Dos almas gemelas que deberán aprender juntas a superar sus temores y encontrar el camino hacia sus verdaderos sueños. Acompañen a Callie Torres y a Arizona Robbins en este viaje, a través de los sentimientos. Una montaña rusa de emociones, donde la música será otra protagonista. Citando a Jessica Capshaw: “Hold on and enjoy the ride” (Agárrense fuerte y disfruten del paseo).

viernes, 31 de agosto de 2012

Epidemia - Capítulo 15 - En casa, de nuevo...


Epidemia – Capítulo 15 – En casa, de nuevo…


Mientras Callie y Arizona, caminaban juntas tomadas de la mano hacía las puertas del hospital, Arizona le dijo a Callie:

-Voy a acompañarte al apartamento pero luego tengo que regresar al hospital, tengo un appy en dos horas, sin embargo, necesitaba acompañarte y saber que te había dejado cómoda en nuestro lugar. Hace dos días pasé por el apartamento de Mark y recogí todas tus cosas, ya está todo arreglado, incluso me mudé de habitación. Tú ocuparás la que era de ambas y yo dormiré en la otra, la que era de Cristina antes de casarse con Owen.

Callie le contestó: -Espero no comenzar a ser una molestia incluso antes de pisar ese apartamento

Arizona soltó un bufido y dijo: -¡Molestia!, no mi amor, tú jamás serás una molestia, nunca. Todo lo contrario, estoy feliz, te confieso que tengo miedo, pero también tengo fe, quiero tener fe.

-¿Miedo a que todo acabe cuando yo recuerde lo que pasó?

-Sí

-Lo reconozco, es un riesgo, pero esta es la única forma de conectarnos antes de que eso pase, si es que pasa.

-Sí, tienes razón, yo también lo pienso así.

Ambas salieron del hospital, estaban caminando abrazadas por el estacionamiento, cuando de pronto Callie se detuvo en seco. Arizona, también se detuvo y miró hacia arriba buscando su mirada. Callie ladeo la cabeza hacia abajo y la miró a los ojos y sólo alcanzo a decir con una expresión que era una mezcla de asombro y una pizca de dolor:

-Strike two. (Segundo strike)

Arizona intrigada exclamó: -¿Qué?

-Érica Hahn, ella me dejó justo aquí, donde estamos paradas ahora

Arizona se estremeció y tragó saliva, otro recuerdo, el segundo recuerdo, el segundo abandono, el segundo strike, como Callie había dicho. Sólo faltaba el tercer strike, el tercer abandono. Una ola de miedo recorrió a Arizona por todo su cuerpo, sabiendo que con ese tercer strike, la probabilidad del “out” era muy real. Arizona tomó aire para tratar de calmarse y luego preguntó:

-¿Y cómo te sientes al respecto?

Callie retomó su camino en brazos de Arizona mientras le contestó: -Un poco triste, pero creo que Mark tenía razón, esa relación era demasiado frágil para soportar todos los retos que tenía sobre sus hombros.

Con miedo de preguntar Arizona habló, casi con un susurró: -¿Tan frágil como la nuestra ahora?

Callie comprendiendo el miedo de Arizona, la acercó más presionando con su mano el hombro de ella y con un tono tranquilizador, le dijo sonriendo:

-No mi cielo, lo que tú y yo tenemos es diferente, incluso ahora lo sé. Aún con mis lagunas mentales te puedo asegurar, con base a las cosas que he recordado, que esto es muy diferente. A George O´Malley lo quise, y creo que también quise a Érica Hanh, pero lo que siento por ti es… mucho más profundo, es diferente, muy diferente. No sé cómo explicarlo con palabras, pero es algo que siento, es algo que está grabado en lo más profundo de mí ser. Tú eres, Arizona, ellos no, nunca lo fueron, pero tú, eres… Disculpa que no pueda explicártelo mejor, no sé cómo explicarlo mejor…

Arizona sonrió, y de pronto recordó esa vez cuando estaban atendiendo la emergencia de aquella niña: Rudy, mientras un loco armado por el hospital, andaba suelto disparando a diestra y siniestra, Arizona recordó cuando ella molesta le dijo a Callie: “…Lo sabré cuando esté convencida que estas enamorada de mí y no de la idea de estar enamorada, cuando sepa que soy diferente a George O´Malley, Érica Hahn, Mark Sloan y la chica del café. Tienes un gran corazón y amo eso de ti, pero no confió en ti, ¿cómo podría?”. Unos minutos después, Callie interpuso su cuerpo entre ella, la niña, y el hombre loco armado con una pistola, arriesgando su vida. En esa oportunidad esa fue la respuesta de Callie: arriesgo su vida por la de ella y ahora, con su memoria funcionando a medias y sin poderlo explicar con palabras lo reafirmó al decir: “Tú eres, Arizona, ellos no, nunca lo fueron, pero tú, eres…”

Con su inmenso amor hacia Callie revoloteando en su alma en ese momento, esta vez fue Arizona la que se detuvo, se paró de frente a Callie y con una dulce sonrisa dibujada en su rostro y mirándola a los ojos se puso de puntillas para posar sus labios sobre los de ella, Callie bajó la cabeza un poco y se besaron profunda y tiernamente.

Cuando el beso finalizó, Callie sonriendo le dijo a Arizona:

-Wow, y eso que no lo supe explicar, no me imagino lo que hubieras hecho conmigo si hubiera podido hacerlo. Ese beso fue impresionante

Arizona sonrió y le dijo: -Sí, lo hiciste, lo explicaste y… no es la primera vez que lo explicas ¿sabes?. No es la primera vez.

-¿En serio?. Creo que tú y yo vamos a tener muchas cosas que conversar cuando estemos viviendo juntas. Ahora que lo pienso, hay muchas cosas que no me has contado de nosotras y me encantaría conocerlas. Quiero conocer nuestra historia, antes de… bueno antes de tú ya sabes. Sólo me contaste la parte mala, pero quiero conocer la parte buena y si vivimos casi dos años juntas, estoy segura que deben haber muchísimas cosas buenas ¿me equivoco?

-No, no te equivocas, ahora que miró en retrospectiva, sé que esos fueron los años más felices de toda mi vida…. Arizona agregó con pesar: -…Y los tiré por la borda, mejor dicho… por la ventanilla, cuando…

Callie puso un dedo sobre los labios de Arizona y le dijo con un tono enternecedor: -Stop, no, no, no quiero que recuerdes eso ahora, no quiero que pienses en eso, discúlpame por haberlo mencionado. Arizona, no quiero que toda nuestra historia se resuma en ese mal momento, por eso estoy aquí contigo, dispuesta a vivir contigo...

…-Estoy segura que tú y yo somos mucho más que ese mal momento en aquel aeropuerto, tenemos una historia juntas y aunque yo no la pueda recordar tú estarán allí para contármela y además, juntas estamos construyendo nuevos recuerdos…

…-No te puedo asegurar que así sea, pero tengo fe que cuando yo una todos esos recuerdos, los viejos y los nuevos, todas las cosas que nos unen y que nos unieron, van a pesar, deberían pesar mucho más, que aquello que nos separó. Si yo no pensara así, te aseguro que jamás se me hubiera ocurrido aceptar mudarme contigo. Me estoy mudando contigo para construir puentes, para conseguir tantas cosas que nos unan que nada pueda separarnos, ni siquiera los malos recuerdos. ¿Quieres construir esos puentes conmigo?, ¿Verdad?

Arizona emocionada le contestó: -Sí mi cielo, es lo único que quiero, más que nada en este mundo, eso es lo que quiero.

