que ella necesitaba,
dónde lo necesitaba, así que haciendo caso omiso de su necesidad continúo
acariciando y besando sus muslos, la parte interna de sus rodillas, para de
nuevo subir lentamente hasta acercarse con su boca a la inundada vagina de
Arizona, quien al sentir el calor de la boca de Callie tan cerca, arqueo
nuevamente su espalda levantando la cadera mientras gemía y jadeaba.
De pronto, Callie
hizo un movimiento, abrió con sus dedos la vagina de Arizona y con movimientos
frenéticos de su lengua comenzó a acariciar su clítoris. Ante el anhelado
contacto, Arizona volvió a enterrar al cabeza en la almohada cerrando los ojos
de golpe y apretando sus dientes, y soltó un gemido ahogado al reaccionar ante
la increíble sensación de placer que Callie le estaba proporcionando con los
movimientos de su lengua.
Momentos después
Arizona lanzó un gemido de frustración, cuando Callie abandonó su vagina y
comenzó a subir por su torso acariciando y besando su piel, sus pezones, su
cuello.
Luego Callie se
incorporó un poco para mirar a los ojos a Arizona, ella detectó fuego en su
mirada, Callie estaba sin duda encendida por la pasión y la lujuria y eso era
algo que Arizona no había visto en ella en meses, que no había visto desde que
ella había regresado de África. Arizona sintió que la garganta se le seco, ver
a Callie así la excitó y lo que ella haría a continuación la excitó aún más.
Callie tomó los dos
brazos de Arizona y los colocó encima de su cabeza, apretando sus muñecas con
su mano izquierda para inmovilizarla. Arizona levantó ligeramente la vista para
comprobar lo que Callie acababa de hacerle, sin poder mover sus brazos, Arizona
miró de nuevo a Callie a los ojos y ella le devolvió una sonrisa maliciosa. Al
momento siguiente, Callie enterró sus labios en el cuello de ella y comenzó a
acariciarla y a besarla, y después para desquiciarla aún más, comenzó a
susurrarle al oído jadeando:
-Te voy a volver
loca, mi amor, te voy a acariciar y te voy a besar todo el tiempo que yo
quiera, vas a acabar cuando yo quiera
Arizona,
inmovilizada por la prensa de las manos de Callie sobre sus muñecas, enterró su
cabeza en la almohada aún más y abrió la boca para dejar salir un gemido
gutural generado por la enorme excitación que le estaba provocando Callie con
sus caricias y sus palabras ardientes.
Desesperada,
gimiendo, Arizona suplicó jadeante:-¡Tócame Calliope, tócame, te necesito,
tócame!
Arizona apretó los
dientes con un gemido ahogado y arqueo la espalda para levantar sus caderas,
cuando sintió la mano derecha de Callie abriendo su inundada vagina y su dedo
medio acariciando lentamente su clítoris erecto y palpitante, mientras que al
mismo tiempo lamía frenéticamente con la lengua sus pezones.
Las caricias de
Callie en su clítoris eran itinerantes, a veces lentas otras más rápidas y esos cambios de velocidad lograban lo que Callie
quería, lo que Arizona sabía que ella quería, mantenerla en el borde del placer
pero sin dejarla pasar del límite que la llevaría a un clímax seguro, por lo
cual Arizona jadeaba suplicante y gemía sin control, su placer estaba sometido
a la voluntad de Callie, tal como ella le había dicho, Arizona acabaría cómo y
cuando Callie quisiera, saber eso excitó aún más a Arizona.
Callie se sentía
loca de lujuria, pocas veces tomaba esa actitud dominante en la cama, pero la
vista de la hermosa desnudez de Arizona le provocó un deseo casi salvaje de
poseerla a su modo, a su antojo y ese deseo sólo aumentaba a medida que veía a
su amante retorcerse suplicante al sentir sus caricias.
Callie decidió que
el momento había llegado, sin soltar los brazos de Arizona que mantenía
inmovilizados firmemente con su mano izquierda, comenzó a aumentar la velocidad
de sus caricias en el clítoris de Arizona, ella respondió ante ese nuevo ritmo,
porque en pocos instantes su cuerpo se tensó y sus piernas comenzaron a
temblar, y fue justo en ese momento cuando Callie asomó una nueva sonrisa
maliciosa, pensando pasa sí misma algo que casi la hace reír. Ella al ver a
Arizona tensa, temblando y a punto de acabar, pensó “Finish Her”… y entonces le
imprimió a su mano una velocidad impresionante que de inmediato puso a vibrar a
Arizona.