Callie sonrió y usando su mano buena y un poco su mano mala, tomó a Arizona por los hombros y la sacudió un poco.

Arizona un poco intrigada por el pequeño sacudón que Callie le había proporcionado, le preguntó sonriendo:

-¿Y eso qué fue?

-Te sacudí, Teddy me dijo que de vez en cuanto tenía que sacudirte tus demonios: el miedo, la culpa, el arrepentimiento. Así que los sacudí ¿Funcionó?

Arizona sonrió y le contestó: -Sí, funcionó.

-Perfecto, dijo Callie y la tomó de la mano para continuar su camino.

Arizona no dijo nada más, se quedó callada, pero mientras caminaba iba pensando, que era muy difícil alejar esos demonios del todo, la verdad que no quería confesar, que no se atrevía a decirle a Callie, era que mientras más cerca se sentía de ella, su amor crecía aún más y junto con ese amor, también crecía el miedo de perderla. No podía evitarlo, por más sacudidas que le dieran, ese miedo estaba instalado en su alma justo al lado del inmenso amor que sentía por Callie y ambos se hacían más fuertes cada día.

Mientras esos pensamientos revoloteaban por la mente de Arizona, finalmente llegaron al apartamento. Justo al frente de la puerta, Arizona se detuvo y sacándolas del bolso tomó un juego de llaves y le dijo a Callie: -Estas son tus llaves, bienvenida a tú casa… Arizona hizo una pausa y sonriendo agregó: …-Esta es literalmente, tú casa

Callie tomó las llaves y sonriendo mientras abría la puerta corrigió: -Nuestra casa

-Eso espero, dijo Arizona con una sonrisa

En el momento en que Callie abrió la puerta y miró hacia adentro, una sensación familiar le recorrió todo el cuerpo, sintió que realmente había llegado a casa luego de un viaje dolorosamente largo. Verse allí, parada al lado de Arizona le trajo una sensación de felicidad que no podía explicar con palabras, sin embargo, llegó a decir con un suspiro de alivio:

-En casa, de nuevo

Arizona percibió el sentimiento de Callie y esa frase la estremeció, así que sin poder evitarlo, sin querer evitarlo, se abalanzó a los brazos de ella y la besó apasionadamente. Callie gimió ante el inesperado contacto de los labios ardientes de Arizona. Era más que obvio que ambas se excitaron con ese beso, la humedad entre sus piernas era la mejor prueba de ello. Cuando finalmente se separaron, buscando aire, Callie le dijo:

-Menos mal que tienes esa cirugía, no sé cómo demonios iba a poder resistir si no fuera así.

Arizona sonrió y con una mirada descaradamente sexy, le dijo a Callie mientras se dirigía hacia la puerta para regresar al hospital:

-Tú trabajo será resistirte, el mío tratar de romper tu resistencia… y yo sé que voy a ganar.

Callie puso los ojos y luego sonriendo dijo:

-Eso lo sé, pero hoy me salvó la campana, anda, ve a patear traseros, mientras yo me quedo aquí a efectuar un reconocimiento de nuestra casa.

Manteniendo su sonrisa encantadora y sexy, Arizona le dijo a Callie señalando su habitación: -Esa es tu habitación… por ahora, luego será nuestra habitación.

Callie puso los ojos de nuevo y dijo mirando hacia arriba, implorando: -¡Oh Dios dame paciencia y en el culo resistencia!

Arizona soltó una carcajada y dijo justo antes de cerrar la puerta: -“Culo” y “resistencia” son dos palabras que no pueden estar juntas en la misma oración, al igual que “tetas”.  No hay ninguna posibilidad que yo tenga “resistencia”, si llego a ver “tus tetas” ó “tu culo”, Calliope Torres, eso es simplemente imposible. Mantente bien abrigadita si aún quieres que esa sea sólo tu habitación.

Callie le dio una sonrisa pícara a Arizona mientras ella cerraba la puerta tras de sí. Luego se dijo a sí misma sin dejar de reír: “Esto va a ser más difícil de lo que pensé, mucho más difícil…”, luego soltó un bufido y dijo en voz alta: -“…abrigadita”, será que vaya a un convento y pida prestado un hábito a alguna monjita. Su propia ocurrencia la hizo reír, aunque no lo haría, no pudo dejar de reírse pensando en la cara que pondría Arizona si la veía vestida de monja, eso seguro hubiera sido demasiado divertido de ver.

Callie comenzó su reconocimiento por el apartamento, se dio cuenta que había un equipo de sonido con karaoke y le encantó la idea de usarlo más adelante, luego vio divertida la colección de dvd´s de películas que tenia Arizona colocadas al lado del equipo de DVD. No había ni una sola película de acción, ni de terror, ni de suspenso, todas eran películas infantiles o musicales: Annie, El regreso de la Nana Mágica, Madagascar y toda, toda una colección de las películas de Disney: El Rey León, Bambi, El libro de la selva, Fantasía, La Bella y la Bestia, Los Aristogatos, 101 Dalmatas, La Sirenita, Pocahontas, etc.

Callie sonriendo y viendo esa enorme colección de películas pensó en Arizona con ternura, ella era, sin lugar a dudas, una niña atrapada en un cuerpo de mujer… Callie suspiró y luego pensó… “¡Y qué cuerpo!”. Ese cuerpo, esos hermosos ojos azules y esos hoyuelos tampoco podían ir en la misma oración con la palabra “resistencia”. Pero tenía que intentarlo, por lo menos durante unas semanas, tenía que intentarlo.

….

Arizona salió de la operación casi al mediodía, sintió hambre pero de pronto recordó que no tenía compañía para almorzar este día, siempre almorzaba con Callie y ahora ella no estaba en el hospital, así que con cierto pesar y echándola de menos, se dirigió hacia la Cafetería dispuesta a comer sola, ni siquiera podría comer con Teddy, porque ella estaba en el quirófano en ese momento.

Mientras caminaba resignada, escuchó el tono de un mensaje de texto en su celular, Arizona tomó el teléfono para leerlo y sus hoyuelos aparecieron en su rostro, junto con su más gloriosa sonrisa, mientras leía el mensaje:

Si me prometes que no vas a meterte ni con mi culo ni con mis tetas estoy dispuesta a alimentarte. Preparé el almuerzo ¿quieres venir a comer conmigo?, te extraño. C.

Enseguida Arizona le contestó el mensaje a Callie: Te lo prometo, Gracias. Estaré allí en 10 minutos. Yo también te extraño. A.

Arizona se dirigió hacia las puertas del hospital, en su camino hizo un baile privado de alegría, y exclamó con los brazos en alto, victoriosos: -¡YAY!. Comer con Callie era una victoria, pero comer la comida preparada por Callie era mucho más que eso. Hasta ese momento Arizona no se había dado cuenta de lo mucho que había extrañado saborear los deliciosas recetas de ella, se le hizo agua la boca, con solo pensar en que iba a degustar nuevamente alguno de sus famosos platos. Arizona no creía que la amnesia hubiera afectado sus cualidades culinarias, porque eso no era una cuestión de memoria, era una cuestión de “sazón”, a Callie le quedaba delicioso hasta un huevo frito, ella tenía un don...

Arizona pensó entre divertida y excitada al mismo tiempo: …Al igual que su don para hacer el amor, eso era innato en ella, ella no necesitaba el “Método Sloan”, ella había nacido con el “Método Torres”, con esa sensualidad, y esa forma tan única de hacer el amor, de besarla, de acariciarla, de lograr llenarla de placer y excitarla como nadie más. Eso lo supo desde la primera vez que habían hecho el amor, nunca nadie, le había hecho sentir lo que ella le hacía sentir, y eso también lo extrañaba, lo extrañaba demasiado, lo cual se había hecho más que evidente con ese beso apasionado en la mañana. Arizona se había marchado al hospital totalmente excitada.

Arizona se dijo para sí misma: “Stop, no pienses en eso ahora, recuerda que Callie te pidió tiempo, luego pensó: ¡Por Dios! ¿Cómo me voy a poder resistir en las noches sabiendo que la tengo a solo unos pasos? ¿Cómo?”.

En menos de diez minutos Arizona ya estaba subiendo las escaleras en dirección a su apartamento, y a medida que subía los escalones el delicioso aroma de una comida espectacular comenzó a inundar sus sentidos, y lo más emocionante era que mientras más se acercaba más segura estaba que esos aromas exquisitos provenían de su apartamento, y cuando finalmente, abrió con sus llaves la puerta no le quedaron dudas, ese aroma provenía de su cocina, de la comida que Callie había preparado para ambas.

Arizona vio a Callie sirviendo la mesa, cuando  se miraron a los ojos sonrieron y Arizona se acercó para darle un beso en la mejilla mientras le decía:

-Hola cariño, huele divino ¿Qué preparaste? ¿Recordaste alguna de tus famosas recetas?

Sin dejar de moverse continuando lo que estaba haciendo para terminar de poner la mesa, Callie le contestó:

-La verdad no me acuerdo de ninguna, pero tomé un libro de recetas que estaba en el estante y comencé a preparar una, y si te soy sincera, no se me hizo difícil, mis manos se movieron como si tuvieran memoria propia, lo preparé sin problemas, claro, el yeso me fastidia un poco, pero nada importante, preparé una receta que me llamó la atención por la mezcla de sabores: “Pollo al limón y a la miel”, espero que te guste, que me haya quedado por lo menos “aceptable”, dadas las circunstancias.

Arizona se sentó, saboreó el primer bocado y se sintió en el cielo, suspirando exclamó con placer: -Huuummmm, esto esta delicioso, mi amor, “aceptable” tampoco es una palabra que pegue con tus habilidades culinarias, te lo aseguro.

Callie sonrió y poniendo su mano sobre la pierna de Arizona apretando sólo un poco, le dijo: -Gracias cariño, lo importante es que te guste y que lo disfrutes. Por cierto, creo que esto es algo que podemos hacer todos los días, mientras tus actividades en el hospital te lo permitan, estoy acostumbrada a comer contigo, y te extrañé.

Arizona tomó un sorbo de vino y sonriendo le dijo a Callie: -Me encanta esa idea, yo también estoy acostumbrada a comer contigo y para serte sincera, cuando recibí tu mensaje me dirigía resignada y triste a comer sola en el hospital porque yo también te estaba extrañando, además en ese momento me di cuenta de lo mucho que extrañaba comer la deliciosa comida que tu preparas. Eres increíble Calliope Torres, eres increíble, de verdad.

-No tanto como tú Arizona Robbins, no tanto como tú. Y si te portas bien y regresas temprano a casa te prometo recibirte con una cena deliciosa y luego podemos ver una de esas películas infantiles que tienes allí. No lo recordaba, pero por tu elección de películas me di cuenta que mi Dra. Arizona Robbins es como una niña dentro del cuerpo de una hermosa mujer. Y me encanta eso de ti, esa mezcla es demasiado impresionante.

Arizona se emocionó con las palabras de Callie y se dio cuenta en ese momento a que se refería ella cuando dijo que quería conocerse a sí misma y conocerla, estar juntas ahora en esa nueva etapa, era como un redescubrimiento. Y sí, definitivamente tenía que poner todo de su parte para respetar los deseos de Callie con respecto a su relación física. Por mucho que le costara tenía que hacerlo. Algo en el fondo, le decía que Callie tenía razón.

Cuando terminaron de almorzar, ambas quitaron la mesa y Arizona colocó los platos en el lavavajillas, luego se aseo y le dio un beso en la mejilla a Callie, lista para regresar al hospital, mientras le decía:

-Gracias Callie, por este maravilloso almuerzo, trataré de llegar temprano para cenar juntas y ver esa película.

Callie le dio un beso en la mejilla también y escoltó a Arizona hasta la puerta y se la abrió.

Mientras Arizona se alejaba por el pasillo sonriendo, ella le devolvió la sonrisa y cuando se perdió de vista por las escaleras, Callie cerró la puerta suspirando. Sin duda, amaba a Arizona, la amaba, el vacio que le dejaba cuando desaparecía de su vista convertía esa verdad en un hecho, la amaba, lo único que necesitaba era un poco de tiempo para conocerse y reconocerla a ella, eso era todo lo que hacía falta, un poquito de tiempo.

Callie se dirigió al equipo de DVD a elegir la película que vería esa noche con Arizona, no se acordaba de ninguna, así que desde el punto de vista de Callie, todas eran nuevas, hubo una que en particular le llamó la atención: Pocahontas, la introdujo en el aparato y comenzó a verla, le encantó el tema musical, y lo cantó mientras la veía, en ese punto rebobinó varias veces la película hasta que se aprendió la canción.

Luego, buscó en el karaoke, algún cd que tuviera la pista musical del tema de la película y se alegró cuando lo encontró. Lo cantó dos veces para practicar.

Ella sabía que a Arizona le encantaba escucharla cantar y pensó que si le gustaban tanto las películas de Disney como para tener una colección completa, seguramente disfrutaría también que ella le cantara alguna de sus temas musicales. No iban a hacer el amor aún, no todavía, pero nada le impedía tratar de agradarla con algo que seguro iba a gustarle: escucharla cantar… y no se equivocó.

En la noche, luego de comer una cena deliciosa, vieron abrazadas en el sofá la película completa, después Callie encendió el karaoke y le cantó la canción. Arizona estaba tan feliz de escucharla cantar que le pidió que se la cantara una y otra vez. Después de haberla cantado tres veces, Arizona, entusiasmada y emocionada, como si fuera una niña, le pidió a Callie:

-Cántamela otra vez, anda otra vez.

Callie le dijo sonriendo: -¿Otra vez?

-Sí, otra vez, la última por hoy, luego te prometo que nos vamos a dormir, pero anda, cántamela otra vez, anda.

-Está bien, le dijo Callie, -la última por hoy. Y nuevamente colocó la pista para cantarle por cuarta vez el tema de la película, antes de irse a dormir cada una a su respectiva habitación.

Arizona, saltó de nuevo en el sofá emocionada, mientras se disponía a escuchar la melodía y la hermosa voz de Calliope Torres, por cuarta vez esa noche.


Hacer clip en el título para acceder a la canción

Colores del viento

Te crees dueño de cualquier territorio que habitas
Que la tierra es una cosa muerta que tú puedes reclamar
Pero yo sé que cada roca, cada árbol y cada criatura
Tiene vida, tiene espíritu, tiene un nombre

Tú piensas que sólo son personas
Aquellas que se ven y piensan como tú
Pero si tú caminaras siguiendo los pasos de un extraño
Tú aprenderías cosas que nunca supiste, que tú nunca entendiste

¿Alguna vez has escuchado a un lobo aullarle a la luna azul?
¿O le has preguntado a un lince por qué sonríe?
¿Acaso puedes cantar con las voces de la montaña?
¿Puedes pintar con todos los colores del viento?
¿Puedes pintar con todos los colores del viento?