Ante la caricia
desquiciante que Callie le estaba haciendo, moviendo sus manos a una velocidad
que casi no era humana, Arizona jadeando, sintiendo como su cota de placer
aumentaba sin límites casi al borde la derrota, lanzó un grito y exclamó entre
gemidos:
-¡Oh Dios!,
¡Calliopeeeeee!, ¡Oh Dios!, ¡Oh Dios!
Arizona bajó la
vista, ella quería asegurarse que ese movimiento desquiciante provenía de la
mano de Callie, porque lo que sentía era como si su vagina estuviera siendo
estimulada por un vibrador a toda velocidad, pero no, era la mano de Callie, la
mano de Callie que con sus diestros y agiles movimientos la llevaron en sólo
segundos a un clímax absolutamente arrollador, que le hizo gritar el nombre de
la mujer más ardiente y sexy que alguna vez le había hecho el amor:
-¡Callioopeeeeeeeeeeeeee!
Callie sonriendo
satisfecha, soltó los brazos de Arizona y comenzó a besar su cuello, dando
tiempo a que ella regulara su respiración que estaba totalmente descontrolada.
Mientras Arizona aún jadeaba, Callie sonriendo, le susurró al oído:
-¡Callie wins!
Tomando la pista y a
pesar de que aún le faltaba aire para respirar, Arizona soltó una carcajada
cuando finalmente entendió que esa última caricia que la desbordó de placer fue
la versión erótica de Callie del “Fatality” del videojuego que acababan de
jugar. Callie comprendió, por la risa incontrolable de Arizona que ella finalmente
había captado los “beneficios” del “Mortal Kombat”, y sin querer contenerse
tampoco, comenzó a reírse a carcajadas también.
Aún riendo se
miraron a los ojos, Callie que ya era ella otra vez, miró a Arizona con ternura
y la besó profundamente.
Cuando el beso
concluyó, Arizona recogió con sus dedos en una caricia, parte del mechón de
cabello que tenía Callie sobre su rostro y le dijo sonriendo:
-Eso que me hiciste,
cuando convertiste tu mano en una especie de vibrador desquiciante fue tu
versión personalizada y erótica de un “Fatality”, ¿verdad?
-Callie volvió a
reír y le contestó:
-No, eso fue un “Sexuality”
Arizona soltó otra
sonora carcajada, mientras se preguntaba si la imaginación de Callie tendría
límites, cuando pudo hablar, le preguntó con una sonrisa maliciosa:
-Siento que ahora me
debes una explicación. ¿Me puedes decir?, sí lo recuerdas, ¿Cuándo descubriste “los
beneficios” del "Mortal Kombat" y para qué los usabas?
Callie se echó a
reír y le contestó:
-Sí lo recuerdo, fue
cuando comencé a estudiar medicina, los cirujanos deben ser diestros con sus
manos y esa fue una manera que yo inventé para potenciar esa destreza, pero
luego, un día, que estaba sola en mi habitación de la universidad, descubrí que
la agilidad que había logrado con mis manos podía tener… otros usos… y tú
acabas de ser testigo presencial y material de ese descubrimiento…
-¡Oh sí!, no tengo
ninguna duda de ello.., le contestó Arizona sonriendo, luego agregó: …-eres una
cajita de sorpresas Callie, nunca dejas de sorprenderme… Arizona miró a Callie
con ternura y antes de besarla, agregó: …-nunca dejas de enamorarme, te amo
Calliope “Pandora” Torres, te amo…
Antes de fundir sus
almas en un beso profundo, Callie le respondió:
-Y yo a ti mi
Arizona hermosa, te amo, te amo con locura…
Esta
historia continuará…
Bueno,
creo que el “misterio” del “Mortal Kombat”, ha sido develado, je, je.
Confieso
que este capítulo ni se llamaba así ni tenía esta canción cuando comencé a escribirlo,
pero…
Hey no sabes cómo me pude reír con este capítulo, estuvo súper divertido, muy intenso y definitivamente fue muy excitante.