Ven a correr por los senderos ocultos por los pinos de los bosques
Ven a probar el dulce sabor de los frutos de la tierra
Ven a rodearte de todas las riquezas que hay a tu alrededor
Y por una vez no preguntes cual es su valor

La tempestad y los ríos son mis hermanos
La garza y la nutria son mis amigos
Y todos estamos conectados unos a otros
En un círculo que nunca termina

¿Qué tan alto puede crecer el sicomoro?
Sí lo cortas, entonces nunca lo sabrás
Y nunca escucharás al lobo aullarle a la luna azul
Sin importar si somos blancos o con la piel cobriza
Todos necesitamos cantar con todas las voces de las montañas
Todos necesitamos pintar con todos los colores del viento

Puedes pretender adueñarte de la tierra pero aún así
Sólo entenderás que la tierra es para ti
Cuando seas capaz de pintar con todos los colores del viento.


Esta historia continuará…

…….

Hoy es 31 de Agosto, es el día de cumpleaños de Sara Ramírez (y el mío también), así que me pareció el mejor momento para incorporar en esta historia su hermosa voz. ¿Cuántas veces la escucharon?. Seguro que más de una vez…

Esta es la razón por la cual programé las publicaciones para que este capítulo apareciera justo hoy.

¡Feliz Cumpleaños! Sara Ramírez, realmente eres admirable, lo tienes todo: belleza, un enorme talento, una hermosa voz y algo me dice que eres un ser humano increíble. Mis mejores deseos para ti.

Y a todos ustedes mis queridos lectores, les deseo un feliz fin de semana. ¡Ah! y a mis seguidores en twitter, estén pendientes, a las 11:00 a.m. (hora de Venezuela) les enviaré la pregunta del #ConcursoEpidemia, donde el ganador o ganadora recibirá hoy mismo el próximo capítulo de Epidemia, el Capítulo 16.


Cronograma de publicación semana del 01 al 07 de Septiembre de 2012-08-31

Lunes 03/09/2012: Epidemia – Capítulo 16 (capítulo especial… intenso)
Martes 04/09/2012: “Little Earthquakes” en español – Capítulo 19 – Primera Parte
Miércoles 05/09/2012: Epidemia – Capítulo 17
Jueves 06/09/2012: Epidemia – Capítulo 18

miércoles, 29 de agosto de 2012

Epidemia - Capítulo 14 - Terrified (Aterrorizada)


Epidemia – Capítulo 14 – Terrified (Aterrorizada)


Una semana después, un lunes a las 7:00 a.m., Callie estaba en su habitación, esperando a que Arizona viniera por ella, ya vestida para salir del hospital, finalmente iba a ser dada de alta. Tendría que conservar el yeso en su brazo izquierdo un mes más, pero salvo esa secuela y por supuesto, la pérdida de la memoria, que ahora se podía casi asegurar, que sería temporal, Callie se sentía físicamente muy bien. Sentimentalmente hablando, no se sentía confundida, sabía que sus sentimientos hacia Arizona estaban allí, dentro de su corazón y cada día que pasaba sentía que eran más fuertes, sin embargo, trataba en lo posible de no precipitarse.

En el fondo, ella sentía un poco, el mismo miedo de Arizona de recordar lo que había pasado en aquel aeropuerto, tenía miedo de lo que sentiría. Callie no quería herirla ni darle falsas esperanzas, por eso aceptó vivir con ella en calidad de compañeras de habitación y no como una pareja todavía, si profundizaban su relación físicamente y después Callie recordaba lo que había pasado y no pudiera evitar el dolor, era probable que la rechazara, por lo menos  al principio, y ella no quería jugar con los sentimientos de Arizona. Aunque ella la hubiera abandonado en ese aeropuerto, estaba muy claro que en verdad la amaba y Callie pensaba que Arizona no se merecía ese tira y encoge.

Por eso decidió tratar de permanecer un poco a distancia, intentando hacer un increíble esfuerzo por mantener a raya sus propias necesidades físicas. Se moría de ganas por conectarse físicamente con Arizona, se moría de ganas por amarla y ser amada por ella, pero no se atrevía a dar ese paso, no todavía. Sabía que mantenerse en esa posición ya había sido difícil dentro del hospital y lo sería mucho más cuando vivieran bajo el mismo techo, pero estaba decidida a intentarlo, por lo menos al principio y tratar de vivir un día a la vez.

Arizona ya le había contado que ellas dos habían convivido muy bien juntas, que muchas veces estaban tan felices que se sentían en una especie de burbuja, donde lo único que importaba eran ellas dos, pero como todas las historias de su pasado, a Callie le parecía que eso que le contaban no era de ella, sino de otra persona, la nueva Callie quería experimentar esas cosas, quería saber cómo se sentiría convivir con Arizona, compartir con ella esos momentos que sólo se pueden compartir con las personas con las que se convive y experimentar esa burbuja de la que Arizona le había hablado.

Vivir un día a la vez y absorber las emociones que cada día traería consigo, era lo que Callie deseaba hacer, quería volverse a encontrar con ella misma, volver a conocer a Arizona en esta nueva etapa y tratar de reconectarse con ella poco a poco, quizás así, sin forzar las cosas, cuando finalmente ella recuperara la memoria valdrían mucho más sus sentimientos y esos nuevas experiencias compartidas que el dolor de esos recuerdos.

Si algo le había quedado claro a Callie, por todas las cosas que sus amigos le habían contado de su vida, es que ciertamente no había nado de malo en ella, como Mark y Arizona le habían dicho, no había nada de malo, salvo una cosa: su impulsividad. Esa manía de lanzarse de frente sin pensar en sus actos ni en sus consecuencias cuando se trataba de sus sentimientos, era en gran parte la causa de sus desastres en su vida amorosa. Eso estaba muy claro en el caso de George o´Mallie y de Erica Hahn, sin embargo, en el caso de Arizona aún no lo tenía tan claro, no sabía si su impulsividad había causado el abandono de Arizona, pero igual no quería correr ese riesgo, su relación con Arizona le importaba demasiado, por ello trataría de ir en contra de su propia naturaleza y de sus deseos, al menos al principio.

En otras palabras, Callie quería conocer a la mujer con la probablemente compartiría el resto de su vida, esta vez, no sólo quería ser su amante o su novia, quería conectarse con ella primero como ser humano, conectarse con su alma y sus sentimientos, sin que el sexo inicialmente distorsionara las cosas. Callie quería que la primera vez que durmiera con Arizona fuera porque habían hecho el amor, no por haber tenido sólo sexo. Callie quería lograr conocerse y conocer a Arizona en su esencia, conectarse con ella no sólo físicamente sino espiritualmente, ella estaba convencida que eso, al final, es lo que lograría que permanecieran juntas más allá de los malos recuerdos, cuando estos aparecieran. Dado la evidente atracción física que ambas sentían, decirlo sería quizás mucho más fácil que hacerlo, pero en el fondo Callie sabía que tendría que intentarlo, por su bien, por el bien de Arizona y por el bien de su relación.

Los pensamientos de Callie se vieron interrumpidos cuando vio entrar por la puerta de la habitación al Dr. Alejandro Herrera quien, como siempre, con una amplia sonrisa se paró al lado de la puerta mientras le decía a Callie:

-Buenos días Calliope, sé que hoy nos dejas, pero quise pasar para saludarte y decirte que debes venir al hospital de nuevo dentro de cinco semanas para que te retiren el yeso.

Callie sonriendo, le dijo al Dr. Herrera: -Muchas Gracias, aquí estaré, además pienso venir con bastante frecuencia, casi todos mis amigos trabajan aquí y hay un niño, un paciente de este hospital que también es mi amigo, y yo le prometí que vendría a visitarlo con regularidad. Él y yo siempre pasamos muy buenos momentos juntos. Por otra parte, venir al hospital se me hace fácil, voy a mudarme a un apartamento que queda a la vuelta de la esquina

-¡Oh!, eso me parece muy bien… contestó el Dr. Herrera, luego dudando si debía decirlo o no, finalmente se atrevió, a él le gustaba Calliope, y aunque ya se había enterado que tenía una especie de relación con Arizona Robbins, también se había enterado por los chismes del hospital que ella la había abandonado meses atrás en un aeropuerto al marcharse a África por una beca.

-Calliope, disculpa que te lo diga, pero si no lo hago ahora, no creo que pueda tener una oportunidad más adelante…

Callie se tensó un poco al escuchar esa introducción del Dr. Herrera, no era ciega,  sabía que el Dr. Herrera gustaba de ella y siempre pensó que en algún momento él se atrevería a decirle algo al respecto, no era algo que esperaba oír, porque a ella sólo le interesaba Arizona, pero era obvio que un hombre como ese no iba a callar sus intensiones por siempre

…-Verás Calliope, no tomes a mal lo que te voy a decir, casi te lo voy a decir como un amigo, aunque se que no lo somos, yo sé que tienes una relación o algo así con la Dra. Arizona Robbins, pero también sé que ella te abandonó meses atrás en el aeropuerto…

Callie impactada por el atrevimiento del Dr. Herrera, lo interrumpió y le dijo:

-Dr. Herrera, no me parece que yo tenga la suficiente confianza con usted para hablar de ese tema y mucho menos para que usted me hable de eso a mí…

El Dr. Herrera haciendo un gesto de paz con sus manos la interrumpió y le dijo:

-No, no Calliope, por favor, no tomes a mal lo que te estoy diciendo, por favor, permíteme completar la idea y luego, sí te quieres molestar conmigo, estás en tu derecho, pero permíteme terminar lo que quiero decirte, ¿por favor?

Callie no estaba muy convencida, en realidad no tenía ningún interés en tratar ese tema con él, sin embargo, por educación y porque ahora sentía curiosidad por lo que el Dr. Herrera quería decirle acepto que el continuara hablando, diciéndole: -Ok, prosiga

-Gracias…, le dijo el Dr. Herrera, quien continuó: …-El punto Calliope es que quiero que sepas que tú me gustas, me gustas mucho, eres una mujer sumamente hermosa y sexy. Si la relación que tienes con la Dra. Robbins, no funciona, si ella te abandona de nuevo, quiero que sepas que yo quiero ser una opción para ti, básicamente, es como si me estuviera anotando en una lista de espera, como en los aeropuertos ¿sabes?. Me gustaría que tú sepas que yo estoy haciendo fila por ti, eso es todo.

Callie por un momento no supo que decir, entendía que el comentario del Dr. Herrera había sido bastante respetuoso dentro del contexto en que lo había dicho y ciertamente como mujer no le desagradaba saber que ella era atractiva para otras personas, por simple vanidad, pero obviamente, sintió la necesidad de hablarle con claridad al Dr. Herrera:

-Dr. Herrera, no voy a negar que me siento halagada con sus palabras, como mujer, quiero decir, pero no creo de deba anotarse en ninguna lista de espera conmigo, creo que estaría perdiendo el tiempo, sentimentalmente a mi me interesa solamente una persona y usted sabe perfectamente, por lo que me acaba de decir, quien es esa persona. Yo me voy a mudar con Arizona y espero que todo salga bien para nosotras.

-Lo entiendo perfectamente Calliope, y te deseo todo lo mejor, en serio, pero por experiencia se que si alguien te abandona una vez, puede volverlo a hacer y por eso me atreví a decirte lo que te dije…

Callie se molestó por el último comentario del Dr. Herrera, así que le dijo:

-No se cual sea su experiencia al respecto, pero si de algo estoy segura es que Arizona Robbins, nunca más me abandonaría, eso lo sé con certeza, además, sea como sea, ese no es un tema que usted y yo podamos discutir. Tal como le dije antes, usted y yo no tenemos la suficiente confianza para hablar de ese tema. Yo le agradezco lo que usted ha hecho por mí como médico, pero por lo que a mí respecta, usted es sólo mi médico y yo soy sólo su paciente. Eso es todo

-Ok, Calliope, espero no haberte molestado, no me arrepiento de haber dicho lo que dije, porque creo que es mejor decir las cosas, no callarlas. Te deseo toda la suerte del mundo y recuerda la cita para que te retiren el yeso dentro de cinco semanas ¿está bien?

-Sí, Dr. Herrera, está bien. Muchas Gracias

El Dr. Herrera le ofreció la mano para despedirse de Callie mientras le decía:

-Hasta luego Calliope, ¡suerte!

Callie estrechó la mano del Dr. Herrera y le dijo: -Hasta luego, gracias

Dicho esto, el Dr. Herrera dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta de la habitación, en su camino se cruzó con la Dra. Arizona Robbins, quien simplemente se limitó a asentir con la cabeza una vez a modo de saludo. No obstante, para el Dr. Herrera, no pasó desapercibida la mirada dura que recibió de la Dra. Robbins en el momento breve en que sus miradas se cruzaron, posiblemente, pensó el Dr. Herrera, porque ella pudo haber escuchado parte de la conversación que acabada de tener con Calliope. Sin embargo, a él no le importaba lo que ella pudiera pensar de eso, a él le gustaba Calliope, no ella, aunque no dejaba de reconocer que también era una bella mujer, pero simplemente no era su tipo…

Arizona entró a la habitación de Callie, visiblemente molesta, ella había escuchado accidentalmente casi toda la conversación cuando se acercó a la habitación para encontrase con Callie. Obviamente no estaba molesta con ella, más bien, se sintió satisfecha de todas las respuestas que le había dado al Dr. Herrera, pero le molestaban dos cosas:

La primera, que no podía evitar sentir celos, ella sabía más que nadie lo inmensamente bella, ardiente y sexy que era Callie y resultaba más que obvio que todos esos atributos no podían pasar desapercibidos para casi nadie y siendo Callie bisexual, pues el espectro no solo abarcaba a las mujeres sino también a los hombres. Por supuesto, eso no significaba que ella no confiaba en Callie, por supuesto que confiaba en Callie, cada día más. Quizás al principio de su relación se había sentido bastante insegura, especialmente con la presencia cercana de Mark Sloan, pero eso ya no era así, ella tenía que reconocer que él se había comportado como un verdadero amigo para Callie e incluso para ella y se sentía agradecida con él porque sabía que realmente había ayudado para promover ese reencuentro entre ellas. Mark, ya no era un problema, no para Arizona, pero ver al Dr. Herrera tratándose de anotar en una lista de espera, le revolvió las entrañas  y le alborotó los celos, Arizona era celosa, ella lo sabía. No se sentía orgullosa de ese rasgo de su personalidad, pero eso no significaba que no lo era.

Lo segundo que le molestó, y en mayor medida, incluso más que los celos, fue la mención del Dr. Herrera cuando dijo que si ella había abandonado a Callie una vez, muy bien podía hacerlo de nuevo. Eso realmente la molesto, porque resultaba más que obvio que el Dr. Herrera había escuchado eso en los chismosos pasillos del hospital, eso le hacía entender que muchas personas pensaban eso, que ella abandonaría de nuevo a Callie. Por supuesto que eso no pasaría otra vez, pero saber que ese tema era parte de la comidilla de chismes del hospital era algo muy molesto y aún peor, el hecho de que el Dr. Herrera tuvo el atrevimiento de mencionárselo a Callie. Justo ahora que su relación con ella estaba atravesando un momento tan delicado y frágil, lo último que quería Arizona es que alguien le plantara esas ideas a Callie en la cabeza, una duda en ella, una duda de ese tipo, podría resultar devastadora para su relación en estos momentos.