ResponderEliminarMi QUERIDA escritora Eres excelente en esto y rezo para que todos los días dios te siga dando mucha vida y salud para TI y los TUYOS, me encanto tu historia anterior y me fascina Epidemia, eres maravillosa, eres encantadora y tu creatividad no parece tener límites, GRACIAS ERES MUY ESPECIAL(ya te lo he dicho pero no me importa reafirmarlo). Un abrazo y cuídense mucho.
Muyyyyyyyy “cachondo”, tendré que darme un baño con agua heladaaaaaaa no creo poder dormir con la sensación (que bueno que espere a leerlo en la comodidad de mi hogar, tenia planeado leerlo en la oficina, creo que tome una excelente decisión… no me imagino sintiéndome así en el trabajo).
ResponderEliminarQue le puedo decir que no sepa ya “querida escritora”… solo hay halagos para usted genial, excelente, muuuuuuyyyyy caliente y cachondoooooo hasta logro que me ruborizara no cualquiera logra eso.
Como dijo Daly tiene una gran creatividad y parece que no tiene limites siga así que nos hace muy felices a tus fieles seguidoras que dios la cuide hoy siempre
Espero con ansias el próximo capitulo, que por sus estándares (siempre tan altos) no creo que me decepcione en lo absoluto
Nunca pense que se le pudiera encontrar un uso tan peculiar y especial al juego de “Mortal Kombat”, si lo hubiera sabido antes…
La canción le hace justicia y es un excelente acompañamiento para el contenido del relato pffffff...
Abrazotototeeee!!!!
Este capitulo me encanto, me excito, fue sorprendente, no cabe duda que naciste para escribir esta clase de ficción necesito mucha muchísima agua fría, tu vas hacer la culpable que me de algo he.
ResponderEliminarNo se como le haces pero cada vez que leo mas me engancho, muchísimas gracias por hacer lo que haces.
¡YAY!¡YAY!¡YAY!¡YAY!¡YAY!¡YAY!¡YAY!¡YAY!¡YAY!¡YAY! En verdad eres de lo mejor FELICIDADES
Un fuerte abrazo para todos DTB
Nota: Me hiciste el día, hoy estaba algo triste pero me arrancaste unas enormes sonrisas. BURDA DE GRACIAS, En verdad ya eres algo ESPECIAL en mi vida de hecho TODAS.
Hola, voy a responder a todas en un solo mensaje porque estoy dando carreras, tengo muchísimo trabajo justo ahora y el Capítulo 24 de Epidemia está medio trancado en la sala de redacción, je,je. Anoche tenía tanto sueño (gracias a Dios) que creo que Morfeo me escondió la musa. Para comenzar muchas gracias por todas por sus elogios.
ResponderEliminarSegundo: Si se excitaron con el capítulo y tuvieron que darse una ducha fría, mi respuesta es: jijijiji, lo logré je, je. Hay que tener talento para excitar a alguien que vive a miles de kilómetros de distancia. Y si a alguien le da algo, no es mi culpa, estaban suficientemente advertidas, prometí en la nota del capítulo anterior mucha crema batida y cuando lo anuncié en twitter dije que era HOT, otro: jijijiji
Tercero: Me alegro hacerlas sonreír con mis locuras plasmadas en esta historia, al fin encontré una forma de expresarlas, esa es una de las cosas que me encanta de escribir ¡YAY!
Cuarto: Hablando de escribir y respondiendo a un comentario que hizo yaxaveeg pita en el capítulo anterior:
Lo he dicho y lo repito: Este espacio es de ustedes, jamás me molestará que escriban lo que se les ocurra escribir, es más, tu comentario me dio una idea, algo que podría poner en práctica, no ahora porque estoy muy ocupada entre mi trabajo, Epidemia y la traducción, pero cuando Epidemia esté más adelantada, en verdad podría crear un blog que sea solo para nosotras cuatro, donde todas podamos publicar entradas y comentarlas, una especie de club ¿qué les parece la idea?. Si les gusta debemos comenzar por inventarle un nombre.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarHola Miki no te digo siempre me haces reír con tus comentarios no eres buena si no súper excelente en lo que haces. A mi en lo personal me encanta la idea espero y tu nos avises cuando tengas mas tiempo por mientras pondré a trabajar mi ratoncito al máximo para opinar en el nombre que le pondremos.
EliminarSaludos a todas un fuerte abrazo me voy a poner a trabajar si no corren jajaja. Bye