En el mismo instante en que Arizona entró a la habitación, Callie se dio cuenta al mirarla a los ojos, que ella estaba sumamente molesta. La mirada de Arizona era un libro abierto, incluso el color de sus ojos. Era impresionante como se oscurecían cuando se molestaba por algo, y por el color súper oscuro que tenía ahora, su molestia era más que evidente. Así que para tratar de calmar los ánimos, lo primero que Callie hizo cuando vio a Arizona entrar a la habitación, fue levantarse de su silla y regalarle la mejor sonrisa mientras se acercaba a ella para abrazarla con su brazo bueno y plantarle un profundo beso en la boca, un beso que dejó casi sin aliento a Arizona.

Cuando el beso finalizó Callie decidió tomar la delantera y le dijo a Arizona:

-Buenos días mi pichirruchi, me alegro que hayas llegado, te estaba esperando y mientras te esperaba tengo que confesarte que el Dr. Herrera vino a anotarse en una lista de espera conmigo, yo no lo deje ¿Ok?, pero a eso vino.

A pesar de su molestia Arizona no pudo evitar sonreír, primero por el beso de Callie que la dejó sin aliento y segundo porque le encantó que le mencionara el tema, lo cual era una prueba de que ella no tenía ninguna intensión de ocultarle lo que había pasado, y eso tenía aún más mérito porque Callie no sabía que ella había escuchado casi toda la conversación, así que decidió decírselo:

-Sí Calliope, ya lo sé, accidentalmente escuché casi toda la conversación y tengo que confesarte que me molestó mucho oírla, primero porque no puedo evitarlo, soy una persona celosa, no me siento orgullosa de eso, pero lo soy y segundo porque…los ojos se le llenaron de lágrimas…-porque, por más chismes que haya circulando en este hospital, yo nunca podría abandonarte de nuevo, nunca, yo…

Callie puso un dedo sobre los labios de Arizona y le dijo:

-Stop, para ahí, luego acunó con su mano la mejilla de Arizona con muchísima ternura, mientras que con el dedo pulgar limpió las lágrimas de su rostro y agregó: -Arizona, no permitas que los comentarios y chismes de este hospital te afecten de alguna manera, tengo suficiente tiempo en esta habitación para saber las cosas que dicen y que dejan de decirse en estos pasillos, y no me hace falta mi memoria para saberlo. No me importa en lo más mínimo lo que los demás digan o dejen de decir, incluso si hacen apuestas acerca de nosotras o no…

Arizona se sobresaltó: -¡Apuestas!, ¿cómo que apuestas?, ¿a qué te refieres?

Callie sonrió y dijo: -Arizona, en este hospital hacen apuestas por todo, no me extrañaría que hayan rodando por allí alguna o algunas apuestas sobre nosotras, si me abandonas o no, si te voy a dejar o no cuando recupere la memoria, si hemos hecho el amor aún o no, en fin, hay una inmensa gama de posibilidades, pero a mi no me importa eso en absoluto, ninguno de esos chismes vale ni siquiera una lágrima tuya, puede ser que mi memoria este chueca, pero sé lo que quiero y sé lo que tú quieres, y eso es lo único que me importa, tú eres lo único que me importa.

Arizona se conmovió con las palabras de Callie y de pronto se sintió como una tonta, ella siempre ha sabido el hervidero de chismes que pasean todos los días por todos los pasillos del hospital, chismes que jamás la habían afectado. Reconociendo eso al escuchar las palabras de Callie, Arizona le dijo algo apenada:

-Tienes razón, disculpa, nunca me han afectado los chismes, nunca, pero supongo que no me agradó darme cuenta que lo que pasó en ese aeropuerto entre nosotras forma parte de la comidilla de chismes de este hospital.

Callie soltó un bufido y le dijo a Arizona: -Cariño, cualquier tema, que no sea médico, forma parte de la comidilla de chismes de este hospital y mucho más tratándose de dos mujeres bellas y ardientes como nosotras, terminó diciendo Callie con una enorme sonrisa en su rostro.

Arizona se echó a reír y abrazó a Callie: -Tienes razón mi amor, fui una tonta, supongo que eso me afectó porque tocó una fibra muy sensible, el tema del aeropuerto es muy delicado para mí, porque fue allí donde cometí el error más grande de mi vida y…

Callie la interrumpió: -Stop, otra vez, basta de hablar de eso, es más, se me acaba de ocurrir una idea para que  el tema del “aeropuerto” no te afecte tanto. Terapia de choque, voy a llamarlo, aunque después le ponga otro nombre; a ver, di “aeropuerto”

Arizona intrigada y sonriendo pregunto: -¿Qué?

Callie le dijo: -Anda, sígueme la corriente, di “aeropuerto”

Arizona puso los ojos, pero se quedó callada intrigada, no tenía ni idea de lo que Callie quería hacer.

Callie impaciente dio unos pequeños saltos con su cuerpo, mientras repetía: -Anda, di “aeropuerto”

Arizona asomó una sonrisa y dijo arrastrando un poco las palabras: -Esta bien… “a e r o p u e r t o”

Callie le dio un breve beso en la boca sonriendo y luego dijo: -Otra vez, di “aeropuerto”

Arizona sonrió: -Aeropuerto

Callie le dio otro beso, esta vez más largo que el anterior, -Otra vez

Arizona se echó a reír: -Aeropuerto

Callie le dio otro beso, más largo y más profundo. -Otra vez

-Aeropuerto

Callie la volvió a besar y prolongó el beso aún más, mientras lo hacía sintió en sus labios que Arizona estaba sonriendo. Cuando el beso acabó, Callie le dijo: -Otra vez

Arizona soltó una carcajada y dijo:

-Aeropu…

Callie no la dejó terminar y le plantó un beso ardiente y profundo, dejando a Arizona sin aliento de nuevo. Cuando el beso finalizó, ambas estaban jadeando, buscando aire para respirar. En el momento en que Callie pudo hablar, le dijo a Arizona mirándola a los ojos y abrazándola con fuerza:

-Sí mi terapia de choque funcionó, puedo apostar que la próxima vez que escuches o digas esa palabra te vas a acordar de mis besos y te aseguro que cada vez que la menciones te voy a castigar dándote otro.

Arizona sonrió, sintiendo nuevamente como todo el amor que sentía por Callie se le alborotaba en el alma, definitivamente Callie era el ser más increíble que ella había conocido en toda su vida: -Calliope tus besos jamás serán un castigo, eres increíble y sí quieres castigarme con ellos, entonces castígame todo lo que tú quieras… Arizona hizo una pausa, luego con una sonrisa picara en los labios agregó: …-Aeropuerto

Callie se echó a reír y para “castigar” a Arizona le plantó otro beso, que esta vez fue profundo, cálido y lleno de ternura. Cuando el beso concluyó, ambas sonrieron y Callie abrazó mas fuerte a Arizona, mientras lo hacía, le susurró al oído: -Aún tengo que esperar cinco semanas para que me quiten este yeso, pero lo primero que voy a hacer cuando no lo tenga, es rodear tu cintura con mis dos brazos para darte el inmenso abrazo que quiero darte, en lugar de medio abrazo como ahora.

Arizona cerró los ojos y suspiró, pensando en ese momento y en todos los momentos que le esperaban para compartir con la mujer que tenía en sus brazos, deseando con todas sus fuerzas que fuera para siempre. Luego pensó en lo inmensamente estúpida que había sido por haber pretendido apartar de su vida a alguien tan especial y maravillosa como Callie, por haberla dejado en ese “aeropuerto”. Para su sorpresa, cuando pensó en esa palabra, sonrió, sin duda la “terapia de choque” estaba funcionando. ¡Por Dios!, pensó ¡Como te amo, Calliope Torres, cuanto te amo!. Mientras pensó esto último, abrazó a Callie con más fuerza, un segundo después Callie le dijo:

-Yo también

Arizona sin soltar el abrazo, pero mirando a Callie, sorprendida le preguntó: -¿Ahora resulta que también lees la mente?

-La mente, aún no, pero el lenguaje corporal sí, ven aquí. Diciendo esto Callie atrapó los labios de Arizona que estaban abiertos por la sonrisa que Callie le había inspirado al decir esas palabras.

Cuando el beso finalizó, Callie le dijo sonriendo: -¿Nos vamos?

Arizona le dijo visiblemente emocionada:

-Finalmente llegó el día que tanto esperé, el día que volverás a casa conmigo

-Eso sonó hermoso, “volver a casa”…, Callie hizo una pausa y luego agregó, …-pero tú sabes que no será exactamente como antes ¿verdad?, por ahora, sólo seremos compañeras de habitación, eso fue lo que acordamos ¿correcto?

Arizona no pudo disimular la sombra que sintió en su mirada, la decepción que sentía porque eso fuera así, se lo había prometido a Callie y estaba dispuesta a cumplirlo, pero la amaba tanto y la deseaba tanto que ella sabía que tenerla viviendo bajo el mismo techo sin decirle cuanto la amaba y resistiendo sus inmensos deseos de hacerle el amor, sería una de las cosas más difíciles que le hubiera tocado vivir, no obstante, tenía que respetar lo que Callie le había pedido, así que reuniendo valor para contestar, le dijo, con timidez:

-Sí, lo se, pero te confieso que en este preciso momento necesito que me recuerdes ¿por qué?. Callie me prometí a mi misma que no iba a ofuscarte ni a hacerte sentir presionada por mis sentimientos hacia ti, así que trataré de no repetirlo hasta que tú estés lista para escucharlo de nuevo, pero aunque sólo lo diga esta vez, lo cierto es que te amo, te amo con toda mi alma y además te deseo, te extraño, extraño hacer el amor contigo, extraño tus caricias, extraño sentir tu respiración en mi cuello cuando me abrazabas por detrás antes de quedarnos dormidas luego de hacer el amor, extraño despertarme en las mañanas y no verte a mi lado abrazada a ti o conmigo abrazándote a ti. Y sí, estoy dispuesta a respetar lo que quieres, pero por favor, podrías recordarme ahora mismo ¿por qué?, ¿por qué sólo seremos compañeras de habitación?.

Callie puso su mano en la barbilla de Arizona y tiernamente la levantó para buscar su mirada y poder verla a los ojos mientras le contestaba la pregunta, cuando sus ojos se encontraron, ella le dijo con ternura:

-Arizona, estoy consciente de todo eso, sé lo inmensamente difícil que será para ti convivir conmigo en esas condiciones cuando tus recuerdos de lo que juntas vivimos y tus sentimientos hacia mi son tan fuertes, se que esto será incluso mucho más difícil para ti que para mi, pero Arizona entiende algo, por favor, yo no tengo esos recuerdos, necesito fabricar nuevos recuerdos contigo, yo ni siquiera me conozco bien a mi misma y tampoco a ti, no quiero acostarme contigo sólo para satisfacer mi apetito sexual, quiero conectarme contigo primero de una forma en que ni siquiera sé si lo estuvimos antes de que todo esto pasara, y no me malinterpretes, yo también te lo voy a decir sólo por esta vez, pero yo también tengo sentimientos hacia ti, no es sólo algo físico, pero necesito que logremos conectarnos espiritualmente, necesito, ambas necesitamos, lograr una conexión tan pero tan fuerte que cuando yo recuerde finalmente lo que pasó, el dolor que yo pueda sentir sea superado por esa conexión, por todos esos sentimientos...

…-Si lo que vamos a compartir ahora se centra más en lo físico que en lo espiritual y lo sentimental, nuestra relación corre el riesgo de terminar si el dolor de esos recuerdos nos superan o me superan a mí, no quiero sentir miedo de recordar sin hacer nada para evitar las posibles consecuencias, quiero conocerme, conocerte, ser capaz de ver tu alma y reconocerla con sólo mirarte a los ojos. Algo me dice que antes de que todo esto pasara, aún no habíamos logrado esa conexión, si la hubiéramos tenido, quizás nada de esto hubiera pasado, y no, no lo tomes como un reproche, porque no lo es, lo que quiero decir es que quiero que llevemos nuestra relación a un nivel al que quizás nunca llegamos antes y creo que si comenzamos a revolcarnos en la cama desde ya, no lo vamos a lograr…

…-Arizona quiero que hacer el amor no sea sólo la consecuencia de la atracción física que evidentemente ambas sentimos, quiero que hacer el amor sea el efecto, no la causa de estar juntas. También se que es muy posible que tú, al haberte dado cuenta de tus verdaderos sentimientos hacia mi cuando estabas en África, ya estés en ese nivel, pero yo no lo estoy, no he llegado a eso todavía y quiero llegar antes de si quiera pensar en tener relaciones sexuales contigo...

…-Arizona, necesito que entiendas que si te propuse ser sólo compañeras de habitación, no es porque yo no te ame o no te desee, la verdad, te deseo muchísimo y si quieres que te diga la verdad, cada día te quiero más, pero siento que aún nos falta algo, algo incluso que quizás nunca tuvimos antes, pero necesitamos ese algo para que nuestra relación sea más fuerte y más sólida que nuestros peores temores, que una beca, que nuestra carrera o cualquier otra cosa...

Arizona la interrumpió para decirle: -Mi amor, tú eres lo más importante para mi, antes no lo sabía pero ahora lo se

-Yo lo se Arizona, todo lo que has hecho, todo lo que yo recuerdo que has hecho me lo ha demostrado, y eso es increíblemente importante para mi, pero yo necesito conocerme de nuevo, y conocerte a ti en tu esencia, por eso, a pesar de saber lo duro que debe ser para ti, acepté mudarme contigo, ¿Qué mejor forma de lograr esa conexión contigo, compartiendo el mismo techo en lugar de sólo unas horas en este hospital?. Arizona, sólo necesito un poco de tiempo, todo llegará, todo lo que ambas deseamos llegará, te lo prometo, sólo dame un poquito de tiempo, sólo un poco. Y entiéndeme algo, no te estoy pidiendo tiempo para enamorarme de ti, eso no es un problema, sólo quiero tiempo para conectarme contigo primero, para comenzar de nuevo, de una manera diferente, más profunda ¿me entiendes ahora?

Arizona sonrió, y le contestó a a Callie con el ánimo renovado: -Sí, ahora si lo entendí. Gracias Callie, cada día eres más impresionante.

Callie sonrió y se dispusieron a salir de hospital.

Mientras caminaban tomadas de la mano, por los pasillos del hospital, Arizona se puso a meditar las palabras de Callie, luego de su larga explicación, finalmente lo entendió y se sintió diferente, además de que percibió una nueva ola de admiración hacia su compañera, porque comprendió que lo único que Callie deseaba era forjar una relación tan sólida que pudiera resistir cualquier cosa, incluso los malos recuerdos cuando estos aparecieran. Callie estaba pensando en su relación con ella como algo a largo plazo y quería asegurarse de que así fuera.

Mientras escuchaba a Callie, tuvo que reconocerlo, ella tenía razón, a pesar de que ambas se amaban y se llevaban bien antes de que todo esto pasara, quizás nunca habían logrado esa conexión de la que Callie hablaba, había una parte de Arizona que ella reconocía que jamás le había entregado a ningún otro ser humano, salvo a Timothy, su hermano gemelo. Ella nunca se había comprometido con nada ni con nadie a ese nivel y al final de cuentas era por eso que había cometido uno de los mayores errores de su vida al marcharse a África poniendo su carrera por encima de lo que sin saber, era lo más importante en su vida: Calliope Torres.

Ahora lo entendía, Callie se dio cuenta al estar libre de los malos recuerdos y de los sentimientos que ellos evocan, que era lo que había fallado en su relación, por eso la había notado tan pensativa desde que supo la verdad, de hecho, sin que Callie lo supiera, era eso lo que había fallado en todas las relaciones que había tenido Arizona en toda su vida: el no entregarse a otro ser humano, no físicamente, sino espiritualmente y por más que Arizona se resistiera a algo como eso en el pasado, ella sabía que si con alguien valía la pena esa entrega era con Callie, alguien que estaba dispuesta a entregarse de la misma forma.

Arizona en ese momento comprendió que si ellas dos lograban esa conexión, esa entrega que nunca antes tuvieron, su relación pasaría a un nuevo nivel que la haría mucho más fuerte que antes, mucho mejor que antes, un nivel que Arizona simplemente no conocía y posiblemente Callie tampoco, porque los demonios de su propio pasado quizás nunca se lo permitieron.

Así que Arizona entendió que el reto que tenía por delante era mucho mayor que el que se había planteado inicialmente al mudarse con Callie, no era el reto de tratar de resistirse a su necesidad física por ella, el verdadero desafío era tratar de no resistirse a entregarse espiritualmente a otro ser humano, algo que jamás había hecho antes, pero que por primera vez en su vida estaba dispuesta a hacer.

Obviamente Arizona también comprendía la existencia de la otra cara de la moneda, si antes le daba miedo que Callie la rechazara cuando recordara su pasado, ahora, con esta nueva perspectiva de entregarse espiritualmente ese miedo podía convertirse fácilmente, en autentico terror, porque ya había percibido que mientras mas se acercaba a Callie más miedo sentía de perderla y la idea de perderla habiéndose entregado a ella de una forma en que jamás se había entregado a otro ser humano, podía ser simplemente aterradora. Permanecer en el borde de todas sus emociones, entregar su alma temiendo que los recuerdos dolorosos de Callie acabaran con todo, era como caminar en un bosque desconocido, mirando sólo las sombras que arden en la oscuridad, y eso era algo realmente aterrador.

No obstante, quizás lo único que había cambiado antes de escuchar la explicación de Callie, era el estar consciente de ello, ya en África se había sentido por primera vez en su vida, desde la muerte de su hermano, incompleta sin Callie a su lado, en el fondo Arizona sabía que esa entrega espiritual ya había comenzado antes de siquiera imaginárselo, por eso no pudo olvidarla a pesar de que lo intentó, por eso tuvo que regresar, por eso había luchado por reconquistarla aún a pesar de su miedo a perderla.

La única diferencia es que ahora, luego de escuchar a Callie, Arizona había tomado plena conciencia de que la apuesta era, la mayor de toda su existencia, era como la apuesta “a todo o nada” en la partida de póker en la que se había convertido su propia vida. Era aterrador, sí, lo era, pero amaba a Callie y seguiría luchando por ella y si luchar por ella significaba entregarse, lo haría, le entregaría su alma. Si ganaba, lo ganaría todo, si perdía, lo perdería todo, pero Calliope Torres valía la apuesta, definitivamente lo valía.

Sí algo tenía claro Arizona Robbins es que Calliope Torres es la mujer con la ella quería compartir el resto de su vida, la elegida, “la única”, el amor de su vida. Entregarse a ella con todos los riesgos conocidos era aterrador, pero dejar de hacerlo y perderla, definitivamente no era una opción.


Hacer clip en el título para acceder a la canción


Tú, a través de la luz
Eres el mayor descubrimiento
En un mundo lleno de equivocaciones,
Tú eres lo que es correcto
Finalmente tiraste la soledad
Hacia otro lado

Tú pusiste de nuevo mi corazón en movimiento
Cada palabra se siente como una estrella fugaz
Yo estoy en el borde de mis emociones
Mirando las sombras que arden en la oscuridad,
Y yo estoy enamorada y estoy aterrorizada.
Por primera y última vez
En mi vida solitaria.

Esto podría ser bueno
Mejor que la última vez
Y el amor es peor sabiendo
Que tú te mantienes atrás
Podría ser todo lo que tú necesitas
Si me dejas probar

Tú pusiste de nuevo mi corazón en movimiento
Cada palabra se siente como una estrella fugaz
Yo estoy en el borde de mis emociones
Mirando las sombras que arden en la oscuridad,
Y yo estoy enamorada y estoy aterrorizada.
Por primera y última vez
En mi soledad

Sólo lo digo porque es en serio
Sólo es en serio porque es verdad
Así que no dudes que yo he estado soñando
Porque me llena y me mantiene cerca
Cada vez que estoy sin ti

Tú pusiste de nuevo mi corazón en movimiento
Cada palabra se siente como una estrella fugaz
Mirando las sombras que arden en la oscuridad,
Y yo estoy enamorada y estoy aterrorizada.
Por primera y última vez
En mi vida solitaria
En mi vida solitaria



Esta historia continuará…

Espero que este capítulo les haya gustado, y espero por supuesto sus comentarios.

Tal como lo informé la semana pasada, el próximo capítulo (el Nro. 15) que se titula “En casa, de nuevo”, lo publicaré pasado mañana, es decir, el viernes 31.

Tanto el presente capítulo como el siguiente sentarán las bases que me permitirán avanzar con esta historia, y quiero adelantarles que el capítulo 16 que será publicado el próximo lunes 03 de Septiembre, es… intenso. Por ello, se me ocurrió una idea para hacer algo divertido, una especie de concurso, dirigido a todas los lectores de “Epidemia” que, además, me siguen en twitter a través de mi cuenta: @MikiTRobbinson

El próximo viernes 31, después de publicar el capítulo 15 de “Epidemia”, aproximadamente a las 11:00 a.m. (hora de Venezuela: GMT -4:30), enviaré un tweet con una pregunta. Al primer seguidor en twitter que la conteste acertadamente, le enviaré, el mismo viernes, a la dirección de correo electrónico que me indique mediante un mensaje privado vía twitter, el link a los archivos de música en formato mp3 y el archivo del Capítulo 16 de “Epidemia”. En otras palabras, el ganador o ganadora de este pequeño concurso, no tendrá que esperar hasta el lunes 03 de Septiembre para leer este capítulo “especial” de “Epidemia”.

¿Qué les parece?, ¿divertido?, ¿verdad?

Si les gusta la idea, sólo tienen que ser seguidores de mi cuenta de twitter para el momento en que yo envíe el tweet con la pregunta y estar pendientes para leer el tweet que enviaré con la pregunta en la fecha y hora señalada, vale decir: Viernes 31, 11:00 a.m. (hora de Venezuela)